23 resultados ( En el mismo párrafo En la misma oración En el mismo párrafo En el mismo artículo ). Ordenar según frecuencia Ordenar según frecuencia Ordenar por fecha más reciente Ordenar por fecha más antigua Búsqueda realizada solo en: ¡Despertad!. ¿Qué respondería usted? (17 veces) Página 5 ¿Está mal preguntar por qué permite Dios el sufrimiento? (Habacuc 1:____.) g 11/06 págs. 14-31 - ¡Despertad! 2006 La muerte de un hijo. ¿Por qué la permite Dios? (3 veces) En tiempos bíblicos, hasta hombres de gran fe se angustiaron por las injustas tragedias de la vida y preguntaron a Dios por qué lo permitía. (Compárese con Habacuc 1:1-3.) g91 8/3 págs. 26-27 - ¡Despertad! 1991 El Louvre con la Biblia en la mano (3 veces) [A la derecha] Estela de los buitres: una parte, pueblo conquistado en una red (buena ilustración de Habacuc 1:15-17); otra parte, el rey y las tropas con el cabello colgando suelto (ejemplifica Jueces 5:2). g79 8/5 págs. 25-26 - ¡Despertad! 1979 Cómo poner fin al robo en las tiendas (2 veces) La Biblia indica que entonces “la ley se entumece” (Habacuc 1:3, 4). g05 22/6 págs. 9-10 - ¡Despertad! 2005 ¿Indica la ansiedad falta de fe? (2 veces) Moisés, Ana, David, Habacuc, Pablo y otros hombres y mujeres de fe fuerte también expresaron sus inquietudes (Éxodo 4:10; 1 Samuel 1:6; Salmo 55:5; Habacuc 1:2, 3; 2 Corintios 11:28). g04 8/6 págs. 16-17 - ¡Despertad! 2004 ¿Por qué permite Dios que ocurran cosas malas? (2 veces) ¿Por qué me haces ver lo que es perjudicial, y sigues mirando simple penoso afán?”. (Habacuc 1:2, 3.) g96 22/10 págs. 18-20 - ¡Despertad! 1996 La tolerancia (1 vez) LO QUE DICE LA BIBLIA El profeta Habacuc le preguntó a Dios por qué toleraba la maldad, y añadió: “Veo ante mis ojos destrucción y violencia; surgen riñas y abundan las contiendas” (Habacuc 1:3, Nueva Versión Internacional). g 8/15 págs. 12-13 - ¡Despertad! 2015 Una judía explica por qué se replanteó sus creencias (1 vez) a Habacuc 1:12. g 5/13 págs. 10-11 - ¡Despertad! 2013 ¿Por qué permite Dios que suframos? (1 vez) Por todas partes veo sólo pleitos y peleas; por todas partes veo sólo violencia y destrucción” (Habacuc 1:3, Traducción en lenguaje actual). g 11/06 págs. 5-9 - ¡Despertad! 2006 ¿Cuánto tiempo podemos vivir? (1 vez) Dios no muere, así que no creó a sus hijos de manera que murieran (Habacuc 1:12; Romanos 8:20, 21). g 5/06 págs. 7-9 - ¡Despertad! 2006 La solución definitiva al problema de la pobreza (1 vez) Puesto que la Biblia dice que sus “ojos” son tan puros que no soporta “ver lo que es malo”, sabemos que su gobierno nunca se volverá corrupto (Habacuc 1:13). g05 8/11 págs. 7-10 - ¡Despertad! 2005 ¿Por qué permite Dios que suframos? (1 vez) Después, Dios le aseguró que al “tiempo señalado” pondría fin al sufrimiento (Habacuc 1:13; 2:1-3). g04 22/3 págs. 12-14 - ¡Despertad! 2004 ¿Qué opina Dios de la violencia? (1 vez) Habacuc, un profeta de la antigüedad, preguntó a Jehová Dios: “¿Hasta cuándo clamaré a ti por socorro contra la violencia?” (Habacuc 1:2). g02 8/8 págs. 16-17 - ¡Despertad! 2002 ¿Hasta qué grado es tolerante Dios? (1 vez) En primer lugar, debemos preguntarnos: ¿por qué permite Dios la maldad si se rige por las más elevadas normas de justicia? (Deuteronomio 32:4; Habacuc 1:13.) g01 8/10 págs. 22-23 - ¡Despertad! 2001 El leopardo: solitario felino (1 vez) En la época bíblica, era sabido que se situaba al acecho cerca de las ciudades, listo para abalanzarse sobre los animales domésticos con una ligereza mortífera. (Jeremías 5:6; Oseas 13:7; Habacuc 1:8.) g95 8/4 págs. 24-27 - ¡Despertad! 1995 Cómo vencí los retos de la vida en el sur de Asia (1 vez) Hay a quienes les surgen preguntas turbadoras, como las de Habacuc 1:3: “¿Por qué me haces ver lo que es perjudicial, y sigues mirando simple penoso afán? g94 22/1 págs. 21-24 - ¡Despertad! 1994 De nuestros lectores (1 vez) No es razonable llegar a la conclusión de que Dios apoyase la terrible carnicería que provocó aquel conflicto. (Habacuc 1:13.) g90 8/6 pág. 30 - ¡Despertad! 1990 ¿Sufrimos por nuestros pecados? (1 vez) Jehová es “de ojos demasiado puros para ver lo que es malo.” (Hab. 1:13) g79 8/3 págs. 27-28 - ¡Despertad! 1979 ¿Nos prueba Dios con el mal? (1 vez) El profeta Habacuc escribió lo siguiente acerca de Jehová: “Tú eres de ojos demasiado puros para ver lo que es malo; y mirar [es decir, mirar de manera aprobadora] a penoso afán no puedes.” (Hab. 1:13) g78 8/5 págs. 27-28 - ¡Despertad! 1978 ¿Puede Dios hacer todo? (1 vez) El profeta hebreo Habacuc escribió de él: “Tú eres de ojos demasiado puros para ver lo que es malo; y mirar a penoso afán [con aprobación] no puedes.” (Hab. 1:13) g77 22/6 págs. 27-28 - ¡Despertad! 1977 Equilibrados en su punto de vista de la vida animal (1 vez) Hay muchas referencias bíblicas en cuanto a coger pájaros y peces en redes. (Pro. 1:17; Ose. 7:11, 12; Hab. 1:15) g76 8/7 págs. 16-21 - ¡Despertad! 1976 Veloces de la creación (1 vez) Por ejemplo, en una profecía acerca de la venida de los ejércitos babilonios y de sus caballos para castigar a la Jerusalén infiel, Habacuc 1:8 dice: “Vuelan como el águila que se apresura a comer algo.” g74 8/6 págs. 12-15 - ¡Despertad! 1974 La inspiración divina... ¿excluyó al elemento humano? (1 vez) Esto quizás se indique por el hecho de que los escritores hablan a veces de ‘ver’ (más bien que ‘oír’) la “declaración formal” o “palabra de Jehová.”—Isa. 13:1; Miq. 1:1; Hab. 1:1; 2:1, 2. g72 22/5 págs. 27-28 - ¡Despertad! 1972 1
En tiempos bíblicos, hasta hombres de gran fe se angustiaron por las injustas tragedias de la vida y preguntaron a Dios por qué lo permitía. (Compárese con Habacuc 1:1-3.)
[A la derecha] Estela de los buitres: una parte, pueblo conquistado en una red (buena ilustración de Habacuc 1:15-17); otra parte, el rey y las tropas con el cabello colgando suelto (ejemplifica Jueces 5:2).
Moisés, Ana, David, Habacuc, Pablo y otros hombres y mujeres de fe fuerte también expresaron sus inquietudes (Éxodo 4:10; 1 Samuel 1:6; Salmo 55:5; Habacuc 1:2, 3; 2 Corintios 11:28).
¿Por qué me haces ver lo que es perjudicial, y sigues mirando simple penoso afán?”. (Habacuc 1:2, 3.)
LO QUE DICE LA BIBLIA El profeta Habacuc le preguntó a Dios por qué toleraba la maldad, y añadió: “Veo ante mis ojos destrucción y violencia; surgen riñas y abundan las contiendas” (Habacuc 1:3, Nueva Versión Internacional).
Por todas partes veo sólo pleitos y peleas; por todas partes veo sólo violencia y destrucción” (Habacuc 1:3, Traducción en lenguaje actual).
Puesto que la Biblia dice que sus “ojos” son tan puros que no soporta “ver lo que es malo”, sabemos que su gobierno nunca se volverá corrupto (Habacuc 1:13).
Habacuc, un profeta de la antigüedad, preguntó a Jehová Dios: “¿Hasta cuándo clamaré a ti por socorro contra la violencia?” (Habacuc 1:2).
En primer lugar, debemos preguntarnos: ¿por qué permite Dios la maldad si se rige por las más elevadas normas de justicia? (Deuteronomio 32:4; Habacuc 1:13.)
En la época bíblica, era sabido que se situaba al acecho cerca de las ciudades, listo para abalanzarse sobre los animales domésticos con una ligereza mortífera. (Jeremías 5:6; Oseas 13:7; Habacuc 1:8.)
Hay a quienes les surgen preguntas turbadoras, como las de Habacuc 1:3: “¿Por qué me haces ver lo que es perjudicial, y sigues mirando simple penoso afán?
No es razonable llegar a la conclusión de que Dios apoyase la terrible carnicería que provocó aquel conflicto. (Habacuc 1:13.)
El profeta Habacuc escribió lo siguiente acerca de Jehová: “Tú eres de ojos demasiado puros para ver lo que es malo; y mirar [es decir, mirar de manera aprobadora] a penoso afán no puedes.” (Hab. 1:13)
El profeta hebreo Habacuc escribió de él: “Tú eres de ojos demasiado puros para ver lo que es malo; y mirar a penoso afán [con aprobación] no puedes.” (Hab. 1:13)
Hay muchas referencias bíblicas en cuanto a coger pájaros y peces en redes. (Pro. 1:17; Ose. 7:11, 12; Hab. 1:15)
Por ejemplo, en una profecía acerca de la venida de los ejércitos babilonios y de sus caballos para castigar a la Jerusalén infiel, Habacuc 1:8 dice: “Vuelan como el águila que se apresura a comer algo.”
Esto quizás se indique por el hecho de que los escritores hablan a veces de ‘ver’ (más bien que ‘oír’) la “declaración formal” o “palabra de Jehová.”—Isa. 13:1; Miq. 1:1; Hab. 1:1; 2:1, 2.