Pero en vez de exagerar las faltas del cónyuge, ¿por qué no obedecer el siguiente consejo bíblico?: “Ante todo, tengan amor intenso unos para con otros, porque el amor cubre una multitud de pecados” (1 Pedro 4:8).
... Cuando se trata de faltas de poca importancia, lo mejor es olvidarlas, pasarlas por alto, y lo mismo puede decirse de otras más graves.