Hace más de diecinueve siglos, Cristo Jesús habló de un ‘camino ancho y espacioso’ y de un ‘camino angosto y estrecho’ y mencionó lo que estaba en juego: “Entren por la puerta angosta; porque ancho y espacioso es el camino que conduce a la destrucción, y muchos son los que entran por él; mientras que angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la vida, y pocos son los que la hallan”. (Mateo 7:13, 14.)