Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, traicioneros, testarudos, hinchados de orgullo, amadores de placeres más bien que amadores de Dios, teniendo una forma de devoción piadosa, pero resultando falsos a su poder”.
... Este siglo ha visto más que nunca individuos “amadores de sí mismos, amadores del dinero, [...] desagradecidos, [...] sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, [...] sin amor del bien, [...] amadores de placeres más bien que amadores de Dios” (2 Timoteo 3:1-5).