Asimismo, leemos que, “como a la mitad de la noche”, Pablo y Silas, después de haber sido azotados y encarcelados, “estaban orando y alabando a Dios con canción; sí, los presos los oían”. (Hechos 16:25.)
... Pablo y Silas cantaron alabanzas a Jehová mientras estaban en prisión. (Hechos 16:25.)