Además, si Jehová permitía que escapara de la ira de ellos allí, habría de subir al patio del templo mismo y declarar a los sacerdotes, profetas y pueblo la calamidad venidera.—Jer. 19:1, 2, 10, 11, 14, 15.
... Lo tuvieron restringido en el Patio de la Guardia (Jer. 32:2; 33:1), lo arrestaron bajo la acusación de pasarse a los caldeos cuando salió de Jerusalén para ir a su casa en el territorio de Benjamín; en esta ocasión los príncipes lo golpearon y lo metieron en la casa de grillos por muchos días; tuvo que apelar al rey para evitar morir allí; aun entonces lo pusieron bajo custodia en el Patio de la Guardia. (Jer. 37:11-16, 20, 21)