En contraste, el apóstol Pablo encomió la soltería, tanto de hombres como de mujeres, cuando el motivo para mantenerse solteros era servir a Dios con una atención indivisa, y dijo en cuanto a la viuda: “Es más feliz si permanece como está, según mi opinión”. (1 Cor. 7:25-28, 32-40; compárese con Mateo 19:10-12.)