Tan solo podían emplearse “los perfumes más selectos”: mirra, canela aromática, cálamo aromático, casia y el aceite de oliva más puro, cada uno de ellos en cantidades específicas. (Éx 30:22-24.)
... Además de la mirra, especialmente para los ungüentos, y del olíbano, para el incienso, otros ingredientes, entre los que estaban el nardo, el azafrán, la caña aromática, la canela, los áloes, la casia y diversas especias, resinas y plantas aromáticas, solían transportarse largas distancias antes de llegar a los recipientes y las perfumerías de los fabricantes de ungüentos. (Can 4:14; Rev 18:11, 13.)