2 “Ahora bien en cuanto a que los muertos vuelven a levantarse, también Moisés lo mostró, junto a la zarza, cuando llamó al Señor, El Dios de Abrahán, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob; pues él no es el Dios de los muertos, sino de los vivos: pues para él todos viven.”—Luc. 20:37, 38, Douay.
... Si habían de permanecer muertos para siempre y nunca salir del “infierno” (Hades o Seol), Jehová jamás le hubiera dicho al profeta Moisés al hablar con él junto a la zarza ardiente en el desierto de Sinaí que él era el Dios de Abrahán, Isaac y Jacob.