APÉNDICE
¿Debemos celebrar las festividades?
LA Biblia no dio origen a las fiestas religiosas o civiles que se celebran hoy día en muchas regiones del mundo. Entonces, ¿de dónde salieron? Si le es posible acudir a una biblioteca, podrá ver en los libros de consulta comentarios interesantes sobre las festividades que son populares donde usted vive. Veamos algunos ejemplos.
Semana Santa. Aunque en teoría conmemora la muerte y resurrección de Jesús, tiene muchas costumbres paganas, como por ejemplo, las procesiones. Según Las Grandes Religiones Ilustradas, mucho antes de Cristo, los babilonios “colmaban a las imágenes sagradas de mil atenciones [...]. Se cubrían las estatuas con ricas vestiduras, se las adornaba con collares, brazaletes y anillos; descansaban en lechos suntuosos y se las sacaba en procesión”. También es famoso en algunos países el “conejo de Pascua”. La Enciclopedia Católica reconoce que este “es un símbolo pagano y siempre ha sido un emblema de fertilidad”.
Año Nuevo. La fecha del Año Nuevo y las formas de celebrarlo varían de un país a otro. Leemos lo siguiente sobre su origen: “El emperador romano Julio César fijó el 1 de enero como día de Año Nuevo en el año 46 antes de Cristo. Los romanos dedicaron el día a Jano, dios de las puertas y de los inicios. El mes de enero [en latín, Januarius] recibió su nombre de Jano, el cual tenía dos caras: una mirando adelante y otra hacia atrás” (The World Book Encyclopedia). Por lo tanto, los festejos de Año Nuevo se basan en tradiciones paganas.
Noche de Brujas (Halloween). “Ciertas costumbres de la Noche de Brujas se remontan a una ceremonia de los druidas [antiguos sacerdotes celtas] de tiempos precristianos. Los celtas celebraban fiestas en honor a dos dioses principales: el dios Sol y el dios de los muertos [...]. La celebración en honor de este último tenía lugar el 1 de noviembre, día en que comenzaba el Año Nuevo celta. La fiesta de los difuntos se fue incorporando poco a poco a los ritos cristianos.” (The Encyclopedia Americana.)
Otras fiestas. No es posible hablar de todas las festividades celebradas en el mundo entero. Ahora bien, Jehová no acepta ninguna celebración que exalte a personas o a instituciones humanas (Jeremías 17:5-7; Hechos 10:25, 26). Además, tenga presente que otra clave para determinar si una fiesta religiosa agrada o no a Dios es fijarse en qué origen tiene (Isaías 52:11; Revelación [Apocalipsis] 18:4). Los principios bíblicos que se expusieron en el capítulo 16 de este libro lo ayudarán a saber cómo ve Dios el que participemos en otras fiestas no religiosas.