Ningún arma que se alce contra nosotros servirá de nada
“Sea cual sea el arma que se forme contra ti, no tendrá éxito.” (ISAÍAS 54:17.)
1, 2. ¿Cómo se ha cumplido Isaías 54:17 en los testigos de Jehová de Albania?
DÉCADAS atrás, en un pequeño país montañoso del sureste de Europa, un gobierno de ideología comunista y atea hizo cuanto pudo por aplastar a un grupo de valerosos cristianos. Pero ni las torturas, ni los campos de trabajos forzados, ni las campañas de desprestigio pudieron acabar con ellos. ¿Quiénes eran? Los testigos de Jehová de Albania. Aunque reunirse y predicar les resultaba extremadamente difícil, su persistencia durante décadas ha honrado el cristianismo y ha glorificado el nombre de Jehová. En el año 2006, con motivo de la dedicación de la nueva sucursal albanesa, un Testigo que se ha mantenido fiel por muchos años dijo: “¡Por más que Satanás lo intente, él siempre pierde y Jehová gana!”.
2 Tales cristianos son prueba viviente del cumplimiento de la promesa de Dios que leemos en Isaías 54:17: “Sea cual sea el arma que se forme contra ti, no tendrá éxito, y sea cual sea la lengua que se levante contra ti en el juicio, la condenarás”. La historia confirma que nada de lo que el mundo de Satanás pueda hacer logrará que los siervos dedicados de Jehová dejen de adorarlo.
Los intentos fallidos de Satanás
3, 4. a) ¿Cuáles son algunas de las armas de Satanás? b) ¿Por qué podemos decir que las armas del Diablo no han servido de nada?
3 Entre las armas que se han empleado contra los siervos de Dios figuran proscripciones, multitudes violentas, condenas de prisión y leyes ideadas para perjudicarlos (Salmo 94:20). De hecho, en este mismo instante, mientras los testigos de Jehová estudiamos este artículo, en algunos países la lealtad a Dios de los cristianos verdaderos está siendo ‘puesta a prueba’ (Revelación 2:10).
4 Por ejemplo, una sucursal de los testigos de Jehová informó que, en el transcurso de un solo año, hubo 32 casos en que siervos de Dios fueron atacados mientras llevaban a cabo su ministerio. Además, en 59 ocasiones la policía detuvo a Testigos —ancianos y jóvenes, hombres y mujeres— que estaban predicando. A algunos los trataron como a delincuentes: les tomaron las huellas, los fotografiaron y los pusieron tras las rejas. A otros los amenazaron con hacerles daño. En cierto país se han documentado más de mil cien casos de testigos de Jehová que han sido arrestados, multados y golpeados. De hecho, más de doscientos de tales casos se produjeron el día en que se reunieron para conmemorar la muerte de Jesús. Sin embargo, tanto en estos como en otros países, Jehová ha usado su espíritu para salvar a su pueblo cuando todo parecía estar en contra (Zacarías 4:6). La furia del enemigo no acallará a quienes alaban a Jehová. Sí, estamos seguros de que no hay arma que pueda impedir que Dios cumpla su propósito.
Condenamos las lenguas falsas
5. ¿Qué lenguas falsas se levantaron contra los siervos de Jehová en el siglo primero?
5 Isaías profetizó que los siervos de Dios condenarían toda lengua que se levantara contra ellos, es decir, demostrarían su falsedad. En el siglo primero, los cristianos eran a menudo víctimas de comentarios maliciosos, e incluso se les tildaba de malhechores. Las palabras de Hechos 16:20, 21 son un ejemplo típico de tales acusaciones: “Estos hombres están turbando muchísimo a nuestra ciudad [...] y están publicando costumbres que no nos es lícito adoptar ni practicar, puesto que somos romanos”. En otra ocasión, los adversarios religiosos incitaron a las autoridades a tomar medidas contra los seguidores de Cristo. Afirmaron: “Estos hombres que han trastornado la tierra habitada están presentes aquí también, y [...] actúan en oposición a los decretos de César” (Hechos 17:6, 7). Al apóstol Pablo lo llamaron “individuo pestilente” y lo acusaron de ser el líder de una secta que ‘promovía sediciones por toda la tierra habitada’ (Hechos 24:2-5).
6, 7. ¿Cuál es una manera en que los cristianos verdaderos ‘condenamos’ los ataques verbales en nuestra contra?
6 En consecuencia, no nos sorprende que los cristianos verdaderos de hoy hayan sido el blanco de comentarios maliciosos, calumnias y campañas difamatorias. Ahora bien, ¿de qué manera ‘condenamos’ esos ataques verbales? (Isaías 54:17.)
7 A menudo, nuestro buen comportamiento ha echado por tierra las denuncias en nuestra contra y los intentos de desprestigiarnos (1 Pedro 2:12). Cuando la gente ve que somos ciudadanos respetuosos de la ley, que tenemos elevadas normas morales y que nos preocupamos por los demás, queda demostrado que tales acusaciones son falsas. Nuestra buena conducta habla por sí misma. Al observar nuestras buenas obras, no es raro que algunos se sientan impulsados a glorificar a nuestro Padre celestial y a reconocer que el estilo de vida de sus siervos es superior (Isaías 60:14; Mateo 5:14-16).
8. a) ¿Qué puede ser necesario para defender nuestra postura basada en la Biblia? b) Al igual que Cristo, ¿cómo condenamos la lengua de los adversarios?
8 Además de comportarnos de forma irreprochable, a veces puede ser necesario defender con valor nuestra postura basada en la Biblia. Un modo de hacerlo es recurriendo a las autoridades y los tribunales (Ester 8:3; Hechos 22:25-29; 25:10-12). Cuando Jesús estuvo en la Tierra, en ocasiones disputó abiertamente con quienes lo criticaban. ¿Con qué fin? Para refutar sus calumnias (Mateo 12:34-37; 15:1-11). Al igual que él, nosotros aprovechamos las oportunidades de dar a otras personas una explicación clara de nuestras convicciones (1 Pedro 3:15). Jamás permitamos que las burlas, ya sean de condiscípulos, de compañeros de trabajo o de familiares no creyentes, nos refrenen de dar a conocer la verdad de la Palabra de Dios (2 Pedro 3:3, 4).
Jerusalén, “una piedra pesada”
9. ¿Cuál es la Jerusalén simbolizada por la “piedra pesada” de Zacarías 12:3, y quiénes la representan en la Tierra?
9 Una profecía de Zacarías revela por qué se oponen las naciones a los cristianos verdaderos. Fijémonos en lo que dice Zacarías 12:3: “En aquel día tiene que ocurrir que haré de Jerusalén una piedra pesada para todos los pueblos”. ¿De qué Jerusalén se está hablando aquí? De la “Jerusalén celestial”, el Reino al que los cristianos ungidos han sido llamados (Hebreos 12:22). Todavía queda en la Tierra un pequeño resto de estos herederos del Reino mesiánico. Junto con sus compañeros, las “otras ovejas”, instan a la gente a someterse al Reino de Dios mientras aún haya tiempo (Juan 10:16; Revelación 11:15). ¿Cómo han respondido las naciones a esta invitación? ¿Y qué clase de apoyo da Jehová a sus siervos hoy? Para averiguarlo, examinemos más a fondo el significado del capítulo 12 de Zacarías. De este modo tendremos la certeza de que ‘ningún arma tendrá éxito’ contra los ungidos de Dios y sus compañeros dedicados a él.
10. a) ¿Por qué atacan las naciones al pueblo de Jehová? b) ¿Qué les ha sucedido a los que han tratado de alzar la “piedra pesada” para librarse de ella?
10 Zacarías 12:3 indica que las naciones reciben “severos rasguños”. ¿Cómo ocurre eso? Pues bien, Dios ha decretado que las buenas nuevas del Reino deben predicarse, y los testigos de Jehová se toman en serio ese deber. Sin embargo, la predicación del Reino como la única esperanza de la humanidad ha llegado a ser “una piedra pesada” para las naciones. Por eso, estas tratan de alzarla para librarse de ella, poniendo todo tipo de trabas a los proclamadores del Reino. Como resultado, han recibido “severos rasguños” y han acabado llenos de cortaduras. Hasta su reputación ha quedado en entredicho, pues sus esfuerzos han acabado en un humillante fracaso. No pueden acallar a los siervos de Dios, quienes valoran muchísimo el privilegio de proclamar las “buenas nuevas eternas” del Reino mesiánico de Dios antes del fin de este sistema (Revelación 14:6). Al ver cómo se maltrataba a los siervos de Jehová, un carcelero de cierto país africano declaró: “No se va a lograr nada persiguiendo a esta gente. Los Testigos jamás se rinden. Y no dejan de aumentar”.
11. ¿Cómo ha cumplido Dios la promesa que se halla en Zacarías 12:4?
11 Lea Zacarías 12:4. Ahí Jehová promete que, figurativamente, cegará y herirá “con aturdimiento” a quienes luchen contra sus valerosos mensajeros del Reino. Y sin duda ha cumplido su palabra. Por ejemplo, en un país donde la adoración verdadera estaba proscrita, los adversarios no pudieron impedir que el alimento espiritual llegara a manos de los siervos de Dios. A este respecto, un periódico hasta llegó a afirmar que los testigos de Jehová usaban globos para introducir publicaciones bíblicas en el país. En realidad, Dios estaba cumpliendo su promesa: “Abriré mis ojos, y [a] todo caballo de los pueblos heriré con pérdida de la vista”. Ciegos de ira, los enemigos del Reino no saben qué dirección tomar. Por otra parte, nosotros tenemos la certeza de que Jehová protegerá a su pueblo y velará por su bienestar (2 Reyes 6:15-19).
12. a) ¿En qué sentido prendió Jesús un fuego cuando estuvo en la Tierra? b) ¿Cómo ha provocado el resto ungido incendios en sentido espiritual, y con qué consecuencias?
12 Lea Zacarías 12:5, 6. La expresión “los jeques de Judá” se refiere a los superintendentes ungidos del pueblo de Dios. A estos, Jehová los llena de celo ardiente para defender los intereses de su Reino en la Tierra. En cierta ocasión, Jesús dijo a sus discípulos: “Vine a prender un fuego en la tierra” (Lucas 12:49). Y no hay duda de que lo hizo. Con su celosa predicación, dejó claro que el Reino de Dios era una cuestión de máxima importancia. Como resultado, se encendió una acalorada polémica en toda la nación judía (Mateo 4:17, 25; 10:5-7, 17-20). De modo parecido, en nuestros días, los que siguen tras los pasos de Cristo provocan incendios espiritualmente hablando, “como una vasija de fuego entre los árboles y como una antorcha de fuego en una hilera de grano recién cortado”. En 1917, por ejemplo, el libro The Finished Mysterya (El misterio terminado) presentó una denuncia ardiente de la hipocresía de la cristiandad, lo que provocó la furiosa reacción del clero. Más recientemente, el tratado Noticias del Reino núm. 37, titulado “¡Se acerca el fin de la religión falsa!”, ha hecho que muchas personas adopten una postura con respecto al Reino de Dios, sea a favor o en contra.
Se salva a “las tiendas de Judá”
13. ¿Qué indica la expresión “las tiendas de Judá”, y por qué las salva Jehová?
13 Lea Zacarías 12:7, 8. En el antiguo Israel, las tiendas eran parte del paisaje, pues las solían utilizar los pastores y los labradores. Ellos serían los primeros que necesitarían protección en caso de que una nación enemiga atacara la ciudad de Jerusalén. La expresión “las tiendas de Judá” indica que el resto ungido de nuestro tiempo no está morando en ciudades fortificadas. Por así decirlo, moran en campo abierto, donde defienden sin temor los intereses del Reino mesiánico. Jehová de los ejércitos salvará a “las tiendas de Judá primero”, pues constituyen el blanco principal de los ataques de Satanás.
14. ¿En qué sentido defiende Jehová a los que moran en “las tiendas de Judá” y les impide que tropiecen?
14 Verdaderamente, la historia prueba que Jehová está defendiendo a estos embajadores ungidos del Reino que moran en “tiendas” en campo abierto.b Les impide que ‘tropiecen’ en el sentido de que los hace fuertes y valientes como David, el rey guerrero.
15. ¿Por qué procura Jehová “aniquilar a todas las naciones”, y en qué momento lo hará?
15 Lea Zacarías 12:9. ¿Por qué procura Jehová “aniquilar a todas las naciones”? Porque se obstinan en oponerse al Reino mesiánico. Están condenadas a la destrucción por perseguir y maltratar al pueblo de Jehová. Pronto, los agentes terrestres de Satanás lanzarán un ataque final contra los verdaderos siervos de Dios, un ataque que conducirá a la situación mundial que la Biblia llama Har–Magedón (Revelación 16:13-16). En respuesta, el Juez Supremo saldrá en defensa de sus siervos y santificará su nombre ante las naciones (Ezequiel 38:14-18, 22, 23).
16, 17. a) ¿Cuál es “la posesión hereditaria de los siervos de Jehová”? b) ¿Qué prueba el hecho de que aguantemos los ataques de Satanás?
16 Satanás no tiene ningún arma que pueda debilitar la fe o apagar el celo que nos caracterizan. Nuestra paz espiritual, que proviene de conocer el poder salvador de Dios, es “la posesión hereditaria de los siervos de Jehová” (Isaías 54:17). Nadie puede arrebatarnos la paz y prosperidad espiritual que disfrutamos (Salmo 118:6). Satanás seguirá avivando las llamas de la oposición y tratará de causarnos dificultades. Pero al aguantar con lealtad a pesar de las calumnias, demostramos que tenemos el espíritu de Dios (1 Pedro 4:14). Por todo el mundo se están declarando las buenas nuevas del Reino ya establecido. Es verdad que sobre nosotros, los siervos de Jehová, se están lanzando muchas “piedras” de oposición. Sin embargo, con la fuerza que Dios nos da, resistimos todos los ataques (Zacarías 9:15). ¡Nadie podrá acallar al resto ungido y sus leales compañeros!
17 Anhelamos el día en que nos libraremos por completo de los ataques del Diablo. Mientras tanto, nos consuela enormemente la garantía que nos da Jehová: “Sea cual sea el arma que se forme contra ti, no tendrá éxito, y sea cual sea la lengua que se levante contra ti en el juicio, la condenarás”.
[Notas]
a Editado por los testigos de Jehová; agotado.
b Hallará más detalles en el libro Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios, págs. 675, 676, editado por los testigos de Jehová.
¿Qué respondería?
• ¿Qué indica que las armas de Satanás no han servido de nada?
• ¿Cómo llega a ser “una piedra pesada” la Jerusalén celestial?
• ¿Cómo salva Jehová a “las tiendas de Judá”?
• Mientras se acerca el Armagedón, ¿de qué estamos seguros?
[Ilustraciones de la página 21]
Los testigos de Jehová de Albania aguantaron fielmente los ataques de Satanás
[Ilustración de la página 23]
Jesús refutó las calumnias en su contra
[Ilustraciones de la página 24]
Ningún arma que se alce contra quienes proclaman las buenas nuevas servirá de nada