Nota
b Sara era media hermana de Abrahán. Ambos eran hijos de Taré, pero tenían madres distintas (Génesis 20:12). Es verdad que un matrimonio así no sería correcto hoy en día, pero es importante recordar que la vida era diferente en aquel tiempo. La humanidad se hallaba más cerca de la perfección que Adán y Eva habían perdido. Como la gente era más saludable, la unión entre parientes cercanos al parecer no presentaba riesgos de transmitir defectos genéticos a sus descendientes. Sin embargo, unos cuatrocientos años después, los seres humanos se habían alejado más de la perfección. Para ese entonces, la Ley mosaica prohibió las relaciones sexuales entre familiares cercanos (Levítico 18:6).