Reconozca los puntos fuertes de otros
El problema
El orgullo puede llevar al prejuicio. Una persona orgullosa piensa demasiado bien de sí misma. Se cree superior a los demás y ve inferiores a quienes son diferentes. Cualquiera puede caer en esta trampa. La Encyclopædia Britannica dice: “La mayoría de las culturas creen, en mayor o menor medida, que su estilo de vida, comida, modo de vestir, costumbres, creencias, valores, etc., son superiores a los de otras culturas”. ¿Qué podemos hacer para no caer en esta trampa?
Principio bíblico
“Humildemente piensen que los demás son superiores a ustedes” (FILIPENSES 2:3).
¿Qué significa? Para luchar contra el orgullo, necesitamos humildad. Si somos humildes, reconoceremos que los demás son mejores que nosotros en varios aspectos. Ninguna cultura es la mejor en todo.
Veamos lo que le pasó a Stefan. Él creció en un país comunista y logró superar los prejuicios que tenía contra las personas de países no comunistas. Dice: “Creo que, para vencer los prejuicios, es importante pensar que los demás son superiores. Yo no lo sé todo y siempre puedo aprender algo de los demás”.
Lo que puede hacer
Trate de ser realista y admita que usted también tiene defectos. Reconozca que otros tienen puntos fuertes que usted no tiene. Y no dé por hecho que todas las personas de un grupo son iguales.
En vez de pensar mal de una persona que pertenece a cierto grupo, pregúntese:
Reconozca que otros tienen puntos fuertes que usted no tiene.
¿Es realmente malo lo que no me gusta de esa persona, o solo es diferente a lo que estoy acostumbrado?
¿Podría esa persona ver algún defecto en mí?
¿En qué es esta persona mejor que yo?
Si contesta con sinceridad, podrá vencer sus prejuicios y llegará a admirar las cosas buenas que tiene esa persona.