¡Ánimo! Jehová lo ayudará
“Podemos tener buen ánimo y decir: ‘Jehová es mi ayudante’.” (HEB. 13:6)
1, 2. ¿A qué se enfrentan muchos emigrantes al volver a casa? (Vea la ilustración del principio.)
“VIVÍA en el extranjero; allí tenía un puesto de responsabilidad en mi trabajo y ganaba bien”, cuenta Eduardo.a “Pero cuando comencé a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová —añade—, me di cuenta de que tenía una responsabilidad mayor: cuidar de mi familia en sentido espiritual, no solo físico. Así que volví a casa con ellos.” (Efes. 6:4.)
2 Eduardo sabía que Jehová quería que volviera con su familia. Pero igual que Liliana —mencionada en el artículo anterior—, tenía por delante la difícil tarea de reparar los lazos familiares. También se enfrentaba a los retos de mantener a su esposa e hijos en un lugar con una economía mucho más débil. ¿Cómo lograrían llegar a fin de mes? ¿Podrían los hermanos de la congregación ayudarles en algo?
REPARE LOS LAZOS Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA FAMILIA
3. ¿Cómo afecta a los hijos la ausencia de un padre?
3 “Comprendí que había desatendido a mis hijas justo cuando más necesitaban mi guía y cariño —admite Eduardo—. No estuve ahí para leerles historias de la Biblia, orar juntos, abrazarlas y jugar con ellas.” (Deut. 6:7.) Su hija mayor, Ana, recuerda: “Me sentía emocionalmente insegura por no tener a mi padre cerca. Cuando regresó, solo conocíamos su cara y su voz. Se me hacía raro cuando me abrazaba”.
4. ¿Por qué es difícil para un padre que ha estado ausente cumplir con su papel de cabeza?
4 Cuanto más tiempo pase fuera el padre, más difícil le será cumplir con su papel de cabeza. La esposa de Eduardo, Rubí, explica: “Yo hacía de papá y de mamá. Me acostumbré a tomar casi todas las decisiones. Cuando Eduardo volvió, tuve que aprender lo que es la sujeción cristiana. Y aún hay veces que tengo que recordarme que ahora él está aquí” (Efes. 5:22, 23). Eduardo añade: “Las niñas estaban habituadas a pedirle permiso a ella. [...] Tuve que aprender a tomar las riendas de mi familia de una manera cristiana”. Eduardo y Rubí comprendieron que, como padres, debían presentar un frente unido y tomar las decisiones juntos.
5. a) ¿Cómo comenzó un padre a reparar el daño causado por su ausencia? b) ¿Cuál fue el resultado?
5 Eduardo estaba decidido a hacer todo lo posible por fortalecer la espiritualidad de los suyos y reparar su relación con ellos. “Mi meta era inculcar la verdad en mis hijas de palabra y con el ejemplo —comenta él—; no solo quería decir que amaba a Jehová, sino también demostrarlo.” (1 Juan 3:18.) ¿Bendijo Jehová sus esfuerzos? “Ver cuánto se esmeraba por ser un buen padre, por acercarse a nosotras, significó mucho —contesta Ana—. Además, nos sentíamos orgullosas de que trabajara tanto en la congregación. El mundo trataba de alejarnos de Jehová, pero nuestros padres estaban centrados en la verdad, y eso nos motivó a hacer lo mismo. Papá nos prometió que nunca más nos dejaría, y cumplió su palabra. Si se hubiera ido, yo probablemente no estaría hoy en la organización de Jehová.”
RECONOZCA SU PARTE DE LA CULPA
6. ¿Qué comprobaron algunos padres durante la guerra de los Balcanes?
6 Durante la guerra de los Balcanes, algunas familias testigos de Jehová que vivían en aquella zona comprobaron que sus hijos eran felices a pesar de las duras condiciones de vida. ¿Por qué? Porque los padres, como no podían ir a trabajar, se quedaban en casa y estudiaban, jugaban y conversaban con los niños. ¿Qué nos enseña esto? Que más que dinero o regalos, los hijos necesitan que sus padres estén con ellos. De hecho, la Palabra de Dios indica que, cuando los padres los educan y les dedican tiempo y atención, les va bien (Prov. 22:6).
7, 8. a) ¿Qué error han cometido algunos padres? b) ¿Cómo pueden los padres ayudar a sus hijos a superar los sentimientos negativos?
7 Al volver a casa, algunos padres se han encontrado con que sus hijos están resentidos o los tratan con indiferencia. Ante ese rechazo, quizás han cometido el error de decir: “¿Cómo me tratas así? ¡Después de todo lo que he hecho por ti!”. No se dan cuenta de que sus hijos se sienten heridos porque ellos estuvieron ausentes. Si este es su caso, ¿qué puede hacer para curar la herida?
8 Pídale a Jehová que le ayude a ser muy comprensivo con su familia. Luego, dígales de corazón que reconoce su parte de la culpa y que lo siente. Cuando su cónyuge y sus hijos vean que usted se esfuerza día tras día por arreglar las cosas, creerán en su sinceridad. Con paciencia y determinación, es probable que vuelva a ganarse el amor y respeto de su familia.
PROVEA PARA LOS SUYOS
9. ¿Por qué los cristianos no necesitan hacerse ricos para cumplir el mandato de “[proveer] para los que son suyos”?
9 El apóstol Pablo indicó que los hijos y los nietos deben “[pagar] la debida compensación a sus padres y abuelos” cuando estos ya no pueden cubrir sus gastos. Pero también animó a todos los cristianos a estar contentos con las cosas básicas —comida, abrigo y techo— en lugar de esforzarse constantemente por mejorar su nivel de vida o asegurar su futuro (lea 1 Timoteo 5:4, 8; 6:6-10). Así que, para cumplir con el deber de “[proveer] para los que son suyos”, el cristiano no necesita hacerse rico en este mundo que pronto pasará (1 Juan 2:15-17). No permitamos que “el poder engañoso de las riquezas” o “las inquietudes de la vida” impidan a nuestra familia “asirse firmemente de la vida” en el justo nuevo mundo de Dios (Mar. 4:19; Luc. 21:34-36; 1 Tim. 6:19).
10. ¿Qué nos enseña la sabiduría divina sobre las deudas?
10 Jehová sabe que necesitamos algo de dinero para subsistir. Pero el dinero no puede protegernos ni ayudarnos como lo hace la sabiduría divina (Ecl. 7:12; Luc. 12:15). Muchos no han calculado bien el gasto que supone irse a vivir al extranjero, y encima allá no hay garantías de ganar más. De hecho, hay serios peligros. No son pocos los que regresan a su país con deudas aún mayores. En vez de estar más libres para servir a Dios, acaban esclavizados a quienes les han prestado dinero (lea Proverbios 22:7). ¿Qué nos enseña la sabiduría divina? Que, de entrada, lo mejor es no endeudarse.
11. ¿Por qué puede ser útil elaborar un presupuesto?
11 Eduardo volvió con su familia, pero sabía que para sacarla adelante, tendría que controlar los gastos. Él y su esposa determinaron qué era lo que realmente necesitaban y elaboraron un presupuesto basándose en eso. Claro, el nuevo presupuesto les permitía gastar mucho menos que antes. Pero todos cooperaron y evitaron gastar dinero en cosas innecesarias.b “Por ejemplo —explica Eduardo—, saqué a mis hijas de las escuelas privadas a las que iban y las matriculé en escuelas públicas que también eran buenas.” Él y su familia le pidieron a Jehová que le ayudara a encontrar un trabajo que no interfiriera en sus actividades espirituales. ¿Cuál fue la respuesta de Jehová?
12, 13. a) ¿Qué medidas tomó un padre para mantener a su familia? b) ¿Cómo bendijo Jehová la decisión de Eduardo de llevar una vida sencilla?
12 “Los primeros dos años tuvimos que apretarnos el cinturón —recuerda Eduardo—. Lo poco que ganaba no siempre alcanzaba para cubrir los gastos, mis ahorros se estaban agotando y yo me sentía muy cansado. Pero asistíamos a todas las reuniones y salíamos a predicar juntos.” Eduardo estaba decidido a no aceptar ningún empleo que lo alejara de su familia por períodos de meses o años. Él dice: “Aprendí a realizar distintos trabajos. Así cuando no había de una cosa, podía trabajar en otra”.
13 Como tardó mucho tiempo en saldar sus deudas, tuvo que pagar más en intereses. Sin embargo, le pareció un precio muy pequeño en comparación con la oportunidad de estar junto a su familia en todas las facetas de su vida, como Jehová espera de los padres. “Gano menos del 10% de lo que ganaba en el extranjero —admite—, pero no pasamos hambre. ‘La mano de Jehová no se ha acortado.’ Nos hicimos precursores y, curiosamente, después de eso la economía mejoró, así que me resultó más fácil mantener a mi familia.” (Is. 59:1.)
LAS PRESIONES FAMILIARES
14, 15. a) ¿Qué pueden hacer los cristianos cuando sus familiares los presionan para que antepongan las cosas materiales a las espirituales? b) ¿Qué efecto puede tener en los familiares nuestro buen ejemplo?
14 En muchos lugares, la gente se siente obligada a dar dinero y regalos a sus parientes y amigos. “Es parte de nuestra cultura, y nos gusta —afirma Eduardo—. Pero hay un límite. Les digo amablemente a mis parientes que les daré todo lo que pueda siempre que mi esposa e hijas tengan lo necesario y podamos cumplir con nuestras actividades espirituales.”
15 Puede que algunos familiares se decepcionen o se molesten con quienes deciden volver a casa o rechazan oportunidades de trabajar lejos. Quizá hasta los llamen egoístas. ¿Por qué? Porque esperaban sacar provecho de ellos (Prov. 19:6, 7). Ana, hija de Eduardo, dice: “Lo bueno es que si anteponemos las cosas espirituales a las materiales, nuestros familiares podrán darse cuenta de lo importante que es Jehová para nosotros. De otro modo, ¿cómo podrían comprenderlo?” (compare con 1 Pedro 3:1, 2).
TENGA FE EN JEHOVÁ
16. a) ¿Con qué “razonamiento falso” podrían engañarse algunos? (Sant. 1:22.) b) ¿Qué decisiones bendice Jehová?
16 Una hermana dejó a su esposo e hijos en su país de origen para mudarse a uno más próspero. Al llegar, les dijo a los ancianos: “Tuvimos que hacer grandes sacrificios para que yo pudiera venir. Mi esposo incluso dejó de servir de anciano. Así que espero que Jehová bendiga esta decisión”. Dios bendice decisiones que reflejan fe en él, pero ¿cómo va a bendecir una decisión contraria a su voluntad, sobre todo si implica abandonar innecesariamente una valiosa labor teocrática? (Lea Hebreos 11:6 y 1 Juan 5:13-15.)
17. a) ¿Por qué debemos buscar la guía de Jehová antes de tomar una decisión? b) ¿Cómo podemos buscar la guía de Jehová?
17 Para no tener que lamentarse de sus decisiones, busque la guía de Jehová antes de tomarlas y comprometerse, no después. Pídale que lo guíe, que le dé espíritu santo y sabiduría (2 Tim. 1:7). Pregúntese: “¿Hasta qué punto estoy dispuesto a obedecer a Jehová? ¿Le serviría incluso bajo persecución? Si es así, ¿no debería obedecerle también cuando eso signifique llevar una vida más sencilla?” (Luc. 14:33). Hable con los ancianos y siga sus consejos basados en la Biblia. Así demostrará que confía en que Jehová lo ayudará como ha prometido. Los ancianos no pueden decidir por usted, pero sus sugerencias le pueden servir para tomar decisiones sabias que a la larga lo harán feliz (2 Cor. 1:24).
18. a) ¿A quién se le ha confiado la responsabilidad de mantener a la familia? b) ¿Cómo podemos ayudar a los cabezas de familia?
18 Jehová le ha confiado al cabeza de familia la “carga” diaria de mantener a los suyos (Gál. 6:5). Muchos padres cumplen con esta responsabilidad sin separarse de su cónyuge o hijos a pesar de que otros los presionan o ellos mismos sienten la tentación de hacerlo. ¿Los felicitamos por ello? ¿Los incluimos en nuestras oraciones? Además, podemos demostrarles nuestro amor y socorrerlos en una emergencia médica o cuando ocurre un desastre (Gál. 6:2; 1 Ped. 3:8). Por ejemplo, ¿podríamos ayudarles a encontrar trabajo por la zona o darles alimentos o dinero para que puedan salir del paso? Eso quizá reduzca la presión de dejar a su familia para buscar trabajo en otro lugar (Prov. 3:27, 28; 1 Juan 3:17).
RECUERDE QUE JEHOVÁ LO AYUDARÁ
19, 20. ¿Por qué pueden los cristianos estar seguros de que Jehová los ayudará?
19 Las Escrituras nos exhortan: “Que su modo de vivir esté exento del amor al dinero, y estén contentos con las cosas presentes. Porque [Dios] ha dicho: ‘De ningún modo te dejaré y de ningún modo te desampararé’. De modo que podemos tener buen ánimo y decir: ‘Jehová es mi ayudante; no tendré miedo. ¿Qué puede hacerme el hombre?’” (Heb. 13:5, 6). ¿Cómo se cumplen estas palabras?
20 Un anciano experimentado que vive en un país pobre comenta: “Muchas veces la gente habla de lo felices que somos los testigos de Jehová”. Y agrega: “También se da cuenta de que hasta los hermanos pobres siempre van bien vestidos y parecen tener más que otros de su entorno”. Esto prueba que la promesa que Jesús hizo a los que ponen primero el Reino en verdad se cumple (Mat. 6:28-30, 33). Usted puede estar seguro de que su Padre celestial lo ama y desea lo mejor para su familia. La Biblia dice que “sus ojos están discurriendo por toda la tierra para mostrar su fuerza a favor de aquellos cuyo corazón es completo para con él” (2 Crón. 16:9). Él nos ha dado mandatos sobre cómo cuidar de la familia para que nos vaya bien. Cuando le obedecemos, demostramos que lo amamos y que confiamos en él. “Pues esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos; y, sin embargo, sus mandamientos no son gravosos.” (1 Juan 5:3.)
21, 22. ¿Por qué está usted decidido a confiar en Jehová?
21 “Sé que nunca podré recuperar el tiempo que estuve separado de mi esposa y mis hijas —admite Eduardo—, pero trato de no darle demasiadas vueltas a eso. Muchos de mis antiguos compañeros de trabajo ahora son ricos, pero no son felices. Sus familias tienen enormes problemas. En cambio, nosotros somos una familia unida y feliz. Me impresiona ver cómo otros hermanos de este país ponen los asuntos espirituales en primer lugar en su vida aunque son pobres. Todos estamos comprobando la veracidad de la promesa de Jesús.” (Lea Mateo 6:33.)
22 Así que, ¡ánimo! Obedezca a Jehová y confíe en él. Que el amor que siente por Dios, por su cónyuge y por sus hijos lo motive a cumplir con sus responsabilidades familiares. Si lo hace, comprobará que “Jehová es [su] ayudante”.
a Se han cambiado los nombres.
b Vea la serie de portada “Cómo administrar el dinero”, de la revista ¡Despertad! de septiembre de 2011.