Martes 17 diciembre
Dios es fiel y no dejará que sean tentados más allá de lo que puedan soportar (1 Cor. 10:13).
No debemos pensar que nadie puede entender la debilidad que tenemos. Eso es una trampa. Pensar así nos puede llevar a creer que nuestra situación no tiene remedio y que no podemos vencer esa debilidad. Pero la Biblia dice lo contrario: “Cuando venga la tentación, [Dios] también les dará la salida para que puedan aguantarla”. Así que, por muy intenso que sea un deseo, podemos ser fieles a Jehová. Con su ayuda, no nos dejaremos llevar por ese deseo. Recordemos siempre que debido a la imperfección es inevitable que tengamos deseos incorrectos. Cuando eso pase, rechacémoslos con firmeza, como hizo José cuando salió huyendo de la esposa de Potifar (Gén. 39:12). No tenemos por qué ser esclavos de los malos deseos. w23.01 2:16, 17
Miércoles 18 diciembre
Dios no es parcial (Rom. 2:11).
La justicia es una de las cualidades principales de Jehová (Deut. 32:4). Está muy relacionada con la imparcialidad, y Jehová es imparcial (Hech. 10:34, 35). Los idiomas que escogió para que se escribiera la Biblia lo demuestran. Él prometió que en el tiempo del fin “el conocimiento verdadero” se haría “abundante”, es decir, mucha gente comprendería lo que dice la Biblia (Dan. 12:4). Algo que ha hecho que esto sea posible es que se han traducido, editado y distribuido muchísimos ejemplares de las Escrituras y publicaciones bíblicas. El pueblo de Jehová ya ha traducido la Biblia, completa o en parte, a más de 240 idiomas, y todo el mundo puede obtener un ejemplar de forma gratuita. ¿Cuál ha sido el resultado? Millones de personas de todas las naciones están aceptando “las buenas noticias del Reino” antes de que venga el fin (Mat. 24:14). Jehová es un Dios justo y quiere que la mayor cantidad de gente posible tenga la oportunidad de conocerlo leyendo su Palabra. ¿Qué lo motiva? El gran amor que nos tiene. w23.02 6:11, 12
Jueves 19 diciembre
Dejen de amoldarse a este sistema; más bien, transfórmense renovando su mente (Rom. 12:2).
¿Ama usted la justicia de Dios? Seguro que sí. Pero todos somos imperfectos y, si no tenemos cuidado, el criterio de este mundo sobre lo que es bueno y lo que es malo podría influir fácilmente en nosotros (Is. 5:20). Cuando Jesús estuvo en la Tierra, los líderes religiosos se consideraban justos y rectos. Pero Jesús los condenó enérgicamente porque eran duros con los demás y ponían sus propias normas sobre lo que está bien y lo que está mal (Ecl. 7:16; Luc. 16:15). Hoy en día hay personas que se parecen a ellos. Según su propio criterio, no hacen nada malo. Por lo general se creen superiores a los demás y son muy críticas. Esta forma de ser le desagrada mucho a Jehová y no tiene nada que ver con su justicia. La justicia es una cualidad preciosa. En pocas palabras, implica hacer lo que está bien desde el punto de vista de Dios. En la Biblia, las palabras que se traducen “justicia” transmiten la idea de vivir según las normas más elevadas que existen: las de Jehová. w22.08 36:3-5