Cómo quitarnos para siempre la vieja personalidad
“Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas” (COL. 3:9).
1, 2. ¿Qué opinan algunas personas sobre los testigos de Jehová?
MUCHAS personas han dicho que los testigos de Jehová tienen cualidades sobresalientes. Por ejemplo, el escritor Anton Gill habló en uno de sus libros sobre lo que les pasó a los Testigos en la Alemania nazi. Dijo que los nazis los odiaban de manera especial y que en 1939 había 6.000 Testigos en los campos de concentración. Añadió que, a pesar de todo lo que sufrieron, eran confiables y se mantuvieron unidos, calmados bajo presión y leales a su Dios.
2 Hace unos años, algunas personas de Sudáfrica vieron cualidades como estas en los siervos de Dios. Antes, las autoridades del país no permitían que los Testigos de diferente color de piel se reunieran en el mismo lugar. Sin embargo, el domingo 18 de diciembre de 2011, más de 78.000 Testigos de diferentes razas, procedentes de Sudáfrica y de algunos países vecinos, abarrotaron el mayor estadio de la ciudad de Johannesburgo para escuchar un programa espiritual. Uno de los encargados del estadio dijo: “Nunca había visto a tantas personas portarse tan bien. Todos están muy bien vestidos. Y han dejado muy limpio el estadio. Pero lo que más me llama la atención es que ustedes no hacen diferencias raciales”.
3. ¿Por qué es única nuestra hermandad?
3 Este tipo de comentarios hechos por personas que no son Testigos demuestran que nuestra hermandad internacional es realmente única (1 Ped. 5:9, nota). ¿Por qué somos tan diferentes de las demás organizaciones? Porque, con la ayuda de la Biblia y el espíritu de Dios, hacemos un gran esfuerzo por quitarnos “la vieja personalidad” y vestirnos de “la nueva personalidad” (Col. 3:9, 10).
4. ¿Qué vamos a analizar en este artículo, y por qué?
4 Ahora bien, es necesario que nos quitemos la vieja personalidad para siempre. En este artículo vamos a ver cómo desnudarnos de la vieja personalidad y por qué es tan importante hacerlo. También veremos que las personas pueden cambiar aunque hayan hecho muchas cosas malas. Y analizaremos lo que pueden hacer los que llevan muchos años en la verdad para no volver a ponerse la vieja personalidad. ¿Por qué necesitamos estos recordatorios? Lamentablemente, algunos que una vez fueron cristianos no tuvieron cuidado y comenzaron a pensar y actuar igual que antes de servir a Jehová. Por eso, todos necesitamos recordar esta advertencia: “El que piensa que está en pie, cuídese de no caer” (1 Cor. 10:12).
ELIMINEMOS LOS DESEOS INMORALES
5. a) Explique con un ejemplo por qué debemos quitarnos la vieja personalidad sin demora (vea la foto del principio). b) ¿Qué características de la vieja personalidad menciona Colosenses 3:5-9?
5 ¿Qué haríamos si nuestra ropa estuviera sucia y hasta oliera mal? ¿Verdad que nos la quitaríamos lo antes posible? Del mismo modo, es importante que obedezcamos sin demora el mandato de dejar de hacer las cosas que Jehová odia. Pablo dio a los cristianos de su día esta clara instrucción: “Deséchenlas todas de ustedes”. Hablemos a continuación de dos pecados que él mencionó: la fornicación o inmoralidad sexual y la inmundicia o impureza moral (lea Colosenses 3:5-9).
6, 7. a) Como dice Pablo, ¿qué tenemos que hacer para quitarnos la vieja personalidad? b) ¿Qué clase de vida llevaba Sakura, y qué le dio las fuerzas para cambiar?
6 La fornicación. Cuando la Biblia utiliza la palabra fornicación, incluye toda relación sexual entre personas que no están casadas legalmente la una con la otra y la homosexualidad. Pablo les dijo a los cristianos que amortiguaran los miembros de su cuerpo en cuanto a fornicación. Esto significa que debemos actuar con decisión para eliminar los deseos inmorales. Puede ser difícil, pero es posible lograrlo.
7 Veamos lo que le ocurrió a una joven de Japón llamada Sakura.a Mientras crecía, se sentía sola y vacía. Para luchar contra esos sentimientos, a la edad de 15 años empezó a mantener relaciones sexuales con diferentes parejas. Como consecuencia, se hizo tres abortos. Ella cuenta: “Al principio, cuando tenía relaciones inmorales, me sentía segura, necesitada y amada. Pero con el tiempo empecé a sentirme más y más insegura”. Sakura siguió llevando esta vida hasta los 23 años. Entonces, comenzó a estudiar la Biblia con los Testigos. Le encantaba lo que aprendía. Con la ayuda de Jehová, logró superar sus profundos sentimientos de culpa y vergüenza, y dejó su vida inmoral. Ahora es precursora regular y ya no se siente sola. Dice: “Me hace muy feliz sentir el amor de Jehová todos los días”.
CÓMO DEJAR LAS PRÁCTICAS SUCIAS
8. ¿Qué cosas pueden hacer que Jehová considere que estamos sucios?
8 La inmundicia o impureza moral. La palabra original que aparece en la Biblia y que se traduce “inmundicia” es un término amplio que incluye mucho más que los pecados sexuales. Por ejemplo, puede referirse al hábito perjudicial de fumar o a contar chistes sucios (2 Cor. 7:1; Efes. 5:3, 4). También puede hacer referencia a cosas malas que la gente hace en privado, como leer libros eróticos o ver pornografía. Estas cosas pueden conducir al hábito sucio de la masturbación (Col. 3:5).b
9. ¿Qué puede ocurrir si alimentamos un “apetito sexual” descontrolado?
9 Los que tienen la costumbre de ver pornografía alimentan un “apetito sexual” descontrolado. Como consecuencia, pueden hacerse adictos al sexo. Algunos investigadores han observado que los que son adictos a la pornografía tienen los mismos síntomas que los drogadictos o los alcohólicos. No nos sorprende que los efectos de ver pornografía sean tan perjudiciales. Algunos de estos son una profunda vergüenza, baja productividad en el trabajo, una vida familiar infeliz, divorcio y hasta suicidio. Un hombre escribió lo siguiente tras estar un año sin ver pornografía: “Por fin he vuelto a respetarme a mí mismo”.
10. ¿Cómo logró vencer Ribeiro su adicción a la pornografía?
10 Muchas personas tienen una lucha constante para dejar el hábito de ver pornografía. Pero es posible ganarla, como lo demuestra el ejemplo de un hombre de Brasil llamado Ribeiro. Cuando era adolescente, se fue de su casa y empezó a trabajar en una planta donde se reciclaba papel. Allí podía ver revistas pornográficas. Él cuenta: “Poco a poco, el vicio de ver pornografía se hizo tan fuerte que estaba deseando que saliera de casa la mujer con la que vivía para así poder ver videos pornográficos”. Un día, mientras Ribeiro estaba en el trabajo, vio un libro titulado El secreto de la felicidad familiar en una pila de libros para reciclar. Lo tomó y comenzó a leerlo. Lo que aprendió lo motivó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Pero liberarse de su adicción le llevó mucho tiempo. ¿Qué lo ayudó? Él explica: “Orar, estudiar la Biblia y meditar en lo que aprendía hizo que aumentara mi aprecio por las cualidades de Jehová. Así, mi amor por él llegó a ser más fuerte que mi deseo de ver pornografía”. Con la ayuda de la Biblia y del espíritu santo de Dios, Ribeiro se quitó la vieja personalidad. Se bautizó y ahora es anciano de congregación.
11. ¿Qué debemos hacer todos para no caer en la pornografía?
11 Fijémonos en que Ribeiro hizo más que estudiar la Biblia. También tuvo que meditar con atención en lo que leía y dejar que le llegara al corazón. Además, le pidió ayuda a Dios. De modo que la meditación y la oración hicieron que su amor por Jehová fuera más fuerte y lo ayudara a vencer su batalla contra la pornografía. Todos debemos amar profundamente a Jehová y odiar lo malo para no caer en este vicio (lea Salmo 97:10).
RECHACEMOS LA IRA, LOS INSULTOS Y LAS MENTIRAS
12. ¿Qué ayudó a Stephen a rechazar la ira y los insultos?
12 Algunas personas se enojan con mucha rapidez y dicen cosas crueles y ofensivas. Como es lógico, esta conducta hace sufrir a toda su familia. Veamos el caso de un padre de familia de Australia llamado Stephen. Él cuenta: “Decía muchas palabrotas y me enfurecía por cualquier cosa. Mi esposa y yo nos separamos tres veces y nos íbamos a divorciar”. Entonces, los testigos de Jehová empezaron a darles clases de la Biblia. ¿Cuál fue el resultado de que Stephen empezara a poner en práctica los consejos de la Biblia? Él dice que su vida familiar mejoró mucho. Antes, era como una bomba a punto de explotar, pero ahora siente una profunda sensación de paz y calma. Hoy día, Stephen es siervo ministerial y su esposa lleva varios años sirviendo de precursora regular. Los ancianos de su congregación dicen: “Stephen es un hermano tranquilo, humilde y trabajador”. También señalan que nunca lo han visto enojarse. Stephen reconoce que no ha hecho estos cambios por sí mismo. Dice: “He podido disfrutar de todas estas bendiciones porque he aceptado la ayuda de Jehová para cambiar mi personalidad por completo”.
13. a) ¿Por qué es tan peligrosa la ira? b) ¿Qué nos manda hacer la Biblia?
13 La Biblia nos manda que evitemos la ira, los insultos y los gritos (Efes. 4:31). Con frecuencia, estas cosas conducen a acciones violentas. Puede que muchas personas piensen que esto es normal, pero en realidad deshonra al Creador. Así que muchos cristianos han tenido que dejar este tipo de conducta y se han vestido de la nueva personalidad (lea Salmo 37:8-11).
14. ¿Es posible que una persona violenta se vuelva pacífica?
14 Vamos a ver el ejemplo de Hans, que es anciano en Austria. El coordinador del cuerpo de ancianos de su congregación dice de él: “Es uno de los hermanos más pacíficos que podrías conocer”. Pero Hans no siempre fue así. Empezó a abusar del alcohol cuando era adolescente y se hizo agresivo. Una vez que estaba muy borracho, mató a su novia en un arrebato de ira. Lo sentenciaron a veinte años de prisión. Pero la vida en la cárcel no lo cambió. Con el tiempo, su madre le pidió a un anciano que lo visitara en prisión, y Hans empezó a estudiar la Biblia. Él explica: “Me costó mucho quitarme la vieja personalidad. Hubo dos textos bíblicos que me animaron. Uno fue Isaías 55:7, que dice: ‘Deje el inicuo su camino’. El otro fue 1 Corintios 6:11. Allí dice que algunas personas que habían cometido pecados graves los habían dejado al hacerse cristianos. Durante muchos años, Jehová me ayudó con paciencia mediante su espíritu santo a ponerme la nueva personalidad”. Hans se bautizó mientras estaba en la cárcel. Salió después de cumplir diecisiete años y medio de condena. Dice: “Agradezco a Jehová su inmensa misericordia y su perdón”.
15. ¿Qué hace mucha gente, pero qué dice la Biblia al respecto?
15 Otra característica de la vieja personalidad es la mentira. Por ejemplo, es común que la gente mienta para no pagar impuestos o para no responder por sus errores. En cambio, Jehová es “el Dios de la verdad” (Sal. 31:5). Por lo tanto, nos manda a los cristianos que siempre digamos la verdad, que no nos mintamos unos a otros (Efes. 4:25; Col. 3:9). Así que debemos decir la verdad aunque pasemos vergüenza por ello o no nos convenga (Prov. 6:16-19).
CÓMO GANARON LA BATALLA
16. ¿Qué nos ayudará a quitarnos la vieja personalidad?
16 No podemos quitarnos la vieja personalidad apoyándonos en nuestras propias fuerzas. Sakura, Ribeiro, Stephen y Hans tuvieron que luchar mucho para cambiar su modo de vida anterior. ¿Cómo ganaron la batalla? Gracias al poder que les dio la Palabra de Dios y su espíritu santo (Luc. 11:13; Heb. 4:12). Nosotros también podemos beneficiarnos de ese poder si leemos la Biblia todos los días, meditamos en ella y le pedimos a Jehová en todo momento que nos dé sabiduría y fuerzas para obedecer lo que dice su Palabra (Jos. 1:8; Sal. 119:97; 1 Tes. 5:17). El espíritu santo y la Biblia también nos darán poder si nos preparamos para las reuniones y asistimos a ellas (Heb. 10:24, 25). Además, debemos usar los recursos que nos da la organización de Jehová, como las revistas, el canal JW Broadcasting, la aplicación JW Library y el sitio jw.org (Luc. 12:42).
17. ¿Qué vamos a ver en el siguiente artículo?
17 Hemos visto algunas prácticas malas que los cristianos debemos evitar para siempre. Pero ¿es eso todo lo que se requiere para tener la aprobación de Dios? No, también debemos vestirnos de la nueva personalidad y hacer que sea una parte permanente de nuestra vida. En el siguiente artículo veremos cómo hacerlo.
a Se han cambiado algunos nombres.