ARTÍCULO DE ESTUDIO 25
Confiemos en Jehová cuando estemos angustiados
“Estoy sufriendo mucho” (1 SAM. 1:15, nwt).
CANCIÓN 51 A ti somos fieles, Jehová
AVANCEa
1. ¿Por qué debemos hacer caso de la advertencia de Jesús?
CUANDO Jesús dio su profecía sobre los últimos días, dijo: “Presten atención a sí mismos para que sus corazones nunca lleguen a estar cargados [...] por las inquietudes de la vida”, es decir, las preocupaciones del vivir diario o, según la nota, las “inquietudes en cuanto al sustento” (Luc. 21:34). ¿Por qué debemos hacer caso de esta advertencia los cristianos? Porque hoy día nos enfrentamos al mismo tipo de problemas y sufrimientos que el resto de las personas.
2. ¿A qué problemas se enfrentan nuestros hermanos?
2 A veces, nos angustian varios problemas al mismo tiempo. Veamos los siguientes ejemplos. Un Testigo llamado John, que padece esclerosis múltiple, quedó destrozado cuando su esposa lo abandonó tras diecinueve años de matrimonio. Luego, sus dos hijas dejaron de servir a Jehová. Un matrimonio, Bob y Linda, se enfrentó a problemas diferentes. Los dos se quedaron sin trabajo y tiempo después perdieron su casa. Además, a Linda le diagnosticaron una enfermedad del corazón que podía ser mortal y también una enfermedad del sistema inmunitario.
3. De acuerdo con Filipenses 4:6, 7, ¿de qué podemos estar seguros?
3 Podemos estar seguros de que Jehová, nuestro Creador y Padre cariñoso, comprende cómo nos perjudica el sufrimiento. Y desea ayudarnos a hacer frente a los problemas (lea Filipenses 4:6, 7). En su Palabra, encontramos muchos relatos que hablan de las dificultades que tuvieron que soportar sus siervos y nos dicen cómo los ayudó Jehová. Veamos algunos ejemplos.
ELÍAS, UN “HOMBRE DE SENTIMIENTOS SEMEJANTES A LOS NUESTROS”
4. ¿A qué situaciones difíciles se enfrentó Elías, y qué seguridad tenía con respecto a Jehová?
4 Elías sirvió a Jehová durante una época complicada y se enfrentó a situaciones difíciles. Acab, uno de los reyes infieles de la historia de Israel, se casó con Jezabel, una mujer malvada que adoraba al dios Baal. Los dos llenaron el país de la adoración a Baal y asesinaron a muchos profetas de Jehová. Pero Elías logró escapar. Además, sobrevivió a una horrible hambruna gracias a que confió en Jehová (1 Rey. 17:2-4, 14-16). También acudió a él cuando desafió a los profetas y adoradores de Baal, y animó a los israelitas a servir al Dios verdadero (1 Rey. 18:21-24, 36-38). Elías vio muchas pruebas de que Jehová lo estaba protegiendo y ayudando durante esos tiempos duros.
5, 6. Según 1 Reyes 19:1-4, ¿cómo se sintió Elías, y qué hizo Jehová para mostrarle que lo amaba?
5 (1 Rey. 19:1-4). Sin embargo, cuando la reina Jezabel amenazó con matarlo, Elías sintió miedo. Así que huyó a Beer-seba. Estaba tan desanimado que pidió morir. ¿Por qué se sintió así? Porque era un hombre imperfecto, “de sentimientos semejantes a los nuestros” (Sant. 5:17). Tal vez la tensión y el agotamiento físico lo agobiaron. Al parecer, pensaba que todo lo que había hecho a favor de la adoración pura había sido en vano, que en Israel no había mejorado nada y que él era el único que aún servía a Jehová (1 Rey. 18:3, 4, 13; 19:10, 14). Quizás nos sorprenda la reacción de este fiel profeta, pero Jehová lo comprendía.
6 Dios no reprendió a Elías por expresar cómo se sentía, sino que lo ayudó a recuperar las fuerzas (1 Rey. 19:5-7). Después, lo corrigió con cariño demostrándole su extraordinario poder. Además, le reveló que quedaban 7.000 israelitas que no habían adorado a Baal (1 Rey. 19:11-18). Jehová le mostró a Elías de maneras prácticas que lo amaba.
CÓMO NOS AYUDARÁ JEHOVÁ
7. ¿Por qué nos tranquiliza meditar en la manera como Jehová ayudó a Elías?
7 ¿Estamos pasando por una situación angustiosa? Ver que Jehová comprendía los sentimientos de Elías nos anima. Y nos tranquiliza saber que también entiende nuestra angustia emocional. Conoce nuestras limitaciones e incluso sabe lo que pensamos y sentimos (Sal. 103:14; 139:3, 4). Si acudimos a Jehová igual que hizo Elías, él nos ayudará a enfrentar las dificultades que nos agobian (Sal. 55:22).
8. ¿Cómo nos ayudará Jehová a hacer frente a los problemas?
8 La tensión emocional puede hacer que tengamos pensamientos negativos y nos desanimemos. Si eso nos sucede, recordemos que Jehová nos ayudará. ¿Cómo? Él nos invita a contarle nuestras preocupaciones y nos asegura que responderá a nuestras súplicas (Sal. 5:3; 1 Ped. 5:7). Por lo tanto, hablémosle con frecuencia de nuestros problemas. Aunque no se dirigirá a nosotros directamente como hizo en el caso de Elías, nos hablará a través de su Palabra y de su organización. Los relatos que leamos en la Biblia nos darán consuelo y esperanza. Y también nos animarán nuestros hermanos (Rom. 15:4; Heb. 10:24, 25).
9. ¿Cómo puede ayudarnos un amigo de confianza?
9 Jehová le dijo a Elías que le diera a Eliseo parte de su trabajo. Así, le suministró un amigo que podría ayudarlo cuando estuviera muy desanimado. Del mismo modo, si nosotros tenemos un amigo de confianza, este nos ayudará cuando estemos sufriendo (2 Rey. 2:2; Prov. 17:17). ¿Y si creemos que no tenemos a nadie a quien contarle nuestros problemas? Entonces, pidámosle a Jehová que nos ayude a encontrar a un cristiano maduro que nos anime cuando lo necesitemos.
10. a) ¿Qué esperanza nos da lo que le ocurrió a Elías? b) ¿Cómo nos ayuda la promesa que leemos en Isaías 40:28, 29?
10 Jehová ayudó a Elías a sobrellevar la tensión y servirle fielmente durante muchos años. Lo que le ocurrió a este profeta nos da esperanza. Quizás pasemos por épocas de mucha angustia que nos agotan física y emocionalmente. Pero, si confiamos en Jehová, él nos dará las fuerzas para seguir sirviéndole (Is. 40:28, 29).
ANA, DAVID Y UN SALMISTA CONFIARON EN JEHOVÁ
11-13. ¿Qué les ocurrió a tres siervos de Dios del pasado?
11 En la Biblia, encontramos otros personajes que sufrieron mucho. Por ejemplo, Ana tuvo que soportar la vergüenza de no tener hijos y las crueles burlas de la otra esposa de su marido, Elqaná (1 Sam. 1:2, 6). Llegó a estar tan angustiada que acabó llorando y perdió el apetito (1 Sam. 1:7, 10).
12 El rey David también vivió momentos muy duros. Veamos algunos de ellos. Se sintió aplastado por la culpa debido a los muchos errores que había cometido (Sal. 40:12). Tuvo que enfrentarse a la rebelión de su querido hijo Absalón, que acabó muriendo como consecuencia de ella (2 Sam. 15:13, 14; 18:33). Además, uno de sus mejores amigos lo traicionó (2 Sam. 16:23–17:2; Sal. 55:12-14). Muchos de los salmos que escribió reflejan el desánimo que sentía, pero también expresan su absoluta confianza en Jehová (Sal. 38:5-10; 94:17-19).
13 Tiempo después, un salmista que tal vez era descendiente del levita Asaf y servía en “el magnífico santuario de Dios” se desanimó mucho. Empezó a envidiar la vida de los malvados, y eso hizo que se sintiera infeliz y descontento. Incluso comenzó a dudar del valor de las bendiciones que reciben los siervos de Dios (Sal. 73:2-5, 7, 12-14, 16, 17, 21).
14, 15. ¿Qué aprendemos de estos tres ejemplos de la Biblia?
14 Estos tres siervos de Jehová acudieron a él en busca de ayuda. Se desahogaron con él en oración. Le explicaron con franqueza por qué se sentían tan angustiados. Y no dejaron de ir al lugar donde se adoraba a Jehová (1 Sam. 1:9, 10; Sal. 55:22; 73:17; 122:1).
15 Nuestro compasivo Dios les contestó a todos ellos. Ana consiguió tranquilidad de espíritu (1 Sam. 1:18). David escribió: “Son muchas las calamidades del justo, pero de todas ellas lo libra Jehová” (Sal. 34:19). Y el salmista sintió que Jehová lo había agarrado “de la mano derecha” y lo había guiado con sus amorosos consejos. Cantó: “En cuanto a mí, el acercarme a Dios es bueno para mí. En el Señor Soberano Jehová he puesto mi refugio” (Sal. 73:23, 24, 28). ¿Qué aprendemos de estos ejemplos? Que, a veces, nos sentiremos angustiados por culpa de los problemas. Pero saldremos adelante si pensamos en cómo Jehová ha ayudado a otros, le oramos y le obedecemos en todo (Sal. 143:1, 4-8).
CONFIEMOS EN JEHOVÁ Y NOS IRÁ BIEN
16. ¿Por qué no debemos aislarnos?
16 Aprendemos otra importante lección de estos tres ejemplos: no debemos apartarnos de Jehová ni de sus siervos (Prov. 18:1). Nancy sufrió mucho cuando su esposo la abandonó. Cuenta: “Muchos días simplemente no quería ver a nadie ni hablar con nadie. Pero, mientras más me aislaba, más triste me sentía”. Las cosas cambiaron cuando empezó a buscar maneras de ayudar a quienes tenían problemas. Dice: “Los escuchaba cuando explicaban cómo se sentían. Me di cuenta de que, cuanto más me ponía en su lugar, menos me compadecía de mí misma”.
17. ¿Cómo podemos recuperar las fuerzas?
17 Podemos recuperar las fuerzas asistiendo a las reuniones. Cuando lo hacemos, le damos a Jehová más oportunidades de que nos ayude y nos consuele (Sal. 86:17). En ellas, nos fortalece mediante su espíritu santo, su Palabra y sus siervos. Además, en las reuniones podemos dar y recibir ánimo (Rom. 1:11, 12). Una cristiana llamada Sofía dijo: “Jehová y los hermanos me ayudaron a seguir adelante. Las reuniones eran lo más importante para mí. He visto que, cuanto más predico y más hago en la congregación, más fácil me resulta hacer frente a las dificultades y las preocupaciones”.
18. ¿Qué puede darnos Jehová cuando estemos desanimados?
18 Cuando estemos desanimados, recordemos que Jehová no solo promete eliminar para siempre los sufrimientos en el futuro, sino que nos ofrece su ayuda ahora. Él nos da tanto el deseo como las fuerzas para vencer el desánimo y la desesperación (Filip. 2:13).
19. ¿Qué nos asegura Romanos 8:37-39?
19 (Rom. 8:37-39). El apóstol Pablo nos asegura que nada puede separarnos del amor de Dios. Ahora bien, ¿cómo podemos ayudar a los hermanos que están luchando por hacer frente a las dificultades? En el siguiente artículo, veremos cómo ser compasivos y apoyarlos, igual que hace Jehová.
CANCIÓN 38 Echa tu carga sobre Jehová
a Sufrir mucho o durante mucho tiempo puede causarnos daño físico y emocional. ¿Cómo puede ayudarnos Jehová? En este artículo, veremos cómo ayudó a Elías. También analizaremos tres ejemplos de la Biblia que nos enseñarán lo que debemos hacer para obtener su ayuda.
b DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. El ángel de Jehová despierta con delicadeza a Elías y le ofrece agua y pan.
c DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. Un salmista que tal vez era descendiente de Asaf escribe salmos y canta feliz con otros levitas.