ARTÍCULO DE ESTUDIO 4
“El espíritu mismo da testimonio”
“El espíritu mismo da testimonio con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios” (ROM. 8:16).
CANCIÓN 46 ¡Jehová es nuestro Rey!
AVANCEa
1, 2. ¿Qué impactante suceso ocurrió el día del Pentecostés del año 33?
ERA el día del Pentecostés del año 33. Era un domingo por la mañana, y en Jerusalén había unos 120 discípulos reunidos en el cuarto de arriba de una casa (Hech. 1:13-15; 2:1). Unos días antes, Jesús les había ordenado que se quedaran en la ciudad porque iban a recibir algo especial (Hech. 1:4, 5). ¿Qué fue lo que pasó?
2 “De repente se oyó un ruido desde el cielo, como el de una fuerte ráfaga de viento, y llenó toda la casa”. Entonces, los discípulos “vieron aparecer algo similar a lenguas de fuego” sobre sus cabezas, y “todos se llenaron de espíritu santo” (Hech. 2:2-4). Así, de esta manera tan impactante, Jehová derramó su espíritu santo sobre aquellos discípulos (Hech. 1:8). Fueron los primeros en ser ungidos por espíritu santo y en recibir la oportunidad de gobernar con Jesús en el cielo.
¿QUÉ PASA CUANDO ALGUIEN ES UNGIDO?
3. ¿Por qué estaban aquellos cristianos convencidos de que habían sido ungidos por espíritu santo?
3 Si usted fuera uno de esos discípulos, nunca olvidaría lo que había sucedido ese día. Algo que parecía una lengua de fuego se le había posado sobre la cabeza, y usted había empezado a hablar en lenguas (Hech. 2:5-12). Seguro que estaría totalmente convencido de que había sido ungido por espíritu santo. Pero ¿unge Dios a los elegidos siempre de una manera impactante y siempre en el mismo momento de sus vidas? No. ¿Por qué lo sabemos? Veamos.
4. En el siglo primero, ¿recibieron todos los ungidos la llamada celestial en el mismo momento de sus vidas? Explique.
4 Analicemos primero el momento en que alguien es ungido por espíritu santo. Ese grupo de unos 120 cristianos no fueron los únicos que fueron ungidos por espíritu santo en el Pentecostés del año 33. Más tarde, ese mismo día, otras 3.000 personas recibieron el espíritu santo que Jesús había prometido. En el caso de ellos, fueron ungidos cuando se bautizaron (Hech. 2:37, 38, 41). Pero, en los años siguientes, no todos los ungidos recibieron la llamada celestial en el momento de su bautismo. Los samaritanos fueron ungidos algún tiempo después de bautizarse (Hech. 8:14-17). Y, aunque fue un caso excepcional, Cornelio y los de su casa fueron ungidos antes incluso de bautizarse (Hech. 10:44-48).
5. De acuerdo con 2 Corintios 1:21, 22, ¿qué pasa cuando alguien es ungido por espíritu santo?
5 Hablemos ahora de lo que pasa cuando alguien es ungido por espíritu santo. En un primer momento, puede que a algunos ungidos les cueste aceptar que Jehová los ha escogido y se pregunten por qué. Otros ungidos tal vez reaccionen de otra manera. Sea como sea, el apóstol Pablo explica algo que les ocurre a todos los ungidos: “Después de que ustedes creyeron, fueron sellados por medio de él con el espíritu santo prometido, que es una garantía de la herencia que recibiremos” (Efes. 1:13, 14; nota). En efecto, Jehová usa su espíritu santo para dejarles absolutamente claro que los ha elegido. Así que el espíritu santo es “una garantía” que se les da para que estén seguros de que en el futuro vivirán para siempre en el cielo, no en la Tierra (2 Cor. 1:21, 22).b
6. ¿Qué tiene que hacer un ungido para ir al cielo?
6 Si un cristiano es ungido por espíritu santo, ¿significa eso que está garantizado que irá al cielo? No. Solo significa que ha sido elegido para ir al cielo. Pero tiene que recordar esta advertencia: “Hermanos, esfuércense todavía más por asegurar su llamada y selección porque, si continúan haciendo estas cosas, no fracasarán nunca” (2 Ped. 1:10). De modo que, aunque un cristiano sea escogido o llamado para ir al cielo, solo irá si se mantiene fiel (Filip. 3:12-14; Heb. 3:1; Apoc. 2:10).c
¿CÓMO SABE ALGUIEN QUE ES UNGIDO?
7. ¿Cómo saben los ungidos que han recibido la llamada celestial?
7 Entonces, ¿cómo sabe alguien que ha recibido la llamada celestial? La respuesta se ve con claridad en las palabras que Pablo les escribió a los que estaban en Roma y habían sido “llamados para ser santos”. Les dijo: “Ustedes no recibieron un espíritu de esclavitud que les haga volver a tener miedo, sino que recibieron un espíritu que los adopta como hijos, el espíritu que nos motiva a exclamar: ‘¡Abba, Padre!’. El espíritu mismo da testimonio con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios” (Rom. 1:7; 8:15, 16). Así pues, por medio de su espíritu santo, Dios les deja claro a los ungidos que han recibido la llamada celestial (1 Tes. 2:12).
8. Según romanos 8:16, ¿por qué sabemos que los ungidos no necesitan que otros les confirmen que lo son?
8 Jehová se encarga de que los que reciban su invitación de ir al cielo no tengan ni la más mínima duda en su mente y corazón (lea Romanos 8:16). Claro está, al igual que todos los demás cristianos, los ungidos necesitan que Jehová les enseñe mediante la congregación. Pero no necesitan que nadie les confirme que son ungidos. Jehová se lo ha dejado totalmente claro mediante la fuerza más poderosa del universo, el espíritu santo.
“TIENEN QUE NACER DE NUEVO”
9. ¿Qué cambio experimenta alguien cuando es ungido por Dios, según Efesios 1:18?
9 Puede que a la mayoría de los siervos de Dios de hoy día les cueste entender lo que le pasa a alguien cuando Jehová lo unge. Y es natural, porque ellos no han sido ungidos. Dios creó a los seres humanos para vivir para siempre en la Tierra, no en el cielo (Gén. 1:28; Sal. 37:29). Pero ha elegido a algunos para que vivan en el cielo. Por eso, cuando los unge, hace que su esperanza y su manera de pensar cambien drásticamente y deseen vivir en el cielo (Efes. 1:18).
10. ¿Qué significa “nacer de nuevo”? (Vea también la nota).
10 Cuando un cristiano es ungido por espíritu santo, “nace de nuevo” o “nace de lo alto”.d Jesús también dio a entender que es imposible explicarle a alguien que no es ungido qué siente quien “nace de nuevo” o ha “nacido del espíritu” (Juan 3:3-8; nota).
11. ¿Qué cambio se produce en la manera de pensar de un cristiano cuando es ungido?
11 ¿Qué cambio se produce en la manera de pensar de un cristiano cuando es ungido? Antes valoraba de todo corazón la esperanza de vivir para siempre en la Tierra. Esperaba con muchas ganas el momento en que Jehová elimine toda la maldad y convierta la Tierra en un Paraíso. Tal vez se veía dándole la bienvenida a algún familiar o amigo resucitado. Pero, tras ser ungido, su forma de pensar cambió. ¿Por qué? No es porque ya no le entusiasmara la idea de vivir en la Tierra. Tampoco es debido al estrés o los problemas, ni porque de repente le pareciera aburrido vivir para siempre en este planeta. Simplemente, Jehová usó su espíritu santo para cambiarle su manera de pensar y darle una esperanza nueva.
12. Según 1 Pedro 1:4, ¿qué siente el cristiano ungido al pensar en lo que le espera?
12 El cristiano ungido tal vez sienta que no merece un honor tan grande, pero no tiene ninguna duda de que Jehová lo ha escogido. Al pensar en lo que le espera, rebosa de alegría y gratitud (1 Ped. 1:3, 4).
13. ¿Qué piensan los ungidos de su vida en la Tierra?
13 ¿Quiere decir esto que los ungidos desean morir? El apóstol Pablo contesta esta pregunta. Tras comparar el cuerpo de los ungidos a una tienda de campaña, dijo: “Los que estamos en esta tienda nos lamentamos y estamos agobiados no porque queramos quitarnos esta tienda, sino porque queremos ponernos la otra, para que la vida se trague lo que es mortal” (2 Cor. 5:4). Así que no es que los ungidos hayan perdido el interés por esta vida y quieran que termine lo antes posible. Al contrario, disfrutan de esta vida y desean aprovechar cada día para servir a Jehová con sus familiares y amigos. Aun así, no importa lo que estén haciendo, siempre recuerdan la gloriosa esperanza que tienen (1 Cor. 15:53; 2 Ped. 1:4; 1 Juan 3:2, 3; Apoc. 20:6).
¿ES USTED UNGIDO?
14. ¿Qué cosas no prueban que alguien haya sido ungido por espíritu santo?
14 Puede que usted se pregunte si Jehová lo ha ungido por espíritu santo. En ese caso, es importante que se haga estas preguntas: ¿siente un intenso deseo de hacer la voluntad de Dios?, ¿predica con un entusiasmo especial?, ¿le encanta estudiar la Biblia y aprender “las cosas profundas de Dios”?, ¿considera que Jehová ha bendecido sus esfuerzos en la predicación?, ¿se siente profundamente responsable de ayudar a los demás a mejorar su relación con Dios?, ¿ha visto con claridad la mano de Jehová en muchos campos de su vida? (1 Cor. 2:10). Si la respuesta a estas preguntas es un rotundo sí, ¿prueba esto que ha recibido la llamada celestial? No, porque todos los siervos de Jehová, sean ungidos o no, pueden sentir lo mismo que usted. Además, mediante su espíritu santo, Jehová puede darle el mismo poder a cualquiera de sus siervos, sea cual sea su esperanza. En realidad, si usted no está seguro de si ha sido ungido por espíritu santo, esa misma duda indica que no lo ha sido. Los que han sido llamados no se preguntan si son ungidos; ¡están seguros de que sí!
15. ¿Cómo sabemos que no todos los que reciben espíritu santo son elegidos para ir al cielo?
15 La Biblia contiene muchos casos de hombres fieles que recibieron espíritu santo pero que no tenían la esperanza de ir al cielo. Por ejemplo, David fue dirigido por el espíritu santo (1 Sam. 16:13). Este lo ayudó a entender cosas profundas sobre Jehová y lo guio para que escribiera varias secciones de la Biblia (Mar. 12:36). Aun así, el apóstol Pedro dijo que David “no subió a los cielos” (Hech. 2:34). Por otro lado, Juan el Bautista estaba “lleno de espíritu santo” (Luc. 1:13-16). Y el propio Jesús afirmó: “Entre los seres humanos, no ha habido nadie mayor que Juan el Bautista”. Aun así, explicó que Juan no formaría parte del Reino de los cielos (Mat. 11:10, 11). Jehová usó su espíritu santo para darles a estos hombres el poder de hacer cosas impresionantes, pero no lo usó para elegirlos para ir al cielo. ¿Significa eso que fueron menos fieles que los escogidos para gobernar en el cielo? No, solo significa que Jehová les devolverá la vida en el Paraíso, en la Tierra (Juan 5:28, 29; Hech. 24:15).
16. ¿Dónde desean vivir la inmensa mayoría de los siervos de Dios de la actualidad?
16 En la actualidad, la inmensa mayoría de los siervos de Dios que viven en la Tierra no tienen la esperanza de ir al cielo. Al igual que Abrahán, Sara, David, Juan el Bautista y muchos otros hombres y mujeres de tiempos bíblicos, desean vivir en la Tierra bajo el Reino de Dios (Heb. 11:10).
17. ¿Qué preguntas se contestarán en el siguiente artículo?
17 Todavía quedan algunos ungidos viviendo en la Tierra. Por eso, es natural que surjan ciertas preguntas (Apoc. 12:17). Por ejemplo, ¿cómo deben verse a sí mismos los ungidos? ¿Cómo debemos tratar a alguien de nuestra congregación que empieza a comer del pan y beber del vino en la Conmemoración? ¿Debemos preocuparnos si el número de quienes afirman ser ungidos aumenta año tras año? En el siguiente artículo se contestarán estas preguntas.
a Desde el Pentecostés del año 33, Jehová les ha dado a algunos cristianos la maravillosa oportunidad de gobernar con su Hijo en el cielo. Pero ¿cómo saben ellos que han sido elegidos para este inmenso privilegio? ¿Qué pasa cuando reciben esta invitación? Este artículo, que está basado en otro que se publicó en La Atalaya de enero de 2016, responderá estas preguntas tan interesantes.
b IDEA IMPORTANTE: Ser ungido por espíritu santo. Jehová utiliza su espíritu santo para confirmarle a alguien que ha sido elegido para gobernar con Jesús en el cielo. Por medio de su espíritu, Dios le da “una garantía” de lo que le espera en el futuro (Efes. 1:13, 14). Por eso, estos cristianos pueden decir que el espíritu santo les “da testimonio” de que su recompensa será en los cielos, es decir, el espíritu santo se lo deja claro (Rom. 8:16).
c IDEA IMPORTANTE: Este sello no se vuelve permanente sino hasta poco antes de que la persona muera fiel o poco antes de que comience la gran tribulación (Efes. 4:30; Apoc. 7:2-4; vea la sección “Preguntas de los lectores” de La Atalaya de abril de 2016).
d Para más información sobre este tema, vea La Atalaya del 1 de abril de 2009, páginas 3 a 12.
CANCIÓN 9 ¡Gloria a nuestro Dios, Jehová!
e DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. Sea que estemos encarcelados por nuestra fe o que disfrutemos de libertad para predicar y enseñar la verdad, podemos esperar con confianza el día en que vivamos en la Tierra bajo el Reino de Dios.