ARTÍCULO DE ESTUDIO 37
Estemos dispuestos a someternos a Jehová
“¿No hemos de sujetarnos mucho más al Padre[?]” (HEB. 12:9).
CANCIÓN 46 ¡Jehová es nuestro Rey!
AVANCE: En este artículo, veremos por qué debemos someternos a Jehová. También analizaremos los ejemplos del gobernador Nehemías, el rey David y María, la madre de Jesús, y veremos qué lecciones pueden aprender de ellos los ancianos, los padres y las madres, todos los cuales tienen cierta autoridad.
1. ¿Por qué debemos someternos a Jehová?
DEBEMOS sujetarnos o someternos a Jehová. IDEA IMPORTANTE: Las palabras sujetarse y someterse tienen un sentido negativo para quienes están obligados a obedecer a otra persona, pero no para los cristianos, pues hemos decidido obedecer a Dios. Él es nuestro Creador, y por ese motivo tiene el derecho de poner normas a quienes ha creado (Rev. 4:11). Pero hay otra razón importante para obedecerle: su manera de gobernar es la mejor. A lo largo de la historia, muchos hombres han tenido cierto poder y autoridad sobre otros. Pero Jehová es el gobernante más sabio, cariñoso, considerado y compasivo de todos (Éx. 34:6; Rom. 16:27; 1 Juan 4:8).
2. ¿Qué razones nos da Hebreos 12:9-11 para someternos a Jehová?
2 Jehová quiere que le obedezcamos ante todo porque lo amamos y lo vemos como nuestro Padre amoroso, no porque le tenemos miedo. En su carta a los cristianos hebreos, Pablo dice que debemos estar dispuestos a someternos a nuestro Padre porque él nos enseña “para provecho nuestro” (lea Hebreos 12:9-11).
3. a) ¿De qué maneras demostramos que nos sometemos a Jehová? b) ¿Qué preguntas responderemos?
3 Nos sometemos a Jehová cuando hacemos todo lo posible por obedecerle en todas las cosas y luchamos contra el deseo de confiar en nuestro entendimiento (Prov. 3:5). Si llegamos a conocer sus maravillosas cualidades, se nos hace más fácil someternos a él, pues dichas cualidades se reflejan en todas sus acciones (Sal. 145:9). Cuanto mejor conocemos a Jehová, más lo amamos. Y, si lo amamos, no nos hace falta una larga lista de reglas que nos digan qué tenemos que hacer y qué tenemos que evitar. Nos esforzamos por pensar y sentir como Jehová sobre lo que está bien y por evitar lo que está mal (Sal. 97:10). Pero puede que a veces nos cueste obedecerle. ¿Por qué? ¿Y qué lecciones pueden aprender los ancianos, los padres y las madres del gobernador Nehemías, del rey David y de María, la madre de Jesús? En este artículo, encontraremos las respuestas.
POR QUÉ A VECES NOS CUESTA SOMETERNOS A JEHOVÁ
4, 5. Según Romanos 7:21-23, ¿por qué a veces nos cuesta someternos a Jehová?
4 Un motivo por el que a veces nos cuesta someternos a Jehová es que hemos heredado el pecado y somos imperfectos. Por eso, tenemos la tendencia a desobedecer. Cuando Adán y Eva se rebelaron contra Dios y comieron el fruto que les había prohibido, fijaron sus propias normas (Gén. 3:22). Como ellos, la mayoría de las personas hoy día prefieren no tener en cuenta a Dios y decidir por sí mismas lo que está bien y lo que está mal.
5 Hasta quienes conocemos y amamos a Jehová tal vez luchemos por someternos a él por completo. Eso es lo que le sucedió al apóstol Pablo (lea Romanos 7:21-23). Igual que él, queremos hacer lo que Dios considera correcto. Pero debemos luchar constantemente contra la inclinación a hacer lo malo.
6, 7. ¿Cuál es otro motivo por el que puede resultarnos difícil someternos a Jehová? Dé un ejemplo.
6 También puede resultarnos difícil someternos a Jehová por culpa de la influencia de la cultura en la que nos hemos criado. Muchas ideas humanas chocan con lo que Dios dice, y tal vez tengamos una lucha constante para desprendernos de modos de pensar que son comunes hoy. Veamos solo un ejemplo.
7 En algunos lugares, es normal que se presione a los jóvenes para que dediquen su vida a ganar mucho dinero. Esto es lo que le ocurrió a una hermana llamada Mary (En este artículo, se han cambiado algunos nombres). Antes de conocer a Jehová, estudió en una de las universidades más importantes de su país. Su familia la presionó para que consiguiera un empleo en el que ganara mucho dinero y tuviera prestigio. Y eso es lo que ella también deseaba. Pero sus objetivos cambiaron cuando conoció a Jehová y llegó a amarlo. Aun así, reconoce: “A veces, veo oportunidades de emprender negocios que me harían ganar mucho dinero pero que afectarían mi servicio a Jehová. Debido a cómo me criaron, todavía me cuesta decir que no. Tengo que suplicarle a Jehová que me ayude a resistir la tentación de aceptar trabajos que me impidan servirle” (Mat. 6:24).
8. ¿Qué vamos a analizar a continuación?
8 Como hemos visto, someternos a Jehová nos beneficia. Pero hay un motivo más para que obedezcan a Jehová quienes tienen algún tipo de autoridad, como los ancianos, los padres y las madres: pueden ayudar a los demás. A continuación, vamos a analizar algunos ejemplos de la Biblia que nos enseñan a ejercer la autoridad de una manera que agrade a Jehová.
QUÉ PUEDEN APRENDER DE NEHEMÍAS LOS ANCIANOS
9. ¿Con qué complicada situación se encontró Nehemías?
9 Jehová les ha confiado a los ancianos la importante labor de pastorear a sus siervos (1 Ped. 5:2). Los ancianos pueden aprender mucho de cómo trató al pueblo de Jehová el gobernador Nehemías. Debido a la posición que ocupaba sobre Judá, tenía mucha autoridad (Neh. 1:11; 2:7, 8; 5:14). Veamos con qué complicada situación se encontró. Se había enterado de que los judíos habían contaminado el templo y no les daban a los levitas el apoyo económico que fijaba la Ley. Además, no respetaban el sábado y algunos se habían casado con extranjeras. Así que Nehemías tendría que hacer algo al respecto (Neh. 13:4-30).
10. ¿Cómo reaccionó Nehemías ante las dificultades?
10 Nehemías no abusó de su autoridad obligando a los judíos a obedecer sus propias normas. Más bien, oró con intensidad a Jehová para que lo guiara y le enseñó al pueblo la Ley de Dios (Neh. 1:4-10; 13:1-3). Además, fue humilde y hasta trabajó junto con sus hermanos en la reconstrucción de las murallas de Jerusalén (Neh. 4:15).
11. De acuerdo con 1 Tesalonicenses 2:7, 8, ¿cómo deben tratar los ancianos a la congregación?
11 Es posible que los ancianos no se enfrenten a problemas como los que tuvo que tratar Nehemías. No obstante, pueden imitarlo de diversas maneras. Por ejemplo, trabajan duro para ayudar a los hermanos. Y no se creen superiores a los demás debido a la autoridad que tienen, sino que tratan con ternura a la congregación (lea 1 Tesalonicenses 2:7, 8). Su profundo amor y su humildad se reflejan en su manera de hablar a otros. Un anciano con experiencia llamado Andrew dice: “Me he dado cuenta de que los hermanos por lo general reaccionan bien cuando los ancianos son amables y les muestran un cariño sincero. Estas cualidades los motivan a colaborar con los ancianos”. Y Tony, que también lleva muchos años de anciano, explica: “Trato de seguir el consejo de Filipenses 2:3 y siempre me esfuerzo por considerar que los demás son superiores a mí. Esto me ayuda a no portarme como un dictador”.
12. ¿Por qué deben ser humildes los ancianos?
12 Los ancianos deben ser humildes, igual que Jehová. Aunque es el Soberano del universo, se agacha para levantar “al de condición humilde desde el polvo mismo” (Sal. 18:35; 113:6, 7). De hecho, detesta a los arrogantes (Prov. 16:5).
13. ¿Por qué deben mantener la lengua bajo control los ancianos?
13 Los ancianos que se someten a Jehová deben mantener la lengua bajo control. Si no lo hacen, pueden responder mal si alguien les falta el respeto (Gál. 5:14, 15; Sant. 1:26). Andrew, mencionado antes, dice: “A veces, me he sentido tentado a responder mal a un hermano que me pareció que me trató con poco respeto. Pero meditar en los ejemplos bíblicos de hombres fieles me ha ayudado a ver la importancia de ser humilde y manso”. Los ancianos demuestran que se someten a Jehová siendo cariñosos y usando palabras agradables cuando hablan con sus hermanos, incluidos los demás ancianos (Col. 4:6).
QUÉ PUEDEN APRENDER DEL REY DAVID LOS PADRES
14. ¿Qué responsabilidad les ha dado Jehová a los padres, y qué espera de ellos?
14 Jehová les ha dado a los padres la responsabilidad de ser los cabezas de la familia y espera que eduquen y corrijan a sus hijos (1 Cor. 11:3; Efes. 6:4). Pero su autoridad es limitada. Tienen que responder ante Jehová, a quien toda familia debe su nombre (Efes. 3:14, 15). Los padres demuestran que se someten a Dios ejerciendo su autoridad de una manera que le agrade. Estudiar el ejemplo del rey David puede enseñarles muchas lecciones.
15. ¿Por qué es el rey David un buen ejemplo para los padres?
15 Jehová nombró a David no solo cabeza de su familia, sino de toda la nación de Israel. Como era el rey, tenía mucho poder. Pero en ocasiones lo usó mal y cometió graves errores (2 Sam. 11:14, 15). Aun así, demostró que se sometía a Jehová aceptando su corrección. Le abrió su corazón en oración y trató por todos los medios de seguir su guía (Sal. 51:1-4). Además, tuvo la suficiente humildad como para aceptar los buenos consejos tanto de hombres como de mujeres (1 Sam. 19:11, 12; 25:32, 33). Aprendió de sus errores y centró su vida en servir a Jehová.
16. ¿Qué lecciones pueden aprender de David los padres?
16 Veamos algunas lecciones que ustedes, padres, pueden aprender del rey David. No usen mal la autoridad que Jehová les ha dado. Reconozcan sus errores y acepten los consejos bíblicos que se les den. Si lo hacen, su esposa y sus hijos los respetarán por su humildad. Además, al orar con ellos, ábranle el corazón a Jehová. De este modo, su familia verá cuánto dependen de él. Y, por encima de todo, centren su vida en el servicio a Dios (Deut. 6:6-9). Su buen ejemplo es uno de los regalos más valiosos que pueden hacerle a su familia.
QUÉ PUEDEN APRENDER DE MARÍA LAS MADRES
17. ¿Qué papel les ha dado Jehová a las madres?
17 Jehová les ha dado a las madres un papel importante dentro de la familia y cierta autoridad sobre sus hijos (Prov. 6:20). De hecho, pueden ejercer una profunda influencia sobre ellos que dure toda su vida (Prov. 22:6). Veamos las lecciones que las madres pueden aprender de María, la madre de Jesús.
18, 19. ¿Qué pueden aprender las madres del ejemplo de María?
18 María conocía muy bien las Escrituras. Tenía un profundo respeto a Jehová y una estrecha amistad con él. Estuvo dispuesta a someterse a su guía aunque eso implicó un cambio total en su vida (Luc. 1:35-38, 46-55).
19 Veamos algunas lecciones que ustedes, madres, pueden aprender del ejemplo de María. Primero, estudien la Biblia y oren personalmente para conservar su amistad con Jehová. Segundo, estén dispuestas a hacer cambios en su vida con el fin de agradarle. Por ejemplo, es posible que sus padres perdieran los estribos fácilmente y hablaran con dureza a sus hijos. Así que ustedes tal vez hayan crecido pensando que esa era la manera de criar a una familia. Incluso después de haber aprendido cómo quiere Jehová que traten a sus hijos, quizás les cueste mantener la calma y ser pacientes, sobre todo cuando están cansadas y ellos se portan mal (Efes. 4:31). En esos casos es cuando más necesitan acudir a Jehová en oración. Una madre llamada Lydia dice: “A veces, he tenido que orar con todas mis fuerzas para no hablarle con dureza a mi hijo cuando me desobedece. Hasta he tenido que hacer una pausa en mitad de una frase y pedirle en silencio a Jehová que me ayude. Gracias a la oración, consigo mantener la calma” (Sal. 37:5).
20. ¿A qué problema se enfrentan algunas madres, y cómo pueden superarlo?
20 Algunas madres se enfrentan a otro problema, y es que les resulta difícil demostrarles a sus hijos cuánto los quieren (Tito 2:3, 4). Esto se debe a que, cuando eran pequeñas, sus padres no les mostraron cariño. Pero ellas no tienen por qué repetir sus errores. Las madres que se someten a la voluntad de Jehová quizás tengan que aprender a expresarles amor a sus hijos. Es posible que les cueste cambiar su manera de pensar, sentir y actuar, pero pueden lograrlo. Como resultado, tanto ellas como sus familias serán más felices.
SIGAMOS SOMETIÉNDONOS A JEHOVÁ
21, 22. Según Isaías 65:13, 14, ¿qué beneficios obtenemos al someternos a Jehová?
21 El rey David sabía cuánto lo beneficiaba someterse a Jehová. Escribió: “Las órdenes de Jehová son rectas, hacen regocijar el corazón; el mandamiento de Jehová es limpio, hace brillar los ojos”. Y añadió: “También, a tu propio siervo han dado advertencia ellas; en guardarlas hay un galardón grande” (Sal. 19:8, 11). Hoy día, podemos ver la diferencia que hay entre los que se someten a Jehová y los que rechazan su guía amorosa. Quienes se someten a Dios son muy felices “a causa de la buena condición de corazón” (lea Isaías 65:13, 14).
22 Cuando los ancianos, los padres y las madres están dispuestos a someterse a Jehová, sus vidas mejoran, sus familias son más felices y toda la congregación está más unida. Y, lo más importante, alegran el corazón de Jehová (Prov. 27:11). ¿Qué más se puede pedir?
CANCIÓN 43 ¡Firme, alerta y valiente!
a DESCRIPCIÓN DE LAS IMÁGENES. Un anciano realiza labores de mantenimiento en el Salón del Reino junto con su hijo, tal como Nehemías colaboró en la reconstrucción de las murallas de Jerusalén.
b DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. Un padre ora con su familia y le abre el corazón a Jehová.
c DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. Un niño ha estado horas con los videojuegos y no ha hecho sus tareas de la casa o de la escuela. Su madre, que está cansada, lo corrige sin perder los nervios y sin hablarle con dureza.