Junio
Domingo 1 de junio
Tenemos que pasar por muchas dificultades para entrar en el Reino de Dios (Hech. 14:22).
Jehová bendijo a los cristianos del siglo primero porque se adaptaron a los cambios. Ellos sufrieron persecución en muchas ocasiones, a veces cuando menos lo esperaban. Veamos lo que les pasó a Bernabé y al apóstol Pablo mientras predicaban en la región de Listra. Al principio, la gente los recibió con gusto y los escuchó. Pero más tarde unos enemigos pusieron a la gente en su contra, y algunas de esas mismas personas apedrearon a Pablo y lo dieron por muerto (Hech. 14:19). Pero Bernabé y Pablo se fueron a otro sitio y siguieron predicando. ¿Cuál fue el resultado? Hicieron “una buena cantidad de discípulos” y fortalecieron a sus hermanos con sus palabras y con su ejemplo (Hech. 14:21, 22). Bernabé y Pablo no se rindieron a pesar de la persecución, y eso benefició a mucha gente. Igualmente, si nosotros no nos rendimos y continuamos haciendo la obra que Jehová nos ha encargado, recibiremos muchas bendiciones. w23.04 17:13, 14
Lunes 2 de junio
Oh, Jehová, escucha mi oración; presta atención a mis ruegos por ayuda. Te llamo en el día de mi angustia porque tú me responderás (Sal. 86:6, 7).
A lo largo de su vida, David se enfrentó a muchos enemigos peligrosos, y muchas veces le pidió ayuda a Jehová. Estaba convencido de que Jehová escuchaba y respondía sus oraciones. Usted puede tener esa misma seguridad. La Biblia nos muestra que Jehová puede darnos la sabiduría y las fuerzas que necesitamos para aguantar. También puede usar a nuestra familia espiritual o incluso a personas que no lo adoran para ayudarnos. Aunque es posible que Jehová no siempre responda nuestras oraciones de la manera que esperamos, sabemos que sí las contestará. Nos dará justo lo que necesitamos y lo hará en el momento más oportuno. Así que sigamos orando con fe, seguros de que Jehová nos cuidará ahora y de que en el nuevo mundo satisfará “el deseo de todos los seres vivos” (Sal. 145:16). w23.05 21:4, 17, 18
Martes 3 de junio
¿Cómo le pagaré a Jehová todo el bien que me ha hecho? (Sal. 116:12).
Es bueno que se centre en las ventajas de alcanzar una meta. ¿En qué ventajas puede centrarse usted? Si la meta que se ha puesto tiene que ver con la lectura de la Biblia o la oración, piense en cómo se fortalecerá su amistad con Jehová (Sal. 145:18, 19). Si lo que quiere es cultivar una cualidad cristiana, céntrese en cómo lo ayudará a llevarse mejor con otros (Col. 3:14). ¿Qué más puede hacer? Ponga por escrito todas las razones por las que desea alcanzar esa meta y repáselas de vez en cuando. Además, júntese con personas que lo animen (Prov. 13:20). Siendo sinceros, todos tenemos días en los que no nos sentimos muy motivados. ¿Significa eso que debemos renunciar a nuestra meta? No. Podemos seguir esforzándonos por alcanzar nuestra meta incluso cuando nos falta motivación. Claro, esto requiere esfuerzo, pero vale la pena. w23.05 24:5-8
Miércoles 4 de junio
Lo que uno esté sembrando es lo que cosechará (Gál. 6:7).
Saber que somos responsables de nuestras decisiones nos puede motivar a confesar las cosas malas que hicimos, corregir nuestra conducta y esforzarnos por no caer en los mismos errores. Así podremos seguir en la carrera por la vida. Acepte que lo hecho hecho está. No le dé muchas vueltas al asunto, no se mortifique por lo que hizo, no les eche la culpa a los demás ni tampoco trate de justificarse. Lo mejor es que reconozca que se equivocó e intente hacer todo lo que pueda por mejorar la situación. Si se siente muy mal por lo que hizo, órele con humildad a Jehová, admita su error y pídale que lo perdone (Sal. 25:11; 51:3, 4). Si le hizo daño a alguien, pídale disculpas. Y, de ser necesario, acuda a los ancianos en busca de ayuda (Sant. 5:14, 15). Aprenda de sus errores e intente no volver a cometerlos. Puede estar seguro de que Jehová lo ayudará y lo tratará con misericordia (Sal. 103:8-13). w23.08 36:8, 9
Jueves 5 de junio
Jehoás hizo lo que estaba bien a los ojos de Jehová durante todos los días que lo instruyó el sacerdote Jehoiadá (2 Rey. 12:2).
De joven, el rey Jehoás se esforzó por agradar a Jehová gracias a la buena influencia de Jehoiadá. Pero, después de la muerte de Jehoiadá, Jehoás escuchó a príncipes apóstatas (2 Crón. 24:4, 17, 18). Aunque eso le dolió muchísimo a Jehová, “no dejaba de enviarles profetas para traerlos de vuelta”. Pero “ellos se negaban a escuchar”. Ni siquiera le hicieron caso al hijo de Jehoiadá, Zacarías, que era profeta y sacerdote, y además era el primo de Jehoás. De hecho, Jehoás mandó matar a Zacarías (2 Crón. 22:11; 24:19-22). Jehoás dejó de temer a Dios. Jehová había dicho: “Los que me desprecian serán tratados con desprecio” (1 Sam. 2:30). Tiempo después, un ejército sirio que “contaba con pocos hombres” derrotó al ejército de Jehoás, que era “muy grande”, y él quedó “gravemente herido” (2 Crón. 24:24, 25). Sus propios siervos lo mataron por haber asesinado a Zacarías. w23.06 27:16, 17
Viernes 6 de junio
En un tiempo ustedes eran oscuridad, pero ahora son luz (Efes. 5:8).
El apóstol Pablo había pasado un tiempo en Éfeso predicando y enseñando las buenas noticias (Hech. 19:1, 8-10; 20:20, 21). Él amaba muchísimo a sus hermanos y quería ayudarlos a serle fieles a Jehová. Antes de hacerse cristianos, los efesios tenían muchas creencias religiosas falsas y eran muy supersticiosos. Las personas de Éfeso eran muy inmorales y no sentían ni la más mínima vergüenza de su conducta. Las obras de teatro y las celebraciones religiosas giraban en torno al sexo (Efes. 5:3). La gente había “perdido todo sentido moral”, una expresión que literalmente significa que habían dejado de sentir dolor (Efes. 4:17-19). En otras palabras, no les dolía la conciencia. Como no distinguían lo bueno de lo malo, Pablo dijo que estaban “en oscuridad mental y separados de la vida que le pertenece a Dios”. Sin embargo, algunos efesios habían salido de toda esa oscuridad. w24.03 12:2, 4, 5, 6
Sábado 7 de junio
Los que ponen su esperanza en Jehová recobrarán las fuerzas. No se cansarán (Is. 40:31).
Como juez de Israel, Gedeón tuvo que desgastarse mucho físicamente. Cuando los madianitas huyeron en una batalla nocturna, él los persiguió desde el valle de Jezreel hasta el río Jordán (Juec. 7:22). ¿Qué hizo entonces? ¿Se detuvo? ¡Por supuesto que no! Aunque él y sus 300 hombres estaban cansados, cruzaron el río y continuaron con la persecución. Al final, alcanzaron a los madianitas y los derrotaron (Juec. 8:4-12). Gedeón confió en que Jehová le daría fuerzas, y Jehová no le falló (Juec. 6:14, 34). En una ocasión, Gedeón y sus hombres persiguieron a pie a dos reyes madianitas que, al parecer, huían montados en sus camellos (Juec. 8:12, 21). Pero, con la ayuda de Jehová, estos israelitas tan perseverantes los alcanzaron y los vencieron. Los ancianos de la actualidad también pueden confiar en Jehová, el Dios que “jamás se cansa ni se agota”. Él les dará fuerzas siempre que las necesiten (Is. 40:28, 29). w23.06 25:14, 16
Domingo 8 de junio
Jehová no los dejará ni los abandonará (Deut. 31:6).
Podemos tener un corazón firme ante cualquier prueba que se nos presente. Así que confiemos en Jehová. Pensemos en el juez Barac y en lo bien que le fue por seguir las instrucciones de Jehová sin dudar. En esa época, los israelitas no estaban preparados para ir a la batalla. No tenían ni un escudo ni una lanza. A pesar de todo, Jehová le dijo a Barac que se fuera a pelear contra Sísara y su ejército cananeo, que estaban armados hasta los dientes (Juec. 5:8). La profetisa Débora le dijo a Barac que bajara del monte Tabor a la llanura para enfrentarse con Sísara y sus 900 carros. Aunque en terreno llano los carros tendrían ventaja, Barac obedeció. Mientras los soldados bajaban del monte, Jehová mandó un fuerte aguacero. Los carros se atascaron en el lodo, y Jehová le dio a Barac la victoria (Juec. 4:1-7, 10, 13-16). Lo mismo puede decirse de nosotros: Jehová nos dará la victoria si confiamos en él y seguimos las instrucciones que nos da mediante su organización. w23.07 31:17, 18
Lunes 9 de junio
El que aguante hasta el fin será salvado (Mat. 24:13).
La paciencia es imprescindible para obtener la salvación. Igual que los siervos fieles del pasado, tenemos que esperar con paciencia a que Dios cumpla sus promesas (Heb. 6:11, 12). La Biblia nos compara a un agricultor (Sant. 5:7, 8). El agricultor trabaja duro plantando y regando, pero no sabe con exactitud cuándo crecerá la cosecha. Así que espera con paciencia, convencido de que recogerá fruto. Lo mismo hacen los cristianos: trabajan duro para Jehová aunque “no saben en qué día viene su Señor” (Mat. 24:42). Así es, esperamos con paciencia, convencidos de que a su debido tiempo Jehová cumplirá todo lo que ha prometido. Si nos impacientáramos, podríamos cansarnos de esperar y alejarnos poco a poco de la verdad. Además, podríamos empezar a centrarnos en cosas que solo nos den una satisfacción inmediata. En cambio, si somos pacientes, aguantaremos hasta el fin y seremos salvados (Miq. 7:7). w23.08 35:7
Martes 10 de junio
Los dedos de los pies eran en parte de hierro y en parte de barro (Dan. 2:42).
Al comparar la profecía de Daniel 2:41-43 con otras de Daniel y de Apocalipsis, llegamos a la conclusión de que los pies representan a la alianza formada por el Reino Unido y Estados Unidos, que es la potencia mundial dominante en nuestros días. Cuando Daniel le explicó a Nabucodonosor el significado de su sueño, dijo lo siguiente sobre esta potencia mundial: “El reino será en parte fuerte y en parte frágil”. ¿Por qué en parte frágil? Porque la gente común, representada por el barro húmedo, no lo deja actuar con la fuerza del hierro. Lo que dice Daniel sobre la estatua del sueño nos ayuda a entender varias verdades importantes. Primero, la potencia mundial formada por el Reino Unido y Estados Unidos ha demostrado que es fuerte. Por ejemplo, contribuyó de forma decisiva a la victoria del bando ganador en la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Pero esta potencia se ha debilitado y seguirá debilitándose debido a los conflictos internos que hay entre sus ciudadanos. Segundo, esta será la última potencia mundial que exista antes de que el Reino de Dios acabe con todos los gobiernos humanos. w23.08 34:12, 13
Miércoles 11 de junio
En mi angustia llamé a Jehová, a gritos seguí pidiéndole ayuda a mi Dios. Desde su templo oyó mi voz (Sal. 18:6).
David estaba pasando por tantas dificultades que a veces se sentía angustiado (Sal. 18:4, 5). Pero ver el amor y la ternura de Jehová lo ayudó a recobrar las energías. Sintió que su amigo Jehová lo llevó a “prados cubiertos de hierba” y “lugares de descanso donde abunda el agua”. Así pudo recuperar las fuerzas y seguir sirviéndole con alegría (Sal. 18:28-32; 23:2). Cuando nos enfrentamos a dificultades, nosotros también podemos decir: “Es gracias al amor leal de Jehová que no ha llegado nuestro fin” (Lam. 3:22; Col. 1:11). David tuvo enemigos terribles y su vida estuvo en peligro muchas veces. Sin embargo, el amor de Jehová lo hacía sentir seguro y protegido. Sentía como si Jehová estuviera siempre a su lado. Por eso pudo cantar: “Me libró de todos mis temores” (Sal. 34:4). Los peligros que amenazaban a David eran reales, pero el amor de Jehová era más fuerte que sus peores temores. w24.01 4:15-17
Jueves 12 de junio
Si los pecadores tratan de enredarte, no te dejes llevar por ellos (Prov. 1:10).
Aprende de las malas decisiones de Jehoás. Después de la muerte del sumo sacerdote Jehoiadá, Jehoás eligió malas amistades (2 Crón. 24:17, 18). Decidió escuchar los consejos de los príncipes de Judá que no amaban a Jehová. ¿Verdad que no tenía que haberles hecho caso? Pero actuó mal y se dejó llevar por estos malos amigos. Y, cuando su primo Zacarías intentó corregirlo, ordenó su ejecución (2 Crón. 24:20, 21; Mat. 23:35). ¡Qué horror! Jehoás fue un tonto. Había empezado bien su vida, pero tristemente acabó siendo un apóstata y un asesino. Más tarde, sus propios siervos lo mataron (2 Crón. 24:22-25). ¡Qué distinta habría sido su vida si hubiera seguido escuchando a Jehová y a los que amaban a Dios! w23.09 38:6
Viernes 13 de junio
Ya no tengas miedo (Luc. 5:10).
Jesús sabía que el apóstol Pedro podía mantenerse fiel. Así que bondadosamente le dijo: “Ya no tengas miedo”. Ver la confianza que Jesús tenía en él le dejó una profunda huella. Más adelante, Pedro y su hermano Andrés dejaron el negocio de la pesca para dedicarse por completo a seguir al Mesías. Gracias a esta decisión, recibieron maravillosas bendiciones (Mar. 1:16-18). Como discípulo de Cristo, Pedro vivió magníficas experiencias. Vio a Jesús curar enfermos, expulsar demonios y hasta resucitar muertos (Mat. 8:14-17; Mar. 5:37, 41, 42). También fue testigo de una visión de la gloria que tendría Jesús en el Reino. Aquel suceso marcó su vida (Mar. 9:1-8; 2 Ped. 1:16-18). Así es, Pedro vio cosas que nunca se hubiera imaginado. ¡Cuánto debió alegrarse de no haber cedido a sus sentimientos negativos! Se habría perdido todas esas bendiciones. w23.09 40:4, 5
Sábado 14 de junio
Jesús le contestó: “No, no te digo hasta 7 veces, sino hasta 77 veces” (Mat. 18:22).
En su primera carta, el apóstol Pedro usó la expresión “amor intenso”. Ese amor no solo cubre unos cuantos pecados, sino “una multitud de pecados” (1 Ped. 4:8). Al escribir esto, Pedro tal vez recordó lo que Jesús le había enseñado sobre el perdón en una conversación que tuvieron años antes. Cuando Pedro le dijo que estaría dispuesto a perdonar a alguien “hasta 7 veces”, probablemente pensó que estaba siendo muy generoso. Pero Jesús le enseñó que tendría que perdonar “hasta 77 veces”, es decir, sin poner un límite. Y esa es una lección para nosotros también (Mat. 18:21). ¿Se le hace difícil poner en práctica este consejo? No se dé por vencido. Como somos imperfectos, a todos los siervos de Jehová alguna vez nos ha costado mucho perdonar. Entonces, ¿qué puede hacer? Lo importante es que haga todo lo posible por perdonar a su hermano y hacer las paces con él. w23.09 41:12
Domingo 15 de junio
Llamé a Jehová, y él me respondió (Jon. 2:2).
Mientras estaba en el vientre del pez, Jonás sabía que Jehová escucharía su humilde oración y lo ayudaría, pues estaba arrepentido. Después, cuando volvió a tierra firme, estaba listo para aceptar su misión y cumplir con ella (Jon. 2:10-3:4). Al pasar por una prueba, ¿se siente usted a veces tan angustiado que se le hace muy difícil orar? ¿O le parece que no tiene fuerzas para estudiar? Recuerde que Jehová entiende perfectamente por lo que está pasando. Por eso, incluso cuando le hace una oración sencilla, puede estar convencido de que él le dará justo lo que necesita (Efes. 3:20). Si debido al dolor físico o emocional se le hace cuesta arriba leer y estudiar, una buena idea podría ser escuchar las grabaciones de la Biblia o de nuestras publicaciones. Otra cosa que podría ayudarlo es poner alguna de nuestras canciones o un video de jw.org. Cuando le ora a Jehová y busca la respuesta a sus oraciones en los regalos espirituales que él da, es como si le dijera “Por favor, dame fuerzas”. w23.10 43:6, 9
Lunes 16 de junio
El espíritu santo aclara que, mientras estaba en pie la primera tienda, el camino al lugar santo no se había revelado todavía (Heb. 9:8).
Por dentro, tanto el tabernáculo como los templos que se construyeron más tarde en Jerusalén tenían un diseño parecido. Había dos compartimientos: “el Lugar Santo” y “el Santísimo”, que estaban separados por una cortina (Heb. 9:2-5; Éx. 26:31-33). En el Santo había un candelabro de oro, un altar para quemar incienso y una mesa para el pan de la presencia. Solo “los sacerdotes ungidos” podían entrar en el Santo para cumplir con sus responsabilidades sagradas (Núm. 3:3, 7, 10). En el Santísimo estaba el arca del pacto, que era de oro y representaba la presencia de Jehová (Éx. 25:21, 22). El único que podía pasar más allá de la cortina y entrar en el Santísimo era el sumo sacerdote. En el Día de Expiación, que se celebraba una vez al año, entraba con la sangre de animales para expiar sus propios pecados y los de todo el pueblo (Lev. 16:2, 17). Con el tiempo, Jehová reveló lo que en realidad representaban estos elementos del tabernáculo (Heb. 9:6, 7). w23.10 45:12
Martes 17 de junio
Que se amen unos a otros (Juan 15:17).
En la Biblia encontramos muchas veces este mandamiento: “Que se amen unos a otros” (Juan 15:12; Rom. 13:8; 1 Tes. 4:9; 1 Ped. 1:22; 1 Juan 4:11). Pero el amor es un sentimiento que crece en el corazón; nadie puede verlo. Entonces, ¿cómo podemos exteriorizar ese sentimiento para que los demás vean lo que hay en nuestro corazón? Por medio de nuestras palabras y acciones. Hay muchas maneras de demostrarles a nuestros hermanos que los queremos. La Biblia nos da algunos ejemplos. Deben “decirse la verdad unos a otros” (Zac. 8:16). “Mantengan la paz unos con otros” (Mar. 9:50). “Tomen la iniciativa de honrarse unos a otros” (Rom. 12:10). “Recíbanse con gusto” (Rom. 15:7). “Sigan [...] perdonándose” (Col. 3:13). “Sigan llevándose las cargas unos a otros” (Gál. 6:2). “Sigan consolándose” (1 Tes. 4:18). “Sigan [...] edificándose” (1 Tes. 5:11). “Oren unos por otros” (Sant. 5:16). w23.11 47:7, 8
Miércoles 18 de junio
Alégrense por la esperanza (Rom. 12:12).
Todos los días tomamos decisiones que exigen tener una fe fuerte. Por ejemplo, tomamos decisiones relacionadas con las amistades, las diversiones, la educación, el matrimonio, los hijos y el trabajo. Podemos preguntarnos: “¿Qué reflejan mis decisiones? ¿Demuestran que creo que este sistema es temporal y que pronto será reemplazado por el nuevo mundo de Dios? ¿O se parecen a las de las personas que piensan que esta vida es todo lo que hay?” (Mat. 6:19, 20; Luc. 12:16-21). Si fortalecemos nuestra fe en que el nuevo mundo está cerca, tomaremos las mejores decisiones. También afrontamos pruebas que exigen tener una fe fuerte, como la persecución, las enfermedades crónicas o cualquier otra situación que pudiera desmoralizarnos. Puede que al principio enfrentemos la prueba con determinación. Pero, si se alarga en el tiempo, como suele ocurrir, necesitaremos tener una fe fuerte para aguantar y seguir sirviendo a Jehová con alegría (1 Ped. 1:6, 7). w23.04 19:4, 5
Jueves 19 de junio
Oren constantemente (1 Tes. 5:17).
Jehová espera que después de orarle hagamos nuestra parte. Pensemos en un hermano que quiere asistir a la asamblea regional y le pide a Jehová que lo ayude a conseguir el permiso del jefe. ¿Qué podría hacer Jehová para contestar esa oración? Tal vez le dé valor para hablar con el jefe. Pero el hermano tiene que poner de su parte e ir a hablar con él, y puede que tenga que hacerlo varias veces. Incluso podría proponerle la opción de cambiar el turno con algún compañero o decirle a su jefe que está dispuesto a que no le paguen ese tiempo libre. Jehová espera que oremos con insistencia sobre lo que nos preocupa. Jesús dio a entender que algunas de nuestras peticiones no recibirían una respuesta inmediata (Luc. 11:9). ¡Así que no nos demos por vencidos! Oremos con fervor y con insistencia (Luc. 18:1-7). Cuando lo hacemos, le estamos demostrando a Jehová que nuestra petición no es un simple capricho y que tenemos fe en que él puede ayudarnos. w23.11 49:10, 11
Viernes 20 de junio
La esperanza no decepciona (Rom. 5:5).
Jehová le prometió a su amigo Abrahán que mediante su descendencia todas las naciones de la Tierra conseguirían una bendición (Gén. 15:5; 22:18). Como Abrahán tenía mucha fe en Dios, estaba seguro de que esa promesa se cumpliría. Sin embargo, cuando Abrahán tenía 100 años y su esposa 90, estos siervos fieles de Dios todavía no tenían ningún hijo (Gén. 21:1-7). Ahora bien, la Biblia dice que Abrahán “se basó en la esperanza y tuvo fe en que sería padre de muchas naciones, tal como se había dicho” (Rom. 4:18). Y, como sabemos, su esperanza se cumplió: Abrahán fue padre de Isaac, el hijo que tanto había esperado. ¿Por qué estaba tan seguro de que Jehová cumpliría su promesa? Como Abrahán conocía muy bien a Jehová, estaba “plenamente convencido” de que cumpliría lo que le había prometido (Rom. 4:21). Debido a su fe, Jehová lo consideró justo y le dio su aprobación (Sant. 2:23). w23.12 51:1, 2
Sábado 21 de junio
La persona fiel en lo mínimo también es fiel en lo mucho, y la persona injusta en lo mínimo también es injusta en lo mucho (Luc. 16:10).
Si eres un joven confiable, cumplirás con empeño todas tus responsabilidades. Piensa en el ejemplo perfecto de Jesús. Él nunca fue descuidado ni irresponsable. Al contrario, hizo todo lo que Jehová le mandó, incluso cuando era difícil hacerlo. Amaba a las personas, en especial a sus discípulos, y estuvo dispuesto a dar la vida por ellas (Juan 13:1). Al igual que él, esfuérzate al máximo por cumplir cualquier tarea que se te asigne. Si no sabes cómo hacerla, sé humilde y pídele ayuda a algún hermano maduro. Nunca te conformes con hacer solo lo mínimo (Rom. 12:11). Más bien, termina todo lo que se te encargue; hazlo “para Jehová y no para los hombres” (Col. 3:23). Claro, no eres perfecto, así que sé modesto y reconoce los errores que cometas (Prov. 11:2). w23.12 53:8
Domingo 22 de junio
Bendito el hombre que confía en Jehová (Jer. 17:7).
Cuando alguien se bautiza, llega a ser parte de la familia de Jehová. ¡Qué alegría! Quienes disfrutan de esta relación especial con Jehová seguramente están de acuerdo con estas palabras del salmista David: “Feliz el hombre a quien tú [Jehová] eliges y traes junto a ti para que viva en tus patios” (Sal. 65:4). Ahora bien, Jehová no permite que cualquiera entre en sus patios. Él elige a quienes demuestran que quieren ser sus amigos (Sant. 4:8). Cuando se dedican a Jehová y se bautizan, él les promete: “Verán que [...] derramo sobre ustedes bendiciones hasta que no les falte nada” (Mal. 3:10; Jer. 17:8). El bautismo es solo el principio. Todos los cristianos queremos vivir a la altura de nuestra dedicación, aun cuando enfrentemos tentaciones y pruebas de fe (Ecl. 5:4, 5). También debemos seguir fielmente el ejemplo de Jesús y sus mandatos (Mat. 28:19, 20; 1 Ped. 2:21). w24.03 10:1-3
Lunes 23 de junio
El hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa (Gén. 2:24).
¿Y si a usted y a su esposo o esposa no les gusta pasar tiempo juntos? ¿Qué pueden hacer? Piensen en una fogata. Cuando se enciende, es pequeña; solo hay una llamita. Para que crezca y arda con fuerza, hay que echarle poco a poco trozos de leña cada vez más grandes. De manera parecida, intenten pasar juntos unos pocos momentos cada día. Encuentren algo que les guste hacer a los dos (Sant. 3:18). Si empiezan con cosas pequeñas, podrán reavivar la llama de su amor. El respeto es vital en el matrimonio. Es como el oxígeno, que mantiene viva la fogata. Sin el oxígeno, el fuego se apaga rápidamente. De la misma manera, si no hay respeto en el matrimonio, el amor terminará enfriándose en muy poco tiempo. En cambio, si se tratan con respeto, mantendrán viva la llama del amor. Pero recuerden que lo que cuenta no es si ustedes creen que son respetuosos, sino si la otra persona se siente respetada. w23.05 23:9, 14, 15
Martes 24 de junio
Cuando las preocupaciones me abrumaban, tú me consolabas y me tranquilizabas (Sal. 94:19).
En la Biblia, hay relatos de siervos fieles de Dios que admitieron que estaban temblando de miedo por culpa de sus enemigos o de otros problemas graves (Sal. 18:4; 55:1, 5). ¿Qué hay de nosotros? ¿Estamos sufriendo la oposición de compañeros de escuela o de trabajo, de familiares o de funcionarios del Gobierno? ¿Nos estamos enfrentando a la posibilidad de morir debido a una enfermedad grave? En momentos así, podemos sentirnos tan indefensos como un niño pequeño. ¿Qué hace Jehová para ayudarnos? Él nos consuela y nos tranquiliza. Por eso es importante que tengamos la costumbre de pasar tiempo con Jehová orándole y leyendo su Palabra (Sal. 77:1, 12-14). Así, cuando estemos en una situación tensa, probablemente en lo primero que pensemos sea en acudir a nuestro Padre celestial. Hablémosle a Jehová de lo que nos preocupa y nos asusta, y dejemos que nos responda y nos consuele con las Escrituras (Sal. 119:28). w24.01 3:14-16
Miércoles 25 de junio
Dios es el que los llena de energías dándoles tanto el deseo como las fuerzas para actuar (Filip. 2:13).
Para alcanzar las metas espirituales, es muy importante que estemos motivados. ¿Por qué? Porque, si estamos decididos a lograr lo que nos hemos propuesto, nos esforzaremos al máximo. Cuanto más motivados estemos, más probable es que alcancemos nuestras metas. Entonces, ¿qué lo ayudará a estar más motivado? Pídale a Jehová que lo ayude a estar más motivado. Mediante su espíritu, Jehová puede darle la motivación que necesita para alcanzar su meta. A veces nos fijamos un objetivo porque sabemos que es nuestro deber, y no hay nada de malo en eso. Pero quizás en el fondo no tengamos el deseo de hacerlo. Medite en lo que Jehová ha hecho por usted (Sal. 143:5). El apóstol Pablo meditó en la bondad inmerecida que Jehová le había mostrado, y eso lo impulsó a servirle con toda el alma (1 Cor. 15:9, 10; 1 Tim. 1:12-14). De manera parecida, cuanto más reflexione en lo que Jehová ha hecho por usted, más motivado se sentirá para alcanzar su meta (Sal. 116:12). w23.05 24:3-5
Jueves 26 de junio
Alaben el nombre de Jehová (Sal. 113:1).
Jehová es nuestro Padre celestial, y a él le gusta que alabemos su nombre (Sal. 119:108). ¿Significa eso que el Dios todopoderoso es como los seres humanos imperfectos, que buscan las alabanzas de los demás para sentirse mejor o menos inseguros? No. Pensemos en esto: Satanás ha dicho una mentira que nos afecta personalmente. Afirma que ningún ser humano será leal ni defenderá el nombre de Dios cuando lo pongan a prueba. Según él, todos le daremos la espalda a Dios si sentimos que así saldremos ganando (Job 1:9-11; 2:4). Pero el fiel Job demostró que Satanás es un mentiroso. ¿Qué hay de nosotros? Cuando alabamos a Jehová, también demostramos que Satanás no tiene razón. Para cada uno de nosotros es todo un privilegio defender el nombre de Jehová y hacerlo feliz siendo íntegros (Prov. 27:11). w24.02 6:3-5
Viernes 27 de junio
Tengan fe en los profetas de él, y les irá bien (2 Crón. 20:20).
Después de los días de Moisés y Josué, Jehová nombró jueces para que guiaran a su pueblo. Luego, durante la época de los reyes, designó profetas para esta labor. Los reyes que fueron fieles a Dios escucharon los consejos de los profetas. Por ejemplo, el rey David aceptó con humildad la corrección del profeta Natán (2 Sam. 12:7, 13; 1 Crón. 17:3, 4). El rey Jehosafat hizo caso a lo que le dijo el profeta Jahaziel y animó a los habitantes de Judá a tener fe en los profetas de Dios (2 Crón. 20:14, 15). Y, en tiempos de angustia, el rey Ezequías le pidió ayuda al profeta Isaías (Is. 37:1-6). Siempre que los reyes seguían la guía de Jehová, él los bendecía y protegía a la nación (2 Crón. 20:29, 30; 32:22). Estaba claro que Jehová usaba a los profetas para guiar a su pueblo. w24.02 8:8
Sábado 28 de junio
No sean sus cómplices (Efes. 5:7).
Satanás quiere que nos juntemos con personas que nos hacen más difícil obedecer las normas de Jehová. Hoy día no solo existe la posibilidad de pasar tiempo con otros en persona, sino también en las redes sociales. Por mucho que el mundo diga que la conducta inmoral está bien, no nos dejemos engañar; sabemos que eso es mentira (Efes. 4:19, 20). Preguntémonos: “¿Me aseguro de evitar todo contacto innecesario con compañeros de escuela o de trabajo o con otras personas que no respetan las normas justas de Jehová? ¿Soy valiente y defiendo los principios bíblicos aunque la gente me llame intolerante?”. Por otro lado, como indica 2 Timoteo 2:20-22, también debemos tener cuidado al elegir nuestras amistades dentro de la congregación. Recordemos que no todos nos ayudarán a ser fieles a Jehová. w24.03 12:11, 12
Domingo 29 de junio
Jehová es muy cariñoso (Sant. 5:11).
¿Ha intentado alguna vez imaginarse a Jehová? Aunque él es invisible, la Biblia lo describe de muchas maneras. Por ejemplo, lo llama “sol y escudo”, y “un fuego voraz” (Sal. 84:11; Heb. 12:29). En una visión, el profeta Ezequiel dijo que Jehová era como la piedra de zafiro, un metal reluciente y el resplandor de un arcoíris (Ezeq. 1:26-28). Como no vemos a Jehová, quizás nos cueste creer que nos ama. O tal vez las cosas que nos han pasado en la vida nos lleven a pensar que Dios jamás podría querernos. Lo bueno es que Jehová entiende cómo nos sentimos y cómo nos afecta lo que hemos vivido. Para ayudarnos a entender que él nos quiere, nos da detalles en su Palabra sobre su bonita personalidad. La palabra que mejor describe a Jehová es amor (1 Juan 4:8). Esta cualidad lo define; él lo hace todo por amor. Su amor es tan grande y fuerte que alcanza hasta a los que no lo quieren a él (Mat. 5:44, 45). w24.01 4:1-3
Lunes 30 de junio
Les hablaba desde la columna de nube (Sal. 99:7).
Jehová nombró a Moisés para que sacara de Egipto a los israelitas y les dio una prueba clara: la columna de nube que veían durante el día y la columna de fuego que veían de noche (Éx. 13:21). Moisés siguió esa columna y, como resultado, él y los israelitas llegaron al mar Rojo. Cuando los israelitas pensaron que estaban atrapados entre el mar y el ejército egipcio, entraron en pánico. Pero no fue ningún error. Fue Jehová quien hizo que Moisés los llevara justo a ese lugar (Éx. 14:2). Y luego los salvó con un milagro impresionante (Éx. 14:26-28). Durante 40 años, Moisés siguió la columna de nube para guiar al pueblo de Dios por el desierto (Éx. 33:7, 9, 10). Desde esa columna, Jehová le hablaba a Moisés, y él después le transmitía sus instrucciones al pueblo. Así que los israelitas tenían pruebas de sobra de que Jehová estaba usando a Moisés para guiarlos. w24.02 8:4, 5