8 Pero él, como conocía sus razonamientos,+ le pidió al hombre que tenía la mano paralizada: “Levántate y párate aquí en el centro”. Él se levantó y se quedó de pie allí.
24 Pero Jesús no confiaba por completo en ellos,* porque los conocía a todos 25 y no necesitaba que nadie le explicara nada* sobre el hombre, ya que él sabía lo que había dentro del hombre.+
23 A los hijos de ella los mataré con una plaga* mortal. Así todas las congregaciones sabrán que yo soy el que examina los pensamientos más íntimos* y los corazones. Y a cada uno de ustedes le pagaré según sus hechos.+