El Cantar de los Cantares
oh, hermana mía, novia mía.
He recogido mi mirra y mi bálsamo.*+
He comido mi panal y mi miel.
He bebido mi vino y mi leche”.+
“¡Coman, queridos amigos!
¡Beban y embriáguense con expresiones de cariño!”.+
2 “Yo dormía, pero mi corazón estaba despierto.+
¡Escuché el sonido de mi amado llamando!
‘¡Ábreme, oh, hermana mía, amada mía,
mi paloma sin defecto!
Porque mi cabeza está empapada de rocío;
los mechones de mi cabello, de la humedad de la noche’.+
3 Ya me quité el vestido.
¿Tengo que volver a ponérmelo?
Ya me lavé los pies.
¿Tengo que ensuciármelos de nuevo?
4 Mi amado retiró la mano del agujero de la puerta
y mis emociones se alborotaron por él.
5 Me levanté para abrirle a mi amado;
mis manos goteaban mirra;
mis dedos, mirra líquida
sobre las manijas del cerrojo.
6 Le abrí a mi amado,
pero mi amado se había ido, se había alejado.
Cuando él se fue, me invadió la desesperación.*
Lo busqué, pero no lo encontré.+
Lo llamé, pero no me respondió.
7 Los guardias que hacían su ronda por la ciudad me encontraron.
Me golpearon, me hirieron.
Los guardias de las murallas me quitaron el chal.*
8 Oh, hijas de Jerusalén, las pongo bajo juramento:
si encuentran a mi amado,
díganle que estoy enferma de amor”.
9 “¿En qué supera tu amado a todos los demás,
oh, la más hermosa de las mujeres?
¿En qué supera tu amado a todos los demás
para que nos hagas jurar algo así?”.
10 “Mi amado es deslumbrante y sonrosado,
sobresale entre diez mil.
11 Su cabeza es oro, el oro más fino.
Los mechones de su cabello son como hojas de palmera* meciéndose,
tan negros como el cuervo.
12 Sus ojos son como palomas junto a corrientes de agua,
que se bañan en leche,
que se posan junto a un estanque repleto.*
Sus labios son lirios que gotean mirra líquida.+
14 Sus manos son cilindros de oro adornados con crisólito.
Su abdomen es marfil pulido cubierto de zafiros.
15 Sus piernas son columnas de mármol sobre pedestales del oro más fino.
Su apariencia es como el Líbano; como los cedros,+ no tiene igual.
Ese es mi amado, ese es el amor mío,
oh, hijas de Jerusalén”.