Las falacias pueden ser peligrosas
HAY en circulación muchas ideas equivocadas, como el dinero falso que circula como verdadero. Pocas personas reciben gran daño de un centavo falso; pero un billete falso de veinte dólares es otro asunto. De la misma manera, algunas falacias son comparativamente inofensivas, mientras que otras pueden ser definitivamente peligrosas. Sin embargo, para el pensar claro y razonable, nos conviene despedir de la mente todas esas ideas equivocadas.
Sin duda usted ha oído decir que el color rojo hace que el toro se encolerice; que es apropiado levantar a un conejo por las orejas; que una concha de mar, pegada al oído, hace eco al rugido del océano. ¿Pueden resistir el embate de la investigación estas nociones populares?
A menos que usted espere atravesar una pradera donde ande suelto un toro, quizás no le interese demasiado la reacción de ese animal a los colores. Pero experimentos que se han efectuado han demostrado que el toro es daltoniano, no distingue entre colores. Si usted no lo cree, podría hacer una prueba ondeando un trapo de otro color. Este puede producir los mismos resultados, puesto que es el movimiento lo que atrae la atención del toro y resulta en que ataque.
Si usted cree que es cruel levantar a un gatito por la cola, quizás usted debería pensarlo bien antes de levantar a un conejo por las orejas. Los naturalistas informan que las orejas de los conejos son muy sensitivas y alegan que es cruel usarlas como asas.
Y ese rugido que uno oye dentro de la concha... ¿no se parece al mar rompiendo sobre la playa? Bueno, es la forma peculiar de la concha lo que recoge y combina los ecos de muchos sonidos cercanos en un complejo sordo que puede engañar a la persona no informada. Podría valer la pena experimentar con la concha en algún lugar completamente callado donde no haya ecos que recoger.
Falacias del pasado
Muchas creencias populares de las generaciones pasadas han sido rechazadas totalmente ahora. El progreso del conocimiento pone de manifiesto las falacias y las desecha como cuentos de viejas. ¿Quién, por ejemplo, se suscribiría ahora a la idea de que la Tierra es plana o que el Sol gira alrededor de una Tierra que permanece inmóvil?
Por siglos hubo esfuerzos por descubrir la receta de una poción que diera vida eterna al que la bebiera. En Europa y los Estados Unidos se dio crédito a la existencia, en algún lugar, de una “Fuente de la Juventud,” que supuestamente tenía facultades curativas y podía rejuvenecer a los ancianos. El explorador Ponce de León hasta buscó esta fuente en Florida.
Otros buscaban seriamente una supuesta piedra filosofal que se decía que tenía el poder de convertir en oro todos los metales. También, se enviaron muchas expediciones para localizar un imaginario El Dorado en la parte septentrional de la América del Sur... un lugar donde, según se decía, el oro era tan común que se usaba en las paredes y en los techos.
También se creía comúnmente en tiempos pasados que la vida se genera espontáneamente de la materia en descomposición. ¿No tenía la prueba la gente... cresas que aparecían con el tiempo en la carne podrida u otros comestibles? No se les ocurría que las moscas habían puesto allí sus huevos. ¡Es interesante, también, que esta idea desacreditada no es muy diferente de la enseñanza evolucionista de que la vida se generó espontáneamente en el cieno y lama de una era pasada!
Falacias comunes hoy día
Aun hoy día comúnmente se sustentan falacias. Algunas de éstas tienen poco efecto en la gente de una manera u otra. Por ejemplo, hay la creencia de que el estómago es el órgano principal de la digestión. Pero la realidad es que el alimento se comienza a digerir cuando se mezcla con la saliva en la boca. Y ahora generalmente se sabe que el intestino delgado efectúa la mayor parte de la digestión, después que el alimento ha salido del estómago.
Otra creencia común es que el cabello puede encanecer súbitamente por alguna sacudida emocional. Pero esto no es cierto. El pelo se encanece gradualmente. No puede encanecerse súbitamente, puesto que se deposita pigmento en el cabello antes de que éste salga de la piel. Los dermatólogos dicen esto sobre el tema de ‘encanecer súbitamente’: “Solo personas con cierta enfermedad rara se quedan parcialmente calvas de súbito, perdiendo su pelo con pigmento oscuro de la noche a la mañana, reteniendo solo su pelo canoso.”
Es verdad que nociones falaces como ésta no han resultado en peligro para nadie. Y si esto fuera cierto en cuanto a toda falacia, no valdría la pena considerar el tema.
Falsos conceptos peligrosos
Pero algunas ideas erróneas pueden ser peligrosas, hasta mortíferas. Por ejemplo, hay la noción que se sustenta extensamente de que una parte del cuerpo que se haya congelado debe frotarse con nieve. La realidad es que este proceder bien podría complicar el problema. Stefansson, el famoso explorador de las tierras árticas, declaró que “pocas cosas podrían ser más absurdas” que la curación con nieve para la congelación. Lo que uno debe hacer, dijo él, “es sacar la mano caliente de su guante y ejercer presión sobre la parte congelada por un momento hasta que desaparezca lo blanco y lo tieso.”
¿Cree usted, como algunas personas, que el rayo jamás cae dos veces en el mismo sitio? No confíe en esto. Este, también, es un peligroso concepto erróneo. Puede resultarle mortífero a uno. Hay evidencia fotográfica que revela que los rayos con frecuencia caen en el mismo lugar, aun durante la misma tormenta.
También hay la creencia común de que la arena movediza misma lo absorbe a uno. Esto no es cierto. Como advierte Scientific American de junio de 1953: “Contrario a la noción popular, la arena movediza no absorbe los objetos.” El abrigar esta noción popular le podría costar la vida a uno.
En realidad la arena movediza sostiene al cuerpo mucho mejor que el agua. Es lógico, entonces, que si uno puede flotar en el agua, puede flotar en la arena movediza. Es la lucha frenética de la persona atrapada en la arena movediza la que tiende a enterrarla más y más profundamente.
Entonces, ¿qué debe hacer la persona que se ve atrapada en arena movediza? Debe permanecer tan calmada como sea posible. Debe obrar con propósito. En el agua flotaría y nadaría. En la arena movediza inmediatamente debe acostarse de espaldas con los brazos extendidos. En esta posición no se hunde. Si no llega socorro, puede, con gran esfuerzo, desembrollar lentamente los pies, uno a la vez. Entonces puede rodar a suelo firme, “flotando” con frecuencia sobre la espalda para descansar.
Algunas falacias religiosas
Muchas falacias en cuanto a lo que enseña la Biblia se han transmitido a través de los siglos. Por ejemplo, la Biblia dice claramente: “El alma que esté pecando... ella misma morirá.” (Eze. 18:4, 20) El hecho de que el alma es mortal no podría expresarse más claramente. Sin embargo hoy la mayoría de las personas prefieren creer lo que es diametralmente contrario... que el alma es inmortal, una idea producida por la religión especulativa. Y, realmente, si el hombre verdaderamente no muere, ¿qué necesidad habría de una resurrección, como se enseña tan claramente en la Biblia?—Juan 5:28, 29; Hech. 24:15.
El considerar la fecha del nacimiento de Jesús pone en primer plano otra falacia que muchos creen. ¿No se le ha enseñado a usted en la iglesia que esa fecha fue el 25 de diciembre? Sir James Frazer, en The Golden Bough, escribe: “Nuestra fiesta de la Navidad no es otra cosa que una continuación, bajo un nombre cristiano, de la antigua fiesta solar; pues las autoridades eclesiásticas creyeron conveniente, aproximadamente a fines del tercer siglo o a principios del cuarto siglo, transferir arbitrariamente la natividad de Cristo al 25 de diciembre con el propósito de desviar hacia su Señor la adoración que los paganos habían rendido hasta entonces en aquel día al Sol.”
Es verdad que algunas personas quizás se sientan inclinadas a decir: “No importa la fecha, con tal que celebremos el nacimiento de él.” Pero esas personas todavía tienen que armonizar esa celebración y sus muchos rasgos paganos con el hecho de que Jesús mandó a sus seguidores que conmemoraran su muerte como sacrificio, no su nacimiento.—Luc. 22:19, 20.
Se han formado otras falacias en torno de las festividades del 25 de diciembre. Muchos han supuesto que los magos o astrólogos que llegaron trayendo regalos eran tres. ¿Cree usted eso? Las Escrituras no dicen cuántos eran. También se ha supuesto comúnmente que los astrólogos fueron dirigidos directamente a Jesús en Belén por una estrella. Pero la realidad es que la estrella los dirigió a Jerusalén hasta el rey Herodes, que quería matar al nene, y, cuando finalmente llegaron a Belén, Jesús ya no estaba en un pesebre, como se cree comúnmente, sino que entonces vivía en una casa. Lea usted mismo el relato en su propio ejemplar de la Biblia en Mateo, capítulo 2, versículos 1 al 12.
¿Importa?
De modo que ¿tiene realmente importancia el que cifremos fe en el error? En el caso de las falacias de la “congelación” y la “arena movediza,” hay que reconocer que el resultado podría ser mucho daño, quizás hasta la muerte.
Pero mucho más daño puede resultar de adherirse a ideas religiosas descuidadas e inexactas que se oponen a lo que dice la Biblia. ¿Por qué? Porque no es simplemente la vida presente lo que está en peligro. Más bien, la vida eterna está envuelta en esto. La verdad y la vida eterna están enlazadas íntimamente.—Juan 17:3; 4:23, 24.
La Biblia dice claramente que la “voluntad [de Dios] es que hombres de toda clase sean salvos y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad.” (1 Tim. 2:4) Por otra parte, Pablo, un apóstol de Jesucristo, dijo de los que, aunque sinceros, estaban extraviados, lo siguiente: “Tienen celo por Dios; mas no conforme a conocimiento exacto.” (Rom. 10:2) ¡Ciertamente el limpiar nuestra mente de todas las falacias es seguir el proceder seguro!
[Ilustración de la página 4]
La “curación con nieve” para partes del cuerpo congeladas puede empeorar las cosas
[Ilustración de la página 5]
La arena movediza no absorbe a uno; la lucha tiende a enterrarlo más profundamente
[Ilustración de la página 6]
¿Conoce las falacias que se han formado en torno de las festividades del 25 de diciembre?