¿Le conviene la casa movible a usted?
¿ESTÁ usted buscando casa? ¿Ha llegado a la conclusión de que la persona corriente sencillamente no está en condiciones económicas para comprar una casa?
En los últimos dos años, cientos de miles de familias han solucionado su problema de alojamiento comprando una casa movible o transportable.
Hoy, hay alrededor de tres millones de casas transportables en los Estados Unidos. Unos siete millones de norteamericanos viven en ellas, y el número aumenta rápidamente.
Una industria en auge
El negocio de las casas transportables es uno de los que está creciendo más rápidamente en los Estados Unidos. En 1969, se fabricaron alrededor de 413.000 casas nuevas, ¡mientras que dos años antes se habían fabricado solamente 241.000 y en 1961 solo 90.200! En 1970 se construyeron aproximadamente otras 415.000, y este año se espera que haya un aumento considerable.
En años recientes, casi la mitad de casas para una sola familia que se vendieron fueron casas transportables. Y son prácticamente las únicas casas que se construyen en los Estados Unidos a bajo precio. John M. Martin, director administrativo de la Asociación de Fabricantes de Casas Transportables dijo: “Las casas transportables formaron el 96 por ciento de las casas nuevas para una sola familia que se vendieron en los E.U.A. por menos de 15.000 dólares durante el año pasado.”
Comentando sobre la necesidad que las casas transportables han suplido, Robinson Newcomb, consultor económico sobre la construcción de Washington, dijo: “Las casas transportables han sido nuestra salvación. De no haber sido por ellas, nuestros problemas de alojamiento serían aún peores de lo que son.”
Las casas transportables adquieren respetabilidad
En el pasado, las casas transportables eran toscas y estrechas; por lo general las usaban los obreros migratorios, o servían como cuarteles de emergencia. A menudo las comunidades las consideraban como una ofensa a la vista, un riesgo. A pesar de que algunas comunidades todavía las consideran así, se han dado pasos positivos para borrar esa imagen.
Las mejoras son dignas de mención. Por ejemplo, hay muy poca similitud entre las casas transportables modernas y los miles de casillas de dos metros cuarenta y cinco centímetros de ancho por seis metros con diez de largo que se fabricaron para uso de emergencia durante la II Guerra Mundial. Aparte de haber mejorado enormemente en apariencia, los modelos de hoy por lo general tienen varias habitaciones y ¡un espacio habitable más de cuatro veces mayor que los primeros! Solo desde los últimos años de la década de 1950 la casa transportable promedio casi ha duplicado su tamaño; en 1957 la longitud más corriente era de diez metros con setenta centímetros, mientras que hoy es de dieciocho metros con treinta centímetros.
Contribuyen también a mejorar la imagen de este modo de vivir los modernos parques para casas transportables; alrededor de 1.500 de estos parques se inauguran en los Estados Unidos cada año. Un parque típico tiene capacidad para tantas como 150 a 300 de estas casas. Muchos están rodeados de un paisaje hermoso, tienen calles pavimentadas y aceras y lugares especiales para estacionamiento e instalaciones recreativas. Algunos tienen lugar para solamente siete u ocho casas por acre, mientras que en los parques más viejos hay de quince a dieciocho.
Estos parques embellecidos, y las casas transportables más grandes y mejores han hecho que más y más personas investiguen para ver si les conviene una casa transportable de ese tipo.
Casas transportables modernas
Los fabricantes repetidamente hacen hincapié en el hecho de que al hablar de casas transportables no se refieren meramente a pequeñas casas rodantes o carrocasas, aunque a veces quizás tengan muchas similitudes. En términos generales, una casa rodante es una morada temporaria que tiene como límite dos metros cuarenta y cinco centímetros de ancho y nueve metros con setenta centímetros de largo. Es remolcada por un automóvil y puede ser usada independientemente de conexiones de servicios públicos.
Por otra parte, a pesar de que lo que se conoce como una casa transportable está construida para ser remolcada sobre su propio chasis, no está hecha para que se le mueva de un lado al otro constantemente. Está diseñada para que se le conecten servicios públicos y para que se le ubique en un lugar fijo y permanente; no obstante, puede ser trasladada a otro lugar si así se desea.
No obstante, la diferencia más notable entre una casa transportable y una casa rodante es el tamaño mucho más grande de la primera. Las nuevas miden alrededor de quince metros con veinticinco centímetros a veintiún metros con treinta y cinco centímetros. Y el 90 por ciento de las que se construyen hoy tienen tres metros de ancho, a pesar de que ya se están haciendo populares las de cuatro metros con treinta centímetros, dado que muchos estados norteamericanos permiten ese ancho de carga en las carreteras. Las grandes casas transportables modernas tienen que ser remolcadas por un camión y necesitan permisos especiales para usar las autopistas.
Atractivas por su economía
Quizás la razón principal por la que la gente toma en consideración la posibilidad de comprar una casa transportable sea que las casas convencionales son muy caras. Una casa promedio en los Estados Unidos se vende por alrededor de 30.000 dólares; una fuente de información suministra la cifra de 36.000 dólares. Para poder comprarla es necesario efectuar un pago inicial de 10.000 dólares aproximadamente, y entonces pagos mensuales de alrededor de 200 dólares por veinticinco años. Además, está el costo de los muebles, artefactos, impuestos a la propiedad, manutención, etc., todo lo cual es más de lo que la mayoría puede pagar.
Por otra parte, la casa transportable promedio cuesta aproximadamente la quinta parte de lo que cuesta la casa convencional, o sea, alrededor de 6.000 a 7.000 dólares. El pago al contado puede ser de 1.200 dólares y los pagos mensuales de más o menos 85 dólares. Basándonos en estas cifras, una casa transportable de 6.000 dólares se pagaría en siete años.
Todavía queda el asunto de escoger un sitio donde estacionarla. Alrededor de la mitad de las casas transportables se estacionan en parques preparados con ese fin; hay cerca de 22.000 de éstos en los Estados Unidos. El alquiler mensual promedio es de unos 45 dólares, aunque puede ser considerablemente más elevado.
No obstante, el gasto susodicho a menudo es casi todo el gasto de una casa transportable, aparte del costo de calefacción y servicios públicos, el cual es mucho menor que el de una casa de tipo convencional. También los gastos de manutención son menores. Y los impuestos son más bajos, pues a la casa transportable se le tasa como vehículo más bien que como bien inmueble.
‘Pero, ¿qué hay del costo de los muebles y los artefactos?,’ quizás pregunte usted. Estos se incluyen en el precio original. Por lo general las casas transportables se venden completamente equipadas, incluso refrigerador, cocina, horno, cortinas y muebles. Prácticamente lo único que se necesita para terminar de poner la casa es la mantelería, y ropas de cama, las toallas y la vajilla.
De modo que ahora usted puede ver por qué muchas personas consideran que el vivir en una casa transportable es atractivo desde el punto de vista económico.
Por supuesto, no se puede esperar que una casa transportable dure tanto como una casa de tipo convencional. Además, una casa transportable, a semejanza de un automóvil, pierde alrededor del 20 por ciento de su valor de reventa después del primer año; mientras que una casa convencional a menudo aumenta su valor con el pasar de los años.
Menos trabajo de manutención
Un rasgo que muchas personas encuentran atractivo es que una casa transportable requiere menos trabajo de manutención. Por lo general esto es cierto, tanto en lo que se refiere al interior como al exterior de la casa.
Generalmente las casas transportables tienen un exterior de aluminio. Este se puede lavar con una manguera, como el auto de la familia. En ocasiones quizás se haga necesario rellenar las rendijas o ajustar algunos tornillos. Y si se le aplica un revestimiento de cemento bituminoso al techo cada dos a cinco años, impedirá que se formen goteras. Pero esto es prácticamente todo el trabajo de manutención que requiere una casa transportable.
En un parque para casas transportables, el terreno que hay alrededor de cada casa individual es generalmente pequeño. Esto, por supuesto, puede considerarse como una ventaja o como una desventaja, dependiendo de la preferencia personal.
Puesto que una casa transportable es más pequeña y más compacta que una casa convencional, a menudo uno puede terminar los quehaceres de la casa en menos tiempo y sin cansarse tanto. No obstante, siendo que todo el ir y venir se ve restringido a un espacio pequeño, es necesario limpiar con más frecuencia. Las alfombras se deben limpiar y lavar más a menudo. Y las paredes, que en la mayoría de las casas transportables son de paneles de madera, por lo general también requieren que se les lave frecuentemente. Pero quizás, más que cualquier otra cosa, son los hábitos personales los que determinan la cantidad de trabajo de manutención.
Vivir en una casa transportable no es lo mismo que vivir en una casa grande en la que hay un cuarto de recreo u otros cuartos que pueden cerrarse de la vista o actividad. Por lo general se usan todas las habitaciones, y se usan con frecuencia. De manera que en poco tiempo quedan desordenadas y revueltas a menos que cada miembro de la familia ponga cada cosa en el lugar que le corresponde. Imagínese el bochorno que esto puede causar si llegan visitas inesperadas, o la presión que puede significar el vivir bajo semejantes condiciones. De modo que, a menos que cada miembro de la familia sea ordenado o aprenda a serlo, una casa transportable no será un hogar adecuado para usted.
¿Qué hay del espacio?
A menudo la gente pregunta a los que viven en casas transportables: “¿Es difícil arreglárselas en espacio tan reducido?”
Quizás no sea problemático para parejas sin hijos. De hecho, los que pasan la mayor parte del día fuera de su casa a menudo consideran que la escasez de espacio es una bendición. Se sienten felices de no tener una casa grande que cuidar.
Por otra parte, el espacio limitado puede ser una verdadera desventaja. Tome por ejemplo el caso de una madre que tiene un par de hijos traviesos e imagínese lo que sucede cuando el tiempo está lluvioso y no pueden jugar afuera. Dentro de los confines de una casa transportable es posible que en poco tiempo ella sienta que está para volverse loca. Aunque haya otra habitación en la que los niños puedan jugar, el poco espesor de las paredes tal vez no aísle el ruido lo suficiente como para que ella pueda descansar.
No obstante es posible obtener más espacio habitable. Muchas personas le añaden a su casa transportable una habitación adicional. Un lado de esta habitación es la pared exterior de la casa transportable. Además existen las que se conocen como “extensibles.” Estas casas transportables están hechas de tal manera que pueden ensancharse empujando una sección que se proyecta hacia fuera de la estructura principal. A menudo se trata solamente de una habitación, como por ejemplo la sala, la cual se ensancha a casi el doble de su tamaño original.
Un estilo de casa transportable que se ha hecho muy popular es el llamado de “doble ancho.” Por ejemplo, dos secciones de tres metros con sesenta y seis centímetros por dieciocho metros con treinta centímetros, son remolcadas por separado a su lugar de estacionamiento y entonces se unen con cerrojos. Este tipo de casa transportable provee más espacio interior que algunas casas convencionales. Alrededor del 45 por ciento de las casas transportables que se venden ahora en California, son de “doble ancho,” lo cual puede hacer que su precio se eleve de 10.000 a 17.000 dólares o más.
De modo que el problema de espacio vital se puede resolver... con dinero.
Otros factores
¿Le agrada a usted la idea de empacar rápidamente y partir? Las personas que viven en casas transportables gozan de esta libertad hasta cierto grado. Aun las grandes casas transportables de “doble ancho” pueden ser separadas fácilmente y remolcadas a otro lugar. Y otra ventaja es que, cuando la familia se muda a otra comunidad, si bien todo lo demás quizás parezca extraño y desconocido, su hogar es el mismo. Por supuesto, se tiene que solventar el gasto de alquilar un camión para transportar la casa grande a otra parte, algo que quizás no sea un asunto de poca importancia si la distancia envuelta es considerable.
Durante tormentas de viento muy fuertes, las casas transportables quizás no sean tan seguras como las casas de tipo convencional. No son tan pesadas ni están tan bien afirmadas en el suelo, de manera que a veces el viento las derriba, mientras que las casas convencionales permanecen en pie. Este puede ser un factor a considerar si usted vive en una zona donde son frecuentes las tormentas de viento fuertes.
No obstante, las casas construidas por fábricas han dado pruebas de proveer alojamiento de calidad. Millones de personas viven en casas transportables, y las encuestas indican que la mayoría se siente perfectamente feliz con su morada.
Sin embargo, para poder determinar si le conviene a usted una casa transportable, hable con personas que viven en ellas. Pregúnteles qué les gusta y qué no les gusta de este tipo de casas. Visite parques para casas transportables y examine las instalaciones. Sea que decida que le conviene a usted o no una casa transportable o movible, por lo menos habrá aprendido algo más acerca de una manera de vivir que se está haciendo cada vez más popular.