Las ensaladas se sirven en gran variedad
TODA buena ama de casa se interesa en agradar los paladares de su familia por medio de hacer sabrosos platos. Y también se interesa en suministrar comidas saludables. Las ensaladas son muy útiles para lograr estas dos metas.
Las ensaladas sirven muchos propósitos. Aparte de su valor nutritivo, que puede ser considerable, le añaden gusto y variedad a sus comidas. También le pueden ahorrar trabajo al preparar las comidas, así como costo, y son especialmente bienvenidas en los días calurosos.
Ciertamente es grande la variedad de ensaladas que uno puede hacer. Principales, por supuesto, son las muchas clases de ensaladas que consisten principalmente de verduras u otras hortalizas, pero también hay muchas otras. Hay ensaladas que suministran proteínas, y las que consisten de almidones. También hay ensaladas que se hacen con gelatina y las que se hacen con frutas.
Algo ligero... las ensaladas de verduras
Las ensaladas que se hacen de verduras son muy recomendables. Contienen una abundancia de valiosos minerales, vitaminas y enzimas, que son indispensables para el bienestar físico, y por lo tanto se les denomina “alimentos protectores.” Las ensaladas también sirven para un propósito saludable en que suministran bulto debido a su celulosa, que es útil para evitar el estreñimiento.
En la actualidad los investigadores están llegando más y más a la conclusión de que muchas de las enfermedades degenerativas que plagan al hombre moderno se deben a que la gente come alimentos demasiado sustanciosos, y demasiado de éstos. Por medio de servir ensaladas sabrosas hechas con verduras y otras hortalizas las amas de casa pueden ayudar a sus familias a evitar esa tendencia moderna. Es cierto que los niños frecuentemente menosprecian esos alimentos, prefiriendo los dulces. Pero los padres prudentes no dejarán que sus hijos se salgan con la suya en cuanto a esto, sino que les enseñarán a comer esos “alimentos protectores.” Después de todo, cuando los hijos se enferman, la carga recae sobre los padres.
Ciertamente, son muchas las verduras que se pueden comer como ensaladas. Entre éstas están las hojas de remolacha, la parte superior de la zanahoria (cuando es fresca y tierna), el apio, la achicoria, hojas del diente de león, endibia, escarola, lechuga, las hojas del nabo y el berro.
Aumente el sabor y el valor alimenticio de esas ensaladas agregándoles rodajas de cebolla, o cubitos de cebolla, trocitos de tocino, cuadrados de pan tostado, rábanos rojos o blancos cortados, hongos cortados, trocitos de coliflor cruda, tajadas de pimientos verdes o colorados, perejil, tomates, aceitunas verdes o negras. Es cierto, las ensaladas cuestan dinero y esas extras aumentan el costo, pero como dijo una madre comprensiva: “Es mejor que gaste mi dinero en hortalizas que en remedios, y es mucho más barato también.” Sí, es muy probable que cualquier cosa que haga para hacer más sabrosas esas ensaladas también las hará más nutritivas.
Otras, crudas y cocidas
Entre otras hortalizas que hacen ensaladas apetitosas están los pepinos, en rebanadas... no se moleste en pelarlos. Son especialmente sabrosos con crema agria. Los tomates cortados finos y servidos con cebollas picadas también hacen una ensalada excelente. ¿Y qué hay acerca de las zanahorias ralladas con grosellas o pasas?
La ensalada de col picada, hecha con col colorada o verde cortada, es tanto económica como rica en vitamina C. Para variar corte la col en rebanadas finas y añádale cebollas picadas finas o zanahorias ralladas. Estrechamente relacionada con la ensalada de col está la ensalada de col fermentada. Corte las hebras en trozos pequeños y agréguele cubitos de manzana y/o cubitos de cebolla para una ensalada saludable que puede hacerse durante todo el año. En una categoría especial está la ensalada de manzana y cebolla, cortada en rebanadas o en cubitos a la que se le añade un aderezo para ensaladas como la mayonesa.
Entre otras hortalizas que sirven como ensaladas está la remolacha. Se sirve con rodajas de cebollas o cebollas en cubitos, o agridulce con semillas de anís, una golosina europea.
No debe pasarse por alto la ensalada de judías tiernas. Puede tomar el lugar de una ensalada verde en cualquier tiempo. Sírvalas con cebollas cortadas finas.
Por supuesto, algunas hortalizas sustituyen a las ensaladas sin ninguna preparación especial, como los rábanos, las zanahorias, los tallos de apio y el chalote.
Las ensaladas de proteínas y almidones
Para muchas cocineras, una de esas ensaladas, con una proteína, un almidón, y una hortaliza sin almidones cocinada componen la comida mínima ideal. Pero la ensalada muy bien puede suministrar la proteína o los almidones. Por ejemplo, está la popular ensalada de pollo y las muy gustadas ensaladas de atún, salmón, camarones y carne de cangrejo. Preparadas con apio u otras verduras, o con cebollas en cubitos, uno puede tener un plato principal sabroso y nutritivo. Las ensaladas de pescado proveen una abundancia de fósforo, que se cree que es muy esencial para el funcionamiento apropiado de nuestro sistema nervioso central.
Entre las ensaladas que proveen proteínas no debemos pasar por alto a la ensalada de huevos, que se sirve con apio u otras hortalizas. Tal parece que no es necesario preocuparse excesivamente acerca del colesterol, a menos que uno sea un gran comedor de carne.
Aún otra ensalada de proteínas se hace con requesón. Añada cebollanas, chalote o cebollas cortadas finas así como semillas de carvi para darle sabor. Si le gusta dulce, sírvala con fruta, como la pulpa de ananás o dátiles picados.
Quizás la más económica de todas esas ensaladas de proteínas es la que se hace con legumbres, como las habichuelas (frijol blanco, judía colorada, habas o soja) o lentejas. Por supuesto, éstas se deben cocinar primero, y entonces se sirven con cebollas picadas o con un condimento y/o su aderezo favorito de ensalada.
En cuanto a las ensaladas de almidones, la principal es la ensalada de papas, y la ensalada de macarrones no se queda muy atrás. Para tener la mejor clase de ensalada de papas trate de conseguir pequeñas papas frescas, si es la temporada, o las papas con la cáscara tirando a colorada. Cuestan más pero valen la pena; tienen un sabor propio y no se deshacen fácilmente.
Ensaladas de gelatina y fruta
La gelatina, especialmente la de lima, es ideal para hacer ensaladas, especialmente cuando no hay verduras disponibles. Hay toda clase de hortalizas, cocidas o crudas, que uno puede usar para hacer ensaladas de gelatina: apio, pimientos verdes y rojos, zanahoria rallada, pepinos en rodajas, remolachas en cubitos, y así por el estilo. Y, tenga en cuenta que la gelatina no solo le añade sabor sino también valor nutritivo a su ensalada.
Por último tenemos las ensaladas de fruta. Quizás la más popular es la que se conoce como la ensalada Waldorf, nombrada en honor del que en un tiempo fue uno de los mejores hoteles del mundo. Se hace con manzanas y apio cortado pequeño y nueces (a algunos les agrada añadirle pasas) junto con un aderezo de mayonesa. Se le considera como algo especial y es nutritiva y sabrosa. Por supuesto, la ensalada Waldorf no es en realidad una ensalada de fruta, pues contiene apio.
Preparar una ensalada de fruta regular puede ser tan sencillo como comprar una conserva de ensalada de frutas, pero en ese caso lo más probable es de que mayormente contenga frutas cocidas. Las frutas frescas son preferibles, tales como naranja o tajadas de toronja, fresas, uvas, duraznos, peras, manzanas, cubitos de ananás o bolitas de melón. Una ensalada de fruta particularmente sabrosa y nutritiva, que sirve de desayuno para la gente que vive en los trópicos, es una que se hace con aguacate, plátano y papaya.
Aderezos y condimentos de ensaladas
Por supuesto, a la mayoría de las ensaladas se le añade el aderezo. El más sencillo, y para muchos, el aderezo ideal de la ensalada es el que se hace con aceite de oliva o azafrán y jugo de limón y un poco le sal (algunos también agregan un poco de azúcar). El jugo de limón tiene la ventaja de suministrar vitamina C y es un ácido natural, no fermentado. Pero cuando hay que considerar el costo, el aceite de maíz sirve igual, y se puede usar vinagre, sea de malta blanca, de manzana, vino u otro vinagre de fruta. Hay algo a favor de cada uno, así es que pruébelos y encuentre el que más le gusta a su paladar.
También está el asunto de añadir el condimento. Entre éstos están las semillas de carvi, pimentón, mejorana, salvia, orégano, ajedrea, menta, ajo, pimienta, perejil, eneldo, tomillo y semillas de apio. Esas especies no solo aumentan el disfrute de la comida, sino que hay razón para creer que tal como estimulan el flujo de la saliva también estimulan el flujo de los jugos gástricos. Entre paréntesis, para dar un delicado sabor a ajo, frote su ensaladera con un diente de ajo o añada uno al aderezo de su ensalada usando la mezcladora.
Tampoco pasaremos por alto los aderezos cremosos de ensaladas, tales como los que se hacen con queso azul, o roquefort, crema agria o yogur. Si tiene que vigilar sus calorías, evite la mayonesa o úsela frugalmente, diluyéndola con jugo de limón. También reduzca el uso de aceite por medio de sustituir la mayor parte de él por jugo de tomate. La crema agria, la crema batida o un aderezo hecho con nueces picadas finas, semillas de girasol o anacardos crudos van muy bien con las ensaladas de frutas.
Las ensaladas se pueden servir antes, con o después del plato principal, dependiendo de la clase. Las ensaladas verdes revueltas se pueden servir bien antes del plato principal; al hacerlo así quizás ayude a su familia a no comer en exceso. Esas ensaladas, así como las que se hacen con otras hortalizas, también acompañan bien al plato principal. Las ensaladas de fruta sirven para culminar una comida. Y tenga presente que, aquí también, por medio de tener una ensalada de frutas de postre uno puede evitar el comer en exceso, puede suministrar valiosos minerales y vitaminas y uno ingiere algo que facilita la digestión (especialmente si se incluye ananás), todo lo cual ciertamente no se puede decir de postres pesados como el pastel relleno de carne picada y frutas o el budín inglés con pasas.
No hay duda acerca de ello, al hacer ensaladas hay una gran variedad de la cual escoger. Y éstas se prestan para la originalidad y el ingenio de parte del ama de casa, añaden a la variedad y el sabor de la comida, suministran minerales, vitaminas y enzimas valiosas... ¡y hasta le ayudan a hacer más colorida su mesa del comedor!