¿Adónde se dirige su dinero?
EN TODAS partes del mundo, los precios de casi todo continúan subiendo. A esto se le llama inflación. Aunque no es algo nuevo, su alcance y su paso sí lo son.
¿Cuán grave se considera el problema? La publicación Money & Credit dijo recientemente: “La inflación es el problema número uno, el problema que hace a todos los otros palidecer por su insignificancia. Si se le permite continuar haciendo estragos al paso actual fácilmente podría destruir la frágil estructura de ésta y de toda otra sociedad democrática.”
Lo que hace que la situación sea tan grave es que nunca antes en la historia se ha visto el mundo entero apresado en una inflación semejante al mismo tiempo. Y, en años recientes, el promedio de aumento de precios en muchos países se ha acelerado.
Esto significa que su dinero compra menos y menos. Y, para personas con ingresos relativamente fijos o bajos, es una tragedia creciente. No pueden aumentar sus ingresos lo suficiente para compensar por la inflación. Por lo tanto, baja su nivel de vida.
Autoridades se preocupan
Concerniente al promedio de la inflación, U.S. News & World Report dijo: “Nunca en un cuarto de siglo . . . los precios han subido tan rápidamente por tanto tiempo.” Y el Times de Nueva York agregó:
“Si los consumidores norteamericanos se sienten irritados por un promedio de inflación del 8 por ciento, consideren a los japoneses. . . . los precios actuales al por mayor en Japón han aumentado en 16 por ciento y los precios de los consumidores en 13 por ciento en comparación con los niveles del año pasado. . . .
“El promedio en la América del Sur ha excedido por mucho en algunos países el 100 por ciento. En el relativamente estable Perú, los precios han aumentado casi 12 por ciento durante los últimos dos años.”
En agosto de 1973, los precios en los Estados Unidos tuvieron la más rápida subida en veintiséis años. Puesto que los Estados Unidos son el principal fundamento del sistema económico del mundo occidental, las autoridades en todo el mundo se preocuparon mucho acerca de las consecuencias de esa inflación.
El estrago que la inflación mundial ha ocasionado impulsó al director del Banco de Zambia, África, a decir que el futuro de los sistemas monetarios del mundo era “desolado.” Además, el Daily de Nigeria, observando el caos en la economía mundial, instó a las naciones africanas ‘a establecer su propio sistema de cambio monetario para eliminar las pérdidas producidas por la crisis monetaria del mundo.’
¿Por qué hay en la actualidad una inflación tan grande en todo el mundo? Hay varias razones para esta complicadísima situación. Pero, según lo que el economista Milton Friedman escribió hace poco para Newsweek, algunas de las razones son: “Demasiada creación de dinero, demasiados gastos gubernamentales,” y demasiada intervención gubernamental. Actualmente muchas naciones están gastando más dinero del que ganan. Para pagar por cosas como el enorme costo de los armamentos y para pelear las guerras, por servicios públicos y otras cosas que desean hacer, continuamente incurren en deuda. Para pagar sus cuentas, tienen que pedir dinero prestado o hacerlo en sus prensas impresoras. Además, el público mismo en general ha incurrido en grandes préstamos. Pero el efecto de todo este dinero en exceso persiguiendo a las mercaderías y a los servicios que se rinden es que los precios tienden a subir.
¿Qué remedio hay para la situación? Es interesante examinar lo que actualmente dicen más y más autoridades.
Para fines de 1973, el Times de Nueva York publicó estos titulares: “Se teme que la floreciente economía en Europa va rumbo a la quiebra.” Alrededor de ese mismo tiempo el U.S. News & World Report declaró: “Por toda Europa entre banqueros, economistas y políticos hay temores esparcidos de que los gobiernos están perdiendo el control de la espiral de salarios y precios, y que la inflación desbocada está llevando al desastre económico.”
Aunque hace solo unos pocos años los economistas que habrían hecho semejantes predicciones sombrías hubieran sido pocos, ahora hay más y más. Nicholas L. Deak, presidente de una importante compañía de cambio de moneda extranjera en la América del Norte, dijo que ‘la inflación conducirá a una depresión en todo el mundo que hará que la depresión de los años 1930 parezca unas vacaciones de verano.’ También dijo: “La inflación crea un auge que termina en el desastre. No se puede invertir la tendencia sin una gran depresión.”
El Financial Times de Londres llamó a las perspectivas para el futuro cercano “escalofriantes,” al comentar:
“Cuando el Dr. Schaefer, el muy respetado presidente del más grande banco de Suiza, recientemente advirtió del peligro de que todo el sistema económico [del mundo] ‘llegue a un fin trágico,’ no estaba exagerando.
“Meramente estaba repitiendo una preocupación que hasta los más sobrios de los observadores de la escena internacional no hallan fácil de descartar... que . . . la inflación ahora ha llegado al punto en que nada la puede detener [de] destruir completamente la base monetaria del mundo, con consecuencias demasiado aterradoras para meditar en ellas.
“El Dr. Schultz, cronista de las finanzas internacionales, habló sin rodeos al decir en su más reciente carta informativa que . . . ‘El dinero se está muriendo.’”
Un miembro del parlamento británico, sir Henry d’Avigdor-Goldsmid, un banquero a quien el Sunday Telegraph de Londres del 22 de julio de 1973, describió como “el mismísimo modelo de la precaución judiciaria,” advirtió:
“Cuando el [monte] Vesubio hizo erupción los ciudadanos de Pompeya probablemente estaban discutiendo planes para nuevos baños públicos. Sin dudas ese era un asunto de gran importancia para ellos, pero estaban completamente inconscientes del diluvio de muerte y destrucción que estaba por descender sobre ellos . . .
“Nos enfrentamos al equivalente de una erupción del Vesubio. La inflación de precios por todo el mundo durante los últimos 18 meses es algo que pondrá fin a mucho del mundo occidental tal como lo conocemos.”
¿Puede hacerse retroceder a la marea?
Si la incontrolada marea de la inflación traerá un desastre, ¿puede ser detenida? ¿Es apegarse a los hechos esperar esto?
El registro no es consolador para los que ponen demasiada confianza en el dinero. Por ejemplo, con respecto a la inflación en los Estados Unidos, el Times de Nueva York dijo:
“El actual rápido promedio de inflación en la economía de los Estados Unidos . . . es un misterio, por lo menos en buen grado, para los expertos . . .
“Ni un solo economista, dentro o fuera del gobierno, soñó que el promedio de inflación de los últimos tres o cuatro meses sería tan grande como resultó ser.”
Así es que los expertos no previeron lo que ha sucedido en tiempos recientes. Y es aun más amenazador el hecho de que algunos de ellos no piensan que se puede hacer mucho acerca de ello en esta fecha tardía. El Financial Times de Londres señaló:
“El hecho de que los llamados gerentes financieros por casi todas partes están comportándose como si para ellos el problema se hubiera hecho demasiado grande para poder lidiar con él, sea individual o colectivamente, inevitablemente le agrega peso a estas escalofriantes [indicaciones de un desastre venidero].”
De igual opinión, U.S. News & World Report declaró: “Un sentimiento de impotencia y ansiedad acerca de las perspectivas monetarias del mundo parece haberse apoderado de los principales banqueros de los Estados Unidos y Europa.” El Banco para Acuerdos Internacionales advirtió que no se veía fin a la inflación mundial. Y el Economic Education Bulletin, que se publica en los Estados Unidos, declaró:
“Prescindiendo de cuán fuerte y opulento sea el país donde ocurra la inflación, este proceso al principio insidioso finalmente puede arruinar el sistema económico del país y deformar el carácter moral de su pueblo.
“Esa ha sido la invariable experiencia de la humanidad en todos los siglos de la historia registrada sin que se pueda citar ni una sola excepción.” (Letras cursivas nuestras)
¿Cree usted que nuestro tiempo, que está pasando por la primera inflación mundial de tan gran magnitud, será la excepción a esa regla?
Considere también esto: En un artículo de fondo del Sunday Telegraph de Londres, P. Worsthorne dijo que la inflación “representa instintos de codicia y egoísmo humanos tan primitivos y fundamentales que desafían los confines del sentido común.” Este observador continuó diciendo:
“¿Pudiera ser que la inflación sea también una forma de locura en masa, arraigada en la iniquidad, no más curable y controlable por medio del raciocinio económico y sentido común político que el nazismo fue curable por medio de la terapia normal de la diplomacia internacional? . . .
“Cuando uno habla en privado con gente que sabe acerca de esas cosas, su descripción del desafío de la inflación es tan oscura y amenazadora, casi tan apocalíptica, como para sugerir que la cura de ella requiere remedios verdaderamente dolorosos.”
¿Cree usted que los líderes mundiales pueden cambiar la naturaleza humana egoísta y codiciosa que es tan evidente en la actualidad? ¿Cree usted que lo podrían hacer en la escala mundial que se necesita? No hay ninguna evidencia de que se esté haciendo esto... o de que los líderes humanos de la actualidad lo harán.
Una gran empresa que representa a fabricantes escribió a sus clientes para fines de 1973 y les recordó que la inflación actual “desafortunadamente es evocadora de 1929. También la acompaña otra condición que apareció en 1929, a saber, la falta de fe en los gobiernos.”
También es de interés el recordatorio de que, por ejemplo, en los Estados Unidos el papel moneda se ha introducido en la economía mucho más rápidamente de lo que lo fue antes de la Gran Depresión. Otras naciones han hecho lo mismo. Como señaló The Wall Street Journal: “Las cifras del Fondo Monetario Internacional muestran que actualmente en docenas de naciones las existencias de dinero aumentan en una proporción anual de dígitos dobles. Esas velocidades sobresalen por ser especialmente excesivas.”
Es necesario comprender que tal preocupación acerca del derrumbe de las normas monetarias no es solo una idea u opinión sin base. Ha sucedido vez tras vez, en muchos países. En diversas ocasiones esto ha conducido a la anarquía, cambios radicales en la sociedad, dictadura y hasta guerra.
Por ejemplo, en agosto de 1922, las existencias de dinero en Alemania eran de 252.000.000.000 de marcos. ¡Solo 15 meses más tarde habían ascendido a 497 trillones de marcos (497 seguido de 18 ceros)! ¡Eso fue aproximadamente dos mil millones de veces más que 15 meses antes! Esta inflación destruyó el dinero alemán. Los ahorros de la gente fueron aniquilados, la economía arruinada. Esto resultó en la anarquía, lo cual preparó el camino para Hitler y el nazismo.
Una inflación similar a fines de los años 1940 ayudó a preparar el camino para el dominio comunista de la China continental.
Como se señaló antes, una razón fundamental por la cual muchos países han tenido una inflación aumentante es que sus gobiernos han estado gastando más dinero del que ganan. Pero ahora hay un nuevo elemento que empeora la situación.
¿Qué es eso? Es la llegada de escaseces mundiales de algunas necesidades básicas, tales como alimentos, fibras, fuentes de energía, minerales, etc. Estas escaseces en escala global significan que las crecientes existencias de dinero comprarán relativamente menos de esas mercancías. Eso hará que los ya altos precios suban aun más. Acerca de esto, comentó el Times de Nueva York:
“Esta inflación desbocada de los precios de los artículos de consumo no se debe enteramente a las normas de la Administración; ha habido un resurgimiento en la demanda mundial por alimentos y otros recursos en una época en que por todo el mundo hay fracasos de cosechas y escaseces de forraje. . . .
“En el caso del alimento y otros artículos, los grandes bolsistas desenfrenados son los gobiernos nacionales... la Unión Soviética, China, Japón, Brasil, y muchos otros países. Temerosos de las escaseces y del hambre desenfrenada, los países están acumulando alimentos tan rápidamente como pueden, tratando desesperadamente de ofrecer más que el otro.”
El economista de Harvard Otto Eckstein llamó al resultante aumento espectacular de los precios de los artículos de consumo del mundo, en especial de los alimentos, “un desastre económico de proporciones históricas.”
Es cierto, en algunos períodos, la producción de los artículos de consumo aumenta lo suficiente como para aliviar transitoriamente las escaseces. Por ejemplo, en el otoño de 1973 las buenas cosechas aliviaron la situación en algunos países.
¡Sin embargo, la población del mundo está aumentando a razón de 75.000.000 de personas por año! Ese es el aumento neto de nacimientos sobre muertes. Esta “explosión” en la población mundial es lo que hace que los expertos estén tan seguros de que, prescindiendo del alivio que quizás venga a veces en la producción de los artículos de consumo, será muy temporario. Las presiones de la población con el tiempo resultarán en un aumento constante de la demanda de todos los artículos de consumo.
Además, la buena tierra disponible que se puede dedicar a los cultivos y a la producción de otros artículos de consumo ahora está disminuyendo. Esto se debe a la erosión, a la mala administración de la tierra, el crecimiento de las ciudades, la construcción de carreteras, casas, fábricas y otras cosas que devoran la tierra.
Además, el deseo de los países en desarrollo de mejorar su nivel de vida, de disfrutar de un régimen alimenticio mejor, mejor vestimenta, y de tener más cosas materiales crea una enorme demanda de artículos de consumo. Así es que, aun sin el aumento de la población, este ‘aumento en expectativa’ en los países en desarrollo agotaría las provisiones. Pero cuando a esto se le suma el asombroso aumento de población anual, coloca una presión tremenda sobre los recursos de la Tierra.
De este creciente problema, el U.S. News & World Report dice: “Las actuales escaseces de alimentos, combustibles, y otros artículos solo son una insinuación de lo que se avecina. . . . Las autoridades advierten que todo el mundo —no solo esta nación— está comenzando a hacer presión sobre los límites externos de los recursos de la Tierra.”
Todas estas presiones, por supuesto, significan que a la larga, es probable que los precios continúen en una sola dirección... hacia arriba.
Ya, en los relativamente opulentos Estados Unidos, los precios altos y las escaseces han llevado a un marcado aumento en el robo. Aumenta también el número de clientes de mayor edad que son atrapados robando alimentos de los negocios. Como dijo una mujer de sesenta y ocho años al ser atrapada hurtando unos pocos tomates: “Sencillamente no podía comprarlos.”
Cuando semejante conducta se esparce en un tiempo que se considera de ‘máxima prosperidad,’ ¿qué puede esperarse cuando las condiciones se hagan aún más graves? En un artículo del Sunday Telegraph de Londres, P. Worsthorne dijo: “Para ser absolutamente franco, temo que este país [Inglaterra], así como el resto del mundo industrial, va rumbo a un período de cruel turbulencia política y tirantez, a medida que las masas . . . comienzan a sufrir, o piensan que sufren, una mengua en sus niveles de vida.”
Algunos indicios de la posible dirección de las cosas se pueden ver en lo que ha estado sucediendo en la India. Allí, el conservativo Times de la India dijo de ese país: “En todas partes hay señales de lucha e inquietud, entre los jóvenes, entre los trabajadores en la fábrica y el campo, y lo más amenazador de todo, entre los que dirigen el Gobierno.” El gobierno de la India reconoció que el país se enfrenta a su peor crisis económica desde la independencia.
En los Estados Unidos, la Times Magazine de Nueva York habló de “una creciente sensación de frustración” entre la gente debido a la inflación. Agregó: “Todos los males, todos los puntos de inflamación, todas las amenazas al orden social y a la estabilidad surgen de la misma fuente... la inflación crónica, la cual engendra la injusticia social con la velocidad de un virus febril. . . . los pobres y los ancianos son las primeras víctimas de la fiebre, pero no las últimas. Un resultado seguro de la inflación es la amarga tensión social.”
Por lo tanto, por todo el mundo las economías de la mayoría de las naciones se encuentran en grandes dificultades debido a la inflación. El hecho de que esto sucede por todo el mundo al mismo tiempo, con semejante persistencia y severidad, ciertamente es único en la historia... y también muy significativo.
Señales de advertencia
Lo que está aconteciendo en la actualidad por toda la economía mundial es una señal de advertencia clara y anticipada de que nos estamos aproximando al fin de los actuales sistemas económicos de la Tierra. Aunque con medidas temporarias algunos gobiernos quizás puedan detener, o aun invertir, por un tiempo corto la tendencia, a la larga éstas no harán ningún bien. ¿Por qué no? Porque las actuales condiciones mundiales, incluso las inseguridades económicas, proveen una evidencia inequívoca de que todo el sistema mundial, no solo su parte financiera, ha entrado en su tiempo del fin. La peligrosa situación económica es solo uno de los muchos problemas que llenan a la gente de espanto. Verdaderamente, lo que Jesucristo profetizó acerca de los “últimos días” de este sistema se está cumpliendo: “Sobre la tierra angustia de naciones, no conociendo la salida . . . mientras que los hombres desmayan por el temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada.”—Luc. 21:25, 26.
Se predijo que los “últimos días” culminarán en una “tribulación grande como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder.” (Mat. 24:21) Esa tribulación limpiará la Tierra de los factores económicos que han traído y continúan trayendo dificultades a millones. De hecho, todos los gobiernos humanos y sus sistemas monetarios serán reemplazados por un solo gobierno... una administración justa en las manos del Hijo de Dios que se sacrificó a sí mismo, Jesucristo.—Isa. 9:6, 7; Dan. 2:44.
Cuando la “tribulación grande” azote, ni siquiera el más estable de los sistemas monetarios del mundo podrá comprar protección. La situación entonces será igual a la de los habitantes de Judá y Jerusalén en el siglo séptimo a. de la E.C. Concerniente a ellos, el profeta Ezequiel predijo:
“En las calles arrojarán su plata misma, y su propio oro llegará a ser una cosa aborrecible. Ni la plata ni el oro de ellos podrá librarlos en el día del furor de Jehová.”—Eze. 7:19.
Así es que el peligro en el cual nos hallamos hoy día es mucho más grave que el derrumbe de todas las monedas nacionales. La profecía bíblica establece claramente que la generación que ahora vive se enfrenta a una inigualada “tribulación grande” en un tiempo en el cual lo único que tendrá verdadero valor es una condición aprobada ante Dios. (Mat. 24:34) Por lo tanto la gente en todas partes debe pensar seriamente acerca de lo que puede hacer para sobrevivir a esa destrucción. ¿Se está empeñando usted en construir un registro de obras excelentes con el Creador para que pueda hallarse entre los que serán escondidos en el día de su furia?
Debido a lo que de seguro vendrá, los que ahora ponen su confianza en el dinero, los que construyen su vida alrededor de éste a costa de hacer la voluntad de Dios, solo se están engañando a sí mismos. La promesa segura de Dios es: “El que confía en sus riquezas... él mismo caerá; pero justamente como follaje los justos reverdecerán.”—Pro. 11:28.
[Comentario de la página 5]
‘NADA PUEDE DETENER LA INFLACIÓN’
La inflación ha llegado ahora al punto en que nada la puede detener [de] destruir completamente la base monetaria del mundo, con consecuencias demasiado aterradoras para meditar en ellas.—“Financial Times” de Londres.
[Ilustración de la página 4]
¿LA INFLACIÓN COMO EL VESUBIO?
Un miembro del parlamento británico advirtió del peligro de no interesarse en la inflación, comparándolo con la despreocupación de algunos en Pompeya cuando el Vesubio hizo erupción
[Ilustración de la página 7]
Muchas autoridades dicen que prescindiendo del alivio temporario que las naciones obtengan de las escaseces y los precios altos, éste pronto sería anulado por la “explosión” demográfica mundial a la proporción de 75 millones al año
[Tabla de la página 6]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Reserva de minerales estratégicos en E.U.A.
(en toneladas)
1965 1972 Mengua
Aluminio 1.893.000 1.275.000 32 por ciento
Cobre 1.002.000 259.000 74 por ciento
Níquel 211.000 39.000 81 por ciento
Estaño 292.000 251.000 14 por ciento
Cinc 1.416.000 1.040.000 26 por ciento
La creciente escasez de minerales contribuye a aumentar los precios. En los Estados Unidos, el mayor usuario del mundo, la reserva estratégica ha estado menguando