¿Cuál es el punto de vista bíblico?
¿Debe ser bautizado su bebé?
EL BAUTISMO ha sido parte del cristianismo desde su comienzo. Jesús mismo fue bautizado, y él dio instrucciones de que otros fueran bautizados.
Si el lector pronto llegará a ser padre, o ha llegado a serlo recientemente, quizás se haya preguntado si su bebé debe ser bautizado. ¿Es necesario esto para que su hijo reciba la aprobación de Dios?
Las iglesias de la cristiandad tienen diferentes opiniones acerca de esto. Algunas practican el bautismo de infantes. Pero otras solo bautizan a los que tienen suficiente edad para mostrar su creencia en los principios religiosos enseñados por su iglesia.
La Biblia es la única fuente de información confiable acerca del bautismo, porque solo ella es “inspirada de Dios.” (2 Tim. 3:16) ¿Está la Biblia en favor de bautizar a bebés?
La más temprana referencia al bautismo en la Palabra de Dios está relacionada con la actividad de Juan el Bautista. Con respecto a él, Marcos 1:5 declara: “Todo el territorio de Judea y todos los habitantes de Jerusalén salían a él, y eran bautizados por él en el río Jordán, abiertamente confesando sus pecados.” Esto, por supuesto, requeriría que tuvieran suficiente edad para reconocer su condición pecaminosa.
Concerniente a Jesús, leemos: “En el transcurso de aquellos días Jesús vino de Nazaret de Galilea y fue bautizado en el Jordán por Juan. Y al instante que salió del agua vio abrirse los cielos.” (Mar. 1:9, 10) En ese tiempo Jesús “era como de treinta años.”—Luc. 3:23.
Durante su ministerio terrestre Jesús no bautizó personalmente a nadie. Pero, bajo su dirección, sus discípulos bautizaron a un gran número de personas. ¿Había bebés entre éstas? El Evangelio de Juan informa: “Jesús hacía y bautizaba más discípulos que Juan.” (Juan 4:1) Así es que Jesús hacía que sus seguidores bautizaran solo a las personas que habían llegado a ser discípulos.
El saber esto ayuda a comprender el mandato de Jesús en Mateo 28:19, 20: “Vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado.” Jesús no quiso decir hacer discípulos de la gente, incluso de infantes, por medio del bautismo. Este mandato claramente significa que una persona sería bautizada solo después de llegar a ser un discípulo.
Fue igual después de la muerte y resurrección de Jesús. Los bautizados en el Pentecostés del año 33 E.C. “abrazaron su palabra [la del apóstol Pedro] de buena gana.” (Hech. 2:41) Un grupo de samaritanos que fueron bautizados estaba compuesto tanto de “varones como mujeres” que habían ‘creído’ el mensaje cristiano. (Hech. 8:12) El eunuco etíope a quien Felipe bautizó ya era un adorador de Jehová. (Hech. 8:27, 38) De los reunidos en la casa de Cornelio, el espíritu santo cayó sobre “los que oían la palabra” y fueron bautizados.—Hech. 10:44.
En los días de Jesús y sus doce apóstoles, el bautismo se realizaba por medio de inmersión completa en agua y era un símbolo de algo que ya se había llevado a cabo en el corazón del que era bautizado. Por ejemplo, el bautismo de Juan fue “en símbolo de [en señal de, The New English Bible] arrepentimiento.” (Mar. 1:4) Los bautismos que según registra la Biblia se llevaron a cabo después de 36 E.C. simbolizaron la dedicación del individuo para hacer la voluntad de Jehová. Esto no podía aplicar a los infantes.
Pero hoy día es cosa corriente que los bebés sean bautizados. También, muchas iglesias bautizan por medio de salpicar o derramar agua en vez de por medio de inmersión completa. ¿Qué produjo estos cambios?
Aparece el bautismo de infantes... ¿por qué?
El apóstol Pablo predijo que después de la muerte de los doce apóstoles ocurriría una “apostasía” general del cristianismo bíblico. (2 Tes. 2:3, 6-12) En 1 Timoteo 4:1 Pablo escribió: “El espíritu dice expresamente que en tiempos posteriores algunos desertarán de la fe y prestarán su mente a doctrinas subversivas.”—NE.
¿Cómo aparecieron las “doctrinas subversivas” con respecto al bautismo? Se debió a la adopción de creencias de la religión pagana griega (helenismo). El Theological Dictionary of the New Testament dice acerca del período que siguió a la muerte de los apóstoles:
“Elementos extraños vinieron del mundo exterior. Hasta ahora estos habían sido cuidadosamente detenidos por el filtro de la religión profética y del N[uevo] T[estamento]. Pero ahora, usando como conducto el acuerdo externo, entraron a raudales. El bautismo llegó a ser un misterio sincrético.”a
Como resultado, a principios del siglo segundo E.C. la idea pagana de que el bautismo lava los pecados y logra la “regeneración” se infiltró dentro de la congregación cristiana. Ilustran esto los comentarios de Justino Mártir, del segundo siglo de la E.C., con respecto a los candidatos para el bautismo: “Los llevamos adonde hay agua, y son regenerados.” “Podemos . . . obtener en el agua la remisión de pecados cometidos anteriormente.”
¿A qué llevó esta mezcla de las creencias paganas con las enseñanzas bíblicas acerca del bautismo? El erudito griego A. T. Robertson explica:
“De esta perversión del simbolismo del bautismo surgió tanto el derramar como una ordenanza como el bautismo de infantes. Si el bautismo es necesario para la salvación o el medio de regeneración, entonces los enfermos, los agonizantes, los infantes, tienen que ser bautizados.”
Para el tercer siglo E.C. el bautismo de infantes se había convertido en una práctica general de la iglesia. Orígenes, en el siglo tercero, escribió: “Debido a que por medio del bautismo se quita la contaminación natal, por lo tanto los infantes son bautizados.” Orígenes aun afirmó, incorrectamente, que el bautizar a los bebés era “una tradición de los apóstoles.”
Ayudar a los hijos a lograr la aprobación de Dios
Aunque la Biblia no da lugar para bautizar a bebés, sí muestra lo que los padres deben hacer para ayudar a sus hijos a lograr la aprobación de Dios. La Biblia, en Proverbios 22:6, exhorta a los padres: “Entrena al muchacho conforme al camino para él; aun cuando se haga viejo no se desviará de él.”
El aspecto más importante de este procedimiento de entrenamiento se halla en las palabras del apóstol Pablo a los padres en Efesios 6:4 (New World Translation): “No estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová.” Eso significa que los padres deben familiarizar a sus hijos con las Sagradas Escrituras, las cuales declaran lo que Jehová piensa acerca de los asuntos.—1 Cor. 2:16.
El bautismo de infantes no se enseña en la Biblia. Surge de la superstición pagana de que el bautismo “regenera” a la persona y la limpia del pecado pasado. Sin embargo, la Biblia enseña que no es el bautismo, sino ‘la sangre de Jesús, el Hijo de Dios, lo que nos limpia de todo pecado.’ (1 Juan 1:7; Hech. 22:16) Además, no es el bautismo, sino “la disciplina y regulación mental de Jehová” lo que capacita al niño a lograr la aprobación de Dios. (Efe. 6:4, NW) Si usted es un padre, ¿se asegurará de que su hijo reciba esa enseñanza?
[Nota]
a Una combinación de creencias de diferentes religiones.