La organización del hogar... ¿importa o no?
“HOGAR, dulce hogar; porque allí el corazón puede reposar,” dijo un poeta. Pero frecuentemente, debido a su condición y apariencia, el hogar es una fuente de frustraciones. En vez de sentirse cómodos en él, puede que los miembros de la familia deseen estar en otro lugar.
Aunque uno no quiere que su hogar sea como una fábrica —regimentada y fría— ¿podría una buena organización del hogar ser de gran importancia para toda su familia? Considere las posibilidades.
Primero, el estar bien organizada le concede a una persona tiempo... tiempo para otras actividades importantes o cosas que uno disfruta en hacer. No estamos hablando de ahorrar unos pocos minutos, sino horas cada semana. Por ejemplo, un estudio muestra que “por medio de usar un mejor método para hacer la limpieza diaria, se efectuó un 53 por ciento de ahorro de tiempo.” ¡La buena organización redujo a la mitad el tiempo de trabajo!
Segundo, la buena organización alivia las frustraciones, como el no poder hallar algún artículo, sentirse abochornada cuando llegan visitas inesperadas, el siempre tener algo en la mente o a medio hacer. Un hogar organizado ayuda a poner estabilidad en la vida de una persona.
Tercero, le produce al ama de casa (puesto que el hogar es su “taller”) una sensación de orgullo por el logro, una dignidad. Así es que de todas estas maneras la buena organización del hogar contribuye a la felicidad familiar.
Pero, si se decide a hacer esto, ¿cómo puede hacer cambios en su hogar? ¿Dónde podría comenzar a organizarlo?
La organización comienza con la actitud
Es necesario estimular la cooperación de la familia. Si la esposa es la única que vuelve a poner las cosas en su lugar, pudiera desanimarse pronto. El esposo debe tomar la delantera en estimular la cooperación y ver que los miembros de la familia no descuiden las obligaciones que se les han asignado.
Él también puede contribuir a que haya un ambiente excelente en el hogar por medio de estimular gran respeto por el papel del ama de casa. Reflexione por un momento: ¡Ella tiene que combinar los talentos de una decoradora de interiores, maestra, secretaria, enfermera, camarera, lavandera y cocinera! Hablando de “la complejidad del cuidado de un hogar,” una autoridad dice: “No hay dudas de que es una de las operaciones más complicadas y multiláteras que se espera de una persona.”
Una mujer trabaja duro para preparar una comida. Puede ser una obra de arte. Pero, ¿cuán frecuentemente le dan las gracias los demás por lo que hace? El aprecio de la familia afecta de gran manera la actitud de la madre y, a su vez, la actitud de ella afecta el hogar.
¿Qué debe predominar en su actitud como ama de casa? La solicitud. Solicitud significa dejar que su amor por su familia se manifieste por el modo en que mantiene su hogar. La solicitud requiere que su mente esté en su trabajo; no pasando el día soñando en las cosas que preferiría hacer. Si es solícita, tratará de evitar el siempre posponer las cosas. Comience temprano por la mañana. Además, esté alerta a los problemas. Un desgarrón pequeño es mucho más fácil de remendar que uno grande.
Como ayuda para mantener una actitud apropiada, tómese tiempo para un momento de satisfacción. ‘Ve el bien por todo tu duro trabajo. Es el don de Dios,’ dice la Biblia. (Ecl. 3:13) Después de limpiar o cocinar, dé un paso atrás y mire lo que ha realizado. Vea el valor que tiene.
Además de la actitud, la organización del hogar incluye planear, lugar y método.
La organización del hogar requiere un plan
Un buen plan en realidad le da libertad al ama de casa. ¿Cómo? Ella no mira a su alrededor y se preocupa acerca de las muchas cosas que hay que hacer. Sabe que hay un tiempo apartado para cada tarea.
El hacer un plan no quiere decir que hay que programar cada hora del día, aunque algunas lo hacen. Más bien, aliste las cosas que hay que hacer diariamente, semanalmente, mensualmente y por temporadas. En cada lista, ponga primero las cosas más importantes. Planee las actividades para cada día de la semana, intercalando las tareas semanales y mensuales donde las crea más conveniente. Entonces póngalo a prueba y reajústelo según le convenga. Cuando repase su plan, verá cosas que se pueden hacer al mismo tiempo. Frecuentemente, por ejemplo, mientras se está cocinando algo, una puede coser o planchar.
Aunque hay otras, tres zonas básicas ocupan una gran parte del tiempo de la mayoría de las amas de casa. Estas son (1) limpieza y cuidado del hogar; (2) alimentos, que incluye comprarlos y cocinarlos; (3) ropa, lavado y remiendos.
¿Cómo planea usted la limpieza? La suciedad nunca está de vacaciones. Por lo tanto, algunos creen que se necesita un poco de “limpieza ligera” cada día... quitar el polvo, poner las cosas en su lugar. Esto frecuentemente ahorra mucho tiempo y energía cuando llega la hora para la “limpieza a fondo,” como fregar los pisos o los muebles. Si las cosas no están tan sucias, serán más fáciles de limpiar. Además, un poco de limpieza alivia de la mente la preocupación por la apariencia del hogar, y la familia ve que hay preocupación diaria por su comodidad.
Cuando haga planes para su limpieza, evite repasos innecesarios. Si quita el polvo de los muebles de una habitación y entonces barre el piso o sacude las frazadas en el aire mientras hace la cama, ¿qué sucede? El polvo y las pelusas son arrojados sobre los muebles que acaba de limpiar. El hacer planes ahorra trabajo.
En cuanto a planear los alimentos, en los países donde no es necesario hacer compras diarias, trate de hacer menos viajes de compras. ¿Por qué? Porque se ahorra tiempo, se conserva energía física y no hay que estar preocupándose de si hay o no hay algo en la despensa para servir a la familia. Además, cuando llegan visitas inesperadas, no la sorprende con los anaqueles vacíos. El comprar por adelantado significa que hay que planear el menú de antemano. De hecho, esto le permite dar una consideración más cuidadosa a un régimen alimenticio equilibrado.
Tenga una lista o libreta donde almacena el alimento, y cuando se le esté terminando un artículo, anótelo. El usar esta lista al ir de compras le ahorrará muchos viajes a la tienda. Sí, las listas escritas sí mejoran la organización del hogar.
En cuanto al horario de la ropa, la mayoría halla que el lavado semanal es lo mejor, pero las circunstancias varían. Frecuentemente al lavar notará que faltan botones, hay desgarrones o desgastes. Es útil tener a mano una libreta para los remiendos y anotar las necesidades.
Así es que piense acerca de su trabajo; planee su rutina diaria. Anote las cosas cuando hay demasiados detalles que recordar.
La organización significa orden
Un hogar también necesita buen orden, especialmente en las zonas del trabajo doméstico. El equipo de la casa (escobas, baldes y palanganas, productos de limpieza) necesitan tener un lugar definido... un sitio asignado. Si el primer lugar que elige no es el mejor, cámbielo sin falta. ¿Por qué continuar corriendo al otro extremo de la casa para conseguir algo que usted usa con regularidad en el cuarto de baño?
¿Tiene verdadera importancia la manera en que se ordenan las cosas? Como un ejemplo, considere la cocina. Un estudio mostró que por medio de arreglar de manera diferente una cocina —el mismo espacio, el mismo equipo— hubo “un ahorro de 2.191 pasos y de 1 hora y 3 minutos cada día.”
La cocina arreglada en forma de U frecuentemente es la mejor... las cosas están más juntas y más cerca, se necesitan menos pasos. Además, el equipo que cuelga en ganchos en la cocina es fácil de hallar y por lo general está cerca.
Métodos caseros
Los métodos también son importantes. Un cambio de método puede dar mejores resultados en menos tiempo. ¿Puede usted mejorar sus métodos de trabajo?
Estudie sus hábitos. Vea si puede reducir el tiempo que requiere hacer un trabajo eliminando varias operaciones o procedimientos.
Muchas tareas son más fáciles de hacer usando más cabalmente las dos manos. Un ama de casa reveló: “Cuanto más tiempo hago el esfuerzo de usar mi mano izquierda, tanto más útil se convierte.” También, hay una tendencia de soltar innecesariamente una herramienta y entonces volverla a recoger para usarla otra vez. Un método mejor es mantenerla en la mano hasta terminar con ella.
Considere, también, sus métodos de quitar el polvo. Primero, piense: ‘¿Qué quiero lograr? ¿Quiero solo cambiar el polvo de lugar?’ Es obvio que si solo lo echa a un lado, mañana estará allí, junto con un poco más. Los equipos varían, pero el método preferido es reunir el polvo, recogerlo y ponerlo fuera de la casa. Así es que, aunque un plumero tiene sus usos, arroja el polvo al aire, mientras que un paño húmedo lo recoge, lo quita.
Aprenda una lección de la caja de herramientas del hombre. Él la lleva consigo porque a la larga le ahorra tiempo y energía. Semejantemente, una canasta de peso liviano para llevar los utensilios le puede ahorrar muchos viajes a la cocina o al armario de los utensilios.
Sea equilibrada en cuanto a la organización de la casa. La organización no es el fin en sí misma. Nunca permita que sus hijos o cónyuge piensen que las necesidades de ellos vienen después de las del hogar.
Al pensar en el hogar no debemos pensar en un edificio. Lo que lo hace un hogar son las personas... la calidad de la asociación humana que hay en él. Si por medio de una organización razonable puede hacer de su hogar un lugar donde su familia se sienta más cómoda, feliz, ciertamente que ésta es una tarea que vale la pena.
Sí, la organización del hogar es importante... no solo por habitaciones limpias, arregladas, sino también por sonrisas y por una satisfacción interior. Puede ayudar a hacer un “hogar, dulce hogar” donde el corazón realmente puede reposar.