¿Cuán peligrosa es la marihuana?
HACE años que muchas personas consideran el fumar marihuana como un pasatiempo “inocuo.” Hasta muchos científicos han sido de esa opinión, considerándola una droga “suave.”
Un resultado de esta actitud es que el uso de la marihuana se ha esparcido rápidamente. Decenas de millones de personas la han probado, y muchos millones se han convertido en usuarios habituales. En algunas reuniones sociales, la distribuyen tan liberalmente como si fueran caramelos.
Sin embargo, recientemente algunos investigadores se han presentado para afirmar que la marihuana no es una droga “suave.” Declaran que puede hacer lo siguiente: causar daño cerebral que puede resultar en perjudicar los procesos mentales; dañar el crecimiento celular por medio de impedir la capacidad que tienen las células para reproducirse; dañar los cromosomas y los genes, las unidades vitales que trasmiten las características hereditarias; debilitar la resistencia del cuerpo a las enfermedades; y disminuir los niveles de las hormonas sexuales masculinas, llevando a varios problemas sexuales.
Por otra parte, hay investigadores que contradicen estas conclusiones. Declaran que la marihuana no es peligrosa. De hecho, un escritor asegura en la revista New Times: “El fumar [marihuana] puede ser bueno para su salud.” Dijo que “pudiera resultar ser una droga milagrosa inexplotada del futuro,” y agregó: “[Si] se usa con moderación, . . . podría ayudar a curar su asma, aliviar su jaqueca, inhibir el cáncer y darle una nueva perspectiva de la vida.” Pero el Departamento de Sanidad, Educación y Beneficencia de los Estados Unidos declara que no hay evidencia clínica que apoye esas aseveraciones extravagantes.
¿A qué se debe este gran conflicto de opiniones? Se debe a varios factores. Entre otras cosas, hay las ideas preconcebidas de los implicados. Un investigador que quiere verificar una opinión u otra a menudo puede, consciente o inconscientemente, interpretar los resultados de las pruebas de modo que convengan a sus propósitos. Otro factor es la manera en que el investigador conduce sus investigaciones. Si se conducen de un modo, pueden dar una clase de resultados, pero si de otro modo, pueden suministrar algo completamente diferente. Además, es cierto que en algunos experimentos con animales la cantidad del ingrediente tóxico de la marihuana que les suministran excede por mucho la cantidad a la que estaría expuesto en toda una vida hasta un asiduo consumidor. Por lo tanto, por una variedad de razones, se publican informes contradictorios.
Empero, últimamente han aumentado las afirmaciones de que la marihuana es peligrosa. Una razón para ello es que los estudios que se han hecho recientemente no se podían haber hecho hace años. Solo ha sido en años recientes que se ha podido aislar el ingrediente tóxico de la marihuana, THC (tetrahidrocanabinol), para uso experimental. Pero ahora lo han hecho disponible a cientos de investigadores por todo el mundo.
OPINIONES CAMBIANTES
Entre los que afirman que la marihuana es perjudicial se hallan algunos que en otro tiempo pensaban que era inocua. De hecho, varios de este grupo la usaban ellos mismos pero ahora han mudado de opinión. ¿Por qué? Porque les parece que, según se informó en el Times de Seattle, “las evidencias adversas en contra de la droga continúan aumentando en los laboratorios científicos.”
El Dr. David H. Powelson en un tiempo declaró que la marihuana era una droga “inocua.” Pero después de ocho años de investigación en la Universidad de California él ahora presenta sus disculpas por haber tenido esa opinión. En cambio, declara que la marihuana es una “droga de lo más peligrosa.”
El Dr. Robert Heath del Colegio Médico de Tulane comenta: “Hace cuatro años cuando inicié mis estudios, pensé que la marihuana era una droga relativamente inocua . . . Ahora creo que es muy perjudicial.” El Oregonian de Portland agrega: “El Dr. Heath no es el único que está mudando de opinión acerca de la marihuana. Por todo el mundo los científicos que trabajan en los laboratorios están repitiendo el tema: ‘Inicialmente no pensé que la marihuana era peligrosa, pero ahora pienso que es una gran amenaza.’” Y en el Canadá, el Star Weekend Magazine de Montreal dice:
“El Dr. Olav Braenden, el director del laboratorio de narcóticos de las Naciones Unidas, recientemente se sintió impulsado a decir: ‘En mi opinión, parece que a medida que progresivamente se descubren más hechos científicos acerca del cáñamo índico [marihuana] tanto más se hace consciente uno de los peligros potenciales.’ . . .
“Aquí, en el Canadá, cada vez más expertos en el campo de las drogas han estado presentándose para recomendar precaución, o para directamente denunciar el uso del cáñamo índico.”
Algunos investigadores afirman que aun el uso moderado de la marihuana con regularidad puede tener malos efectos. Según lo señala el Free Press de Detroit: “Investigadores médicos están informando nuevos descubrimientos que indican que la marihuana —y su hermano mayor [el hachís]— ciertamente representan un peligro a la salud física y mental cuando se usan con regularidad, aunque sea una o dos veces por semana.”
¿CUÁNTO DAÑO MENTAL?
¿Perjudica la marihuana al cerebro, dañando las funciones mentales, aun si una persona no está bajo su influencia inmediata? Sus apoyadores dicen que no, y citan varias pruebas para respaldar sus observaciones.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Pensilvania informó que no halló ninguna diferencia entre los que fumaban marihuana y los que no lo hacían. Resumieron sus hallazgos de este modo:
“Una batería de las pruebas neuropsicológicas más sensibles ahora disponibles no pudieron demostrar esencialmente que hay diferencia entre los que son moderados en su uso de la marihuana y los que no la usan. Estos resultados concuerdan con los de Mendelson y Meyer que emplearon pruebas similares con 10 que la usaban de vez en cuando y 10 que la usaban en grandes cantidades.”
Sin embargo, los críticos de la marihuana ponen en duda la validez de muchas pruebas al azar de usuarios contra los que no la usan. Se hace notar que sería una prueba mejor el observar la condición mental de un individuo antes de jamás haber usado marihuana, y entonces examinar al mismo individuo después de un largo período de usar la marihuana. Citan la experiencia de los fumadores de tabaco, que solo después de un uso prolongado aparecen los efectos perjudiciales tales como el cáncer pulmonar y otras enfermedades.
En cuanto a los efectos mentales más inmediatos, varios experimentos han indicado que, hablando en términos generales, mientras más habilidad y coordinación mental exija una tarea, menos será la eficiencia con que la realice el que está bajo la influencia de la marihuana. El usuario quizás piense que lo está haciendo mejor. No obstante, es como la persona que ha tomado varias copas de alguna bebida alcohólica y piensa que es más eficiente en cualquier cosa que intente, pero que en realidad no lo es.
La evidencia de esto se ha presentado en conexión con las pruebas de conducción de automóviles. Las personas bajo la influencia de la marihuana no pudieron poner en marcha o frenar sus autos tan fácilmente como los que no estaban bajo su influencia. En ocasiones reaccionaban tan mal como los conductores ebrios. Tenían dificultad en concentrarse, su juicio era defectuoso, y se retardaba el tiempo para reaccionar.
Concerniente a los efectos mentales de más largo alcance de la marihuana, el Dr. Francis A. Davis, editor del periódico médico Private Practice, dice:
“Su uso inicial es engañador. Da la ilusión de sentirse bien, así es que el usuario no se da cuenta de cuándo empieza la pérdida de la función mental.
“De hecho, la marihuana daña la capacidad del usuario hasta para juzgar la pérdida de sus propias habilidades mentales.”
El Dr. Davis afirma que “el uso crónico y en grandes cantidades conduce a un deterioro mental y físico que puede ser imposible de revertir.” Dice que para algunas personas ese uso puede resultar en una “paranoia total.” Y también advierte que “se han observado cambios psicológicos en los que fuman menos de un cigarrillo [de marihuana] por semana.”
El Dr. Jared Tinklenberg del Consejo contra el Abuso de las Drogas, en Washington, D.C., piensa que la marihuana estorba la memoria por medio de impedir la transferencia de imágenes del “almacenamiento” de corto plazo al de largo plazo. El Dr. Hardin Jones, un profesor de física y fisiología médica en la Universidad de California, dice:
“Hay ahora un creciente conjunto de evidencias de que los fumadores de marihuana tienen problemas con la memoria.
“En mi propio trabajo, que se dirige a la evaluación y recuperación de los usuarios del cáñamo índico, tengo pruebas extensas de que los que dejan de usar marihuana se asombran cuando ven que les vuelven funciones que no se daban cuenta de que habían perdido.”
El inspector Gordon Tomalty, jefe del departamento para hacer cumplir las leyes contra drogas bajo la Real Policía Montada Canadiense, observó efectos psicológicos adversos. Después de trabajar por años con los usuarios de la marihuana, dijo:
“La tragedia estriba en el hecho de que tantos de nuestros jóvenes recurren al cáñamo índico como una solución para sus problemas personales . . .
“Sin embargo no hallan ninguna de las soluciones que están buscando y cualquier placer que obtengan es de corta duración. De hecho, solo sirve para confundirlos aun más . . .
“De todos los usuarios que he visto durante el transcurso de los años, no conozco a un solo individuo que se haya beneficiado del uso. Pienso que sencillamente retarda el proceso de la madurez.”
COMPARADA CON EL ALCOHOL
Algunos investigadores que apoyan el uso de la marihuana reconocen que puede afectar la mente. Y, por supuesto, esto explica por qué la mayoría la usa, puesto que puede producir un sentimiento de euforia, o bienestar, el estado que en inglés llaman “high,” semejante a la excitada alegría del achispado, a lo que se refieren tantos. Además, se reconoce que con algunos usuarios el efecto mental es tan fuerte que se hace referencia a él en inglés como “stoned,” que da a entender que está estupefacto, insensible como una piedra.
Sin embargo, los apoyadores de la marihuana dicen que, aunque pueda afectar la mente, no representa mayor peligro que el alcohol, puesto que el alcohol puede producir estados mentales similares. Pero muchos otros afirman que hay una diferencia muy real entre el efecto de la marihuana y el del alcohol.
Se señala que el alcohol no se retiene por largos períodos en el cuerpo o en las células cerebrales. Por supuesto, el uso excesivo del alcohol por largo tiempo, o el abuso de él, ciertamente puede perjudicar al cuerpo y al cerebro. Pero con uso moderado, desaparece del cuerpo en unas horas. Sin embargo, la sustancia tóxica de la marihuana no es eliminada rápidamente. Se dice que persiste y se acumula como el DDT, razón por la cual muchos piensan que es potencialmente más peligrosa que el alcohol.
Por ejemplo, seis médicos del Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia, en una carta al director del Times de Nueva York, declararon:
“La marihuana contiene sustancias tóxicas . . . que solamente se disuelven en las grasas y se almacenan en los tejidos del cuerpo, incluso el cerebro, por semanas y meses, como el DDT.
“Es enorme la cantidad de estas sustancias que pueden almacenar los tejidos... lo cual explica los lentos efectos dañinos que pueden tener en los fumadores habituales.
“Nadie que use estas sustancias más de una vez por semana puede estar libre de la droga.”
El Dr. Andrew Malcolm de Toronto dice: “Las células cerebrales están particularmente cargadas con este material graso y por lo tanto se deposita una concentración bastante elevada de marihuana en esas células.” También dijo: “Hay personas que le dirán a uno que no tiene nada de malo el cáñamo índico, pero a la luz de la evidencia actual, esto es sencillamente ser irresponsables.”
El Dr. Robert Heath de la Universidad de Tulane llamó “ridícula” la comparación que se hace entre el alcohol y la marihuana. Declara que el alcohol tiene “un efecto temporáneo. La marihuana es compleja y tiene un efecto que persiste.” Por ende, su argumento es que el prolongado uso de la marihuana “daña el cerebro.”
NIVELES DE LAS HORMONAS SEXUALES
La controversia también rodea a las afirmaciones que se hacen acerca de daños en otras zonas. Por ejemplo, algunos dicen que el uso de la marihuana ha resultado en niveles más bajos de las hormonas sexuales masculinas, lo cual ha producido problemas relacionados con el sistema de reproducción masculino.
El Journal of Medicine del estado de Nueva York informa sobre tres diferentes observaciones respecto a esto. En un estudio, tres hombres entre las edades de veintitrés y veintiséis sufrían de desórdenes en su sistema de reproducción. Se halló que habían fumado marihuana en grandes cantidades por largos períodos, seis años en un caso y dos en el otro. Los médicos creen que había una relación directa entre sus problemas y el uso prolongado de la marihuana.
En un estudio hecho con 40 hombres cuyas edades eran de dieciocho a veintiocho años de edad, el mismo periódico médico relató que 20 de los hombres habían usado marihuana por lo menos cuatro días a la semana por un mínimo de seis meses, sin usar ninguna otra droga durante ese período; los otros 20 hombres nunca habían usado marihuana. La publicación señaló que los niveles de las hormonas masculinas eran “significativamente más bajos en los usuarios de la marihuana,” y que varios sufrieron efectos graves como resultado. El informe dice: “La información sugiere que el uso crónico e intensivo de la marihuana puede producir alteraciones en la fisiología reproductora masculina.”
Pero, ¿qué se puede decir del informe en el Journal of Medicine acerca de otro estudio que abarcó a 27 hombres en el cual cada día por 21 días se verificó el nivel de las hormonas sexuales antes, durante, y después de usar la marihuana? En este caso no se notaron cambios significantes. Bajo estas condiciones, los autores de la prueba concluyeron que no había asociación entre el uso de la marihuana y los niveles de las hormonas sexuales masculinas. Pero había una diferencia. ¿Cuál? El tiempo implicado fue breve —tres semanas— comparado con los otros dos estudios en que se observaron resultados nocivos del uso mucho más prolongado de la marihuana.
OTROS DAÑOS POSIBLES
Con respecto a las afirmaciones de que la marihuana produce una disminución en la resistencia a las enfermedades, así como daño a los cromosomas y los genes, de nuevo resalta el desacuerdo.
Consumer Reports habla de pruebas que no mostraron ningún daño a la estructura celular. Concerniente a las enfermedades, cita un hallazgo de las pruebas realizadas en la Universidad de California en Los Ángeles: “No hay evidencia clínica o epidemiológica que sugiera que los usuarios crónicos de la marihuana pudieran estar más propensos al desarrollo de . . . procesos [cancerosos] o infecciosos.” Estos resultados se obtuvieron de pruebas de la piel.
Otros investigadores concluyen lo contrario. El Dr. Gabriel G. Nahas y sus asociados en el Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia informaron, después de pruebas complejas, que la reacción de inmunidad de los fumadores de marihuana estaba dañada. El Dr. Nahas concluyó que los fumadores habituales de marihuana están dañando su defensa en contra de las enfermedades infecciosas y también en contra del cáncer. Él también señaló que las grandes dosis de THC han producido “una disminución en la formación de la célula DNA,” lo que sugería un desarrollo anormal de los códigos genéticos. Por lo tanto, declaró:
“El efecto de la THC es 10.000 veces más fuerte que el efecto del alcohol . . .
“Las indicaciones son que la marihuana es extremadamente perjudicial, y deberían oponerse a su uso. No es una hierba suave, ensanchadora de la mente. Deploro los esfuerzos para hacerla socialmente aceptable o fácilmente disponible.”
En cuanto al daño pulmonar, hay un acuerdo más general de que el humo de la marihuana, igual que el humo del tabaco, puede ser nocivo. Científicos de Suiza hallaron que el humo de la marihuana “contribuye a crecimientos malignos y premalignos” en cultivos de tejidos pulmonares. Un equipo suizo de investigación médica concluyó que la marihuana daña los tejidos pulmonares aun más rápidamente que el humo de cigarrillo. Y Consumer Reports, en un artículo que por lo general favorecía el fumar marihuana, declara:
“Aunque la evidencia hasta la fecha está lejos de ser decisiva, no hay razón para dudar de que el humo de la marihuana, igual que el humo del tabaco y otras clases de humo, puede perjudicar a las células pulmonares humanas. Cuánto daño continúa siendo una pregunta sin respuesta. . . .
“Por supuesto, para usuarios muy asiduos que fuman muchos cigarrillos de marihuana por semana, puede haber un riesgo serio de daño pulmonar.”
EL ESTUDIO DE JAMAICA
Los defensores de la marihuana mencionan un estudio que se hizo en Jamaica, en las Antillas. Hace mucho que numerosos residentes de ese país fuman lo que se llama ganja, o marihuana. Por eso se pensó que las observaciones de la gente allí resultarían en hallazgos concluyentes.
Un informe basado en estos estudios declaró que no se notaron efectos perjudiciales en los jamaicanos. El informe concluyó: “La información indica claramente que el uso de la marihuana a largo plazo . . . no produjo deficiencia intelectual o de habilidad que pudieran probarse de modo evidente . . . No hay evidencia en los resultados que sugieran daño cerebral.”
Sin embargo, este estudio y sus conclusiones han sido desafiados. El profesor Hardin B. Jones de la Universidad de California declara:
“Un estudio del uso de la marihuana (ganja) en Jamaica que afirmaba probar que no había ningún efecto perjudicial ha sido cabalmente desacreditado por el Dr. John A. S. Hall, presidente del Departamento de Medicina del Hospital de Kingston, Jamaica, que halló que la selección con la cual se hizo el estudio fue deficiente.
“Él observó ‘20 por ciento de impotencia . . . entre los varones que han fumado ganja por cinco años o más’ e informó que ‘los cambios de personalidad entre los fumadores de ganja . . . son asunto de observación común en Jamaica.’ Entre los síntomas estuvieron la apatía, el retraerse de la realidad y el no poder o no querer darse a concentración sostenida.”
El Dr. Jones reconoció el hecho de que se presentan estudios que parecen refutar las afirmaciones de que la marihuana es nociva. Sin embargo, dice: “Estos estudios invariablemente pasan por alto un punto o los dos puntos: Los efectos de la marihuana requieren tiempo para acumularse, y los grupos de individuos que se escogen quizás no experimenten los efectos que le ocurren a la mayoría de los usuarios. El ingrediente activo, THC, se queda mucho tiempo en el cuerpo; 40 ó 45 por ciento de éste persiste después de cuatro días; 30 a 35 por ciento después de siete días, con una lenta eliminación después de eso. Las cargas de THC que persisten en el cerebro son la causa de funciones cerebrales dañadas.”
UN FACTOR VITAL QUE DEBE CONSIDERARSE
En este momento la evidencia acerca de los efectos perjudiciales de la marihuana no está completa. Falta hacer mucha más investigación. Sin embargo, de los resultados que algunos han obtenido, es evidente que hay por lo menos serias amenazas a la salud.
En vista de esto, el Dr. Robert L. DuPont, director del Instituto Nacional contra el Abuso de las Drogas en los Estados Unidos, dice: “Da motivo para preocuparse y para estar alerta la evidencia que se ha obtenido de estudios sobre animales y algunos estudios humanos preliminares . . . Por ahora, parecería que los posibles efectos adversos deberían hacer que los fumadores de marihuana o los fumadores en perspectiva se pregunten si el riesgo vale la pena.”
Hasta un artículo de Consumer Reports, publicado un mes después de su artículo en defensa del uso de la marihuana, confesó: “La marihuana, igual que cualquier otra droga, probablemente es perjudicial en por lo menos algunos aspectos por lo menos a algunos usuarios en algunos niveles de dosis bajo ciertas condiciones de uso.”
Sin embargo, hay otra consideración, aun más importante en este asunto. Es la opinión de Aquel que creó el cuerpo y la mente del hombre, y que seguramente sabe lo que es mejor para la gente. En la Palabra de Dios, la Sagrada Biblia, se nos aconseja: “Limpiémonos de toda contaminación de la carne y del espíritu.” (2 Cor. 7:1) Seguramente, el aspirar el humo —cualquier humo— dentro de nuestros pulmones deliberadamente, es una contaminación de la carne. Por eso, una persona no podría continuar con esta práctica y todavía ser un cristiano verdadero.
Además, puesto que la marihuana puede producir un estado de “excitada alegría” o de “estupefacción,” es obvio que la mente podría quedar completamente abierta a conceptos erróneos. La World Book Encyclopedia señala: “La marihuana provoca varios cambios en el modo en que una persona siente y piensa. . . . La marihuana también puede hacer que una persona pierda su sentido de tiempo y espacio. Los minutos pueden parecer como horas, y los objetos cercanos pueden parecer distantes. La droga puede reducir la memoria, el juicio, y la coordinación. . . . La marihuana puede hacer a una persona más dispuesta a aceptar ideas nuevas sin juzgar si son verdaderas o falsas.”
¿Podría una persona temerosa de Dios exponerse a ese efecto? La Biblia declara: “Amados, no crean toda expresión inspirada, sino prueben las expresiones inspiradas para ver si se originan de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo.” (1 Juan 4:1) ¿Cuán bien puede uno probar las ideas para determinar si son verdaderas o falsas si usa una droga que puede “hacer a una persona más dispuesta a aceptar ideas nuevas sin juzgar si son verdaderas o falsas”?
Además, el libro bíblico de Proverbios dice: “La habilidad misma para pensar te vigilará, el discernimiento mismo te salvaguardará, para librarte del mal camino, del hombre que habla cosas perversas, de los que dejan las sendas de rectitud para andar en los caminos de oscuridad.” (Pro. 2:11-13) ¿Le parece que el llegar a estar “high,” o “stoned,” por la marihuana mejorará la habilidad para pensar y avivará el discernimiento, ayudando a proteger a uno de los caminos malos y del habla perversa? Difícilmente.
Prescindiendo de lo que la investigación actual descubra acerca de los efectos de la marihuana a corto plazo o largo plazo, los cristianos verdaderos evitan su uso. Saben que es una contaminación de la carne, y que puede producir una condición mental que es contraria a la condición que los siervos de Dios tienen que cultivar.
[Comentario de la página 5]
Bajo la influencia de marihuana algunos conductores de automóvil reaccionaron tan defectuosamente como si estuvieran borrachos.
[Comentario de la página 7]
‘La marihuana daña a los pulmones más rápidamente que el humo de cigarrillos.’—Equipo médico de Suiza