La depresión mental aflige a millones... ¿por qué?
QUIZÁS al principio los síntomas no parezcan muy graves. Tal vez la persona padezca de fatiga, retortijones estomacales o dolores del pecho. Puede que despierte antes del amanecer sin motivo alguno; o posiblemente tenga dificultad en dormirse. Quizás un cambio en su apetito haya resultado en que pierda peso; o tal vez el problema sea el sobrepeso debido a un ansia repentina de comer.
¿Quién de nosotros no ha tenido algunos de estos síntomas? Pueden indicar varias indisposiciones físicas sencillas. Pero, ¿qué hay si persisten y el examen del médico revela que nada anda mal físicamente? ¿Es simplemente imaginaria la indisposición? No necesariamente.
La fatiga, los dolores físicos y un cambio en los hábitos de comer o dormir pueden constituir lo que los médicos llaman “la máscara somática de la depresión.” ¿Qué es la depresión? ¿Por qué aflige a la gente?
Señales inequívocas de la depresión
Todos tenemos ocasiones en que nos sentimos tristes o de mal humor. Esto no es causa para alarma, porque días malos de esta clase no son a lo que se refieren los médicos cuando hablan de la depresión. Durante una entrevista que se registró en el U.S. News & World Report, un siquiatra prominente, el Dr. Bertram S. Brown, explicó el significado del término: “Clínicamente, nos referimos a algo más grave cuando hablamos de depresión. En la etapa intermedia, las víctimas sienten una falta de energía e interés en la vida que persiste por unos cuantos días o unas semanas y afecta sus funciones vitales.”
A la persona deprimida se le hace difícil ejecutar aun las tareas más rutinarias, como el vestirse, cepillarse los dientes, preparar el desayuno y tomar decisiones rutinarias. “El tercer nivel, cuando nadie puede dudar de que está tratando con la depresión,” continúa el Dr. Brown, “es cuando alguien se sienta en un rincón —casi paralizado— mirando al espacio.”
Y la depresión por lo general tiene otro síntoma característico. Un artículo del Times Magazine de Nueva York, al comentar sobre los hallazgos del Dr. Aaron Beck, declaró:
“Beck sí halló, como informa en su libro: ‘Depresión: Causas y tratamiento,’ que en los sueños [de personas deprimidas] se repetían, noche tras noche, temas constantes de inferioridad, de ser inatractivos, de carencia, incompetencia. . . . Beck notó que estas fantasías lóbregas del sueño fueron acompañadas por un modo de pensar igualmente negativo durante el día. Por ejemplo, una señora deprimida cuya amistad no cumplió con puntualidad una cita quedó convencida de que su amistad ya no la quería, que nadie la quería, y que de hecho no se le podía querer.
“Beck expresó como postulado la idea de que casi todos los pensamientos de los pacientes deprimidos son regidos por lo que él llama ‘la tríada cognoscitiva de la depresión’... modos negativos de ver al mundo, a sí mismos y al futuro. Halló que las personas que tienden a ser deprimidas exageran los obstáculos menores y hacen de ellos barreras imposibles, se consideran así mismas estúpidas o irremediablemente incompetentes y en cuanto al porvenir lo ven lleno de más fracasos dolorosos.”
A menudo los médicos se refieren a la depresión como o “aguda” o “crónica.” La depresión aguda sobreviene debido a una causa externa, como la muerte de una persona amada, el divorcio u otra pérdida severa. Según la gravedad de la causa, la depresión aguda puede durar semanas o aun meses; pero entonces desaparece. Por otra parte, en los casos crónicos los efectos paralizantes persisten mes tras mes.
Hay otros enfermos que son “maniacodepresivos.” En el caso de estas personas el estado “maniaco” (de manikos, griego para “loco”) alterna con un estado de depresión. Durante el estado maniaco, el individuo se hace excesivamente activo, impulsivo, y a menudo desordenado en su modo de hablar y pensar. Luego sigue un período “normal,” después de lo cual se sume en la depresión. Algunos permanecen en el estado maniaco la mayoría del tiempo, con solo breves períodos de abatimiento. En el caso de otros, sucede precisamente lo contrario: permanecen deprimidos la mayoría del tiempo. Y hay aquellos que permanecen estables salvo por breves períodos de altos y bajos.
¿Cuán común es la depresión grave? Según el Dr. Nathan S. Kline del Departamento de Higiene Mental del Estado de Nueva York: “Se ha calculado que en los Estados Unidos el 15 por ciento de la población adulta padece de un grado de depresión de gravedad suficiente para que necesite tratamiento. Esto es equivalente a unos 20 millones de personas, lo cual no solo hace de la depresión el desorden sicológico más frecuente, sino también una de las condiciones médicas graves más comunes.” La depresión es tan extensa que se le ha llamado “el resfriado común de las alteraciones mentales.”
Los estudios revelan que la proporción de mujeres que padecen de la depresión supera a los hombres por 2 contra 1, pero algunos alegan que esto se debe a que las mujeres están más dispuestas a confesar su depresión. La depresión aflige a todas las razas y a todo nivel social y económico. Aunque la enfermedad les es más común a personas entre las edades de sesenta y setenta, azota a los de toda edad, y ha estado aumentando entre las personas que tienen de 20 a 30 años de edad.
¿Por qué hay tantos millones de personas que sufren de la depresión?
La sociedad humana es un factor
Se han realizado muchos estudios en un esfuerzo por descubrir las causas radicales de la depresión mental. Los defectos en la sociedad humana constituyen una de las fuentes principales del problema.
Los siguientes comentarios del Dr. John Schwab, del Colegio de Medicina de la Universidad de Florida, ilustran bien este aspecto del asunto: “Actualmente estamos en una época de cambios. Se están rechazando los valores antiguos como, por ejemplo, la vieja ética del trabajo, y la gente está siendo atrapada en un vacío ideológico. Los jóvenes ven que los frutos de cuatrocientos años de progreso científico quizás sean más amargos que dulces... pero no saben qué poner en su lugar, y por consiguiente hay un sentido de futilidad.” A causa de esto, muchos jóvenes desilusionados emplean drogas y otros medios en su esfuerzo por hallar un “escape.” El Dr. Schwab comenta: “La búsqueda de los jóvenes por un estado de alegría es seguida a menudo por un estado de abatimiento.”
Otra cosa que contribuye al aumento en la depresión es la “supermovilidad.” Las familias que siguen cambiando su lugar de residencia, saltando de casa en casa y de ciudad en ciudad, no se quedan en un lugar suficiente tiempo para edificar relaciones sólidas con otras personas. Un siquiatra en el Centro de Salud Mental de Massachusetts escribió: “Hace algún tiempo que los siquiatras en las cercanías de Boston se han dado cuenta de algo que se llama ‘el síndrome de la Ruta 128’ o en Florida ‘el síndrome del cabo Kennedy.’ Se halla en las familias jóvenes que se han mudado demasiado, y sus componentes son un esposo que se concentra demasiado en su carrera, una esposa deprimida e hijos angustiados.”
La depresión resulta a veces cuando una persona alcanza una condición de estabilidad en su vida después de haber trabajado muchos años con gran afán. Puede que el ejecutivo de un comercio se esfuerce año tras año con gran ímpetu y finalmente logre conseguir el puesto más encumbrado de su compañía, solo para darse cuenta de que ya no tiene una meta en la vida. A menudo las amas de casa que tienen entre cuarenta y sesenta años de edad padecen de lo que los siquiatras llaman el “síndrome del nido vacío.” Generalmente para este tiempo sus hijos han crecido, sus esposos trabajan la mayor parte de cada día y ellas se ven obligadas a enfrentarse a horas solitarias.
¿Qué hay acerca de los sentimientos de inferioridad que a menudo acompañan a la depresión? Aquí también la responsabilidad puede atribuirse a la sociedad humana. ¿Por qué? Porque frecuentemente sucede que cuando los niños son de edad tierna se les hace sentir que no son atractivos. Tal vez sus iguales se burlen de ellos cuando no pueden hacer lo que la mayoría considera necesario para ser “aceptos.” Si un chico tiende a ser desmañado y falto de coordinación, los compañeros de escuela y juego pueden influir en ese niño y hacerlo creer que “no puede hacer nada correcto.” Los niños de esta clase a menudo combinan la generalización: “Soy débil,” con el juicio de lo que vale: “Es repugnante ser débil.” Estos niños son buenos candidatos para la depresión.
Factores biológicos
En años recientes se ha realizado mucha investigación para mostrar que en muchos casos la depresión puede deberse a defectuosa actividad química en el cerebro. Por todo el cerebro se hallan esparcidas “aminas biógenas.” Estos compuestos químicos están especialmente concentrados en el “sistema límbico,” una parte del cerebro que tiene mucho que ver con las emociones. Los científicos han relacionado tres de estas aminas —dopamine, norepinephrine y serotonina— con la transmisión de impulsos de una célula cerebral a otra.
Es de interés que experimentos hechos tanto con animales como con criaturas humanas revelan que la depresión resulta de tomar drogas que reducen el nivel de aminas. Por otra parte, los animales usados en experimentos mostraron una actividad notable cuando se aumentó el nivel de sus aminas. El Times Magazine de Nueva York hace notar:
“En 1968 un equipo internacional de investigación compuesto de científicos ingleses y estadounidenses añadió nueva prueba circunstancial para apoyar la teoría de las aminas cuando descubrió que los cerebros de pacientes que se habían suicidado parecían mostrar alguna evidencia de niveles reducidos de aminas. Y un estudio reciente de maniacodepresivos agregó más apoyo: La orina de los pacientes maniacodepresivos durante su fase maniaca mostró una excreción aumentada de norepinephrine, y exactamente lo contrario después que habían cambiado a su fase normal o a la fase deprimida.”
¿Tiene usted síntomas de depresión? ¿Cómo puede hacer frente con éxito a los sentimientos melancólicos? Se consideran estas preguntas en el artículo siguiente.
[Comentario de la página 6]
La depresión mental es “una de las condiciones médicas graves más comunes.” Aflige a todas las razas y a todo nivel social y económico.
[Comentario de la página 7]
“La depresión puede deberse a defectuosa actividad química en el cerebro.”