¿Revelaciones de otro mundo?
LAS “revelaciones” procedentes de ‘otro mundo’ simplemente están tan difundidas que no se les puede pasar por alto. La creencia general es que estas comunicaciones supuestamente vienen de personas muertas a quienes los vivientes conocían como seres humanos. En sus diarios, W. L. Mackenzie King, quien fue primer ministro de Canadá por más de 20 años, afirmó que recibía revelaciones de esa clase. El Star de Toronto del 3 de enero de 1979 lo explica así:
“Sus visiones y sesiones espiritistas lo mantuvieron en comunicación con su madre (a quien adoraba y que hace mucho había muerto), con Hitler y con el presidente estadounidense Franklin Roosevelt, entre otros.
“El 29 de ago. de 1948, en Kingsmere, el domicilio que tenía en las colinas Gatineau al norte de Ottawa, King escribió que había tenido una visión en la que vio al dictador alemán Adolf Hitler andando sobre ‘algo que se parecía a la colcha de mi cama, haciendo hileras de ojales en la parte superior.’
“Todas sus ‘conversaciones’ y ‘visiones’ estaban registradas en sus diarios.”
James Albert Pike, que durante los años cincuenta y sesenta fue un eminente obispo episcopal, también recibió revelaciones de ‘otro mundo.’ Las comunicaciones que se lograron con la ayuda de un médium espiritista provenían, según se dice, de su hijo difunto, Jim. En la revista Look, Pike informó que tuvo la siguiente conversación con Jim:
“‘Gracias, Jim,’ contesté. ‘ . . . Voy a llamar a tu madre y decirle de lo que está aconteciendo aquí.’
“‘Bien,’ fue la respuesta. ‘Quiero que sepa —que sepa que realmente la amo— que estoy vivo.’
“‘Ella cree eso, Jim,’ respondí en tono tranquilizador. ‘Lo ha creído todo el tiempo. De paso, en cuanto a las cosas en tu nueva situación: ¿Estás . . . solo, o—’
“‘Tengo multitudes de personas a mi alrededor, y manos que me levantan, por decirlo así,’ se transmitió... y, después de una pausa, ‘me sentía tan infeliz hasta que pudiera hacértelo saber.’”
Hay muchos informes de conversaciones como éstas, así como hay informes similares que han hecho personas a quienes se ha vivificado de la muerte aparente. Evidentemente, se están recibiendo comunicaciones de alguien. ¡Pero no se están recibiendo de los muertos! La Biblia es muy enfática en cuanto a esto cuando dice: “Los vivos están conscientes de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no están conscientes de nada en absoluto.”—Ecl. 9:5.
¿Quién, pues, es responsable de estas revelaciones procedentes de ‘otro mundo’?
Promotores de la primera mentira
¿Recuerda usted lo que Dios le dijo a la primera pareja humana que sería la pena que recibirían por la desobediencia? “Positivamente morirás,” le dijo Dios al primer hombre. (Gén. 2:17; 3:3) Pero fue “la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada,” que le dijo a Eva: “Positivamente no morirán.” (Rev. 12:9; Gén. 3:4) En vista de esto, ¿realmente debe sorprendernos que el ángel rebelde Satanás, y los ángeles que se unieron a él en la rebelión contra Dios, promovieran esta mentira de que si las personas desobedecían el mandato de Dios no morirían?
Esto lo han hecho por medio de enseñar que, al tiempo de morir el cuerpo humano, el “alma” sigue viviendo en una región de espíritus. Para apoyar esta idea, proveen a hechiceros, mediums espiritistas y adivinos con conocimiento especial que parece originarse de las almas de los difuntos o espíritus de los muertos. Pero Jehová Dios ha querido proteger a su pueblo de este engaño malvado. Cuando los israelitas iban a entrar en la tierra de Canaán, Dios les mandó:
“No debes aprender a hacer conforme a las cosas detestables de aquellas naciones. No debería hallarse en ti . . . nadie que emplee adivinación, practicante de magia ni nadie que busque agüeros ni hechicero, ni uno que ate a otros con maleficio ni nadie que consulte a un médium espiritista o a un pronosticador profesional de sucesos ni nadie que pregunte a los muertos. Porque todo el que hace estas cosas es algo detestable a Jehová.”—Deu. 18:9-12; Lev. 19:31; 20:6, 27.
Sin embargo, personas que Satanás usa para propagar su mentira de la inmortalidad humana han tentado a los siervos de Dios repetidas veces, tal como dice la Biblia: “La gente les dirá a ustedes que pidan mensajes a los adivinos y a los mediums, que cuchichean y susurran. Dirán: ‘Después de todo, la gente debe pedir mensajes de los espíritus y consultar a los muertos en favor de los vivos.’” Pero, ¿qué aconseja la Biblia? “Contéstenles: ‘¡Escuchen lo que el SEÑOR les enseña! No escuchen a los mediums... lo que les digan no les hará a ustedes ningún bien.’”—Isa. 8:19, 20, Today’s English Version.
Sin embargo, alguien puede oponerse, diciendo: ‘Pero, ¿no es cierto que la Biblia misma promueve la idea de que los vivos pueden consultar con los muertos? ¿No consiguió el rey Saúl información del profeta muerto Samuel?’ Examinemos esto.
Petición del rey Saúl al difunto
Saúl conocía bien la ley de Dios acerca de los mediums espiritistas y los adivinos. Por eso se introduce el relato acerca de la petición de información que dirigió a un difunto con el siguiente comentario: “Ahora bien, Samuel mismo había muerto, y todo Israel había procedido a plañirlo y a enterrarlo en Ramá su propia ciudad. En cuanto a Saúl, él había quitado del país a los mediums espiritistas y a los pronosticadores profesionales de acontecimientos.”—1 Sam. 28:3.
Pero surgió una situación desesperada en el año 40 del reinado de Saúl. Un poderoso ejército enemigo de filisteos se levantó contra el ejército israelita acampado en el monte Gilboa en el valle de Jezreel. Saúl estaba aterrorizado. Puesto que había abandonado las leyes de Jehová, Jehová ya no respondía a sus súplicas. El profeta Samuel, poco antes de su muerte, había rehusado ver a Saúl. Ahora, en esta situación desesperada, Saúl deseaba hallar una médium espiritista para conseguir consejo.
Los siervos de Saúl le dijeron que una médium vivía en la ciudad de En-dor, situada a unos 16 kilómetros de allí, no muy lejos de los filisteos que estaban acampados en la ciudad de Sunem. De modo que Saúl se disfrazó y con dos de sus hombres hizo el peligroso viaje a En-dor al amparo de la noche. Hallaron a la mujer y, después que ella recibió la seguridad de que no sería expuesta por practicar su arte condenado por Dios, convino en comunicarse con el Samuel muerto. (1 Sam. 28:4-12) Durante la sesión espiritista, “Samuel” aparece, según la siguiente descripción que la médium espiritista da al rey Saúl:
“‘A un dios vi que subía de la tierra.’ En seguida [Saúl] le dijo a ella: ‘¿Cuál es su forma?’ a lo que dijo ella: ‘Es un viejo que sube, y está cubierto con una vestidura sin mangas.’ Ante eso Saúl reconoció que era ‘Samuel,’ y procedió a inclinarse con su rostro a tierra y a postrarse.
“Y ‘Samuel’ empezó a decirle a Saúl: ‘¿Por qué me has perturbado, haciendo que me hagan subir?’ A lo que dijo Saúl: ‘Estoy en grave aprieto, puesto que los filisteos están peleando contra mí, y Dios mismo se ha apartado de mí y no me ha contestado más . . . Y ‘Samuel’ pasó a decir: ‘¿Por qué, pues, inquieres de mí, cuando Jehová mismo se ha apartado de ti?’”—1 Sam. 28:13-16.
¿Está la Biblia enseñando aquí que esta mujer realmente hizo que Samuel volviera en alguna forma espiritual? O ¿visualizó su mente controlada por los demonios una representación de Samuel?
¿Samuel o no?
Recuerde que la ley de Dios condenaba a los mediums espiritistas, diciendo: “No se vuelvan a los mediums espiritistas, y no consulten a pronosticadores profesionales de acontecimientos, para hacerse inmundos por medio de ellos. Yo soy Jehová el Dios de ustedes. . . . ciertamente fijaré mi rostro contra aquella alma y la cortaré de entre su pueblo. Y en cuanto a un hombre o una mujer en quien resulte haber espíritu de médium o espíritu de predicción, deben ser muertos sin falta.”—Lev. 19:31; 20:6, 27.
Claro está que el Dios Todopoderoso estaba firmemente opuesto a todas las prácticas espiritistas. Y, como hemos notado, Dios también estaba disgustado con Saúl debido a su desobediencia, y rehusó comunicarse con él. Por eso, aunque una médium espiritista se comunicara con los muertos, ¿podría obligar a Dios a darle a Saúl un mensaje por medio del Samuel muerto? ¿Es una médium más poderosa que Dios?
Considere esto también: Mientras vivía, Samuel, el profeta de Dios, estaba muy opuesto a los mediums espiritistas. Con lo adherente de la ley de Dios, se encargó de que se les diera muerte. Pues bien, entonces, estando muerto ¿permitiría él que una médium espiritista hiciera los arreglos para que él se encontrara con Saúl? Si Samuel rehusó hablar con Saúl mientras estaba vivo, ¿pudiera una médium obligarlo a hacerlo después que hubiese muerto?
Además, ¿por qué clasificaría la ley de Dios a la práctica de consultar a los muertos como cosa ‘inmunda,’ “detestable” y merecedora de muerte? Si la comunicación realmente se efectuaba con personas amadas que habían muerto, ¿por qué debería un Dios de amor clasificar esto como un crimen terrible? ¿Por qué desearía impedir que los vivos recibieran mensajes consoladores de los muertos?
No, obviamente no fue con Samuel que la médium espiritista de En-dor se comunicó. Samuel estaba muerto, y al morir, según la Biblia, la persona “vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos.” (Sal. 146:4) Más bien, la voz era la voz de una persona espíritu inicua, uno de los ángeles de Satanás, que estaba haciéndose pasar por Samuel. Estos agentes invisibles de Satanás, empleando métodos como éste, han estado promoviendo por miles de años la mentira de Satanás acerca de la inmortalidad humana.
Fuente del conocimiento
Por lo tanto, cuando ciertos pacientes, que han sido vivificados de situaciones en las que han estado al borde de la muerte, saben acerca de cosas que sucedieron mientras estaban “muertos,” esto se puede deber a sueños que experimentaron, ya sea cuando estaban perdiendo el conocimiento o cuando lo estaban recobrando. O, puesto que los pacientes no estaban vivos en ninguna forma espiritual para presenciar personalmente estas cosas, es posible que hayan recibido ese conocimiento de la misma fuente que lo recibió la médium espiritista de En-dor. En cuanto a esos pacientes en su situación crítica al borde de la muerte, a medida que su fuerza vital iba menguando, los demonios les transmitieron información que no podrían haber recibido por medios comunes.
El hecho de que Satanás emplee medios tan sinuosos no debe sorprendernos. “Satanás mismo sigue transformándose en ángel de luz,” la Biblia advierte. De hecho, la Palabra de Dios dice: “El dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos, para que la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que es la imagen de Dios, no resplandezca a través a ellos.”—2 Cor. 11:14; 4:4.
“Los incrédulos” —individuos que, por ejemplo, rehúsan aceptar lo que la Biblia dice acerca de la muerte, que prefieren creer filosofías paganas— permanecerán cegados a “las gloriosas buenas nuevas.” Sin embargo, puede que usted todavía pregunte: ‘Si, como dice la Biblia, la muerte realmente es la extinción, ¿cómo se logrará la vida eterna? ¿Cómo podrá disfrutarse de vida más allá de la tumba?’
[Comentario e ilustración de la página 10]
“Sus visiones y sesiones espiritistas lo mantuvieron en comunicación con . . . Hitler y . . . Roosevelt, entre otros.”
W. L. Mackenzie King