¿Es correr el deseo de su corazón?
Parece que sí, porque el corazón se beneficia de ello. El correr es deseable también para otras partes del cuerpo
LO QUE EL CORRER HACE PARA SU CORAZÓN
El correr hace que el corazón trabaje menos mientras hace más. Mediante el ejercicio las fibras musculares del corazón se alargan y fortalecen, las cavidades se engrandecen y, como resultado, pueden propulsar más sangre con cada contracción. Antes del entrenamiento, una contracción del corazón pudiera propulsar menos de media taza de sangre; pero después del entrenamiento, cada latido del corazón tal vez propulse hasta una taza entera. Debido a que el corazón propulsa más sangre con cada latido, late más lentamente y tiene más descanso entre sus contracciones. Como resultado de este entrenamiento, si se miden los latidos del corazón mientras se está descansando se nota que, con el transcurso de algún tiempo, la cantidad de latidos disminuye por de 10 a 20 latidos por minuto. Las pequeñas arterias que llevan sangre al corazón se engrandecen con este entrenamiento y pueden proporcionar mayor cantidad de sangre rica en oxígeno al corazón. Este entrenamiento también hace que baje gradualmente la presión sanguínea.
LO QUE EL CORRER HACE PARA LOS PULMONES
El ejercicio vigoroso hace que las fibras musculares exijan mucho oxígeno. Lo adquieren de la sangre, que en cambio lo adquiere de los pulmones. Los pulmones, con su tejido de centenares de millones de húmedos globos parecidos a espuma llamados alvéolos pulmonares, eficazmente proporcionan oxígeno a la sangre que fluye cerca. Los pulmones se adaptan fácilmente; cambian rápidamente en respuesta al ejercicio. Los vasos sanguíneos de los pulmones se dilatan, y así aumentan el área por la cual el oxígeno pasa a la sangre. Los músculos del abdomen, el diafragma y el tórax que ayudan a respirar se hacen más fuertes y más eficaces. La cantidad de aire que puede entrar en los pulmones de un corredor entrenado aumenta grandemente... el volumen por minuto pudiera hacerse tres veces mayor.
LO QUE EL CORRER HACE PARA LA SANGRE
Los ejercicios aeróbicos producen en mayor cantidad la enzima fibrinolisina. Esta enzima disuelve los coágulos de sangre, y existe la teoría de que también puede disolver coágulos de sangre que hayan estado presentes por mucho tiempo en las arterias coronarias y que pudieran provocar ataques cardíacos. En una prueba que se hizo con personas que se sometieron a un programa de ejercicios que duró 10 semanas se halló que en el caso de algunas la sangre podía disolver cuatro veces más coágulos que antes. La sangre de corredores entrenados contiene cantidades más elevadas de las lipoproteínas de alta densidad (LAD). Las LAD transportan el colesterol excedente de las paredes de las arterias y así reduce la acumulación de grasas que pudiera obstruir los vasos sanguíneos y provocar ataques cardíacos. En los músculos entrenados las arterias contiguas echan nuevas ramificaciones y la red capilar aumenta, lo que provee más oxígeno para las fibras musculares. El ejercicio también aumenta el número de glóbulos rojos, los vehículos del oxígeno.
LO QUE EL CORRER HACE PARA EL SISTEMA NERVIOSO
Los nervios, aun los que son como muy delgados zarcillos, adquieren mayor eficiencia en la transmisión de los impulsos electroquímicos, y así activan más eficazmente las fibras musculares a fin de aumentar su resistencia y por último su fuerza. Por medio del entrenamiento y el uso de los músculos, acciones voluntarias son reemplazadas por acciones reflejas y hay mayor eficiencia en los movimientos. Los músculos que no se están usando están más relajados, y así se conserva energía. El Dr. Lucien Brouha, autoridad sobre la fisiología del atletismo, declara: “El resultado final es que la energía que se gasta en ejecutar una acción disminuye hasta tal vez requerir la cuarta parte de la energía total que se necesitaría para ejecutar la misma acción antes del entrenamiento.” Claro está que los hombres no son ratones, pero merece reconocimiento el hecho de que los ratones jóvenes que fueron sometidos a ejercicios desarrollaron mayores neuronas motoras, cierto tipo de célula nerviosa, que los ratones sin ejercicio.
LO QUE EL CORRER HACE PARA LA MENTE
Hay corredores que hablan del gozo del correr y de “euforias naturales.” Para ser más específicos, un hospital siquiátrico de Knoxville, Tennessee (E.U.A.), halló que el correr reduce la ansiedad en los pacientes. El Dr. Alan Clark, de la Enfermería de San José, en Atlanta, Georgia, declara: “Es bien conocido que el ejercicio es el mejor tranquilizador. Rehúso medicinar a los pacientes que padecen de ansiedad neurótica simple si éstos no han tratado de ver, hasta grado razonable, lo que pueden hacer para ellos los ejercicios aeróbicos.” Un artículo de Medical World News llevaba el encabezamiento: “El correr al trote puede salvar del sofá siquiátrico a los deprimidos.” El artículo dio informes sobre dos estudios, de la Universidad de Wisconsin y la Universidad de Virginia, que confirmaban este parecer. Uno de estos estudios ha mostrado que el ejercicio estimula la producción de norepinefrina, que transmite impulsos de una célula cerebral a otra y alivia la depresión.
LO QUE EL CORRER HACE PARA LOS MÚSCULOS
Debe ser obvio a todo el mundo que los músculos requieren ejercicio. Sin el ejercicio se atrofian. Sin embargo, los datos específicos en cuanto a cómo funcionan los músculos son tan asombrosos que consideraremos este asunto en el siguiente artículo. Además, consideraremos cierta clase de entrenamiento que es mucho más valiosa.