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¡Despertad! 1981
g81 22/5 pág. 25

El agua... una sustancia extraordinaria

“UNA sustancia extraordinaria. Casi todas sus propiedades físicas y químicas son anómalas [contrarias a lo que naturalmente se esperaría],” dicen los científicos. ¿Están hablando de alguna sustancia química exótica que se haya descubierto recientemente?

No. ¡Están hablando del agua común!

¿Qué hace que el agua sea tan especial? Un factor es la forma que tiene la molécula de agua. Los dos átomos de hidrógeno se adhieren al átomo de oxígeno como las orejas de un osito de juguete, de modo que hay desproporción en la molécula. Esto hace que cada molécula de agua obre como un diminuto imán, con el polo negativo abajo cerca del átomo de oxígeno, y el polo positivo arriba, donde están los átomos de hidrógeno.

Los objetos magnetizados pueden adherirse unos a otros, y así sucede con las moléculas de agua. Esto da al agua un alto grado de “tensión superficial.” Por eso, el agua forma sobre una superficie lisa gotitas parecidas a diminutas montañas que aparentemente desafían la gravedad ¡Trate de hacer que suceda lo mismo con otro líquido que tenga menos tensión superficial, como el alcohol que se usa para fricciones!

El calor hace que todas las moléculas vibren y se separen unas de otras, pero las moléculas del agua, porque son “pegajosas,” pueden absorber gran cantidad de calor sin “despegarse,” es decir, sin evaporarse. Imagínese que usted pudiera sacar todo el calor de un bloque de hielo y de un bloque de oro... congelándolos hasta el punto que se conoce como cero absoluto, -273 grados C. Ahora póngase a calentar tanto el oro como el hielo al mismo paso. El mismo grado de calor eleva la temperatura del oro mucho más rápidamente que la del hielo. Cuando el oro se derrite, ¡el hielo todavía está frío y sólido a una temperatura de -184 grados C!

Dado que el agua tiene la capacidad de absorber tanto calor, debemos alegrarnos de que esta sustancia cubra la mayor parte de nuestro planeta. Durante el día una gran cantidad de calor bombardea la superficie de la Tierra. Al anochecer, el suministro de calor cesa repentinamente. Estos cambios tan drásticos cada 24 horas podrían hacer infeliz la vida aquí en la Tierra si no fuera porque el agua de los océanos absorbe la mayor parte del calor del Sol y la va despidiendo gradualmente, moderando los efectos del Sol.

La forma de la molécula de agua también afecta la manera en que el agua se congela, de modo que el agua congelada requiere más espacio que el agua en estado líquido... lo que significa que el hielo flota.

Imagínese lo que sucedería si el agua no fuera excepcional a este respecto. Cada invierno, más y más hielo se hundiría en los océanos y quedaría en el fondo, donde los rayos del Sol no podrían derretirlo el siguiente verano. Pronto los océanos podrían estar sólidamente congelados con la excepción de una delgada capa de agua en los veranos. Debido a la disminución en la cantidad de agua disponible para evaporación, las tierras sufrirían sequías. Pocas formas de vida sobrevivirían.

Por muchas razones nuestra vida depende de la forma excepcional de la molécula del agua. ¿Se debe esto simplemente a un accidente, o refleja la sabiduría superior de un Creador amoroso?

[Ilustración en la página 25]

MOLÉCULA DE AGUA

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