El incesto... el delito oculto
“¿PUEDE recibir ayuda una persona como yo?” Esta pregunta la hizo con tristeza una mujer que tenía un problema difícil... el mismo problema que tiene una cantidad sorprendente de otras mujeres en la actualidad. Después de muchos años, ella todavía sufría a causa de una experiencia que tuvo durante la niñez. Había sido víctima del incesto. ¿Cómo puede darse respuesta a su pregunta?
La palabra “incesto” no es grata al oído. La mayoría de las personas preferirían no hablar del incesto, pero es algo que cada día se hace más común. Si los cálculos que se han hecho son correctos, es muy probable que algunas de sus mismas amistades hayan sido víctimas del incesto. Ciertamente es un problema del cual las personas que tienen hijos deben estar informadas.
La mayoría de nosotros sabemos lo que es el incesto... actividad sexual entre parientes cercanos. Se cree que mucha de tal actividad ocurre entre hermanos y hermanas, aunque esto es algo que por lo general no se informa. Las autoridades se inquietan particularmente cuando parientes adultos abusan de niñitos. Lo que más les preocupa, y que probablemente es la causa de la mayoría de los casos que se informan, son las ocasiones en que padres o padrastros abusan sexualmente de las criaturas a su cuidado.
¿Se ha difundido realmente el problema?
A pesar de que no hay estadísticas completas, es claro que la respuesta a esa pregunta es sí. Susan Brownmiller, en su libro Against Our Will (En contra de nuestra voluntad), declara: “El niño del cual se abusa sexualmente aparece con más frecuencia en las estadísticas que el niño del cual se abusa o a quien se golpea físicamente.” La Sra. Lee Preney, que trabaja en una guardería infantil, asegura que el incesto es “más común que la violación, y que de ello se informa con menos frecuencia.”
Un informe del Times de Seattle declaró: “La próxima vez que esté de visita en la sala de clases de su hija, observe entre todas las niñas a 15 de ellas . . . hay buenas probabilidades de que por lo menos una —o posiblemente dos o tres de ellas— hayan sido víctimas de incesto.”
Hank Giarretto, un sicólogo que trabaja en un programa para el tratamiento del abuso sexual en el próspero condado de Santa Clara, California, E.U.A., cree que el incesto ha alcanzado nivel “epidémico” en los Estados Unidos. En un área que tiene una población de alrededor de un millón de habitantes él observó que los casos de incesto aumentaron de 30 en 1971 a más de 500 en 1977. En una entrevista hecha por la revista People, él declaró: “Creo que solo estamos comenzando a reconocer la frecuencia con que realmente ocurren los casos.”
¡Algunas personas calculan que hoy día en los Estados Unidos hay 25 millones de mujeres que fueron víctimas de abuso incestuoso durante la niñez! Los informes indican que muchos otros países están experimentando el mismo creciente problema.
¿Debería preocuparnos este problema?
Muchos peritos han planteado esta pregunta. Por ejemplo, la revista Time citó las palabras de Wardell Pomeroy, coautor de los informes originales de Kinsey, quien dijo: “Ha llegado la hora de reconocer que el incesto no es necesariamente una perversión o un síntoma de enfermedad mental. El incesto entre . . . niños y adultos . . . a veces puede ser beneficioso.”
¿Tiene usted hijos? ¿Qué piensa de ese punto de vista? ¿Permitiría usted que su hijito o hijita tuviera relaciones sexuales con un pariente de más edad?
Si usted es cristiano, sabe que debería preocuparle el incesto. El punto de vista de Dios acerca de ello —que es mucho más importante que el punto de vista de cualquier hombre— le fue declarado muy diáfanamente a los israelitas: “No deben acercarse ustedes, ningún hombre de ustedes, a nadie que sea su parienta carnal próxima para poner al descubierto desnudez.” Se estipulaba que las relaciones sexuales estaban prohibidas entre los siguientes: hermano/hermana, progenitor/hijo, así como las relaciones de tipo tía/sobrino.—Levítico 18:6-18.
La experiencia que han sufrido los niños de quienes se ha abusado incestuosamente también muestra que este asunto debería preocuparnos.
¿Qué le sucede al niño?
Una mujer que escribió al Australian Women’s Weekly dijo que el incesto durante su niñez la llevó varias veces a tratar de suicidarse, lo cual intentó por primera vez a la edad de 10 años. Otras víctimas de incesto no podían entablar relaciones normales con el sexo opuesto cuando hubieron alcanzado la madurez.
Otra mujer, que era una de tres hermanas de quienes su padre había abusado sexualmente, escribió: “He necesitado 10 años y mucha ayuda por parte de mi esposo para enfrentarme al asunto y considerarlo sin retraerme. El incesto afecta a todo el mundo de manera diferente. Mi hermana mayor piensa que la relación sexual es la cosa más indecente del mundo; a mi hermana menor sencillamente no le importa. La acusaron de prostitución a la edad de 14 años y tuvo un hijo para cuando tenía 15 años de edad.”
La prostitución, el abuso de las drogas, el cometer violación (en el caso de los muchachos), el alcoholismo, la rebelión y los disturbios emocionales han sido los resultados del incesto. Una jovencita no podía pensar en Dios en términos de su Padre celestial. Una relación incestuosa con su padre natural había hecho que reflejara amargura para con el entero concepto de lo que debería ser la paternidad.
¿Por qué parece que el incesto causa más disturbio emocional que, por ejemplo, la violación? Debido a que la persona que comete incesto está aprovechándose de una relación muy íntima e importante. Cierta joven se quejó de que se sentía más como una esposa que como una hija y estaba convencida de que se hallaba en su casa solo para el placer sexual de su padre.
Considere el comentario de otra víctima: “Estaba aterrorizada y no podía decir a nadie lo que me estaba sucediendo. Tenía muchísimo miedo de desobedecerle; después de todo, era mi padre, él no haría nada que no estuviera supuesto a hacer . . . Cuando llegué a la adolescencia, las cosas se fueron haciendo cada vez peores. Comencé a entender mejor los asuntos. Me sentí sucia, inferior y despreciable. Fueron muchas las veces que pensé en suicidarme. ¡Y cómo odiaba a los hombres! . . . Sé que era solo una niña cuando todo aquello comenzó, pero no podía evitar el pensamiento de que todo era culpa mía . . . casi peor que el abuso sexual es el sentimiento de culpa.”
¿Qué hay del perpetrador?
En el caso del incesto, no solo sufre la víctima, sino también la persona que comete el abuso inmoral. A menudo siente vergüenza y se odia a sí misma mientras se sume cada vez más en su problema. Un terapeuta dijo en el Times de Seattle: “El problema es que estamos bregando con comportamiento compulsivo. Estos hombres se han condicionado por soñar despiertos continuamente sobre asuntos sexuales . . . a reaccionar a las jovencitas.”
Un perpetrador declaró: “Varias veces traté de dejar de hacer aquello, y dije a mi hijastra que tenía que dejarlo debido a lo que yo le estaba haciendo a la familia.” Pero no dejó la práctica. Otro perpetrador dijo que su relación incestuosa le había dejado “cicatrices emocionales permanentes.”
Además de esto, recuerde que en la mayoría de los países el incesto está en contra de la ley y se castiga con una posible sentencia de prisión. De seguro si los padres tuvieran todos estos hechos presentes serían menos los padres que cayeran en relaciones incestuosas.
Entonces ¿por qué lo hacen?
Algunos adultos que se dan al incesto tienen la mente enferma. Sin embargo, la mayoría no se halla en esa condición. Pueden ser, aparentemente, buenos hombres de familia, líderes de los negocios o de la comunidad, hasta personas que asisten a alguna iglesia con regularidad.
¿Por qué comete incesto ese grupo de “personas corrientes.”? Algunas han perdido el control debido a las bebidas alcohólicas. A veces un hombre se casa con una mujer que ya tiene prole. A medida que la prole de ésta crece, él pudiera sentirse tentado en sentido sexual.
Los problemas familiares pueden contribuir al incesto. Hank Giarretto declara: “Por lo general sucede que un hombre pierde su empleo o está pasando por una etapa crítica en la vida. Él y su esposa se han separado. El padre se acerca a su hija, buscando afecto. Ella es muy dócil, lo ama, y piensa que él es muy bueno. Los primeros pasos no son sexuales.”
Pudiera haber otras causas. Una víctima de incesto dijo que siempre había literatura pornográfica en la casa. Giarretto añadió: “Es el ambiente sexual de nuestra sociedad lo que ayuda a crear el problema. Enseñamos a nuestras hijas a ser coquetas y provocadoras sexuales desde que tienen 2 años.”
El adulto que comete incesto con un menor revela egoísmo. No muestra interés en absoluto por el bienestar del menor. No obstante, en un mundo donde se nos estimula a ‘hacer lo que nos plazca’ y donde se promueven perversiones como la pornografía infantil, ¿debería sorprendernos el que los casos de incesto estén aumentando?
¿Se puede evitar?
Se puede evitar, sí, pero esto significa que las personas tienen que adoptar una posición mental resoluta en contra del clima cada vez peor de inmoralidad en este mundo. A este respecto, no hay mejor consejo que el que se encuentra en la Biblia. El apóstol Pablo nos dice: “Cesen de amoldarse a este sistema de cosas, mas transfórmense rehaciendo su mente.” (Rom. 12:2) Para hacer esto, tenemos que evitar los libros y el entretenimiento inmundo y cerrar la mente a las influencias inmundas a las cuales estamos expuestos constantemente. De esta manera, evitamos condicionarnos en la conducta incorrecta.
Una víctima de incesto recomendó que a tierna edad se enseñe a los niños que ciertas partes de su cuerpo no son para que otros jueguen con ellas. Esta enseñanza se puede efectuar de manera amorosa, quizás usando la historia de Dina, en la publicación Mi libro de historias bíblicas.a Luego, si algo que pareciera un abuso sexual le ocurriera, la criatura pudiera decirlo inmediatamente a su madre o padre. Recuerde, el abuso sexual no tiene que ser coito o ayuntamiento. Las caricias, el “tocar,” la intimidad no autorizada o cualquier jugar de índole sexual puede causar gran daño en la vida posterior.
Un amor profundo por parte de los padres es una verdadera salvaguarda. Pablo dijo: “El amor . . . no se porta indecentemente, no busca sus propios intereses.” (1 Cor. 13:4, 5) Seguramente este amor altruista impedirá que los padres permitan que debilidades carnales los empujen a cometer actos incorrectos para con su prole. Este amor también les ayudará a evitar otro problema. A veces, cuando los niños se convierten en adolescentes, sus padres, por temor de caer en relaciones incestuosas, se hacen fríos y se apartan de ellos. Por supuesto, eso también es perjudicial para el niño que va creciendo.
Tratando con el problema
El tratar con el problema del incesto no ha sido fácil. Es un delito secreto. A menudo las familias tratan de mantenerlo oculto. Las madres que saben que “algo está pasando” pudieran tratar de pasarlo por alto, por miedo a desbaratar la familia. A los niños que informan las actividades de sus padres se les pudiera poner bajo fuerte presión para que retiren la acusación. No obstante, según la experiencia de muchos especialistas, los niños rara vez mienten acerca del incesto.
Algunos creen que la prisión no es siempre la solución para el perpetrador de incesto. Por lo tanto, se han establecido centros de consejo en los cuales se puede tratar con la familia como grupo. Al explicar lo que él piensa que es muy importante en tal tratamiento, Hank Giarretto declara: “[El padre] tiene que encararse a la hija y aceptar la responsabilidad plena de lo que haya sucedido.” Para el padre esto pudiera ser algo difícil de hacer; pero es una manera en que él puede tratar de reparar parte del daño que ha causado a la niña.
También personas de afuera pueden ayudar. Muchas víctimas han dado testimonio de que mediante el cuidado paciente, considerado y desinteresado de otras personas se les ha podido ayudar a sobreponerse a la confusión emocional y han podido comenzar a planear para el futuro. Es probable que las cicatrices nunca desaparezcan por completo; pero, con persistencia, pueden por lo menos quedar relegadas a un plano secundario.
Otra fuente de ayuda
¿Qué hay, entonces, acerca de la víctima de incesto cuya pregunta aparece al principio de este artículo? Su abuelo abusó sexualmente de ella desde que ella tenía seis años de edad hasta los nueve años. Ella se vio envuelta en inmoralidad, drogas y buscó la ayuda de siquiatras, pero no encontró alivio para su desgracia en ninguno de ellos.
Felizmente, hay ayuda para tal clase de persona. Sin importar lo confusos y deprimidos que podamos sentirnos, hay Alguien que está “levantando al de condición humilde desde el polvo mismo,” y podemos llegar a conocerlo mediante la Biblia. (Sal. 113:7) Él puede ayudar hasta a la persona más deprimida, pues es el “Padre de tiernas misericordias y el Dios de todo consuelo.” (2 Cor. 1:3) Se requiere mucha oración, estudio y que se considere el tema con personas maduras para tener pensamientos edificantes en lugar de pensamientos desalentadores, de culpa. Pero se puede lograr. La siguiente experiencia nos puede ayudar a ver esto.
Una mujer dijo que su padre abusó de ella desde muy tierna edad y que luego fue víctima también de su padrastro. Ella se sumió en la inmoralidad, en el abuso de las drogas y finalmente tuvo un hijo ilegítimo. Pero declara: “Hay una manera de solucionar los problemas causados por el incesto, el abuso contra los niños, la violación de menores, las drogas y la homosexualidad. Probablemente usted crea que no pueda sobrevivir a todas estas cosas con una mente completamente sana, pero puede hacerlo si tiene una esperanza de algo mejor por lo cual vivir. Yo tengo esa esperanza . . . nunca luché contra el problema cuando era niña. Hubiera querido hacerlo, pero tenía miedo, miedo de que nadie cuidara de mí o me quisiera. ¡Estaba equivocada, muy equivocada! Jehová se interesa en mí . . . y los ancianos del Salón del Reino de la localidad [de los testigos de Jehová] también se interesan en mí.”
Sin importar cuál haya sido nuestro pasado, cualquiera de nosotros puede ser ‘lavado,’ y ‘santificado’ desde el punto de vista de Dios. (1 Cor. 6:11) La Biblia explica cómo es posible esto. Dios, por el poder de su Palabra y su espíritu, puede también remover nuestros sentimientos de culpa y suministrar escape hasta de la confusión emocional. Puede ayudarnos a vivir una vida satisfaciente ahora, y darnos la confianza de que en un día no muy lejano viviremos en un mundo en que cosas como el incesto nunca volverán a suceder.
a Publicado por la Sociedad Watchtower Bible and Tract.