Usted puede enfrentarse a la vida... ¿por qué optan algunos por suicidarse?
¿SE LE está haciendo a usted cada vez más difícil enfrentarse a los problemas que le rodean? Al leer el artículo “¡Tan feliz de estar viva!,” que acompaña a éste, usted verá cómo una mujer aprendió a enfrentarse a la vida y halló una razón para vivir. Usted también puede enfrentarse a la vida. Pero, los hechos muestran que un creciente número de personas se sienten incapaces de hacerlo.
En los Estados Unidos, se registran unos 25.000 casos de suicidio al año. Se calcula que adicionalmente varios centenares de miles de personas fracasan en sus tentativas de suicidio. También se calcula que hay un total acumulado de varios millones de personas que han tratado de quitarse la vida.
En algunos países el índice de suicidios es aún mayor que en los Estados Unidos. Mundialmente el índice de suicidios ha alcanzado proporciones alarmantes. Están envueltos en esto tanto los ricos como los pobres... y la cantidad de suicidas sigue aumentando.
¿Por qué les parece a tantas personas que no pueden enfrentarse a la vida?
¿Por qué?
“Las tres D’s: la desventura, el desamparo, y la desesperanza,” responde el Dr. Calvin J. Frederick, del Instituto Nacional de la Salud Mental, donde él es director del departamento de asistencia para casos de emergencia relativos a la salud mental y a los desastres. A la persona suicida le parece que una cosa tras otra le sale mal. Se siente incapaz de enfrentarse al presente y no puede ver que vaya a suceder nada bueno que produzca un cambio en el futuro. Pero, ¿qué hace que una persona se hunda tan profundamente en la desesperación? Son varias las causas.
La pobreza extremada lleva a algunas personas hasta el punto de la desesperación. Para muchos la pobreza tiene que ver con la supervivencia... con la lucha por obtener suficiente alimento para sí mismos y para su familia. Y algunas personas que están convencidas de que no pudieran aguantar el ver a su familia sufrir penurias, escogen la alternativa... el suicidio.
A muchas otras personas se les hace difícil enfrentarse a una enfermedad crónica y dolorosa. Ante un futuro que consistiría en vivir día tras día sufriendo dolor, algunas personas hacen el plan de terminar con su vida y así poner fin al sufrimiento. De hecho, para ayudar a tales personas, se publicó recientemente un libro que ha sido descrito como “la primera guía del mundo sobre cómo suicidarse eficazmente.”
El comentario de una mujer que habló como portavoz de los Samaritanos, organización de Inglaterra que se especializa en ayudar a personas suicidas, señala a otro factor. Ella dijo: “Parece que va en aumento la depresión, y un factor que tal vez esté envuelto en esto es el desempleo.” (Las bastardillas son nuestras.) Por ejemplo: Tanto a los jóvenes que están completando sus estudios y no pueden conseguir empleo como a las personas de mayor edad, a quienes se les ha hecho sentir que están de más, les parece que se les ha rechazado. La frustración pronto puede resultar en depresión aguda. Los pagos que se reciben de una agencia de asistencia social o de desempleo no resuelven este problema. Además, ¿qué hay del hombre que pierde el empleo que por muchos años le ha permitido satisfacer bien las necesidades de su familia? Ahora él examina diariamente los anuncios de empleo. Va a una entrevista tras otra, pero no logra conseguir empleo. Mientras tanto, la familia todavía necesita comer. Las cuentas van acumulándose. Evidentemente, no es fácil enfrentarse a esta situación tampoco, ¿verdad?
Muchas otras personas se sienten incapaces de hacer frente a la soledad. Tal vez uno pierda a su cónyuge después de muchos años de haber estado felizmente casados. Algunas personas no pueden soportar la idea de pasar el resto de su vida sin su cónyuge.
Algunos investigadores opinan que entre los de edad avanzada el suicidio constituye una reacción a una serie de pérdidas: se les muere el cónyuge; los hijos se han ido de la casa; ellos mismos se han jubilado o se ven obligados a jubilarse; tienen que vivir con un ingreso fijo mientras los precios siguen subiendo; la memoria empieza a fallarles; poco a poco la salud se les va deteriorando; van perdiendo la dignidad a medida que tienen que depender cada vez más de otras personas. Por lo tanto, pueden ver el suicidio como una manera de evitar el ser una carga para otros o como la alternativa a pasar el resto de sus días en un asilo de ancianos.
Suicidios entre los jóvenes... ¿por qué?
El aumento más asombroso en los suicidios y en los intentos de suicidio se encuentra entre los jóvenes. En los Estados Unidos, ciertas fuentes calculan que cada hora 57 niños y adolescentes intentan suicidarse. En el Canadá, los casos de suicidio entre los jóvenes se han cuadruplicado desde los años cincuenta. Se informan tendencias similares en Francia, la República Federal de Alemania, el Japón y Suecia. ¿Por qué se sienten incapaces de enfrentarse a la vida tantos jóvenes?
Se dice que la desesperanza en cuanto al futuro es una de las razones principales. La Dra. Diane Syer, directora del Departamento de Intervención en Casos de Crisis del Hospital General del Este de Toronto, dijo que a los jóvenes que intentan suicidarse les parece “que su mundo no va a mejorar y que por lo tanto no vale la pena seguir viviendo.”
En las escuelas y universidades, la aparentemente incesante presión que se ejerce en los estudiantes para que logren lo que se espera de ellos lleva a muchos al punto extremo. En la República Federal de Alemania y en el Japón, el temor al fracaso es en gran parte la causa del alto índice de suicidios entre los jóvenes. En algunos casos, los padres son los que ejercen la presión, pues esperan que sus hijos no solo aprendan, sino que también sean alumnos sobresalientes. Muchos empujan a sus hijos a ir en pos de cierta carrera sin tomar en consideración las aptitudes y preferencias de ellos. El Dr. Richard Seiden, de la Universidad de California, dijo: “Algunos padres necesitan que sus hijos tengan éxito a fin de compensar por sus propios sentimientos de insuficiencia.”
Muchos investigadores opinan que la inseguridad en la vida de familia es otra causa importante de los suicidios entre los jóvenes. A medida que el divorcio destroza a más y más familias, muchos jóvenes se culpan a sí mismos por la separación de sus padres. La tolerancia de parte de los padres aumenta la inseguridad de los hijos. Se deja a los jóvenes la responsabilidad de tomar sus propias decisiones en cuanto a las relaciones sexuales y el uso de las drogas y las bebidas alcohólicas... decisiones para las cuales no están preparados. Los jóvenes consideran que la tolerancia de parte de sus padres es una muestra de falta de interés. Así algunos deciden que sus padres estarían mejor sin ellos.
“Otro factor es la desvalorización de la vida,” dice el Dr. Herbert Hendin, profesor clínico adjunto de siquiatría de la Universidad de Columbia, en Nueva York. (Las bastardillas son nuestras.) ¿Qué contribuye a la “desvalorización de la vida”? “Para el tiempo que el niño o la niña cumpla 15 años de edad, habrá visto 14.000 asesinatos o muertes violentas en la televisión,” dice el Dr. Seiden. Además, hay canciones populares que ponen de relieve el tema del suicidio: “Pienso quitarme la vida”; “Voy con rumbo al depósito de los cadáveres”; “Suicidio.”
Muy a menudo se oye a los miembros de la familia y a las amistades de la víctima decir: “Si solo yo hubiera sabido . . .” ¿Es posible saber si un ser querido está sintiéndose incapaz de enfrentarse a la vida? ¿Qué ayuda se le puede ofrecer?
Ayuda... ¿de parte de quién? ¿de dónde?
Es importante reconocer que nuestra manera de tratar a los que nos rodean —los miembros de nuestra familia y nuestras amistades— puede determinar el que les parezca que vale la pena vivir o no. Una muchacha de 16 años de edad que había contemplado suicidarse escribió lo siguiente: “Tal vez si los padres y los hijos fueran más bondadosos los unos con los otros, si los profesores fueran más comprensivos, si no sintiéramos tanto el espíritu de competencia entre nosotros, si no tuviéramos la mente tan abierta a lo sexual y tan cerrada a las relaciones verdaderas, todos estaríamos mejor.” Pero cuando a una persona le parece que no vale la pena vivir, ¿dónde puede conseguir ayuda?
En el caso de los jóvenes, la ayuda lógicamente debería provenir de los padres. Personas de mayor edad que se sienten incapaces de enfrentarse a la vida también necesitan poder acudir a alguien que sepan que se interesará en ellas, alguien que les ofrezca consejo sano y práctico. ¿Qué indicios debería uno buscar para saber si un ser querido está contemplando renunciar a la vida?
Los expertos enumeran varias señales de peligro: amenazas de suicidarse; el aislamiento; cambios abruptos en el comportamiento, como el que una persona sociable se vuelva retraída; el regalar posesiones que se han atesorado; la depresión severa. Tampoco debería pasarse por alto el que una persona se desvele, pierda el apetito o muestre falta de interés en las tareas escolares, si tales cambios son repentinos, prolongados y poco característicos de la persona. Pero, ¿qué se puede hacer para ayudar?
“El tan solo ser un amigo, sentarse [con la persona] y dejarle hablar” puede servir de ayuda, dice el Dr. Mark Solomon, “suicidólogo.” Sea compasivo. No diga: “Vaya, sus problemas no pueden ser tan graves.” Esté dispuesto a escuchar. Ofrezca una alternativa; ayude a la persona a ver que las cosas pueden cambiar. No tenga miedo de hablar con franqueza. Tal vez esto ayude a la persona a desahogarse y a hablar de sus problemas.
Muchas personas, al no hallar entre sus seres queridos un oído que les escuche, procuran obtener ayuda de los centros para evitar suicidios y para la intervención en casos de crisis. Varios de éstos tienen líneas telefónicas de emergencia que están disponibles 24 horas al día. En uno de estos centros de los Estados Unidos, el de Los Ángeles, se contestan unas 18.000 llamadas al año. En Inglaterra, los Samaritanos (organización nacional) anotaron un máximo de aproximadamente 1.500.000 llamadas en 1979, año durante el cual 4.192 personas se suicidaron.
Tales centros no solo tratan de salvar la vida de la persona que está al otro lado de la línea telefónica, sino que tal vez también proporcionen información en forma de referencias para ayudar a la persona a enfrentarse a los problemas que tiene actualmente. Puede que estas referencias incluyan servicios médicos y de salud mental, quizás hasta ayuda para conseguir empleo y encontrar a alguien que cuide de los hijos.
Hay aún otra fuente de ayuda a la cual acuden algunas personas al contemplar suicidarse, como lo demuestra la siguiente experiencia:
Hace unos cuantos meses, un joven llamó por teléfono a la Sociedad Watch Tower de Londres, Inglaterra. Explicó que él y su esposa tenían una amiga que estaba a punto de suicidarse, y pidió que alguien fuera a su hogar tan pronto como fuera posible.
Al llegar al hogar, el representante de la congregación local de los testigos de Jehová se encontró con una joven que estaba profundamente deprimida debido a haber tenido un aborto. Con la ayuda de la Biblia, el Testigo pudo hablarle acerca de la misericordia de Dios y le ayudó a entender que los principios cristianos son un modo de vida. Ella estaba agradecida por la ayuda y el ánimo que recibió para empezar su vida de nuevo, y eso es lo que ella hizo.
Pero, ¿por qué decidieron sus amistades llamar a los testigos de Jehová? Sencillamente, lo hicieron porque estaban seguros de que la persona que fuera a visitar a su amiga sería alguien que se interesaría en ella y que usaría la Biblia para hablarle confortadoramente.—1 Tes. 5:14.
¡Usted puede enfrentarse a la vida!
¿Se siente usted agobiado y deprimido debido a uno o varios de los problemas ya mencionados? ¿Se ha sentido alguna vez como si no pudiera enfrentarse a la vida, como si no valiese la pena seguir viviendo? Cierto, puede que usted tenga razón para sentirse triste hasta cierto punto. Pero no se desespere... ¡usted sí puede enfrentarse a la vida! ¿Cómo?
Trate de pensar de modo positivo. La mayoría de los problemas tienen una solución. Si usted no sabe cuál podría ser la solución en el caso suyo, ¿por qué no hablar en confianza con alguien a quien usted conoce y cuyo consejo usted respeta? Bien puede ser que un amigo compasivo de mayor edad se haya enfrentado a una dificultad parecida y la haya vencido. Tal vez la solución sea sencilla. A veces lo que se precisa es un cambio de actitud.
Por ejemplo, ¿está usted deprimido debido al desempleo? ¿Ha estado tratando, sin éxito, de conseguir otro empleo? Bueno, ¿qué clase de empleo está buscando? ¿Uno que le ofrezca el mismo puesto que ocupaba y el mismo salario que recibía en el trabajo que perdió? Tal vez sería más sensato ‘tragarse el orgullo’ y contentarse con un trabajo que le pague un poco menos, o, si es necesario, mucho menos. ¡Después de todo, algo es mejor que nada!
¿Es el problema suyo la soledad? Entonces no se aísle. Luche contra el tener lástima de sí mismo. Una de las mejores maneras de combatir la soledad es por medio de un gesto bondadoso para otra persona. ‘Pero soy yo quien necesita ayuda,’ dice usted. ‘¿Cómo puedo dar ayuda?’ Jesucristo dijo: “Hay más felicidad en dar que la que hay en recibir.” (Hech. 20:35) ¿Por qué no hacer la prueba? Usted hallará que el dar a otros le levantará el ánimo a usted. Cierto, esto no hará desaparecer el problema que usted tiene, pero puede ayudarle a hacerle frente.
No obstante, tal vez le parezca que su problema —una enfermedad crónica o la muerte de un ser querido— no tiene solución. Con todo, usted tiene a su disposición una fuente de ayuda que puede serle útil aun si tiene que enfrentarse a problemas aparentemente insolubles. De hecho, esta fuente de ayuda nos asegura que en el futuro cercano todos los problemas quedarán completamente resueltos. ¿Qué fuente es ésa? Es una persona cuyo conocimiento y capacidad para brindar ayuda exceden por mucho a los de cualquier ser humano. Sí, se trata de Dios mismo.
Es verdad que muchas personas se burlan de tal idea. Pero hay que admitir que también hay muchas personas con problemas. Y el no acudir a Dios por ayuda no las hace más competentes para enfrentarse a los problemas, ¿verdad?
En la Biblia, en 2 Timoteo 3:16, 17, leemos: “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea enteramente competente.”
Sí, la Biblia es la guía de Dios para el hombre. El estudiarla y el aplicar a su propia vida lo que ella dice puede ayudarle a enfrentarse a toda clase de problemas... el desempleo, la pobreza, la soledad, aun problemas que no parecen tener solución como la mala salud continua y la muerte de un ser querido. La Biblia asegura a los siervos de Dios que, en tiempos de tensión y ansiedad, Él cuidará de ellos amorosamente. Y los que con fe acuden a Jehová Dios por ayuda que esté en armonía con la voluntad de él, sí reciben ayuda amorosa que verdaderamente satisface sus necesidades.—1 Ped. 5:7; 1 Juan 5:14.
Es más, la Biblia explica que los problemas actuales del mundo son prueba de que estamos viviendo en los “últimos días.” (2 Tim. 3:1) Pronto Dios dará principio a un nuevo orden de cosas, uno que resolverá por completo todos los problemas de las personas que le aman. Refiriéndose a las condiciones actuales del mundo, Jesús dijo: “Mas al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen sus cabezas, porque su liberación se acerca.”—Luc. 21:28; 2 Ped. 3:13.
El saber esto nos da esperanza. Y esa esperanza nos da razón para vivir, sean cuales fueran los problemas que tengamos. ¿Por qué no enterarse más ampliamente acerca de esto? Los testigos de Jehová gustosamente le ayudarán.
¡Sí, con la ayuda de la Palabra de Dios, la Biblia, usted sí puede enfrentarse a la vida!
“Humíllense . . . bajo la poderosa mano de Dios, . . . a la vez que echan sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes.”—1 Ped. 5:6, 7.
[Comentario en la página 7]
En los Estados Unidos, ciertas fuentes calculan que cada hora 57 niños y adolescentes intentan suicidarse
[Ilustraciones en la página 5]
POBREZA
ENFERMEDAD
DESEMPLEO
[Ilustraciones en la página 6]
SOLEDAD
DESESPERACIÓN
TEMOR AL FRACASO
[Ilustraciones en la página 7]
INSEGURIDAD EN LA VIDA DE FAMILIA
DESVALORIZACIÓN DE LA VIDA
“Para el tiempo que el niño o la niña cumpla 15 años de edad, habrá visto 14.000 asesinatos o muertes violentas en la televisión.”
[Ilustraciones en la página 8]
PADRES
UN AMIGO O AMIGA
CENTRO PARA EVITAR SUICIDIOS
LA BIBLIA
[Recuadro en la página 9]
LO QUE USTED PUEDE HACER
□ Trate de pensar de modo positivo
□ Confíe en alguien
□ A veces se precisa un cambio de actitud
□ NO se aísle
□ Luche contra el tener lástima de sí mismo