De nuestros lectores
“¡Despertad!” sobre la evolución
La serie de artículos que ustedes publicaron en “¡Despertad!” del 8 de febrero de 1982 por fin nos animó a enviarles nuestra caricatura favorita. [La caricatura muestra a dos hombres de las cavernas. Uno dice al otro: “Pues, por fin hemos logrado evolucionar en hombres ... ¿Qué está deteniendo a las mujeres?”]
I. K., California
¡Viva su maravillosa “¡Despertad!” En su número especial han probado fuera de toda duda razonable que la evolución es tan improbable como lo es “el que un diccionario sea el resultado de una explosión en un taller de imprenta,” según lo expresó cierto científico.
A. M., Luisiana
Tan poderoso es el mensaje que comunica el gráfico de la portada de la revista que basta para recomendarla a los posibles lectores, sin siquiera hacer referencia a su contenido espléndido. Ni a mi esposa ni a mí se nos ha hecho difícil poner en manos de la gente esta revista... el problema es que se están pidiendo más que la cantidad que tenemos. ¿Pudieran enviarnos unos 40 ó 50 ejemplares más?
A. T., Inglaterra
Ustedes dicen que no hay prueba alguna en el registro de los fósiles sobre la transformación de anfibios en reptiles, de reptiles en mamíferos o de reptiles en aves, ni de los antropoides en hombres. Eso se debe a que ustedes no entienden cómo sucedió la evolución. Ahora, si realmente les interesa saber, pasaré a explicárselo. La evolución no vino por accidente. Es una necesidad. El mejor ejemplo que les puedo citar es el del grifón alemán, cierta raza de perro que no existía hace 600 años. Tenemos el registro histórico de la crianza del grifón alemán que se realizó en Munich hace menos de 600 años. Se cruzaron perros de dos razas que ya existían, y luego la cría que resultó de esta combinación se cruzó con perros de una tercera raza a fin de producir el grifón alemán. Lo mismo sucedió en el caso del desarrollo del hombre como consecuencia de cruces múltiples entre los antropoides, solo que en el caso del hombre esto sucedió en la naturaleza más bien que por medio de la intervención del hombre. Por eso la evolución no es simplemente el resultado de mutaciones. El verdadero ímpetu de la evolución resulta del cruce de razas.
G. M. B., abogado, California
Una nueva variedad de perro que se produzca del cruce de perros de otras razas seguiría siendo ‘según su género,’ como dice Génesis 1:24. La transformación de antropoides en hombres es un asunto muy diferente.—La dirección.
El número de la revista sobre la evolución fue excelente. Su belleza estriba en que uno no tiene que ser abogado ni científico para entenderla. Mi hijo piensa usarla en su clase de ciencia.
E. J., Canadá
El número del 8 de febrero de “¡Despertad!” estuvo magnífico de principio a fin, tanto con respecto al material que se escogió como en cuanto a la presentación lógica de éste. La complejidad de una célula sencilla prestó enérgico apoyo al argumento en contra de que haya sido formada por pura casualidad. El registro de los fósiles, la “prueba más convincente” de la teoría, fue hecho añicos. El artículo sobre diseño estuvo entre mis favoritos cuando yo presentaba la revista en la obra de predicar de casa en casa. En conjunto, hay un caudal de hechos y argumentos que hace que este número de la revista se destaque en la lucha por defender la verdad bíblica en contra de los evolucionistas que se burlan de ella. [Este escritor es doctor en filosofía y ha trabajado muchos años en el campo de la investigación de la física atómica.]
D. H., California