¿Es necesario este divorcio?
EN LA mayoría de los países la proporción de divorcios está aumentando vertiginosamente. Según el Americana Annual, “de cada diez matrimonios estadounidenses contraídos recientemente, cuatro pudieran terminar en divorcio si continúan los niveles actuales de divorcio.” Anualmente, por todo el mundo, multitudes de personas deciden que ya no pueden tolerar la vida que llevan de casados.
¿Por qué? ¿Qué inicia esta tragedia? “Cientos, miles de cosas diferentes,” escribió Morton Hunt en su libro The World of the Formerly Married. Entre otras cosas, mencionó problemas financieros, comportamiento tiránico de un cónyuge para con el otro, adulterio, borrachera, diferencias de personalidad, falta de interés en la vida de familia, diferencias culturales, inmadurez, influencia de parientes e incompatibilidad sexual. Por supuesto, la lista completa es mucho más larga, pues el asunto es muy complejo.
A medida que se hacen patentes los defectos, el romanticismo y el afecto pueden desvanecerse. Aumentan la frustración y la desilusión. En vez de felicidad y armonía, hay riñas y tensión. En vez de confianza y amor, aumentan la sospecha y el resentimiento. La situación se hace difícil de soportar.
A menudo el razonamiento de los que quieren ser librados de su matrimonio poco satisfaciente es: ‘Tratamos, pero fallamos. Simplemente no podemos hacer que esto tenga éxito. Así, pues, ¿por qué prolongar la agonía? El divorcio es aceptable hoy día, de modo que, ¿no es eso mejor que un matrimonio desdichado?’
Eso pudiera ser cierto en algunos casos. Por ejemplo, cuando un cónyuge participa en relaciones sexuales con alguien que no es su cónyuge y no siente pesar ni expresa arrepentimiento, entonces pudiera ser apropiado entablar la acción legal.—Mateo 19:9.
Sin embargo, un sinnúmero de parejas divorciadas han aprendido por amarga experiencia que el divorcio no es siempre la solución.
Una experiencia dolorosa
El divorcio a menudo es una experiencia muy dolorosa. Pudiera asemejarse a una operación que deja cicatrices espantosas. De acuerdo con las investigaciones, en comparación con la muerte del cónyuge, el divorcio ocupa el segundo lugar entre las situaciones de mayor tensión en la vida.
El Telegraph de Brisbane, Australia, citó a un consejero del tribunal que trata casos de divorcio, quien dijo que el divorcio es “lo mismo que perder a un pariente cercano en la muerte. Durante la ruptura marital los cónyuges pueden pasar por un período de congoja y aflicción y experimentar la misma emoción como si hubiera muerto la persona amada.”
Al tener un cónyuge que parece “insoportable” y vivir en medio de una situación desdichada en el hogar, uno pudiera llegar a pensar que cualquier cambio tendría que resultar en algo mejor. Quizás haya un anhelo de libertad y de llevar una vida de soltero o soltera nuevamente. Pero el asunto no es tan sencillo como eso. El sociólogo Robert Weiss dijo: “La gente necesita comprender que el divorcio es cirugía drástica.”
Expresiones como ésas señalan el dolor que puede resultar de la ruptura de los lazos que hubo antes. Estos lazos entre esposo y esposa son de índole física, emocional, mental y, en algunos casos, espiritual. El cortar todo eso en dos ciertamente es “cirugía drástica.” Y esto no es sorprendente cuando consideramos lo que el Hacedor del matrimonio, el Dios Todopoderoso, dijo después de instituir la primera unión de esa clase: “El hombre dejará a su padre y a su madre y tiene que adherirse a su esposa y tienen que llegar a ser una sola carne.”—Génesis 2:24.
Soledad
El separar “una sola carne” no es un asunto leve. A menudo produce depresión profunda y sentimientos negativos acerca de uno mismo; y también produce un sentimiento de soledad.
El compañerismo es uno de los gozos del matrimonio. Con bastante frecuencia hay viudos y viudas de edad avanzada que se casan solo para tener compañía. Se sienten demasiado solos para permanecer solteros. Una persona divorciada dijo: “La soledad puede ser lo peor.”
La Biblia expresa la necesidad de compañerismo estrecho y afectuoso de este modo directo y realista: “Mejores son dos que uno ... Pues si cayese uno de ellos, el otro puede levantar a su socio. ... Además, si dos se acuestan juntos, entonces ciertamente se calentarán; pero ¿cómo puede mantenerse caliente uno solo?” (Eclesiastés 4:9-11) Como dijo Dios antes de crear a la primera mujer: “No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle el auxiliar que le corresponde.”—Génesis 2:18, Nueva Biblia Española.
Necesidades sexuales
Cuando Dios los creó macho y hembra, implantó en ellos el instinto sexual. Esto fue para que ellos pudieran ‘ser fructíferos y hacerse muchos’ y que el matrimonio fuera una fuente de deleite.—Génesis 1:28.
Sin embargo, en las últimas décadas las costumbres sexuales han violado todos los límites. Como resultado, millones de personas experimentan enfermedades venéreas, preñeces no deseadas y muchos otros problemas. Las parejas unidas en matrimonio pueden disfrutar correctamente del privilegio de las relaciones sexuales, pero una vez que se divorcian pierden ese medio bíblicamente legítimo y natural de satisfacer su deseo.
De aquí que uno de los problemas que tienen las personas divorciadas es lograr mitigar su pasión. Como dice la Biblia: “Más vale casarse que consumirse de pasión.”—1 Corintios 7:9, Versión Popular.
Muchas veces, en el caso de los que han estado casados antes, la sed de amor es mayor que nunca antes. Como consecuencia, algunos practican la masturbación como medio de satisfacer su instinto sexual. Otros buscan satisfacción mediante aventuras amorosas o relaciones sexuales de tipo casual. Pero de acuerdo con un informe publicado en el Star de Toronto, muchos descubren que estos encuentros son decepcionantes y repugnantes. Unido a esa clase de conducta hay una grave pérdida de dignidad y amor propio. Además, en el caso de los que desean agradar a Dios, esas relaciones ilícitas no son aceptables. (Colosenses 3:5) Cierto es que Dios creó los órganos sexuales, pero los creó para que se usaran solamente dentro de los vínculos del matrimonio.—Hebreos 13:4.
Cómo afecta a los hijos
El divorcio puede traer desconsuelo a los hijos, especialmente a los más jóvenes. Para ellos la familia es como un nido... acogedor y protector. Cuando éste se desploma, parece desprenderse el fundamento de su mundo.
El efecto que produce el divorcio en los hijos se ilustra en un incidente que se relató en el libro Divorce Mediation del Dr. Howard Irving. Cierto divorciado estaba llevando su equipo de acampar al automóvil un viernes por la noche, al prepararse para un viaje de fin de semana con sus hijos. Su hijita de tres años de edad se despertó, lo vio afuera metiendo el equipo en el automóvil y comenzó a gritar de manera histérica. La mamá ya la había abandonado. Pensó que ahora su papá también iba a abandonarla.
El Dr. Irving hizo notar que “el divorcio introduce la idea de que el amor puede morir. Para el niño que cuenta con el amor de su padre o su madre, esto puede ser un pensamiento aterrador. ... Si los padres que antes se amaban uno al otro ya no se aman, ¿serán ellos, los hijos, los siguientes que perderán ese amor?”
Para la mayoría de los hijos, el divorcio significa desastre. Casi todos experimentan profunda infelicidad. El divorcio puede hacer que sean escépticos, sarcásticos y duros en su vida emocional. Muchos niños de hogares divididos se convierten en alumnos difíciles en la escuela. La pérdida de la seguridad familiar les ha costado caro.
Por ejemplo, una encuesta que se llevó a cabo en San Francisco reveló una preferencia interesante. Mostró que el 80 por ciento de los hijos de parejas que se separaron dijeron que hubieran preferido que sus padres hubieran tenido un matrimonio desdichado y no que se hubieran divorciado.
¿Está en peligro su matrimonio?
Si su matrimonio está en peligro, piense detenidamente. Y reflexione de nuevo. ¿Es posible salvar su matrimonio, para que así usted y sus allegados se ahorren las consecuencias angustiosas, de las cuales solo hemos considerado unas cuantas?
Recuerde la felicidad de sus días de cortejo. ¿Qué salió mal después de eso? ¿Quién tiene la culpa, usted o su cónyuge? ¿O la tienen ambos? ¿Ha habido algún fallo en tres de los requisitos fundamentales de un buen matrimonio... comunicación, cooperación y consideración? Aun si las faltas de usted solo han sido responsables en parte, ¿ha dicho usted: “Lo siento”? Muchas veces, el solo decir eso sincera y humildemente puede poner fin al punto muerto en la relación marital.
Claro, los problemas maritales a menudo se hacen tan complejos que el esposo y la esposa ya no pueden resolverlos sin ayuda. Pero, ¿a dónde puede ir una persona por ayuda? En este mundo hay muchos consejeros matrimoniales, y a menudo el consejo de ellos es útil. No obstante, porque no tienen una norma en común, puede que sus puntos de vista sean contradictorios. Lo que necesita el matrimonio que pasa por dificultades es el mejor consejo posible que proviene de la fuente más confiable. ¿Dónde se puede hallar éste?
El mejor consejo acerca del matrimonio proviene de Aquel que tiene el mayor caudal de conocimiento de la naturaleza humana, y la experiencia más extensa. El Creador, el Dios Todopoderoso Jehová, hizo al hombre y la mujer. Los unió en el primer matrimonio. El ha tenido miles de años de experiencia observando el matrimonio. Por lo tanto, cuando nos da consejo en su Palabra inspirada, la Biblia, ¡éste tiene resultados positivos! Cuando ambas partes del matrimonio se adhieren al consejo de Dios, es posible evitar graves problemas maritales o pueden resolverse si surgieran. Y a menudo, cuando solo uno de los cónyuges se esfuerza por aplicar el consejo, todavía pueden obtenerse buenos resultados.
Entre los testigos de Jehová hay muchos hombres y mujeres que tienen un entendimiento profundo de los problemas maritales. Ellos pueden dar consejo que muchas otras personas no pueden dar. ¿Por qué? Porque se adhieren de manera estricta a las mejores normas, las que Dios expone en su propia Palabra. Si usted tiene problemas en su matrimonio, ¿por qué no considera el asunto con ellos? Puesto que lo más probable es que no sean parientes ni amigos allegados suyos, ellos pueden adoptar un punto de vista imparcial.a
Los que están pensando en casarse
¿Pueden atajarse muchos problemas maritales aun antes de que dos personas se casen? Sí, pues durante el cortejo a menudo se cometen graves errores que más tarde traen dificultades.
El escoger a un cónyuge compatible puede ser la decisión más seria que uno tenga que tomar en la vida con relación a otro ser humano. Esta puede llevar a maravillosa felicidad, o a desgracia. Y muy a menudo los que son demasiado jóvenes toman esta decisión muy a la ligera. La probabilidad de que los matrimonios de adolescentes terminen en divorcio es de más del doble de lo que es para otros matrimonios.
¿Eres aún joven y te has enamorado de alguien? Ese puede ser un tiempo muy agradable de tu vida. Pero ten cuidado de que el ‘velo color de rosa’ del romanticismo no oculte serias incompatibilidades. ¿Has visto cómo reacciona bajo tensión nerviosa esta persona que quieres por cónyuge de toda la vida? ¿Es una persona honrada, de genio apacible, bondadosa, altruista? ¿Tienen ustedes muchas cosas en común? ¿Es la atracción principalmente física, o tiene él o ella cualidades que infunden respeto en ti?
Un factor muy vital
Sin embargo, hay otro factor vital más importante aún para tener un matrimonio de éxito: ¿Estará en su matrimonio el Originador del matrimonio, Jehová Dios? ¿Se dejarán guiar ustedes por el excelente consejo que solo Dios puede darnos, según se registra en su libro inspirado, la Biblia? El sabe lo que se requiere para tener éxito en la vida matrimonial. Su Palabra es una guía segura hacia esa meta.—Efesios 5:22-33.
Se ve, pues, que si los cónyuges realmente se aman el uno al otro, no solo físicamente, sino también por sus respectivas cualidades espirituales, y tienen profundo respeto a Dios, él se convierte en la tercera parte del contrato. De este modo los lazos maritales se fortalecen grandemente, pues como dice la Biblia: “Una cuerda triple no se puede romper en dos pronto.” (Eclesiastés 4:12) El pedir a Dios que sea la tercera parte puede ser la ayuda más grande que pueden tener los que están planeando casarse. Esto también puede transformar muchos matrimonios desdichados en matrimonios felices.
[Nota a pie de página]
a Para una consideración detallada de lo que se requiere para tener éxito en el matrimonio desde el punto de vista del Creador, pida a los testigos de Jehová el libro Cómo lograr felicidad en su vida familiar, publicado por la Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc. O escriba a los publicadores de ¡Despertad! y pida un ejemplar.
[Comentario en la página 10]
En las últimas décadas las costumbres sexuales han violado todos los límites
[Ilustración en la página 11]
Para los hijos, los padres amorosos son como un nido acogedor y protector