El Pan de Azúcar y el Corcovado de Río de Janeiro
Por el corresponsal de ¡Despertad! en Brasil
“ES LA ciudad más hermosa de la Tierra.” Así describió Río de Janeiro el romántico austríaco Stefan Zweig. Desde luego, la vista de Río desde la cumbre de las empinadas montañas del Pan de Azúcar y el Corcovado es ciertamente impresionante.
Desde la cima de esos dos famosos picos, puede contemplarse un bello panorama que se extiende hasta donde la vista alcanza. Pueden verse bahías, ensenadas, islas, playas, rocas peladas que se elevan a centenares de metros, así como laderas de montañas de exuberantes bosques, un mar resplandeciente de colores siempre cambiantes y, por supuesto, la ciudad misma.
Río posee un encanto característico, con sus barrios residenciales, que aprovechan perfectamente todo rincón y grieta habitable, extendiéndose por las laderas de las montañas y sobre las estribaciones más bajas. Y ¡qué mezcolanza de diseños arquitectónicos! Edificaciones coloniales al lado de edificios ultramodernos, rodeados de míseros barrios que precariamente se sujetan a las pequeñas colinas.
La montaña del Pan de Azúcar
La primera descripción del Pan de Azúcar se halla en una carta fechada el 9 de julio de 1565. Al escribir a su superior, el misionero jesuita José de Anchieta menciona “un pico muy alto, como un pan de azúcar, que domina las zonas de bosques y densas selvas vírgenes”. Esta roca granítica de forma cónica, que se eleva a aproximadamente 395 metros (1.300 pies), se yergue como un centinela a la entrada de la bahía de Guanabara.
Hasta el año 1817, la cima del Pan de Azúcar fue inaccesible al hombre. En ese año, una inglesa, con la determinación de un Marco Polo, escaló su pendiente escarpada e izó la bandera británica en la cima. Esto causó tal revuelo entre los residentes locales —súbditos del rey portugués Juan VI, quien entonces residía en Brasil—, que al día siguiente, un soldado escaló la peligrosa ladera, quitó de su lugar esa bandera y la sustituyó por la de su país. Por su temeraria proeza patriótica se le dispensó del servicio militar... ¡Portugal y Gran Bretaña eran aliados!
En la Exposición Internacional que se celebró en Río en 1909, se consideró la idea de convertir el Pan de Azúcar en atracción turística. El alcalde autorizó un proyecto para la construcción de un teleférico, y los trabajos comenzaron ese mismo año. La primera etapa, partiendo de playa Vermelha, se completó el 27 de octubre de 1912. El día de la inauguración, 577 personas hicieron el viaje a la cima de la colina Urca (a aproximadamente 220 metros [720 pies]), un punto intermedio hasta la cima del Pan de Azúcar. El segundo tramo estuvo listo para el 19 de enero de 1913, día en que 449 personas fueron transportadas por teleférico en un recorrido de 750 metros (2.460 pies) de espacio impresionante hasta la cima del gran pico que había sido una fuente de fascinación durante siglos.
Los teleféricos originales transportaron a millones de personas durante los sesenta años que prestaron servicio. Luego, el 29 de octubre de 1972, fueron reemplazados por modelos modernos y aerodinámicos fabricados en Italia. Estos nuevos teleféricos pueden transportar 1.360 pasajeros por hora.
La montaña Corcovado
Situados en la cima del Pan de Azúcar, otro pico nos llama la atención: la montaña Corcovado. Este puntiagudo y afilado pico rocoso de 704 metros (2.310 pies) de altura está algo alejado de la costa, y ofrece una vista de la entera ciudad, su bahía y los distritos periféricos.
El Corcovado es más accesible que la montaña del Pan de Azúcar, y se afirma que el emperador de Brasil Dom Pedro I (1822-1831) y su esposa Leopoldina fueron los primeros en escalarlo, montados a caballo. Posteriormente, se convirtió en un lugar favorito de excursión, tanto para los residentes de Río como para los visitantes extranjeros.
El 7 de enero de 1882, Dom Pedro II decretó la construcción de un ferrocarril, que fue inaugurado el 9 de octubre de 1884. La estación de partida, Cosme Velho, está situada a aproximadamente 37 metros (120 pies) sobre el nivel del mar, y la estación terminal se encuentra a aproximadamente 670 metros (2.200 pies). En 1912 se electrificó la línea y se prescindió de las locomotoras de vapor.
El serpenteante y ondulante recorrido ascendente, tanto si se efectúa por carretera como por ferrocarril, es tan deleitable como la vista que se contempla desde la cima. El estimulante aroma de la húmeda selva tropical, las aves y grandes mariposas de todos los colores, el frescor de la densa sombra y la súbita salida a la luz brillante del Sol en los muchos claros, todo ello hace que la ascensión sea una experiencia inolvidable.
¿Es ‘la ciudad más hermosa de la Tierra’? Quizás lo sea para algunos, para los visitantes y los nativos. Pero una cosa es segura: Río de Janeiro tiene dos soberbios picos, el Pan de Azúcar y el Corcovado, desde los cuales se puede contemplar y apreciar la ‘hermosa ciudad’.
[Reconocimiento en la página 26]
Fotos: Colombo Cine Foto Produçōes Ltda., Rio de Janerio