De nuestros lectores
Personas sin hogar
Me sorprende que los artículos sobre la situación mundial de las personas sin hogar (8 de marzo de 1988) no hagan hincapié en la causa fundamental del problema: el exceso de población en el mundo y la incapacidad del hombre para controlar el índice de natalidad. Como siempre sucede, el hombre se acarrea sufrimiento al contravenir de una u otra manera los deseos de Dios para Sus hijos.
J. A., Japón
Es cierto que el exceso de población es una de las principales causas de la falta de vivienda. Sin embargo, en los lugares del mundo donde la explosión demográfica no representa un grave problema, también hay personas sin hogar. Por esa razón hemos procurado presentar un cuadro equilibrado de los diferentes factores que contribuyen a dicho problema. La explosión demográfica mundial es un tema que merece consideración aparte, y se trató detalladamente en nuestro número del 8 de diciembre de 1983.—La dirección.
En una de mis clases hemos estado haciendo redacciones sobre los problemas del mundo actual. Yo escogí el tema de las personas sin hogar. De todas las revistas que utilicé como referencia, la que me suministró más datos y mejor fundamentados fue la revista ¡Despertad! del 8 de marzo de 1988. Fue la única publicación que incluía la verdadera solución al problema.
S. G., Estados Unidos
Cómo evitar el ultraje sexual
El pasado mes de diciembre fui atacada por un hombre, que me agarró por detrás. Recordé que la revista ¡Despertad! (22 de noviembre de 1980) aconsejaba a las mujeres que si se encontraban en esa situación, gritasen. Como el hombre me había tapado la boca con su mano, trataba de mordérsela para poder gritar, pero no lo conseguía. Él no dejaba de decir que si seguía resistiéndome, me mataría. No obstante, yo tenía muy claro lo que debía hacer.
Logré abrir la boca y encontré la palma de su mano entre mis dientes. Le mordí con todas mis fuerzas, y aflojó la mano. Volví a morderle, y mientras le apartaba la mano y le clavaba las uñas, grité lo más fuerte que pude. Mientras echaba pestes de mí, me dio un fuerte puñetazo en la boca y echó a correr. ¡Cuán agradecida me sentí! Nunca me perderé un artículo de estas excelentes revistas.
D. P., Italia
Tengo que agradecerles la noticia de “Observando el mundo” titulada “La mejor arma: gritar” (22 de septiembre de 1980), que aconsejó sobre la manera de evitar una violación. Recientemente, mientras caminaba de un pueblo a otro, un hombre me persiguió, me atacó y trató de violarme. Yo chillé y grité pidiendo ayuda. Dos hombres salieron corriendo de la espesura para ayudarme, y el violador huyó. Gracias de nuevo.
E. A. A., Nigeria
Honrar a los padres
Tengo diecisiete años, y acabo de leer los artículos sobre honrar a los padres que aparecieron en la sección “Los jóvenes preguntan...” de los números del 8 y 22 de abril de 1988 de la revista ¡Despertad! Estos artículos estaban dirigidos especialmente a mí. Siguiendo el consejo de no ‘pasar por alto los diamantes y buscar la tierra’, me senté y anoté en una hoja de papel las buenas cualidades de mis padres. De tantas que tienen, la llené.
Los artículos me ayudaron a comprender cuánto debería apreciar el hecho de tener un padre y una madre que, a pesar de todos sus defectos, me han encauzado hacia la mejor forma de vida. Reconozco que muchas veces resulto imposible de tratar, y que ellos no se lo merecen. De vez en cuando leo esa hoja de papel en la que alisté sus buenas cualidades. Gracias por estos artículos tan excelentes.
R. P., Italia