De nuestros lectores
Artículo “sabroso”
Deseo expresar mi agradecimiento por el artículo “Cocinemos verduras al estilo chino” (8 de mayo de 1988). Preparé una comida siguiendo las sugerencias presentadas en la revista, y mi familia me felicitó. Espero que continúen publicando estos “sabrosos” artículos.
R. G. O., Brasil
Irse de casa
En su artículo “¿Es el irse de casa la solución?” (22 de marzo de 1988) no se apartaron de su costumbre de concentrarse en las sociedades adelantadas. ¿Cuándo empezará a captar su atención una sociedad menos afortunada como la africana? Para mí, la solución que sugirieron era miope y discriminatoria. No indicaron que esta difícil situación se origina de las tendencias y ambiciones materialistas de algunos padres de hoy en día. Yo mismo, el que escribe, soy víctima de ello. Hace unos años, cuando tenía bastante dinero, me convertí en el niño mimado de mi madre; pero cuando las circunstancias me dejaron sin recursos, me despreció. En resumen: fue mi madre quien acabó con mi fortuna. Ustedes deberían condenar tajantemente la actitud materialista de algunos padres de hoy.
T. T., Nigeria
El artículo que el lector menciona fue el segundo de una serie de dos que hablaron acerca de irse de casa. En el primero (22 de febrero de 1988) se reconoció que, efectivamente, existen situaciones irracionales y que, a veces, la culpa es de los padres. “¡Despertad!” se esfuerza por mantener un sabor internacional. Nuestros temas de portada de las revistas del 8 de marzo de 1987 y del 22 de junio de 1988 trataron específicamente de problemas africanos y fueron tomados de fuentes africanas. En muchos otros artículos sueltos se ha hecho lo mismo.—La dirección.
Me gustaría que todos los jóvenes leyesen sus artículos “Los jóvenes preguntan...”. Aprecié de modo especial el que se titulaba “¿Debería irme de casa?” (22 de febrero de 1988). Pensaba hacerlo, y ahora he cambiado de opinión.
C. H., Estados Unidos
Comentarios de aprecio por la revista ¡Despertad!
Como lector habitual de la revista ¡Despertad!, admiro mucho su excelente manera de presentar los problemas para que todos puedan entenderlos. Esto se ve muy poco en los círculos llamados intelectuales. También admiro su generosidad, su deseo de contribuir a la felicidad del hombre sin ninguna ganancia para ustedes, pues sus publicaciones se distribuyen sin que apenas les quede un margen de beneficio, y además no hacen colectas como muchos otros grupos.
J. B., médico, Francia
Tengo dieciséis años y soy musulmana. Sin embargo, me gustan los artículos tan interesantes que publican para los jóvenes y sus padres. Desearía que más jóvenes de mi edad echasen un vistazo a las cosas que ustedes dicen. Sus libros hacen que las noches que nos sentimos solos sean un poco más llevaderas. Gracias por incluirnos a nosotros los jóvenes.
F. R., Estados Unidos
Agradezco lo mucho que profundizan en todo tipo de problema que surge en la vida, y también los buenos consejos que dan. Todas las demás religiones tienen contradicciones, pero las enseñanzas que aparecen en sus publicaciones nunca están en conflicto. Son lógicas y, sobre todo, exactas. Lo que más feliz me hace es que poco a poco noto que mi vida se va haciendo más y más agradable a medida que voy cambiando de la existencia vacía que llevaba hasta ahora a una que merece la pena.
M. O., Japón