BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g90 22/1 págs. 22-24
  • ¿Qué le ocurre a mi cuerpo?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • ¿Qué le ocurre a mi cuerpo?
  • ¡Despertad! 1990
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • Las reacciones químicas de la pubertad
  • Cambios que experimentan las chicas
  • Cambios que experimentan los chicos
  • El desarrollo más importante
  • Cómo puedo sobrellevar la pubertad
    Los jóvenes preguntan
  • “¿Qué me pasa?”
    ¡Despertad! 2004
  • ¿Qué le pasa a mi cuerpo?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
  • Ayude a su hijo a pasar la pubertad
    ¡Despertad! 2016
Ver más
¡Despertad! 1990
g90 22/1 págs. 22-24

Los jóvenes preguntan...

¿Qué le ocurre a mi cuerpo?

TU CUERPO ha empezado a experimentar cambios maravillosos.

Sin embargo, puede que por el momento te parezcan todo menos maravillosos. Quizás te sientas confuso, abochornado o hasta asustado por lo que te está sucediendo. Una muchacha dijo: “Yo no estaba preparada. Pensé: ‘Oh no, no quiero que esto me empiece a suceder todavía’”. Un muchacho se expresó de la siguiente manera: “No sé si soy raro o normal. Tengo trece años y mi cuerpo está cambiando [...]. Me encuentro muy diferente y a veces me siento solo y me asusta pensar que alguien se vaya a burlar de mí”.

Es comprensible que quizás tú experimentes sentimientos parecidos. Estás pasando por lo que una adolescente describió como la época en la que su “cuerpo empezó a volverse loco”. Pero lo que en esa época puede parecerte “loco” o anormal, en realidad no es más que un proceso ordenado que te está convirtiendo en adulto. Es una fase denominada “pubertad”. Y aunque este término puede sonar un tanto inquietante, ni la pubertad es una enfermedad ni tú eres el primero en experimentarla. Tanto tu madre como tu padre pasaron por la pubertad. Tus compañeros de clase y otros amigos de tu edad probablemente estén pasando también por ella. Así que ten la seguridad de que sobrevivirás la experiencia.

Pero, ¿qué es exactamente este extraño cambio que experimenta tu cuerpo?

Las reacciones químicas de la pubertad

La Biblia dice que poco después de cumplir los doce años de edad, “Jesús siguió progresando [...] en desarrollo físico”. (Lucas 2:52.) Sí, hasta Jesucristo pasó por la pubertad. Aunque se sabe que esta es una etapa de crecimiento y desarrollo físico, los factores específicos que provocan estos cambios siguen siendo un verdadero misterio, un milagro. Eso nos recuerda una parábola de Jesús en la que hablaba de un hombre que plantó una semilla. Jesús dijo: “La semilla brota y crece alta —precisamente cómo, él no lo sabe—”. (Marcos 4:27.) De manera similar, los médicos solo nos pueden dar información superficial de lo que sucede durante la pubertad.

Este período comienza entre los nueve y los dieciséis años. (La edad varía entre una persona y otra, y las muchachas suelen empezar uno o dos años antes.) El cerebro inicia una asombrosa reacción en cadena por medio de poner en marcha una minúscula glándula situada en el centro de la base craneal llamada glándula pituitaria o hipófisis. Esta glándula responde por medio de elaborar unos mensajeros químicos llamados hormonas. Las hormonas son transportadas por la corriente sanguínea y estimulan los órganos reproductivos para que estos, a su vez, empiecen a elaborar otras hormonas. Los testículos de un muchacho producen principalmente hormonas masculinas, como la testosterona, y los ovarios de una muchacha producen hormonas femeninas, como los estrógenos.

Estas últimas hormonas son las que dan la señal a otros órganos y glándulas para que estos empiecen a cambiar tu apariencia.

Cambios que experimentan las chicas

Si eres una chica, el primer cambio que posiblemente observes en tu cuerpo es el crecimiento gradual de las mamas, que se produce como consecuencia de la acción de tus hormonas en las glándulas mamarias. (Estas glándulas productoras de leche son las que permiten que las madres amamanten a sus hijos.) Tus hormonas también incentivan la elaboración de grasa, la cual no solo da forma a las mamas, sino que también se deposita en las caderas, los muslos y las nalgas. Aumentarás de peso y puede que experimentes un rápido crecimiento.

La mayoría de las muchachas reciben bien estos cambios físicos, pero no todas aceptan con gusto cada uno de ellos. Por ejemplo, el vello de tus brazos, piernas y axilas puede volverse más grueso y oscuro. En algunos países se considera que el vello resta feminidad y elegancia a la mujer, pero a pesar de las modas, ese vello es una buena señal de que te estás haciendo mujer.

Otro cambio que tal vez no recibas con gusto es sudar más, lo que se debe a que tus glándulas sudoríparas están más activas. El olor corporal que eso produce quizás te abochorne, pero si te bañas con frecuencia y llevas ropa limpia, este problema raras veces llegará a ser serio. Algunas jóvenes también optan por utilizar desodorantes como prevención adicional.

Otro aspecto muy personal del desarrollo es lo que tiene que ver con la aparición de vello en la zona genital, lo que se conoce como vello pubiano. Si no te han informado de antemano respecto a esto, te puede resultar un poco alarmante, pero es algo completamente normal y no es motivo para sentirte abochornada.

La pubertad también puede desencadenar lo que The New Teenage Body Book (El nuevo libro del cuerpo del adolescente) llamó la “preocupación [relacionada con la apariencia] número uno entre los adolescentes”, es decir, problemas cutáneos. Los cambios en la química corporal suelen resultar en una piel más grasa, y como consecuencia empiezan a salir granos y puntos negros. (Según cierta encuesta, ¡casi el 90% de los adolescentes entrevistados tenían problemas de acné!) Afortunadamente, el acné es un problema que suele controlarse con un buen cuidado de la piel. (Véase el artículo “¿Qué puedo hacer contra el acné?” publicado en la revista ¡Despertad! del 22 de febrero de 1987.)

Cambios que experimentan los chicos

Si eres un chico, los primeros efectos de la pubertad no serán tan notables como en el caso de las chicas. A medida que tu sistema reproductor empiece a funcionar, tus órganos genitales aumentarán gradualmente de volumen y comenzará a crecerte vello en la zona genital. Este es también un proceso totalmente normal.

Es posible que además experimentes una súbita aceleración del crecimiento. Tu cuerpo empieza a acumular grasa y tejido muscular. Te haces más robusto, más fuerte y tus hombros y espaldas se ensanchan. Tu aspecto físico va pasando poco a poco del de un niño al de un hombre.

Otro cambio importante tiene que ver con el crecimiento de vello en las piernas, el pecho, la cara y las axilas. Este proceso también lo provoca la hormona testosterona. El libro Changing Bodies, Changing Lives (El cuerpo cambia, la vida también), de Ruth Bell, cita las siguientes palabras de un joven: “Cuando tenía catorce años pasé unas dos semanas con una sombra oscura en el labio superior que parecía una mancha. Varias veces intenté limpiármela, pero no pude. Entonces me fijé un poco más y me di cuenta de que era un bigote incipiente”.

Dicho sea de paso, la cantidad de vello corporal que finalmente tengas no determina tu virilidad, sino que es tan solo una cuestión de herencia. En otras palabras, si tu padre es muy velludo es muy probable que tú también lo seas y llegues a tener una barba muy poblada. De todas formas, lo normal es que los jóvenes no se afeiten con regularidad hasta más o menos los dieciocho o veinte años, o incluso más.

Por otra parte, puedes contar con que pasarás por momentos de bochorno, ya que las glándulas sudoríparas de los chicos también intensifican su secreción. Quizás tengas que dedicar especial atención a tu higiene personal a fin de evitar problemas de olor corporal. Otro problema puede ser el acné, que se produce debido al aumento de grasa en la piel.

Alrededor de los quince o dieciséis años la laringe aumenta de volumen y las cuerdas vocales se engrosan y alargan. Como resultado, la voz se hace más grave. En algunos casos la transición de la voz de soprano a la de barítono es sorprendentemente rápida, mientras que en otros el cambio se produce de modo gradual durante un período angustiosamente largo de semanas o hasta meses. Si este último caso es el tuyo, a veces te encontrarás hablando con un tono potente y grave y de repente se te quebrará la voz o soltarás un gallo. No te preocupes. Al debido tiempo tu voz se corregirá. Mientras tanto, procura reírte de ti mismo, ya que eso ayuda a minimizar la vergüenza.

El desarrollo más importante

Aunque la transición de niño a adulto es una experiencia maravillosa y apasionante, también puede ser bochornosa y perturbadora. Sin embargo, una cosa es cierta: este desarrollo no lo puedes ni acelerar ni demorar. De modo que en lugar de recibir con hostilidad y temor los cambios que se producen con la pubertad, admírate de ellos, acéptalos con gusto y con sentido del humor. Hazte cargo de que la adolescencia no es la etapa final de tu vida sino tan solo una fase. Cuando el período de la pubertad haya terminado, aquel niño o niña de antaño se habrá convertido en todo un hombre o toda una mujer.

No obstante, nunca olvides que el desarrollo más importante que has de experimentar no guarda relación con la altura, la forma del cuerpo o los rasgos faciales, sino con la clase de persona que llegues a ser en el aspecto mental, emocional y espiritual. El apóstol Pablo dijo: “Cuando yo era pequeñuelo, hablaba como pequeñuelo, pensaba como pequeñuelo, razonaba como pequeñuelo; pero ahora que he llegado a ser hombre, he eliminado las cosas características de pequeñuelo”. (1 Corintios 13:11.) No es suficiente con parecer un adulto, sino que debes aprender gradualmente a obrar, hablar y pensar como tal. No llegues a estar tan preocupado por lo que le está sucediendo a tu cuerpo que te olvides de atender “el hombre interior”. (2 Corintios 4:16, Biblia de Jerusalén.)

De cualquier modo, algunos aspectos de la pubertad pueden ser particularmente angustiosos. En próximos artículos se considerarán esas situaciones y se hablará de cómo superarlas.

[Fotografía en la página 23]

Una súbita aceleración del crecimiento hace que las mangas de la chaqueta se queden demasiado cortas

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir