Los jóvenes preguntan...
¿Cómo puedo escoger una película adecuada?
UNA veterana estrella de cine de antaño dijo: “La gente [...] me pregunta por qué ahora no voy nunca al cine. La razón es que hay muchas películas degradantes”. Ella decidió dejar de ir al cine como forma de entretenimiento.
Una adolescente llamada Denise opina de manera parecida, aunque sugiere una solución menos drástica. “Por lo general no hay mucho que se pueda ver —explica—, porque casi todo lleva violencia. Así que, soy muy exigente con lo que veo.”
Seguro que a ti también te gusta ver alguna película de vez en cuando. Por eso es comprensible que no estés dispuesto a renunciar por completo a esa forma de entretenimiento. Sin embargo, como se mostró en nuestro último número —y una ojeada a la cartelera de cualquier periódico te lo confirmará—, hoy día se hacen muy pocas películas apropiadas para un joven cristiano.a Y no hay que tomarse este asunto a la ligera, pues las películas que ves son un reflejo de los valores que atesoras. Reflejan la clase de compañías que te gustan, el tipo de lenguaje que toleras y las normas de moralidad sexual que apruebas.
La Biblia nos insta a que ‘odiemos lo que es malo’. (Salmo 97:10.) Por eso, ¿cómo puedes decir que odias lo malo si regularmente seleccionas dosis de satanismo sangriento, mutilación y violencia, o de cruda inmoralidad sexual? Parece difícil. Por otra parte, el joven que verdaderamente atesora principios piadosos procura seguir el consejo bíblico registrado en Filipenses 4:8: “Finalmente, hermanos, cuantas cosas sean verdaderas, cuantas sean de seria consideración, cuantas sean justas, cuantas sean castas, cuantas sean amables, cuantas sean de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, continúen considerando estas cosas”. Esto no significa necesariamente que tienes que evitar todas las películas, pero muestra que has de escoger muy bien lo que ves. ¿Cómo puedes hacerlo?
¿Son las clasificaciones una guía infalible?
En Estados Unidos la Motion Picture Association of America, una institución cinematográfica americana, es la que clasifica las películas, y para ello utiliza diferentes letras que indican si la película se considera apropiada para el público en general, si se sugiere el asesoramiento de los padres o si es solo para adultos. Lo que suele servir de base para su clasificación es el grado de sexo, violencia, alcohol, drogas, lenguaje obsceno y cosas por el estilo que aparecen en la película.
Aunque es cierto que tales métodos de clasificación tienen sus defectos, y con frecuencia no son consecuentes, por lo menos orientan al posible espectador sobre el tema de la película y si es apropiado verla. Si en tu país existe un sistema parecido de clasificación, seguro que te resultará útil, y también puede ayudar a tus padres a establecer normas sobre las películas que puedes ver.
No obstante, las clasificaciones pueden ser engañosas. Recuerda que posiblemente los valores de las personas que hacen la clasificación no serán los mismos que los que se destacan en la Biblia. Por otra parte, debido a la decadencia moral que hay en el mundo, muchas películas que hace tan solo unos años se consideraban escandalosas, ahora se clasifican aptas para todos los públicos.
El joven DeMarlo descubrió esto cuando fue a ver una película que le habían dicho que era tolerada, pero que resultó estar llena de “palabrotas y violencia”. Por eso, aunque las clasificaciones que se publican pueden ser de ayuda, no deberían ser la única base para decidir qué películas ver. A este respecto, la Biblia advierte: “Cualquiera que es inexperto pone fe en toda palabra, pero el sagaz considera sus pasos”. (Proverbios 14:15.)
Cómo escoger una película
¿Qué otras directrices puedes seguir? Las críticas o los anuncios de una película pueden darte una idea de lo que trata. Sin embargo, hay que seguir teniendo cautela. La crítica de una película tan solo refleja la opinión de cierta persona, y un anuncio puede ocultar deliberadamente el hecho de que salgan escenas ofensivas.
Una adolescente llamada Connie dice: “He comprobado que saber quiénes son los actores principales suele darte una idea de lo que probablemente tratará”. Compañeros de creencia que compartan tus valores basados en la Biblia puede que sepan si cierta película es aceptable, y también puede informarte el gerente del cine o la persona que vende las entradas. No obstante, por lo general, la gente tiende a contarte lo que más le ha gustado de una película. Por eso, ¿por qué no preguntas lo que vieron de malo en ella? Sé específico y pregunta si hay escenas de violencia sangrienta, o escenas sexuales o de posesión demoniaca.
Tus padres también pueden ser una buena fuente de consejo. La joven Vanessa dice: “Yo consulto a mis padres. Si ellos creen que es adecuada para mí, voy a verla”.
Lo mismo aplicaría a las videocintas. En esos casos, examina también con cuidado lo que se ve en la caja o funda. ¿Hay algo en las ilustraciones y la explicación que podría dar a entender que la película no es recomendable? Si así es, vuelve a ponerla en su sitio. También puede ser útil hablar con un empleado del establecimiento que ya haya visto la película. Proverbios 14:16 dice: “El juicioso es cauto y se aparta del mal, el necio se lanza confiado”. (Nueva Biblia Española.)
Vete del cine o apaga la televisión
Pero, ¿y si ya has alquilado una videocinta y descubres que su contenido es censurable? La solución es sencilla: apaga la televisión. Puede que no sea fácil. Quizás te hayas envuelto emocionalmente en la trama o con los personajes, o puede que sientas curiosidad por saber cómo termina. Pero el apartarte del mal es sin duda el proceder más inteligente. (Compárese con Mateo 5:29, 30.)
La situación puede ser un poco más delicada si te encuentras en un cine con tus amigos y la película toma un mal cariz. Un adolescente llamado Joseph se vio precisamente en esta situación. Los anuncios de una película reciente aconsejaban ir a verla. Sin embargo, Joseph recuerda: “En los primeros cinco minutos salieron tres escenas de violencia y desnudismo”. Con educación, Joseph comunicó a sus amigos sus intenciones y salió del cine. ¿Le resultó bochornoso? Joseph dice: “En absoluto, porque lo primero que pensé fue en agradar a Jehová”.
Hay que admitir que los compañeros pueden ejercer gran presión para que no adoptes tal postura. Esa presión hasta puede venir de jóvenes que han sido criados por padres cristianos pero que, por haber visto demasiadas películas cuestionables, se les ha cauterizado la conciencia. (1 Timoteo 4:2.) Puede que te acusen de ser irrazonable y demasiado justo, pero en lugar de ceder ante la presión de tus compañeros, ‘ten una buena conciencia’. (1 Pedro 3:16.) Lo que realmente importa no es lo que piensen de ti tus compañeros, sino lo que piensa Jehová. Y si tus amigos se meten contigo porque sigues los dictados de tu conciencia, es tiempo de buscar otras amistades. (Proverbios 13:20.) Tienes que salvaguardar tus ojos, tus oídos y tu corazón figurativo. (Compárese con Job 12:11; 31:1; Proverbios 4:23.)
Cómo mantener una buena conciencia
La joven Georgia tenía la costumbre de entrar a ver películas que no eran toleradas para chicas de su edad. Pero, con el tiempo, empezó a querer disfrutar de una buena relación con Dios. Para ello, dejó de ver películas cuestionables y encontró otras formas de diversión en las que podía participar con sus amistades cristianas. Georgia dice: “Ya he dejado de tener un peso en la conciencia. Ahora puedo dormir tranquila porque en mi interior me siento limpia”.
¿Quieres estar limpio a los ojos de Aquel que examina los corazones, Jehová Dios? Entonces, vigila lo que introduces en él, y evita exponerte inútil e innecesariamente a la violencia, la explotación sexual o el lenguaje sucio, que lo único que pueden hacer es embotar tu sentido de lo que es bueno y corromper tu corazón. Sé como el salmista, que dijo en oración: “Haz que mis ojos pasen adelante para que no vean lo que es inútil”. (Salmo 119:37.)
Si eres cuidadoso y selectivo, no solo podrás protegerte de influencias perjudiciales, sino que podrás disfrutar de esa sensación de ‘sentirte limpio’ de la que habló la joven Georgia. Y ninguno de los efectos especiales de Hollywood puede igualarse a esa sensación.
[Nota a pie de página]
a Véase el artículo “¿Importa qué películas veo?” publicado en la revista ¡Despertad! del 22 de julio de 1990.
[Comentario en la página 11]
Muchas películas que fueron escandalosas hace unos años, ahora se consideran aceptables
[Fotografía en la página 10]
Es probable que tus padres sepan si una película que se anuncia es objetable