Cómo aprovechar la fuerza del viento
POR EL CORRESPONSAL DE ¡DESPERTAD! EN LOS PAÍSES BAJOS
LAS enormes aspas giran sin cesar. Dan vueltas lenta y continuamente como los brazos de un nadador gigante que lucha incansablemente contra la corriente que le impide progresar. Sin embargo, las aspas se mueven gracias a la corriente y no a pesar de ella. La corriente es el viento. Además del susurro que producen, lo único que se oye es el zumbido de estos brazos mecánicos. Hablamos del molino de viento, que utiliza la fuerza del viento para producir electricidad.
La cantidad de estos molinos sigue aumentando y cambiando el paisaje de países como Alemania, Dinamarca, Estados Unidos, Francia y los Países Bajos, donde hay zonas de grandes vientos. California (E.U.A.) ya tiene más de dieciséis mil molinos de viento. A unos 50 kilómetros al este de San Francisco, en Altamont Pass, una planta eólica ha aprovechado el constante viento de las colinas y ha puesto en marcha un enjambre de siete mil molinos para generar energía eléctrica. En conjunto, los molinos de viento de California son capaces de generar suficiente energía eléctrica para satisfacer las necesidades domésticas de todas las familias de San Francisco y Washington D.C.
Dinamarca, país rodeado de mar, también es un lugar ideal para aprovechar la energía eólica, y ya cuenta con unos tres mil seiscientos molinos. En 1991 los Países Bajos solo tenían unos trescientos molinos, pero las provincias más ventosas del país concordaron en aumentar la cantidad a tres mil. Los expertos energéticos de Inglaterra también desean aprovechar el viento de manera parecida en su propio país.
Claro está, utilizar la fuerza del viento no es nada nuevo. Piense en los muchos barcos que navegaron en los océanos gracias a la fuerza del viento desde tiempos inmemoriales, antes de que hubiera motores. Durante siglos se han utilizado molinos de viento para bombear agua, moler maíz y especias, y cortar madera. En los Países Bajos todavía quedan unos novecientos de estos elegantes monumentos. Muchos de ellos aún bombean agua y son fiables incluso durante apagones.
Hace un siglo, el profesor danés, Poul de la Cour, intentó utilizar por primera vez la energía eólica para producir electricidad. Creó un pequeño precursor del molino de viento moderno. Sin embargo, en el siglo XX la humanidad encontró que era mucho más fácil utilizar los combustibles fósiles, que a la vez proporcionaban más energía. Al principio estos combustibles parecían ser baratos y abundantes, por lo que eclipsaron fácilmente al viento como fuente de energía. No se volvió a tomar en serio el uso de energía eólica sino hasta que se produjo la crisis del petróleo en 1973.
Ventajas para el medio ambiente
La crisis del petróleo indujo a los científicos a reflexionar sobre lo que ocurriría si se agotaran los combustibles. Alternativas como la energía eólica cobraron auge. Después de todo, el viento es inagotable. De hecho, se renueva constantemente, como bien se expresa en la Biblia: “Va girando y girando de continuo en forma de círculo”. (Eclesiastés 1:6.) Además, la energía eólica es mucho menos dañina para el ambiente que los combustibles fósiles, los cuales contribuyen a fenómenos alarmantes como la lluvia ácida y quizás agravan el efecto invernadero. La energía eólica no produce ninguna emisión química.
Aunque el viento no es una forma de energía tan concentrada como el gas, el carbón y el petróleo, tiene ventajas asombrosas. Por ejemplo, imagínese un molino de viento que gira sus aspas lentamente ante una brisa suave de 10 kilómetros por hora. De repente el viento cobra velocidad y aumenta a 20 kilómetros por hora. ¿Cuánta energía más produce entonces el molino? ¿El doble? No. La revista New Scientist comenta: “La energía eólica corresponde al cubo de la velocidad del viento”. De modo que cuando la velocidad del viento se duplica, el molino produce ocho veces más energía. Por tanto, un pequeño aumento en la velocidad del viento significa una enorme elevación en la energía que genera el molino. Para aprovechar al máximo esta ley del cubo, como se la conoce, los molinos de viento por lo general se instalan en las cumbres de las colinas, donde aumenta la velocidad del viento.
Otra ventaja de la energía eólica es que es un sistema bastante descentralizado. El molino de viento permite que la fuente de energía esté cerca del usuario. Es un aparato fácil de instalar y trasladar. El viento no se extrae de minas, no se envía de otros lugares ni se compra. Significa que no es difícil distribuir la energía, especialmente cuando se compara con el crudo, que tiene que transportarse en enormes petroleros. Estas embarcaciones han sufrido accidentes que han causado grandes desastres del medio ambiente una y otra vez, como la marea negra de Alaska en 1989. Los molinos de viento no tienen esa desventaja.
Algunas desventajas
Estos hechos no significan que el molino de viento sea una panacea para todos los problemas energéticos de la humanidad. Una de las mayores dificultades estriba en lo imprevisible que es el viento. Puede cambiar de dirección en cualquier momento. Los investigadores han intentado resolver este problema durante mucho tiempo. Una solución se presentó en los años veinte, cuando el ingeniero francés Georges Darrieus creó un molino de viento con un eje vertical. Es muy parecido a una mezcladora grande, y funciona sin importar en qué dirección sople el viento. Algunas variaciones de este aparato, de aspecto un tanto extraño, se utilizan en la actualidad. No obstante, el viento también puede dejar de soplar por completo en cualquier momento. Por otro lado, un viento fuerte puede dañar las aspas y la turbina.
Es sorprendente que las objeciones que más se oyen respecto al uso de la energía eólica tienen que ver con el medio ambiente. En primer lugar, los molinos de viento de alta tecnología de hoy son muy diferentes de los molinos pintorescos de antaño. Los grandes miden hasta 100 metros de altura; los medianos, 40 metros. Pocas personas dirían que son bonitos. Aunque es cierto que muchos tendidos eléctricos de alta tensión y torres de radio son de esa misma altura, las aspas del molino que giran sin cesar son mucho más llamativas.
También está la cuestión del ruido. Algunas personas se oponen enérgicamente a que se instalen molinos de viento cerca de su hogar debido al ruido que producen. Sin embargo, un estudio reveló que un molino mediano de Cornwall (Inglaterra) produce el mismo nivel de ruido que se oiría si un automóvil pasara a una velocidad de 60 kilómetros por hora a siete metros de distancia de uno. Ahora bien, mientras uno se aleja del molino de viento, el nivel de ruido baja drásticamente. Si uno está a 300 metros de distancia, no oirá más ruido que el que oiría en una biblioteca típica. Es más, el viento que hace girar las aspas del molino tiende a ocultar el ruido. No obstante, es cierto que el ruido puede convertirse en un problema importante cuando hay centenares de molinos en el mismo lugar, o miles de ellos como en el caso de Altamont Pass (California).
Otro problema tiene que ver con las aves. Hace poco, una organización protectora de aves de los Países Bajos previno contra la instalación de plantas eólicas en zonas donde las aves comen y procrean, pues cuando está oscuro o hay niebla pudieran chocar contra las aspas. Se calcula que en una planta holandesa con 260 molinos podrían morir hasta cien mil aves al año de esta forma. Sin embargo, otros estudios indican que los molinos de viento tienen poco efecto en las aves.
¿Póliza de seguro?
A pesar de estos obstáculos, es obvio que la fuerza del viento puede contribuir mucho a reducir la cantidad de combustibles fósiles que se consume en el mundo. En su libro, Wind Energy Systems (Sistemas de energía eólica), el profesor Gary L. Johnson, de la Universidad Estatal de Kansas (E.U.A.), explica que la fuerza del viento puede utilizarse junto con otros sistemas más convencionales para generar energía eléctrica. Dice que de esta forma “los generadores eólicos pudieran considerarse como pólizas de seguro en caso de que surgieran serios problemas de combustible”.
Es posible que dentro de poco el hombre necesite con urgencia tal póliza de seguro. Los medios de comunicación muchas veces mencionan la búsqueda incesante de combustible por el hombre. A medida que excava en busca de carbón y perfora en busca de petróleo y gas, no solo agota estas insustituibles materias primas, sino que en algunos lugares también contamina su propio medio ambiente al utilizarlas. Mientras tanto, el viento sigue soplando: limpio, inagotable y, en la mayoría de los casos, sin que se le tome en cuenta.
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Miles de molinos de viento producen electricidad en muchos países
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Los Países Bajos todavía cuentan con cientos de estos elegantes monumentos