¡Un tigre, un tigre!
POR EL CORRESPONSAL DE ¡DESPERTAD! EN LA INDIA
‘CAMINABA en cierta ocasión a lo largo de una estrecha cresta de montaña —recuerda el doctor Charles McDougal, que ha dedicado muchos años al estudio del tigre en el Real Parque Nacional Chitwan de Nepal— cuando al llegar a la cima me encontré de frente con un tigre que venía de la dirección opuesta. Nos separaba poca distancia, unos quince pasos.’ El doctor McDougal se quedó inmóvil. En lugar de mirar al tigre a los ojos, acción que este animal interpreta como un desafío, elevó su mirada por encima de él. El tigre se quedó agazapado pero no hizo intento de atacar. Después de unos minutos bastante largos, el doctor McDougal dio unos cuantos pasos hacia atrás. ‘Luego —agrega—, simplemente me di la vuelta y me fui por donde había venido.’
A comienzos de siglo, había en Asia, el continente del que son originarios, unos cien mil tigres, 40.000 de ellos en la India. Pero, debido principalmente a la caza, para 1973 la población mundial de estas impresionantes criaturas se había reducido a menos de cuatro mil. El hombre ha llevado al borde de la extinción al tigre, el mayor felino de la Tierra. Ahora bien, ¿representa el tigre una amenaza para el hombre? ¿Cómo es realmente este gran felino? ¿Han dado buenos resultados los intentos de salvarlo de la extinción?
La vida de familia del tigre
Después de muchos años de paciente observación, los naturalistas tienen una idea más clara de la vida del tigre. Observemos a una típica familia de tigres en los hermosos bosques de Ranthambhore, al norte de la India. El macho mide casi tres metros de largo desde el hocico hasta la punta del rabo y pesa unos 200 kilogramos. Su pareja mide aproximadamente 2,7 metros de largo y pesa unos 140 kilogramos.a Tienen tres cachorros: un macho y dos hembras.
En estos bosques, la temperatura puede sobrepasar los 45 °C, por lo que la familia del tigre busca la sombra de los árboles más frondosos. Y siempre pueden darse un chapuzón en las frescas aguas de algún lago cercano. ¿Acaso nadan estos felinos? Pues sí, les encanta el agua. De hecho, se sabe de algunos tigres que han nadado más de cinco kilómetros sin parar.
El pelaje amarillento de los tigres reluce al recibir la luz que atraviesa las copas de los árboles. Las franjas negras y las manchas blancas que tienen encima de sus ojos color ámbar, brillan con viveza. Después de observar por un rato a los tres cachorros, nos resulta fácil distinguirlos por las diferentes formas de las rayas y de las manchas del rostro.
El crecimiento
Durante la gestación de los cachorros, la madre buscó una madriguera apropiada, oculta entre la espesa maleza. Desde allí, la familia disfruta del panorama de la llanura, donde hay un abrevadero que atrae a otros animales. La tigresa escogió este lugar para poder cazar sin alejarse de sus crías.
Los cachorros han recibido mucha atención desde que nacieron. De pequeños, la madre los ha abrazado entre sus patas, los ha acariciado con el hocico y los ha lamido arrullándolos suavemente. Cuando crecieron, comenzaron a jugar al escondite y a simular luchas. Aunque los cachorros de tigre no ronronean, a partir de un año de edad exhalan aire repetidas veces larga y audiblemente cuando ven regresar a su madre.
A los cachorros les encanta nadar y jugar en el agua junto a su madre. Imagínese a la tigresa sentada a la orilla de la laguna con la cola en el agua. De vez en cuando la levanta de golpe para quitarse el calor con una ducha fría. A propósito, los cachorros no se cansan de intentar atrapar la cola de su madre, que la mueve velozmente de un lado a otro. De este modo, la tigresa no solo juega con sus crías; también les enseña a desarrollar técnicas de ataque, las cuales usarán posteriormente cuando empiecen a cazar. A los cachorros también les gusta subirse a los árboles. Aunque después de los quince meses les resulta más difícil hacerlo debido a su peso y corpulencia.
El padre
Hasta hace poco, muchos creían que la hembra criaba sola a sus cachorros y que el macho los mataba si tenía la oportunidad. Pero esto no es así en el caso de la mayor parte de los tigres. Es cierto que el padre desaparece en la jungla por períodos largos, recorriendo su territorio de más de cincuenta kilómetros cuadrados, pero también visita a su familia. Al hacerlo, es posible que cace junto a la tigresa y los cachorros y hasta comparta con ellos la caza. Probablemente el primero en comer sea el cachorro macho más agresivo. Si acapara la comida bastante tiempo sin dejar que sus hermanas se acerquen, su madre lo empuja o incluso lo inmoviliza bajo su pata para que las hembras coman la ración que les corresponde.
Los cachorros disfrutan del juego con su corpulento padre. El lugar predilecto para ello es el abrevadero cercano. El padre se introduce en el agua lentamente y hacia atrás hasta que esta le llega al cuello. (Los tigres detestan que el agua les salpique los ojos.) A continuación deja que sus cachorros lo acaricien con el hocico mientras él les lame la cara. Es obvio que existe un fuerte vínculo familiar.
¿Devoradores de hombres?
Tanto los libros como las películas suelen presentar al tigre como una criatura fiera y agresiva que acecha y ataca al hombre para destrozarlo y devorarlo. Pero esa imagen es falsa. No todos los tigres son devoradores de hombres. Por lo general, si un tigre ve a un ser humano en el bosque, prefiere alejarse sigilosamente. Un dato interesante es que el olor del hombre no parece tener ningún efecto en el tigre.
No obstante, hay circunstancias en las que un tigre hambriento puede ser muy peligroso. Si pierde los dientes debido a la vejez o ha sido herido por el ser humano, tal vez no pueda cazar como de costumbre. Así mismo, si el hombre reduce el hábitat del tigre, se limita la cantidad de especies de las que este se alimenta. Por este tipo de razones, el tigre mata a unas cincuenta personas anualmente en la India, cantidad cien veces menor que la que muere debido a las serpientes. Los ataques de tigres tienen lugar principalmente en los pantanos del delta del Ganges.
Según el doctor McDougal, los tigres no son tan peligrosos como piensa la mayor parte de la gente. Afirma que, aunque sorprender a un tigre a poca distancia podría hacer que este atacara, “el tigre es un animal muy sereno, tranquilo y sosegado. Si usted se encuentra con un tigre, aunque sea a poca distancia, por lo general no atacará”.
Es infrecuente que dos tigres peleen. Por ejemplo, si un tigre joven se interna en el territorio de otro macho y se encuentra con él, puede haber un intercambio de rugidos espeluznantes y fieros gruñidos a escasos centímetros uno del otro. Pero cuando el macho más viejo demuestra su superioridad, el más joven normalmente se coloca panza arriba en señal de sumisión, lo cual pone fin a la confrontación.
El futuro del gran felino
No es el tigre el que representa una amenaza para el hombre, sino el hombre para el tigre. En la actualidad se intenta salvar a este animal de la extinción. Varios países asiáticos han creado reservas para los tigres. En 1973 se elaboró un plan especial denominado Proyecto Tigre en el Parque Nacional Corbett, al norte de la India. El dinero y los materiales provinieron de todas partes del mundo. Con el tiempo, se crearon dieciocho reservas para los tigres en la India, que abarcaban un área total de 28.000 kilómetros cuadrados. En 1978 se añadió el tigre a la lista de especies en peligro de extinción. Los resultados fueron sorprendentes. Antes de que se prohibiera la caza del tigre, este felino se había vuelto una criatura muy esquiva y de hábitos predominantemente nocturnos debido al temor al hombre. Pero después de unos años de protección, comenzó a moverse libremente por las reservas y a cazar a plena luz del día.
Pese a todo, el tigre aún corre peligro debido a la demanda internacional de remedios tradicionales asiáticos elaborados con algunos de sus órganos. Por una bolsa de huesos de tigre, por ejemplo, se pagan hasta 500 dólares en la India, y cuando los huesos procesados llegan a los mercados del Lejano Oriente, su valor ha ascendido a más de 25.000 dólares. Con tanto dinero en juego, los aldeanos pobres se sienten tentados a colaborar con los cazadores furtivos para burlar a los guardias forestales. Al principio se consideró que el trabajo de salvar al tigre había tenido éxito. Pero la situación empeoró a partir de 1988. Hoy solo quedan unos veintisiete tigres en Ranthambhore, en comparación con los cuarenta que había hace veinte años. Y es posible que la población mundial de tigres sea de tan solo cinco mil.
El tigre y el hombre coexistieron en relativa armonía en la India hasta finales del siglo pasado. ¿Volverán a hacerlo? Por ahora, la llamada de alarma “¡un tigre, un tigre!” puede significar todavía que se ha avistado al felino más grande del planeta. Queda aún por ver si los programas de conservación garantizarán la seguridad del tigre en el futuro. Por otra parte, la Biblia nos asegura que algún día toda la Tierra será un paraíso como el Jardín de Edén. En aquel tiempo, el hombre y las criaturas salvajes como el tigre convivirán en paz en la Tierra. (Isaías 11:6-9.)
[Nota]
a El tigre siberiano, la subespecie más grande, puede pesar 320 kilogramos y alcanzar cuatro metros de longitud.
[Ilustración y recuadro de la página 17]
El tigre blanco
El tigre blanco, tesoro nacional de la India, es el resultado de un gen recesivo mutante. En 1951 capturaron un cachorro macho de tigre blanco en los bosques de Rewa de la India. Posteriormente lo aparearon con una tigresa de color normal y las crías nacieron con la coloración habitual. No obstante, el cruce de una hembra de estas crías con el macho blanco resultó en cuatro cachorros blancos. El cruce bien planeado ha hecho posible que gente de muchos lugares contemple esta rara belleza en los parques zoológicos.
[Ilustración de la página 16]
¿Nadan estos felinos? Sí
[Ilustración de la página 17]
Los tigres no son tan peligrosos como piensa mucha gente