BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g99 22/3 págs. 4-8
  • Los abuelos: sus alegrías y sus dificultades

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Los abuelos: sus alegrías y sus dificultades
  • ¡Despertad! 1999
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • El papel de los abuelos
  • Tensiones familiares
  • El amor y el respeto son fundamentales
  • Lo que pueden dar los abuelos
  • La convivencia con amor
    ¡Despertad! 1995
  • El arte de ser abuelos
    ¡Despertad! 1981
  • ¿Cuáles son algunos de los problemas?
    ¡Despertad! 1995
  • Cuando los abuelos se convierten en padres
    ¡Despertad! 1999
Ver más
¡Despertad! 1999
g99 22/3 págs. 4-8

Los abuelos: sus alegrías y sus dificultades

“¡Me encanta ser abuelo! Uno disfruta de los nietos sin sentirse responsable de ellos. Sabe que ejerce influencia en sus vidas, pero que, a la postre, la última palabra no la dice uno: la dicen los padres.”—Gene.

¿QUÉ tiene el ser abuelo que provoca tanto entusiasmo? Los investigadores explican que las reglas normales que los padres imponen a los hijos pueden generar mucha tensión. Debido a que los abuelos por lo común no tienen que dictar tales reglas, pueden gozar de una relación mucho más distendida con los nietos. Como dice el doctor Arthur Kornhaber, los abuelos pueden amar a los nietos por el simple hecho “de respirar”. Una abuela de nombre Esther comenta: “Con mis hijos, mis emociones estaban a diario demasiado implicadas en todo lo que hacían. Como abuela, puedo limitarme solo a disfrutar de mis nietos y a quererlos”.

Además, están la sabiduría y la destreza que dan los años (Job 12:12). Los abuelos ya no son jóvenes e inexpertos; tienen en su haber años de experiencia en la crianza de los hijos. Como han aprendido de sus propios errores, probablemente saben cómo tratar mejor a los niños que cuando eran más jóvenes.

Por lo tanto, concluye el doctor Kornhaber: “Para el bienestar emocional y la felicidad de las tres generaciones, se necesita un vínculo sano y afectuoso entre abuelos y nietos. Dicho vínculo es un derecho natural de los niños, [...] un legado de sus mayores que beneficia a todos los miembros de la familia”. La revista Family Relations hace un comentario parecido: “Los abuelos que toman parte activa en su papel y se identifican con él experimentan una mayor sensación de bienestar y un mejor estado de ánimo”.

El papel de los abuelos

Hay muchas funciones valiosas que los abuelos pueden desempeñar. “Pueden brindar apoyo a sus hijos casados —dice Gene—. Creo que de este modo contribuyen a equilibrar algunas de las situaciones difíciles en que se ven los padres jóvenes.” También pueden hacer mucho para apoyar a los nietos. A menudo son los abuelos quienes transmiten los relatos que infunden en el niño el sentido de la historia familiar. Asimismo, los abuelos desempeñan con frecuencia un papel clave en la transmisión del patrimonio religioso de la familia.

En muchas familias, a los abuelos se les considera mentores de confianza. “Quizás los nietos te confíen cosas de las cuales no hablarían libremente con sus padres”, dice Jane, mencionada en el primer artículo. Los padres normalmente aceptan gustosos esta ayuda extra. Según un estudio, “más del ochenta por ciento de los adolescentes veían a sus abuelos como confidentes. [...] Un gran porcentaje de los nietos adultos mantienen comunicación permanente con sus abuelos más allegados”.

Un abuelo amoroso puede ser de mucho valor para un niño que no recibe la crianza apropiada en el hogar. “Mi abuela fue la persona más importante en los primeros años de mi infancia —escribe Selma Wassermann—. Ella penetró en mi mundo y lo nutrió. Su regazo era más grande que Miami Beach, y cuando me sentaba en él, me sentía segura. [...] Fue de mi abuela de quien aprendí las principales cosas acerca de mí: que era amada y que, por consiguiente, inspiraba amor.” (The Long Distance Grandmother.)

Tensiones familiares

Con todo, el ser abuelos no está exento de posibles tensiones y problemas. Por ejemplo, cierta mujer recuerda una terrible discusión que tuvo con su madre sobre la manera apropiada de hacer eructar a un bebé. “Aquello abrió una brecha entre nosotras en un momento en que me hallaba muy vulnerable.” Es comprensible que los padres jóvenes deseen que sus progenitores aprueben la manera como crían a sus hijos; de ahí que las sugerencias de estos, hechas con la mejor intención, puedan parecer críticas demoledoras.

En su libro Between Parents and Grandparents (Entre padres y abuelos), el doctor Kornhaber escribe acerca de dos casos en los que había otro problema común. Una madre dice: “Mis padres me invaden a diario, y se disgustan cuando llegan a casa y no me encuentran. [...] No piensan en mí: en mis sentimientos y mi intimidad”. Un padre se queja: “Mis padres quieren apoderarse de mi hija. Se pasan las veinticuatro horas del día pendientes de lo que Susie hace. [...] Estamos pensando en mudarnos”.

En ocasiones también se acusa a los abuelos de mimar a los nietos colmándolos de regalos. Por supuesto, la generosidad es tan natural en los abuelos como el respirar, pero sí parece que algunos se exceden a este respecto. Por otro lado, las quejas de los padres a veces se derivan de los celos (Proverbios 14:30). “Mis padres fueron muy estrictos y severos conmigo —confiesa Mildred—, pero con mis hijos son dadivosos y [permisivos]. Tengo celos porque su manera de tratarme no ha cambiado en absoluto.” Sean cuales sean los motivos, el que un abuelo no respete los deseos de los padres en materia de regalos puede ocasionar problemas.

En consecuencia, los abuelos sensatos manifiestan discreción en sus expresiones de generosidad. La Biblia indica que hasta lo bueno en exceso es dañino (Proverbios 25:27). Si no está seguro de qué regalos serían apropiados, consulte con los padres. Así ‘sabrá dar buenos regalos’ (Lucas 11:13).

El amor y el respeto son fundamentales

Lamentablemente, algunos abuelos se quejan de que su labor de niñeros no se aprecia como es debido; otros creen que no les permiten pasar suficiente tiempo con los nietos, y hay quienes afirman que sus hijos adultos los han dejado a un lado sin siquiera haberles explicado por qué. Estos problemas dolorosos a menudo pueden evitarse si los miembros de la familia se aman y respetan entre sí. La Biblia declara: “El amor es sufrido y bondadoso. El amor no es celoso, [...] no busca sus propios intereses, no se siente provocado. [...] Todas las cosas las soporta, todas las cree, todas las espera, todas las aguanta” (1 Corintios 13:4, 5, 7).

Supóngase que usted es una madre joven y su madre o su suegra le hace una sugerencia o una observación bienintencionada, aunque irritante. ¿Tiene realmente motivos para ‘sentirse provocada’? Después de todo, la Biblia indica que es tarea de las cristianas mayores enseñar ‘a las mujeres jóvenes a amar a sus esposos, amar a sus hijos, ser de juicio sano, castas, trabajadoras en casa’ (Tito 2:3-5). ¿Y acaso no desean los abuelos y usted lo mismo, a saber, lo que más les conviene a sus hijos? Puesto que el amor “no busca sus propios intereses”, lo mejor es concentrarse en las necesidades del niño y no en lo que usted siente. De este modo evitarán ‘forzarse la una a la otra a una confrontación’ por toda irritación insignificante (Gálatas 5:26, nota).

Tal vez tema que con tanta generosidad, su hijo se malcríe; pero, normalmente, los gestos dadivosos de los abuelos no son malintencionados. La mayoría de los especialistas en el cuidado infantil coinciden en que la educación y la disciplina que usted dé a su hijo tendrán un impacto mucho mayor que la intervención ocasional de un abuelo. Un doctor recomienda “mantener un buen sentido del humor”.

Si su preocupación por algún aspecto del cuidado de su hijo es legítima, no corte la relación de sus padres o sus suegros con el niño. La Biblia dice: “Resultan frustrados los planes donde no hay habla confidencial” (Proverbios 15:22). Al “tiempo apropiado” hable seriamente con ellos y expóngales sus preocupaciones (Proverbios 15:23). Con frecuencia se puede llegar a una solución.

¿Es usted abuelo? Entonces es fundamental que muestre respeto a los padres de su nieto. Desde luego, es su obligación hablar con franqueza si cree que este corre peligro. Sin embargo, aunque es natural que quiera mucho a sus nietos, su crianza es responsabilidad de los padres, no de los abuelos (Efesios 6:4). La Biblia manda que los hijos respeten y obedezcan a los padres (Efesios 6:1, 2; Hebreos 12:9). Por eso, no abrume a los padres con consejos no solicitados ni los desautorice (compárese con 1 Tesalonicenses 4:11).

Ha de reconocerse que no siempre resulta fácil distanciarse un poco de la situación, reprimir la lengua —y hasta contener el aliento— y dejar que los hijos desempeñen su papel de padres. Pero como dice Gene, “a menos que te pidan consejo, tienes que aceptar lo que ellos consideren más conveniente para sus hijos”. Jane dice: “Evito decir: ‘Hay que hacerlo de esta manera’. Existen muchas maneras de hacer las cosas, y si uno es dogmático, pueden surgir problemas”.

Lo que pueden dar los abuelos

La Biblia describe a los nietos como una bendición de Dios (Salmo 128:3-6). El interés de los abuelos en ellos puede ejercer una poderosa influencia en sus vidas y contribuir a que cultiven valores espirituales (compárese con Deuteronomio 32:7). En tiempos bíblicos, una mujer llamada Loida desempeñó un papel significativo al ayudar a su nieto, Timoteo, a convertirse en un extraordinario hombre de Dios (2 Timoteo 1:5). También usted puede experimentar la alegría de que sus nietos reaccionen favorablemente a la educación divina.

Asimismo, usted puede ser una fuente de amor y cariño, que son tan necesarios. Quizás no sea el tipo de persona efusiva y cariñosa; no obstante, el amor piadoso también puede mostrarse interesándose sincera y altruistamente en los nietos. La escritora Selma Wassermann afirma: “Mostrar interés en lo que el niño le dice [...] es prueba clara de su cariño. Saber escuchar, no interrumpir, no criticar: todo ello comunica respeto, afecto, estimación”. Para un nieto, tal atención amorosa es uno de los mejores regalos que un abuelo puede hacerle.

Hasta ahora, nuestro análisis se ha centrado en los papeles tradicionales que desempeñan los abuelos. Sin embargo, un gran número de ellos hoy lleva una carga mucho más pesada.

[Comentario de la página 6]

“Fue de mi abuela de quien aprendí las principales cosas acerca de mí: que era amada y que, por consiguiente, inspiraba amor”

[Recuadro de la página 6]

Consejos para los abuelos a distancia

• Pida a los padres que le envíen videocintas o fotografías de los nietos.

• Envíeles “cartas” en casetes. Para los más pequeños, grábeles con su voz historias bíblicas o canciones de cuna.

• Envíeles postales y cartas. De ser posible, mantenga correspondencia con ellos regularmente.

• Si tiene los medios, llámelos con frecuencia por teléfono. Cuando hable con los pequeños, inicie las conversaciones con preguntas sencillas, como: “¿Qué desayunaste hoy?”.

• Si es posible, haga visitas breves y regulares.

• Póngase de acuerdo con los padres para que los nietos lo visiten en su casa. Organice actividades divertidas, como ir a zoológicos, museos y parques.

[Ilustración de la página 5]

Muchos abuelos colaboran en el cuidado de sus nietos

[Ilustraciones de la página 7]

Pueden surgir tensiones debido al modo de criar a los hijos

Los abuelos suelen desempeñar un papel importante en la transmisión de la historia familiar

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir