Observando el mundo
Fósil falso
“Durante ciento dieciséis años —apunta el diario británico The Guardian—, el vestíbulo del Museo Nacional de Gales (Cardiff, Gran Bretaña) exhibió con orgullo el esqueleto fósil de un ictiosauro que vivió hace doscientos millones de años en los mares jurásicos. Pues bien, cuando los conservadores de Cardiff decidieron que los restos de aquel carnívoro oceánico necesitaban una restauración, descubrieron que se trataba de un fraude.” La conservadora Caroline Buttler explica: “Después de quitar cinco capas de pintura, nos dimos cuenta de que era una minuciosa falsificación. Se habían combinado dos tipos diferentes de ictiosauro con partes falsas hábilmente trabajadas”. El museo no desechará el esqueleto, sino que lo exhibirá como ejemplo de falsificación de fósiles.
Lagos de montaña contaminados
Los lagos de las tierras altas no son tan limpios como popularmente se cree. “Incluso los lagos más elevados, como el Schwarzsee, sobre Sölden [Austria], están repletos de contaminantes”, señala la revista alemana natur & kosmos. Los peces de los lagos de tierras altas acumulan concentraciones de DDT hasta mil veces mayores que los de zonas más bajas. ¿Por qué razón? El veneno químico que emplean algunos países tropicales se evapora y es transportado por las corrientes de aire a otras partes del planeta. Al pasar sobre sitios fríos (como los lagos de las montañas), las partículas del DDT se condensan y se precipitan en forma de lluvia. Los “gélidos lagos de las montañas funcionan como trampas frías que atrapan el DDT de la atmósfera”, explica la revista. El insecticida, tóxico para seres humanos y animales, se prohibió en Europa hace más de veinte años, pero sigue en uso en los países en desarrollo.
Tumbas al gusto del cliente
“La nueva moda funeraria son las sepulturas excéntricas”, anuncia la revista francesa L’Express. Los fabricantes de tumbas ofrecen monumentos personalizados en veinticinco colores distintos y con diseños y materiales novedosos, como el vidrio de colores y el metal. Algunas figuras elaboradas hasta ahora representan un paracaídas, un perro y una vaca, los restos de un tren siniestrado y un enorme barril, encargo de un comerciante de vinos. Una empresa grande afirma que reproduce como mínimo ochenta motocicletas al año para decorar las sepulturas. Según el artículo, las leyes de Francia solo permiten una lápida y una losa, pero protegen las creencias individuales y conceden a los propietarios de los cementerios “libertad de construcción”.
Cuidado con el plomo de las joyas
“Si a su pequeño le gusta morder o chupar joyas que puedan contener plomo, deséchelas de inmediato”, exhorta en un informe el Ministerio de Salud de Canadá. La mayoría de las joyas de fantasía baratas (como las que suelen comprarse a los niños) contenían de un 50 a un 100% de plomo, según revelaron las pruebas de laboratorio. “Absorber incluso ínfimas cantidades de plomo puede hacer daño a la salud y afectar al desarrollo intelectual y de la conducta de los niños pequeños”, amplía el informe citado. Puesto que es difícil determinar el contenido de plomo sin un equipo de pruebas y que la joyería infantil por lo común cuesta poco, la mejor medida tal vez sea la que propone el periódico National Post: “En caso de duda, tírelo a la basura”.
El hábitat natural: clave para la conservación
“La protección del hábitat [es la] clave para la preservación de la fauna”, afirma el diario Times of Zambia, el cual señala que la población animal disminuye sobre todo por culpa de la destrucción de su entorno, provocada, entre otras razones, por “el pastoreo excesivo, los incendios, la erosión [y] la agricultura”. El Times explica que si bien “está claro que la agricultura es importante y no podemos prescindir de ella”, el hábitat natural podría conservarse en las zonas donde el cultivo de la tierra “no es tan provechoso debido a que el suelo es pobre”. A los animales domésticos que se llevan a esas regiones les resulta difícil luchar contra los parásitos, como las garrapatas y los ácaros, mientras que “los animales salvajes cuentan con un recurso natural contra esas plagas”: se revuelcan en el fango o en el polvo y se dejan desparasitar por las aves.
Victoria legal para los Testigos en Rusia
“Hoy, [23 de febrero,] los testigos de Jehová han obtenido en un tribunal de Moscú una victoria potencialmente trascendental sobre un grupo de fiscales cuyo objetivo era proscribir a la agrupación, al amparo de una ley de 1997 que prohíbe la existencia de sectas que inciten al odio o a la intolerancia”, comunicó The New York Times del 24 de febrero de 2001. El juicio se suspendió el 12 de marzo de 1999 y se comisionó a cinco expertos para que analizaran las creencias de los Testigos. Al cabo de casi dos años, la causa se reanudó el 6 de febrero de 2001, después de lo cual al tribunal le tomó menos de tres semanas encontrar sin fundamento los cargos de la fiscalía. No obstante, esta solicitó que el Tribunal de la Ciudad de Moscú dictara la revisión del caso. La petición fue concedida el 30 de mayo y el juicio se remitió de vuelta al tribunal de primera instancia. “La Iglesia Ortodoxa Rusa, implacable oponente de la actividad misional —mencionó el diario Los Angeles Times—, estuvo entre las principales defensoras de la ley de religión de 1997, debido a la cual muchas confesiones se vieron obligadas a someterse a un difícil proceso de inscripción.”
Se lucran con ropa donada
“Solo una pequeña cantidad” de ropa donada llega a quienes en verdad la necesitan, afirma el diario alemán Südwest Presse. En Alemania se donan más de 500.000 toneladas anuales de ropa para los desamparados, pero los organismos que la juntan por lo general la venden a empresas comerciales, con lo que la donación se convierte en un negocio de varios cientos de millones de marcos alemanes. Con frecuencia, quienes recogen los artículos donados desconocen su destino final. En el artículo se recomienda lo siguiente: “Si quiere asegurarse de que su ropa llegue a la gente pobre, tendrá que hacer la entrega usted mismo o enviarla a personas confiables en la zona de crisis”.
Por qué a los niños se les hace difícil comunicarse
Según el rotativo Berliner Morgenpost, el portavoz de una asociación pediátrica de Berlín dice que los jovencitos tienen problemas de comunicación por culpa del excesivo tiempo que pasan ante el televisor y la computadora. Opina que a los niños, sobre todo a los preescolares, les convendría pasar menos tiempo frente a esos aparatos y más relacionándose con gente de verdad y aprovechando los estímulos de tal interacción. Por otra parte, estudios recientes indican que “cada día más personas de 20 a 40 años sufren grave pérdida de memoria” y son incapaces “de diferenciar entre lo importante y lo trivial” debido a su “mayor dependencia de las computadoras”, agrega el diario The Sunday Times, de Gran Bretaña.
Idiomas en extinción
El rotativo brasileño Folha de S. Paulo habla de un programa conjunto entre Brasil y Alemania para documentar el uso de los idiomas nativos brasileños en peligro de extinción. Los investigadores esperan conservar las lenguas trumai, auetó y cuicuro creando un banco de datos digital de texto y sonidos. El lingüista Aryon Rodrigues destaca que de las 1.200 lenguas autóctonas del Brasil han sobrevivido solo 180, de las cuales 50, como mínimo, tienen menos de cien hablantes. En el caso del macú, la única que lo conoce es una viuda de 70 años que vive en el norte del Brasil. El lingüista explica que la conservación de las lenguas indígenas es fundamental para preservar la cultura de un pueblo.
Problemas con la basura en México
El 30% de la basura de la ciudad de México termina en la vía pública y se convierte en una amenaza ambiental, según una noticia reciente del periódico mexicano El Universal. Aarón Mastache Mondragón, secretario de Medio Ambiente, declaró que solo se recicla el 10% de los desperdicios de la capital y que cerca del 48% no son biodegradables. De acuerdo con el Instituto Nacional de Recicladores, un boleto de cartón tarda un mes en desintegrarse; una rama de bambú, de uno a tres meses; una toalla de algodón, de uno a cinco meses; un calcetín de lana, un año; unos palos de madera pintados, poco más de un año; un bote de hojalata, cien meses; una lata de aluminio, de doscientos a quinientos años, y una botella de vidrio, más de un millón de años.