Capítulo 12
Los “últimos días” y el Reino
1. (a) ¿Qué preguntas vitales surgen ahora? (b) ¿Qué dicen las Escrituras acerca de los últimos días [i] para nuestra Tierra, [ii] para los que la arruinan?
¿ESTAMOS viviendo ahora en “los últimos días”? ¿Qué se quiere decir por “los últimos días”? Felizmente, no habrá “últimos días” para la Tierra misma. Pues la Biblia nos da esta seguridad: “[A] la tierra . . . no se le hará tambalear hasta tiempo indefinido, ni para siempre.” En armonía con el propósito original de Jehová, tanto la vida humana como la animal serán perpetuadas aquí para siempre. (Salmo 104:5-24; 119:89, 90; Génesis 1:27, 28; 8:21, 22) Sin embargo, definitivamente hay “últimos días” para las naciones y personas inicuas que están arruinando la Tierra de Dios. Es la ‘venida’ del Reino lo que causa la ruina de esos arruinadores.—2 Pedro 3:3-7; Santiago 5:1-4; Revelación 11:15-18.
2. ¿Qué predijo específicamente Pablo para nuestros “tiempos terribles”?
2 ¿Pudiera ser que estemos viviendo en esos “últimos días”? Simplemente tome cualquier traducción de la Biblia y lea lo que el apóstol Pablo predijo por inspiración divina para los “últimos días,” en Segunda a Timoteo, capítulo 3, versículos 1 a 5. Entonces pregúntese: ¿Se parece el mundo de la humanidad a esto hoy? Aquí, el apóstol predice “tiempos terribles,” y añade:
“La gente será amante de sí misma y amante del dinero, serán jactanciosos, soberbios, difamadores, desobedientes a sus padres, ingratos, impíos, desamorados, sin disposición a perdonar, calumniadores, gente sin dominio propio, brutales, no amantes de lo bueno; traidores, temerarios, presuntuosos, gente amante del placer en vez de amante de Dios... con forma de piedad, pero negando su poder. No tengas nada que ver con ellos.”—New International Version.
3. ¿Por qué tiene que haberse estado refiriendo Pablo a “últimos días” de mucha más importancia que los del sistema judío?
3 Al escribir lo que acabamos de citar, el apóstol no estaba refiriéndose a los “últimos días” del sistema de cosas judío. No pudiera haber sido así, porque Pablo escribió esas palabras alrededor del año 65 E.C., cuando ya habían pasado más de 30 años de aquellos “últimos días,” y solo quedaban cinco años hasta la devastación de Jerusalén. Además, esta condición de apostasía no se había desarrollado todavía entre los que afirmaban ser cristianos. Aquellos “últimos días” del sistema judío habían sido suficientemente malos, pero serían eclipsados en gran manera por sucesos que tendrían lugar durante los “últimos días” del entero sistema mundial de cosas de Satanás, cuando Jesús vendría de nuevo para establecer su reino.
UN CUMPLIMIENTO DOBLE
4. ¿Qué llevó a que los discípulos hicieran la pregunta de Mateo 24:3?
4 En sus parábolas, Jesús había hablado acerca de la “conclusión del sistema de cosas.” (Mateo 13:39, 40, 49) Naturalmente, esto despertó el interés de sus discípulos, y especialmente puesto que la gente común sufría tanto, hasta en aquel tiempo, debido a la dura gobernación de Roma y de los líderes religiosos judíos. La gente esperaba que el reino de Dios trajera alivio. Por eso, tres días antes de que se diera muerte a Jesús, cuatro de sus discípulos se le acercaron mientras él estaba sentado en el monte de los Olivos, con vista a Jerusalén, y le preguntaron: “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”—Mateo 24:3; Marcos 13:3, 4.
5. ¿Cómo se cumplirían las palabras de la respuesta que dio Jesús?
5 Aunque los discípulos de Jesús estaban pensando solamente en el futuro inmediato, la respuesta de Jesús en aquella ocasión tendría una aplicación doble: primero, durante los “últimos días” del sistema judío, y, mucho después, durante los “últimos días” del sistema mundial de Satanás que abarca a toda la tierra habitada.
6, 7. (a) ¿Cómo se cumplieron en miniatura las palabras de Jesús en Mateo 24:7-22? (b) ¿Qué sombrío recordatorio de esto permanece hasta ahora?
6 Lo que Jesús dijo a aquellos discípulos, según está registrado en el capítulo 24 de Mateo, versículos 7 a 22 Mt 24:7-22, describió el curso de los acontecimientos que algunos de ellos observarían desenvolverse en miniatura durante los siguientes 37 años hasta 70 E.C. Para los judíos de la generación de Jesús, esto sería un turbulento período de guerras, escaseces de alimento, terremotos, odio a los cristianos y aparecimiento de falsos Mesías. Sin embargo, “estas buenas nuevas del reino” se predicarían en toda la creación como testimonio. Finalmente, aquella “cosa repugnante,” el ejército pagano de Roma, sí invadió el “lugar santo” del templo de Jerusalén. Después de un intervalo breve, durante el cual los discípulos de Jesús pudieron obedecer el mandato profético de Jesús de huir a las montañas en busca de seguridad, los romanos regresaron bajo el general Tito. Derribaron a tierra a Jerusalén y sus hijos y demolieron su templo, de modo que no dejaron una piedra sobre otra.—Vea también Lucas 19:43, 44; Colosenses 1:23.
7 En cumplimiento de la “señal” que Jesús dio, esta acumulación de dificultades llegó a afligir a los judíos, y tuvo como culminación la destrucción ardiente de Jerusalén en 70 E.C. Más de un millón de judíos perecieron con su ciudad, y los sobrevivientes fueron llevados al cautiverio. El arco de la victoria de Tito se halla en Roma hasta este día como sombrío recordatorio del cumplimiento de la profecía de Jesús. Sin embargo, ¿se registró y conservó por escrito la “señal” de Jesús como advertencia solamente a personas que vivían en el primer siglo? ¿Es simplemente ‘historia muerta’ hoy día? La respuesta tiene que ser: ¡No!
APLICACIÓN DE ALCANCE MUNDIAL
8. (a) ¿Qué efecto debería tener en nosotros hoy el cumplimiento en miniatura que tuvieron las palabras de Jesús? (b) ¿Qué modelo profético de cosas mayores suministra esto?
8 El cumplimiento en miniatura que las palabras de Jesús tuvieron durante los “últimos días” del sistema de cosas judío debe servir para fortalecer nuestra creencia en el poder de la profecía divina. Sin embargo, aquellos sucesos del primer siglo suministran también un sorprendente modelo profético de lo que ha de acontecer en escala mucho más amplia con relación al sistema de cosas mundial de Satanás. Esto tiene que ser así, porque la ejecución del juicio de Dios sobre Jerusalén en 70 E.C. no fue la mayor tribulación hasta aquel tiempo, ni ha sido la última. Las palabras de Jesús en Mateo 24:21, 22 todavía esperan su cumplimiento en escala plena:
“Porque habrá entonces grande tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder. De hecho, a menos que se acortaran aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos serán acortados aquellos días.”
9. ¿Cómo sabemos que las palabras de Jesús señalan a un día de ajuste de cuentas de alcance mundial?
9 Las palabras siguientes de la profecía de Jesús, en Mateo 24:23–25:46, indican también el alcance mundial de “la conclusión del sistema de cosas.” En la culminación de ese período de aflicción, cuando el “Hijo del hombre,” como rey entronizado de Dios, ejecute juicio sobre el mundo de Satanás, “todas las tribus de la tierra se golpearán en lamento.” Eso abarcará a toda la humanidad que rechace a Jesús como Rey. No es un juicio que envuelva a una sola nación y su ciudad, sino un día de ajuste de cuentas de alcance mundial.—Mateo 24:30.
10. (a) Según se ilustra en la profecía de Jesús, ¿cómo diferirá el destino de los que siguen sus propias inclinaciones del de los que ‘buscan primero el reino de Dios’? (b) ¿Por qué tendrá que acontecer esto en escala mundial?
10 Algo que también indica la extensión mundial del juicio de Dios es que la profecía de Jesús pasa a comparar “la conclusión del sistema de cosas” con el tiempo de inmediatamente antes del diluvio del día de Noé, al decir:
“Porque como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres dándose en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre.”
Tal como el Diluvio de aquel tiempo acabó con un mundo entero de gente impía, así la ardiente tribulación en que culmina la “presencia” del Mesías librará a nuestro globo terráqueo de los que rehúsan prestar atención al Reino porque prefieren seguir sus propias inclinaciones y hacer solo ‘lo suyo.’ Felizmente, muchos que han ‘buscado primero el reino de Dios y su justicia’ sobrevivirán y heredarán la vida eterna en una Tierra paradisíaca. ¿Será usted uno de éstos?—Mateo 6:33; 24:37-39; 25:31-46.
11. ¿Qué otras profecías muestran que todas las naciones están envueltas en esta situación, y que habrá sobrevivientes?
11 Muchas profecías de la Biblia muestran que la venidera “grande tribulación” afectará a “todas las naciones” de la Tierra. (Salmo 2:2-9; Isaías 34:1, 2; Jeremías 25:31-33; Ezequiel 38:23; Joel 3:12-16; Miqueas 5:15; Habacuc 3:1, 12, 13) ¡Pero habrá sobrevivientes!—Isaías 26:20, 21; Daniel 12:1; Joel 2:31, 32.
LA PRESENCIA DEL REY EN GLORIA CELESTIAL
12. (a) ¿Por qué se necesita una “señal” de la presencia de Jesús? (b) ¿Por qué no es necesario que él aparezca de nuevo en un cuerpo carnal?
12 La gran profecía de Jesús sobre “la señal” de su presencia nos dice que “cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono.” (Mateo 25:31) Puesto que el brillo de esa gloria haría daño a ojos simplemente humanos, el Rey tiene que permanecer invisible a la humanidad. (Compare con Éxodo 33:17-20; Hebreos 12:2.) Por eso se necesita una ‘señal de su presencia.’ En la segunda venida del Mesías ya no es necesario que él se despoje de la vida celestial de espíritu para aparecer en la Tierra en un cuerpo carnal, que haya de ser usado como “ofrenda por el pecado.” Puesto que él ha provisto su sacrificio humano “una vez para siempre,” viene “la segunda vez . . . aparte del pecado” como rey celestial invisible.—Hebreos 7:26, 27; 9:27, 28; 10:8-10; 1 Pedro 3:18.
13. ¿Qué indica Lucas 19:11-27 en cuanto al tiempo del regreso de Jesús y en cuanto a si se le acepta o no entre las naciones?
13 En su última noche con sus discípulos íntimos, Jesús les había dicho: “Voy a preparar un lugar para ustedes. También, si prosigo mi camino y les preparo un lugar, vengo otra vez y los recibiré en casa a mí mismo.” (Juan 14:2, 3) En armonía con esto, la ilustración de Jesús en Lucas 19:11-27 describe a Jesús como “cierto hombre de noble nacimiento [que] viajó a una tierra lejana para conseguir para sí poder real y volver.” Esto tomaría considerable tiempo. Pero “sus ciudadanos lo odiaban y enviaron tras él un cuerpo de embajadores a decir: ‘No queremos que éste llegue a ser rey sobre nosotros.’” De manera similar, hoy hay personas que alegan ser cristianas, pero que rechazan al “Rey de reyes” a favor de perpetuar sus propias gobernaciones humanas imperfectas. (Revelación 19:16) Al igual que a los “ciudadanos” de la ilustración de Jesús, a estas personas se les castigará severamente.
“PRINCIPIO DE DOLORES DE AFLICCIÓN”
14. A pesar de protestas en negación, ¿qué favorece al año 1914 E.C. como la fecha del regreso de Cristo?
14 ¿Cuándo empieza su reinado sobre nuestra Tierra este poderoso Rey, a quien no desean las naciones? Toda la evidencia señala al año 1914 E.C. Pero alguien quizás proteste y diga: ‘¡En vez de traer el reinado de paz de Cristo, ese año marcó el principio de una era de dificultades para la humanidad!’ ¡En eso precisamente está la clave! Porque, según la profecía bíblica, es cuando ‘el reino del mundo llega a ser el reino de nuestro Señor Jehová y de su Cristo’ cuando las naciones de la Tierra ‘se llenan de ira.’ (Revelación 11:15, 18) Este también es el tiempo en que Jehová envía a su rey asociado, diciendo: “Ve sojuzgando en medio de tus enemigos.” (Salmo 110:1, 2) Pero no se destruye instantáneamente a esos enemigos.
15. ¿Cómo describe apropiadamente Revelación 12 el nacimiento del Reino?
15 El capítulo 12 de Revelación describe una asombrosa visión en la cual el apóstol Juan vio en símbolo el nacimiento del reino mesiánico de Dios. Este nace como un niño varón de la “mujer” de Dios... su organización celestial de criaturas angelicales. Es “arrebatado a Dios y a su trono,” porque el Reino tiene que depender de Jehová y su soberanía para su funcionamiento.—Revelación 12:1-5.
16, 17. (a) ¿A qué se deben los ayes que ha habido en la Tierra desde 1914? (b) ¿Cómo describen las palabras de Jesús en Mateo y Lucas el principio de estas aflicciones?
16 ¡Después, hay guerra en el cielo! El Rey entronizado y sus ángeles batallan contra Satanás y las huestes demoníacas de éste, y los arrojan desde los cielos de Jehová abajo a la vecindad de nuestra Tierra. Por eso, resulta “ay [para] la tierra y [el] mar, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto período de tiempo.” (Revelación 12:7-12) Durante ese comparativamente “corto período de tiempo,” el Rey recoge para salvación a los humanos que aman la justicia y da la advertencia acerca de la inminente ejecución de juicio sobre el sistema de cosas mundial de Satanás.—Mateo 24:31-41; 25:31-33.
17 Hoy percibimos el cumplimiento de la “señal” de Jesús, como se da en detalle en los capítulos 24 y 25 de Mateo, cap. 13 de Marcos y cap. 21 de Lucas. Note que Jesús aquí describe un “principio de dolores de aflicción,” en estas palabras:
“Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá grandes terremotos, y en un lugar tras otro pestes y escaseces de alimento; y habrá escenas espantosas y del cielo grandes señales.” (Mateo 24:3, 7, 8; Lucas 21:10, 11)
¿Vinieron a plagar a la humanidad desde 1914 E.C. en adelante tales “dolores de aflicción”?
18. Desde 1914, ¿cómo llegó a hacerse absolutamente horrible la guerra?
18 Fue en el año 1914 cuando empezó la Gran Guerra (más tarde llamada la “I Guerra Mundial”), y con ella vinieron la peste y el hambre. A los escritores se les ha hecho difícil describir el horror absoluto que era común en los campos de batalla, a medida que millones de personas perecieron en la guerra de trincheras durante la matanza de 1914-1918. En el libro Eye Deep in Hell (Ojo en la profundidad del infierno) se da la siguiente cita de lo que dijo Paul Nash acerca del campo de batalla europeo: “Ninguna pluma o dibujo puede transmitir la condición de este país... el escenario normal de las batallas que tienen lugar día y noche, mes tras mes. Tan solo el mal y el demonio encarnado puede ser amo de esta guerra, y en ningún lugar hay vislumbre de la mano de Dios. . . . Los proyectiles jamás cesan . . . aniquilando, tullendo, enloqueciendo, se hunden violentamente en el sepulcro que es este país; un enorme sepulcro, y echados en él los pobres muertos. Es inexpresable, impío, desesperanzado.”
19. ¿Qué muestran las estadísticas en cuanto a un aumento en la cantidad de terremotos desde 1914?
19 Además, se incluyen “terremotos” como parte de la “señal.” ¿Un aumento en la cantidad de terremotos desde 1914? Esto quizás parezca sorprendente. ¡Pero las estadísticas son más sorprendentes todavía! Como comentó Geo Malagoli en Il Piccolo: “Durante un período de 1.059 años (desde 856 hasta 1914) fuentes confiables alistan solo 24 grandes terremotos.” Sus cifras muestran que durante esos años un promedio de 1.800 personas murieron cada año en terremotos, mientras que ha habido 43 grandes terremotos desde 1915, y éstos han matado a un promedio de 25.300 personas por año.
“DEL CIELO GRANDES SEÑALES”
20, 21. (a) ¿Qué “escenas espantosas” se han manifestado desde 1914, y por qué? (b) ¿Qué cumplimiento de Lucas 21:25, 26 vemos hoy día? (c) ¿Cómo se han hecho cada vez más notables ‘grandes señales del cielo’?
20 Jesús profetizó también: “Y habrá escenas espantosas y del cielo grandes señales.” (Lucas 21:11) En la I Guerra Mundial, las descargas incesantes de artillería significaron algo nuevo... guerra total. Por primera vez, el dirigible y después, de manera más importante, el avión, abrieron la era del guerrear aéreo. Es verdad que lo que pasó en 1914-1918 fue solo un principio, pero aquello conduciría a la situación que Jesús describe más adelante en su profecía, cuando dice:
“También, habrá señales en el sol y en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra angustia de naciones, no conociendo la salida a causa del bramido del mar y de su agitación, mientras que los hombres desmayan por el temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada; porque los poderes de los cielos serán sacudidos.”—Lucas 21:25, 26.
21 La llamada conquista del espacio por el hombre ha enfocado atención en “el sol y en la luna y en las estrellas,” y hay indicios ominosos de que las Grandes Potencias tienen intenciones de usar satélites como lugares desde los cuales lanzar ataques militares. Pero ya tienen el conocimiento necesario para hacer llover desde el espacio sideral mísiles balísticos intercontinentales sobre cualquier blanco que escojan. El arsenal de armas nucleares actual, acumulado por naciones en oposición unas a otras, basta para aniquilar varias veces a la humanidad, y se calcula que para fines del siglo unas 35 naciones pueden estar equipadas con tales armas de destrucción en gran escala.
22. (a) ¿De qué manera ha tomado nueva dimensión el “mar” literal desde 1914? (b) ¿Qué advertencia dan acerca de lo amenazado que está nuestro globo terrestre personas bien informadas?
22 El “mar,” que adquirió un nuevo aspecto con la introducción de la guerra submarina en la I Guerra Mundial, y que tuvo que ver con la entrada de los Estados Unidos en la guerra, es hoy más amenazador todavía. Los submarinos nucleares están alerta para acción en los mares. No hay ninguna ciudad de la Tierra que esté fuera del alcance de los mísiles nucleares. El Times de Nueva York del 30 de agosto de 1980 citó declaraciones de Marshall D. Shulman, perito del Ministerio de Relaciones Exteriores de los EE. UU. en el sentido de que la posibilidad de una guerra nuclear “probablemente aumente en vez de disminuir.” Un anuncio de página entera del Times de Nueva York del 2 de marzo de 1980, auspiciado por más de 600 profesionales, hombres y mujeres, declaró: “La guerra nuclear, hasta ‘limitada,’ resultaría en muerte, daño y enfermedad en escala sin precedente en la historia de la existencia humana.” Estas personas añadieron que “un intercambio nuclear sin restricciones pudiera completarse en una sola hora, y pudiera destruir casi toda la vida que hay en el hemisferio norte.” El embajador de los EE. UU. en Moscú dijo, en 1981: “Percibo que el mundo es más peligroso de lo que ha sido en toda su historia.” Pero el gasto en armamentos de destrucción en gran escala sigue aumentando rápidamente.
23. En cumplimiento de la profecía de Jesús, ¿a qué etapa de la historia parece que está llegando la humanidad?
23 Parece que la humanidad está llegando a la etapa predicha un buen número de años atrás por Harold C. Urey, ganador del Premio Nobel, quien dijo: “Comeremos en temor, dormiremos en temor, viviremos en temor y moriremos en temor.” En verdad, hay “angustia de naciones, no conociendo la salida . . . mientras que los hombres desmayan por el temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada.”
24. ¿Quién conoce la “salida,” y por qué debemos orar intensa y sinceramente por la ‘venida’ del Reino?
24 Felizmente, el Señor Soberano Jehová, quien creó esta Tierra para su buen propósito, sí ‘conoce la salida,’ y él proveerá esa salida por medio del reino de su Hijo. Pero antes de que examinemos detalladamente la “salida,” sigamos dando atención a la profecía de Jesús, y notemos lo extraordinariamente que sus palabras acerca de guerra mundial, hambre y peste, como rasgos de la “señal,” se asemejan a una sorprendente profecía que se halla en Revelación. Recuerde, el reino de Dios por el Mesías es el remedio... ¡ese reino por cuya ‘venida’ oramos intensa y sinceramente!
[Recuadro de la página 115]
LO QUE HAN DICHO UNOS ESCRITORES SOBRE 1914
Aun después de una segunda guerra mundial, muchos hacen referencia a 1914 como el verdadero punto de viraje de la historia moderna:
“Verdaderamente es el año 1914 más bien que el de Hiroshima el que marca el punto de viraje de nuestro tiempo.”—Rene Albrecht-Carrie, “The Scientific Monthly,” julio de 1951
“Desde 1914, todo el que está consciente de las tendencias que se ven en el mundo ha estado profundamente preocupado por lo que ha parecido como una marcha marcada por el destino y predeterminada hacia cada vez mayor desastre. Muchas personas serias han llegado a creer que no se puede hacer nada para evitar la precipitación hacia la ruina. Como si se tratara del héroe de una tragedia griega, ven al género humano impulsado por dioses airados y sin ser ya amo de su destino.”—Bertrand Russell, “Times Magazine” de Nueva York, 27 de septiembre de 1953
“En el año 1914 el mundo, como se conocía y se aceptaba entonces, terminó.”—James Cameron, “1914,” publicado en 1959
“La era moderna . . . empezó en 1914, y nadie sabe cuándo ni cómo terminará. . . . Pudiera terminar en aniquilación en masa.”—Editorial, “The Seattle Times,” 1 de enero de 1959
“La Primera Guerra Mundial fue una de las grandes convulsiones de la historia.”—Barbara Tuchman, “The Guns of August,” 1962
“Pensamientos y cuadros me vienen a la mente, . . . pensamientos de antes del año 1914 cuando había verdadera paz, quietud y seguridad en esta Tierra... un tiempo en que no conocíamos el temor. . . . La seguridad y la quietud han desaparecido de la vida de los hombres desde 1914.”—Konrad Adenauer, estadista alemán, 1965
“El mundo entero estalló para el tiempo de la I Guerra Mundial y todavía no sabemos por qué. . . . Parecía que la Utopia estaba al alcance. Había paz y prosperidad. Entonces todo estalló. Hemos estado en condición de muerte aparente desde entonces.”—Dr. Walker Percy, “American Medical News,” 21 de noviembre de 1977
“En 1914 el mundo perdió una coherencia que no ha podido recobrar desde entonces. . . . Este ha sido un tiempo de extraordinario desorden y violencia, tanto más allá de las fronteras nacionales como dentro de ellas.”—“The Economist,” Londres, 4 de agosto de 1979
“La civilización adquirió una enfermedad cruel y quizás fatal en 1914.”—Frank Peters, “Post-Dispatch” de Saint Louis, 27 de enero de 1980
“Todo iba a mejorar y seguir mejorando. Ese era el mundo en el cual nací. . . . De repente, sin que nadie lo esperara, cierta mañana de 1914 todo aquello terminó.”—Harold Macmillan, estadista británico, “Times” de Nueva York, 23 de noviembre de 1980