Capítulo 12
El respeto a la autoridad es esencial para vivir en paz
1-3. a) ¿Qué factor ha contribuido a un rechazo extenso de la autoridad en nuestro día? b) ¿De qué varias maneras se expresa esta actitud? c) ¿Dónde se sienten los efectos?
HOY día hay un espíritu de independencia difundido por el mundo. Particularmente entre los que nacieron desde la II Guerra Mundial ha llegado a haber desconfianza general en la autoridad. ¿Por qué? Entre otras cosas, sus padres habían observado opresión en escala sin precedente, así como tácticas despóticas y corruptas por las personas en el poder. Esto los llevó a desarrollar un punto de vista sombrío de la autoridad. Por consiguiente, muchos de ellos, cuando tuvieron hijos, no inculcaron en estos respeto a la autoridad. Las injusticias oficiales que los hijos han visto tampoco han servido para mejorar la situación. Como resultado, la falta de respeto a la autoridad se ha hecho cosa común.
2 Esa falta de respeto se muestra de varias maneras. A veces es adoptando un tipo de vestir o de arreglo personal que indica que se rechazan las normas generalmente aceptadas. Puede implicar desafío público a la policía, o hasta violencia y derramamiento de sangre. Pero no se limita a estas cosas. Hasta entre personas que no se expresan de estas maneras tan francas, hay muchas que pasan por alto o evaden ciertas leyes si no concuerdan con ellas o si les parecen inconvenientes.
3 Esta situación ha afectado profundamente el ambiente en los hogares, en las escuelas, en los lugares de empleo y en los contactos con funcionarios gubernamentales. A medida que pasa el tiempo, más son las personas que no quieren que nadie les diga lo que han de hacer. Están esforzándose por alcanzar lo que creen que es mayor libertad. Ante esta situación, ¿qué hará usted?
4. Por lo que hacemos en este asunto, mostramos nuestra actitud en cuanto a ¿qué cuestión?
4 Su proceder indicará su posición con relación a la cuestión de la soberanía universal de Jehová. ¿Realmente respeta usted a Jehová como la Fuente de la verdadera paz y seguridad? ¿Buscará usted y aplicará en su vida la guía que Su Palabra da? ¿O estará de acuerdo con los que despliegan independencia y toman sus propias decisiones en cuanto a lo que es bueno y lo que es malo? (Génesis 3:1-5; Revelación 12:9.)
5. a) ¿Cuál es, frecuentemente, el resultado de seguir la guía de los humanos que prometen “libertad”? b) ¿Qué grado de libertad tiene la persona que hace la voluntad de Dios?
5 Un conocimiento exacto de la Biblia puede protegerlo contra el ser engañado por los que, aunque ‘prometen libertad, ellos mismos existen como esclavos de la corrupción’. Seguir la guía de esas personas sólo lo pondría en la misma condición de esclavitud. (2 Pedro 2:18, 19.) La verdadera libertad se puede obtener únicamente mediante aprender y hacer la voluntad de Dios. Su mandamiento divino es “la ley perfecta que pertenece a la libertad”. (Santiago 1:25.) Esto se puede decir porque Jehová no nos restringe innecesariamente con un cerco de reglas que no tengan ningún propósito útil. Pero su ley sí suministra la clase de guía que trae libertad, paz y seguridad basadas en una relación correcta con Dios y con nuestro semejante.
6, 7. a) ¿Quién está en la mejor posición para hacer algo en cuanto al mal uso de la autoridad? b) ¿Cómo mostró Jesús lo que les sucede a las personas que se hacen justicia por su propia mano?
6 Mejor que nadie más, Dios conoce el grado a que llega la corrupción y el abuso de la autoridad del hombre. Y ha dado su palabra de que, sin importar lo encumbrados que estén los que causan la opresión, él les pedirá cuentas. (Romanos 14:12.) Al tiempo señalado de Dios, “los inicuos [...] serán cortados de la mismísima tierra; y en cuanto a los traicioneros, serán arrancados de ella”. (Proverbios 2:22.) Pero tal medida no resultará en ningún bien duradero para nosotros si nos impacientamos y nos hacemos justicia por nuestra propia mano. (Romanos 12:17-19.)
7 La noche en que fue traicionado y arrestado, Jesús recalcó esto a sus apóstoles. Debido a las condiciones que existían en el país, entre ellas la presencia de fieras, la gente solía portar armas. Por eso, en aquella ocasión había dos espadas entre los objetos que portaban los apóstoles de Jesús. (Lucas 22:38.) ¿Qué sucedió? Pues bien, vieron una violenta deformación de la justicia cuando tuvo lugar el arresto de Jesús sin causa. Por eso, impulsivamente el apóstol Pedro sacó la espada y le cortó la oreja a uno de los hombres. Pero Jesús le sanó la oreja cortada al hombre y dijo a Pedro en amonestación: “Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que toman la espada perecerán por la espada”. (Mateo 26:52.) Muchas personas, hasta en nuestros días, pudieran haber sido salvadas de una muerte prematura si hubieran seguido este consejo. (Proverbios 24:21, 22.)
Modo apropiado de ver la autoridad seglar
8. a) Según se declara en Romanos 13:1, 2, ¿cómo deben considerar los cristianos a los gobernantes seglares? b) ¿Qué quiere decir la declaración de que están ‘colocados por Dios en sus posiciones relativas’?
8 Al escribir a los cristianos de Roma, el apóstol Pablo recibió inspiración de Dios para considerar cómo estos habían de conducirse con relación a las autoridades seglares. Escribió: “Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores, porque no hay autoridad a no ser por Dios; las autoridades que existen están colocadas por Dios en sus posiciones relativas. Por lo tanto, el que se opone a la autoridad se ha puesto en contra del arreglo de Dios; los que se han puesto en contra de éste recibirán juicio para sí”. (Romanos 13:1, 2.) ¿Quiere decir esto que Dios ha puesto a estos gobernantes seglares en el poder? La Biblia responde definitivamente: ¡No! (Lucas 4:5, 6; Revelación 13:1, 2.) Pero sí existen por su permiso. Y la ‘posición relativa’ que han ocupado en el transcurso de la historia humana fue determinada por Dios. ¿Cuál ha sido esa posición?
9. Aunque los funcionarios participen en prácticas incorrectas, ¿por qué podemos mostrarles respeto?
9 El texto bíblico acabado de citar dice que es ‘superior’. Así, pues, no se debe tratar con falta de respeto a los funcionarios gubernamentales. Las leyes que ellos ponen en vigor no han de ser pasadas por alto. Esto no significa necesariamente que uno admire a los individuos, ni que apruebe cualquier corrupción en que participen. Pero es propio mostrarles respeto por el puesto que ocupan. (Tito 3:1, 2.)
10. ¿Cómo ha de considerarse el pago de impuestos, y por qué?
10 En gran medida las leyes seglares resultan en bien. Ayudan a mantener el orden y aseguran cierta medida de protección para la gente y su propiedad. (Romanos 13:3, 4.) Además, los gobiernos por lo general suministran carreteras, servicio de limpieza, protección contra el fuego, educación y otros servicios que benefician a la gente. ¿Se les debe pagar por estos servicios? ¿Debemos pagar impuestos? Esta es una cuestión que suele despertar agitación debido a que se imponen impuestos elevados y a que frecuentemente se da mal uso a los fondos públicos. En los tiempos de Jesús, también, la cuestión tenía resonancias políticas. Pero Jesús no adoptó la postura o posición de que la situación existente autorizara a alguien a negarse a pagar. Refiriéndose al dinero que había sido acuñado por el César romano, dijo: “Por lo tanto, paguen a César las cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios”. (Mateo 22:17-21; Romanos 13:6, 7.) No, Jesús no respaldó la idea de que cada uno hiciera lo que quisiera.
11, 12. a) ¿Cómo muestran las Escrituras que hay que tomar en consideración a otra autoridad? b) ¿Qué haría usted si gobernantes seglares emitieran órdenes que estuvieran en conflicto con los requisitos de Dios, y por qué?
11 Sin embargo, Jesús mostró que “César”, el estado seglar, no era la única autoridad que debería considerarse. Las “autoridades superiores” no son superiores a Dios, ni siquiera iguales a él. Al contrario, son muy inferiores a él. Por eso su autoridad es limitada, no absoluta. Debido a esto, los cristianos frecuentemente se han encarado a una decisión crítica. Es una decisión que usted también tiene que afrontar. Cuando hombres en el poder exigen para sí lo que pertenece a Dios, ¿qué hará usted? Si prohíben lo que Dios ordena hacer, ¿quién recibirá su obediencia?
12 Los apóstoles de Jesús declararon respetuosa pero firmemente su posición a los miembros del tribunal supremo en Jerusalén: “No podemos dejar de hablar de las cosas que hemos visto y oído. [...] Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres”. (Hechos 4:19, 20; 5:29.) Los gobiernos a veces han impuesto restricciones durante emergencias, y eso se puede comprender. Pero a veces las restricciones gubernamentales pudieran tener el propósito de estorbar la adoración que damos a Dios e impedir por completo que cumplamos con obligaciones que Dios nos ha dado. Entonces, ¿qué? La Palabra inspirada de Dios contesta: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres”.
13, 14. a) ¿Por qué debemos ejercer cuidado para no desobedecer leyes seglares solo por razones personales? b) Usando las Escrituras, señale razones para esto.
13 Aunque el cumplir con esta obligación para con Dios pudiera estar en conflicto con lo que “César” exigiera, esto es muy diferente de violar con espíritu de independencia las leyes con que no concordáramos. Es verdad que, desde un punto de vista personal, ciertas leyes pudieran parecer innecesarias o indebidamente restrictivas. Pero eso no es justificación para pasar por alto leyes que no están en conflicto con las leyes de Dios. ¿En qué resultaría el que toda la gente obedeciera solo las leyes que pensaran que les beneficiarían? Eso sólo podría llevar a la anarquía.
14 A veces alguien pudiera pensar que podría pasar por alto a la autoridad y hacer sólo lo que quisiera porque no sería probable que lo prendieran y lo castigaran. Pero hay grave peligro en eso. Aunque al principio la desatención a la ley pudiera tener que ver con asuntos de poca importancia, el que la persona implicada no recibiera castigo pudiera envalentonarla a cometer mayor desafuero. Como declara Eclesiastés 8:11: “Por cuanto la sentencia contra una obra mala no se ha ejecutado velozmente, por eso el corazón de los hijos de los hombres ha quedado plenamente resuelto en ellos a hacer lo malo”. Pero ¿es la verdadera razón para obedecer la ley simplemente el temor de recibir castigo por desobedecer? Para un cristiano, debe haber un incentivo mucho más vigoroso. El apóstol Pablo lo llamó una “razón apremiante”... el deseo de tener una conciencia limpia. (Romanos 13:5.) La persona cuya conciencia ha sido educada por los principios bíblicos sabe que, si siguiera un proceder de desafuero, estaría poniéndose “en contra del arreglo de Dios”. Sea que otros hombres sepan lo que estemos haciendo o no, Dios lo sabe, y nuestras perspectivas de vida futura dependen de él. (1 Pedro 2:12-17.)
15. a) ¿Qué debe servir de guía al individuo en su actitud para con un maestro de escuela o un patrono? b) De este modo evitamos que influya en nosotros el espíritu de ¿quién?
15 Lo mismo es cierto respecto a la actitud de un joven para con su maestro en la escuela, y la actitud de un adulto para con su patrono seglar. El hecho de que alrededor de nosotros muchas otras personas hagan cosas malas no debería ser el factor determinante. El que el maestro o el patrono supiera o no lo que hiciéramos no debería tener importancia alguna en esto. La cuestión es: ¿Qué es lo correcto? ¿Qué le agrada a Dios? De nuevo: si lo que se nos pide que hagamos no está en conflicto con la ley de Dios o Sus principios justos, cooperamos. Los maestros de escuela son por lo general representantes del gobierno seglar, y por eso agentes de “las autoridades superiores”, por lo cual merecen respeto. Y en cuanto a los patronos seglares, se puede aplicar el principio bíblico de Tito 2:9, 10, aunque Pablo allí escribía acerca de una relación diferente, la de esclavos para con sus dueños. Pablo dijo: “Que [...] les sean de buen agrado, [...] desplegando buena fidelidad a plenitud, para que en todas las cosas [ustedes] adornen la enseñanza de nuestro Salvador, Dios”. (Tito 2:9, 10.) Así, evitamos la influencia de Satanás, cuyo espíritu “opera en los hijos de la desobediencia”, y edificamos relaciones pacíficas con nuestro semejante. (Efesios 2:2, 3.)
Autoridad dentro del hogar
16. ¿Qué requisito para una vida de familia armoniosa se declara en 1 Corintios 11:3?
16 Otra área en que el respeto a la autoridad puede contribuir a relaciones pacíficas es la del círculo de la familia. Con demasiada frecuencia sucede que no existe tal respeto saludable, con el resultado de que hay un desplome en las relaciones familiares, y en muchos casos hasta se deshace el hogar. ¿Qué se puede hacer para mejorar la situación? El principio de jefatura, o de alguien que sea cabeza, según se expone en 1 Corintios 11:3, da la respuesta: “La cabeza de todo varón es el Cristo; a su vez, la cabeza de la mujer es el varón; a su vez, la cabeza del Cristo es Dios”.
17. a) En cuanto a jefatura, ¿cuál es la posición del hombre? b) ¿Qué excelente ejemplo en cuanto a jefatura de esposo puso Cristo?
17 Note que esta declaración del arreglo de Jehová no señala primero a la jefatura o posición como cabeza del hombre. Más bien, llama atención al hecho de que hay alguien de quien el hombre debe buscar dirección, alguien cuyo ejemplo debe estar siguiendo. Ese es Jesucristo. Él es cabeza del hombre. Y en sus tratos con su congregación, a la que se compara con una novia, Cristo demostró cómo tener buen éxito en la jefatura de esposo. Su excelente ejemplo despertó una respuesta de buena gana de parte de sus seguidores. Cuando llevó la delantera, Jesús, en vez de ser un capataz —áspero y exigente para con sus seguidores— fue “de genio apacible y humilde de corazón”, de modo que sus seguidores hallaron refrigerio para sus almas. (Mateo 11:28-30.) ¿Habló él con desprecio de ellos debido a las limitaciones que manifestaron? Al contrario, les aconsejó amorosamente y hasta entregó su vida para limpiarlos de los pecados. (Efesios 5:25-30.) ¡Qué bendición para cualquier hogar tener un hombre que sinceramente se esfuerce por seguir ese ejemplo!
18. a) ¿De qué maneras puede mostrar una esposa que respeta la autoridad de su esposo? b) ¿Cómo deben los hijos mostrar respeto a sus padres, y por qué?
18 Cuando hay jefatura de esa clase en el hogar, no es difícil para una mujer respetar y apreciar a su esposo. Y la obediencia de los hijos viene con un espíritu más dispuesto. Pero la esposa y los hijos pueden también contribuir mucho a la felicidad de la familia. La esposa, al mostrar diligencia en el cuidado de la casa y de la familia, y por su espíritu de cooperación, evidencia que le tiene “profundo respeto a su esposo”. ¿Es eso lo que sucede en su casa? (Efesios 5:33; Proverbios 31:10-15, 27, 28.) En cuanto a los hijos, la obediencia de buena gana tanto al padre como a la madre muestra que honran a sus padres, como Dios requiere. (Efesios 6:1-3.) ¿No habría en un hogar de esa clase mucha más paz, y un sentimiento mucho mayor de seguridad personal, que en uno en que no haya respeto a la autoridad?
19. Si usted es el único de la familia que trata de guiarse por la Palabra de Dios, ¿qué debe hacer?
19 Usted puede ayudar a hacer que su hogar sea un lugar de esa clase. Sea que otros miembros de la familia decidan sostener los caminos de Jehová o no, usted puede hacerlo. Es posible que el resto de la familia responda a su excelente ejemplo. (1 Corintios 7:16; Tito 2:6-8.) Aunque no lo hagan, lo que usted haga quedará como testimonio de lo correcto de los caminos de Dios, y eso es algo de no poco valor. (1 Pedro 3:16, 17.)
20, 21. a) ¿Cómo muestra la Biblia que la autoridad del esposo y de los padres no es absoluta? b) Por eso, ¿a qué decisión pudieran encararse una esposa cristiana o hijos creyentes, y cuál debe ser su móvil?
20 Tenga presente que toda la armazón de la autoridad familiar se origina de Dios. Así, los hombres han de estar en sujeción a Cristo, las esposas a sus esposos “como es decoroso en el Señor”, y los hijos a sus padres “porque esto es muy agradable en el Señor”. (Colosenses 3:18, 20; 1 Corintios 11:3.) Esto significa que la autoridad del esposo sobre la esposa, y de los padres sobre los hijos, es relativa. Es decir, el cónyuge y los hijos cristianos están sujetos a Dios y Cristo primero, y obedecen el consejo de ellos. Para algunos cónyuges o padres incrédulos, al principio esa idea pudiera ser desagradable. Pero realmente resulta para bien de ellos, porque ayuda a hacer más confiables y más respetuosos al cónyuge y a los hijos creyentes.
21 Sin embargo, ¿qué hay si un esposo hubiera de exigir que su esposa hiciera algo que no fuera “decoroso en el Señor”? Lo que ella haga demostrará si realmente “teme al Dios verdadero” o no. (Eclesiastés 12:13.) Lo mismo es cierto cuando los hijos tienen suficiente edad para entender y obedecer la Palabra de Dios. Si sus padres no comparten el deseo de ellos de servir a Jehová, los hijos tienen que decidir si mostrarán lealtad a Dios o compartirán la suerte de los padres que no lo hacen. (Mateo 10:37-39.) Pero aparte de su obligación principal a Dios, los hijos deben ser sumisos en “todo”, aunque eso signifique hacer cosas que no les agradan. (Colosenses 3:20.) Puede ser que tal proceder hasta atraiga a sus padres a las provisiones de Jehová para la salvación. Ciertamente es “muy agradable en el Señor” el que el móvil de uno sea Jehová y sus justos caminos, en vez de desobediencia nacida de un espíritu de independencia.
En la congregación cristiana
22, 23. a) ¿Qué servicio rinden los superintendentes cristianos a los miembros de la congregación? b) Por eso, ¿qué actitud dice Hebreos 13:17 que debemos tener para con ellos?
22 La misma lealtad a Jehová debe reflejarse en nuestra actitud para con su congregación cristiana y los que la atienden. Jehová ha provisto superintendentes para pastorear “el rebaño”. Estos no reciben salario, sino que dan de sí mismos por interés genuino en sus hermanos y hermanas cristianos. (1 Pedro 5:2; 1 Tesalonicenses 2:7-9.) Ayudan a la congregación a efectuar la obra de predicar las buenas nuevas del Reino de Dios. Además, por interés en cada miembro de la congregación, les ayudan a aprender a aplicar los principios de la Biblia en su vida. También, si algún miembro de la congregación da un paso en falso sin estar plenamente al tanto de ello, hacen un esfuerzo por reajustarlo. (Gálatas 6:1.) Si un miembro no presta atención al consejo bíblico y persiste en cometer algún mal serio, los superintendentes se encargan de que sea expulsado. Así se protege a la congregación de su influencia corruptora. (1 Corintios 5:12, 13.)
23 Porque apreciamos esta amorosa provisión de Jehová para asegurar la paz entre su pueblo, deberíamos escuchar la amonestación que se encuentra en Hebreos 13:17: “Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos, porque ellos están velando por las almas de ustedes como los que han de rendir cuenta; para que ellos lo hagan con gozo y no con suspiros, por cuanto esto les sería gravemente dañoso a ustedes”.
24, 25. a) ¿Cómo debe influir en la manera como los consideramos lo que los ancianos enseñan? b) ¿Cuándo y dónde debemos aplicar lo que se nos enseña de la Biblia? ¿Por qué?
24 La Biblia da énfasis a que una razón principal por la cual estos superintendentes o ancianos merecen respeto es porque están enseñando “la palabra de Dios”. (Hebreos 13:7; 1 Timoteo 5:17.) Y, acerca del poder de esa “palabra”, Hebreos 4:12, 13 declara: “La palabra de Dios es viva, y ejerce poder, y es más aguda que toda espada de dos filos, y penetra hasta el dividir entre alma y espíritu, y entre coyunturas y su tuétano, y puede discernir pensamientos e intenciones del corazón. Y no hay creación que no esté manifiesta a la vista de él, sino que todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”.
25 Así las verdades de la Palabra de Jehová exponen la diferencia que hay entre lo que una persona quizás parezca ser y lo que realmente es. Si uno tiene fe genuina en Dios y un deseo genuino de agradar a su Creador, sus motivos reflejarán apropiadamente “la gloria de Dios” hasta cuando esté fuera de la vista de los ancianos de la congregación. (Romanos 3:23.) No participaría en alguna conducta antibíblica sencillamente porque no estuviera entre los males serios por los cuales alguien pudiera ser expulsado de la congregación. Por eso, si alguien se inclina a dar poca importancia a cualquier parte del consejo que se halla en la Palabra de Dios, debe examinar cuidadosamente cuál es en verdad su actitud para con Dios. ¿Está llegando a ser como aquella persona acerca de la cual Salmo 14:1 dice: “El insensato ha dicho [no, no públicamente, sino] en su corazón: ‘No hay Jehová’”?
26, 27. a) ¿Por qué es importante tomar en serio “toda expresión” de Jehová? b) ¿Qué efecto tiene en nuestra vida el que mostremos así respeto a la autoridad?
26 Cuando estuvo bajo tentación por el Diablo, Jesús declaró: “Debe vivir el hombre [...] de toda expresión que sale de la boca de Jehová”. (Mateo 4:4.) ¿Cree usted que “toda expresión” de Jehová es importante, que no debe pasarse por alto ninguna? Sencillamente no es suficiente que obedezcamos algunos de los requisitos de Jehová mientras consideramos otros como de ninguna importancia. O sostenemos lo apropiado de la soberanía de Jehová, o nos ponemos del lado del Diablo en la cuestión mediante fijarnos nuestra propia norma de lo que es bueno y lo que es malo. Felices son los que muestran que verdaderamente aman la ley de Jehová. (Salmo 119:165.)
27 Esas personas no caen en el lazo del espíritu divisivo del mundo. Tampoco participan en la conducta vergonzosa de los que abandonan la restricción moral. El profundo respeto a Jehová y sus caminos justos da estabilidad a su vida. Ese respeto a Jehová y sus caminos las capacita para respetar debidamente a las autoridades terrestres, algo que es esencial para vivir en paz.
[Ilustración en la página 134]
Los apóstoles de Jesús dijeron al tribunal supremo: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres”