Octubre
Domingo 1 de octubre
A los que él predeterminó, también llamó (Rom. 8:30).
Jehová comenzó a elegir a los ungidos después de la muerte y resurrección de Jesús, y parece que todos los miembros de la congregación cristiana del siglo primero eran ungidos. Después de eso, durante cientos y cientos de años, la gran mayoría de quienes afirmaban ser cristianos en realidad no lo eran. Jesús dijo que serían como la “mala hierba”. Sin embargo, durante todos esos años, Jehová siguió eligiendo a algunas personas fieles. Ellos fueron como el trigo del que habló Jesús (Mat. 13:24-30). Y en estos últimos días, Dios ha seguido eligiendo personas para que sean parte de los 144.000. Si él decide elegir a algunos de ellos poco antes de que venga el fin, ¿quiénes somos nosotros para cuestionarlo? (Is. 45:9; Dan. 4:35; Rom. 9:11, 16). No seamos como los trabajadores del ejemplo de Jesús, que se quejaron porque su patrón les pagó lo mismo que a los hombres que solo trabajaron una hora (Mat. 20:8-15). w16.01 4:15
Lunes 2 de octubre
Toma, por favor, a tu hijo, a tu hijo único a quien amas tanto, a Isaac, y haz un viaje a la tierra de Moria, y allí ofrécelo como ofrenda quemada sobre una de las montañas que yo te designaré (Gén. 22:2).
Es cierto que Jehová no nos pedirá a nosotros lo que le pidió a Abrahán. Lo que sí espera es que lo obedezcamos aunque se nos haga difícil o no entendamos la razón. ¿Hay algo que Jehová le haya pedido y que le cueste trabajo hacer? Algunos son tímidos y les cuesta mucho acercarse a un desconocido para hablarle de la Biblia. Para otros es una verdadera lucha ser diferentes a sus compañeros de clase o de trabajo (Éx. 23:2; 1 Tes. 2:2). ¿Alguna vez se ha sentido como Abrahán? Tal vez sienta como si estuviera subiendo una montaña a fin de cumplir una tarea que parece imposible. Si es así, no se desanime. Recuerde la fe de Abrahán. También puede meditar en lo que hicieron otros hombres y mujeres fieles de la Biblia; así podrá seguir su ejemplo y reforzar su amistad con Jehová (Heb. 12:1, 2). w16.02 1:3, 14
Martes 3 de octubre
Saúl habló a Jonatán su hijo, y a todos sus siervos, de dar muerte a David (1 Sam. 19:1).
En el momento en que Jonatán se enteró de que Saúl quería matar a David, tuvo que tomar una decisión. ¿A quién sería leal? Por un lado, debía obedecer a su padre, pero por el otro, le había hecho una promesa a David. Además, sabía que Dios apoyaba a David, no a Saúl. Por lo tanto decidió ser leal a David: le advirtió del peligro, le dijo que se escondiera y habló bien de él a su padre (1 Sam. 19:1-6). Si no tenemos cuidado, la lealtad a una nación, escuela o equipo deportivo podrían llegar a ser más importantes que la lealtad a Jehová. Veamos lo que le sucedió a Henry, que juega muy bien al ajedrez. Su escuela había ganado muchas veces el campeonato y él quería ayudarla a ganar otra vez. Pero las partidas eran los fines de semana, y le quitaban el tiempo que debía dedicar a las reuniones y a la predicación. Henry admite: “Poco a poco, mi lealtad a la escuela se volvió más importante que mi lealtad a Dios”. ¿Qué hizo? Decidió renunciar al equipo de ajedrez (Mat. 6:33). w16.02 3:10, 12
Miércoles 4 de octubre
Tu pueblo se ofrecerá de buena gana (Sal. 110:3).
Joven, ¿cómo puedes descubrir si de verdad quieres bautizarte? Una manera es analizando tus oraciones. ¿Cuántas veces al día le hablas a Jehová? ¿Cómo son tus oraciones? ¿Eres específico y le hablas de las cosas que te preocupan? Las respuestas a estas preguntas te ayudarán a ver si eres buen amigo de Dios o si tienes que acercarte más a él (Sal. 25:4). Jehová usa muchas veces la Biblia para contestar las oraciones. Por eso sus amigos se esfuerzan por estudiarla. De esa manera le demuestran que quieren estar cerca de él y servirle de todo corazón (Jos. 1:8). Así que pregúntate: “¿Son mis oraciones específicas? ¿Tengo la costumbre de estudiar la Biblia? ¿Me gusta participar en la Noche de Adoración en Familia?”. Este autoexamen te será muy útil. w16.03 1:11, 13
Jueves 5 de octubre
De él todo el cuerpo, por estar unido armoniosamente y hacérsele cooperar mediante toda coyuntura, contribuye al crecimiento del cuerpo (Efes. 4:16).
Los resultados de la labor de predicar son muy emocionantes, como podemos confirmar año tras año al leer el Anuario. Además estamos unidos en las asambleas regionales, especiales e internacionales. En ellas escuchamos discursos y vemos representaciones dramáticas que nos motivan a servir a Jehová con todas las fuerzas. Otra cosa que nos une es la Conmemoración. Todos los años, después de la puesta de sol del 14 de nisán, nos reunimos alrededor del mundo para obedecer el mandato de Jesús de recordar su muerte. Así mostramos agradecimiento por la bondad inmerecida de Dios (1 Cor. 11:23-26). De hecho, dedicamos las semanas previas a invitar a nuestros vecinos para que nos acompañen. Uno solo de nosotros no puede predicar a todo el mundo. Pero cuando sumamos el trabajo de todos, somos capaces de llegar a millones de personas con el mensaje de que el único que merece toda la honra y gloria es Jehová. w16.03 3:4, 6, 7
Viernes 6 de octubre
Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado (Mat. 3:17).
Los ancianos deben ayudar a los hermanos que desean tener más responsabilidades en la congregación enseñándoles a pensar en los principios bíblicos que se deben tomar en cuenta en cada situación. Por ejemplo, imagine que un anciano le pide a un hermano que mantenga limpia y sin obstáculos la entrada del Salón del Reino. Le lee Tito 2:10 y le dice que el mensaje del Reino será más atractivo gracias a su trabajo. También le hace pensar en los beneficios que recibirán los hermanos de edad avanzada. Eso lo ayudará a entender que, aunque es importante cumplir las instrucciones, lo principal es beneficiar a las personas. Cuando el hermano vea el resultado de su labor, se sentirá feliz de haber sido útil a la congregación. Además, el anciano debe felicitarlo siempre que siga sus sugerencias. ¿Por qué es esto tan importante? Por la misma razón por la que es indispensable regar una planta: porque es la mejor manera de hacer crecer al hermano. w15 15/4 2:7, 8
Sábado 7 de octubre
El Señor me librará de toda obra mala (2 Tim. 4:18).
¿Alguna vez ha sentido que tiene que hacer frente a los problemas solo? Quizás perdió su empleo o tuvo un problema de salud. O tal vez eres un joven que ha sufrido presiones en la escuela. Es posible que en esos momentos difíciles pidiéramos ayuda a alguien y ese alguien no nos diera el apoyo que tanto necesitábamos. Por otro lado, hay problemas que ningún ser humano es capaz de resolver. ¿Qué podemos hacer entonces? La Biblia nos aconseja: “Confía en Jehová” (Prov. 3:5, 6). ¿Es realista este consejo? ¡Claro que sí! El apoyo que nos da Dios es muy real, como lo demuestran muchas historias de la Biblia. Por eso, si no recibe la ayuda que esperaba, no se amargue. Vea las situaciones angustiosas como las veía Pablo: como oportunidades para confiar en Jehová y recibir sus tiernos cuidados. ¿Cuál será el resultado? Su amistad con él se fortalecerá. w15 15/4 4:3-5
Domingo 8 de octubre
El dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos (2 Cor. 4:4).
Solo engañando a la gente puede el Diablo alejarla de nuestro querido Dios, Jehová (1 Juan 4:8). Con engaños consigue que las personas no se den cuenta de que tienen necesidades espirituales (Mat. 5:3). Así es, ha nublado la mente de los incrédulos “para que no pase a ellos la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que es la imagen de Dios”. Uno de los engaños más perfeccionados que tiene Satanás es la religión falsa. Tiene que darle un gusto enorme ver a tanta gente adorando a sus antepasados, a la naturaleza, a los animales o a cualquier otra cosa que no sea Jehová, el Dios que “exige devoción exclusiva” (Éx. 20:5). A otras personas les hace creer que están adorando a Dios como es debido, pero las tiene esclavizadas a doctrinas falsas y ritos inútiles. ¡Qué situación tan triste! Están igual que los israelitas a quienes Jehová dijo: “¿Por qué es su afán por lo que no resulta en satisfacción? Escúchenme atentamente, y [...] halle su alma su deleite exquisito en la grosura misma” (Is. 55:2). w15 15/5 1:14, 15
Lunes 9 de octubre
Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón (Gén. 3:15).
Abel tuvo que haber meditado mucho en estas palabras. Es probable que se imaginara a alguien sufriendo un golpe en el talón y llegara a la conclusión de que ese alguien tenía que sufrir para que la humanidad recuperara la perfección que sus padres habían perdido. Abel tenía fe en la promesa de Dios, y por eso Jehová aceptó su sacrificio (Gén. 4:3-5; Heb. 11:4). Noé sobrevivió al Diluvio debido a su fe (Heb. 11:7). Una vez que salió del arca, esa fe lo motivó a hacer un sacrificio de animales a Dios (Gén. 8:20). Al igual que Abel, Noé creía que la humanidad sería liberada del pecado y la muerte. Ni siquiera perdió la fe y la esperanza cuando el mundo de nuevo se volvió violento y hombres como Nemrod se rebelaron contra Jehová (Gén. 10:8-12). Imaginar la época en que la humanidad viviría libre de problemas tuvo que haberlo animado mucho. Nosotros también podemos imaginar esa época, pues está más cerca que nunca (Rom. 6:23). w15 15/5 3:4, 6
Martes 10 de octubre
La angustia en el corazón de un hombre es lo que lo agobia, pero la buena palabra es lo que lo regocija (Prov. 12:25).
Si no se dominan, los pensamientos pesimistas pueden ser muy dañinos para nuestra salud física y espiritual. Es mejor confiar en Jehová y recordar las palabras del texto de hoy. En efecto, las palabras de estímulo de alguien que nos entiende pueden levantarnos muchísimo el ánimo. Hablar con los padres, con el cónyuge o con un amigo de confianza que sirve a Dios puede ser justo lo que necesitamos para encontrar alivio. Y nadie comprende mejor nuestras preocupaciones que Jehová. Por eso Pablo recomendó: “No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús” (Filip. 4:6, 7). Piense en todas las personas que están a su lado para protegerlo de cualquier daño espiritual: sus hermanos, los ancianos, el esclavo fiel y discreto, los ángeles, Jesús y Jehová mismo. w15 15/5 4:16, 17
Miércoles 11 de octubre
Estaba allí cierto hombre que llevaba treinta y ocho años en su enfermedad (Juan 5:5).
Justo al norte del templo de Jerusalén había un estanque llamado Betzata, donde iban muchas personas enfermas con la esperanza de curarse milagrosamente. Movido por la compasión, Jesús se acercó a un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. ¡Más tiempo del que él llevaba vivo en la Tierra! (Juan 5:6-9). Cuando Jesús le preguntó si deseaba curarse, su respuesta no se hizo esperar. ¡Claro que quería curarse! Pero cómo, si no había quien le ayudara a meterse en el estanque. Entonces Jesús le ordenó que hiciera algo imposible: que se levantara, que tomara su camilla y que comenzara a caminar. ¿Cómo respondió el hombre? Se levantó, tomó su camilla... y comenzó a caminar. ¡Qué conmovedora demostración de lo que Jesús hará en el futuro! Él actuó con compasión, pues buscó a la persona que más ayuda necesitaba. ¿Qué lección aprendemos de este relato? Que debemos buscar a las personas que están deprimidas por las cosas terribles que suceden en el mundo. w15 15/6 2:8-10
Jueves 12 de octubre
Ustedes tienen que orar de esta manera (Mat. 6:9).
La oración modelo comienza diciendo “Padre nuestro”, no “Padre mío”. Esto nos recuerda que pertenecemos a una “asociación de hermanos”, una familia mundial que se quiere de verdad. ¡Qué gran honor! (1 Ped. 2:17). Los cristianos ungidos, que tienen la esperanza de ir al cielo, llaman a Jehová “Padre”, ya que realmente son sus hijos; él los ha adoptado (Rom. 8:15-17). Los cristianos que vivirán en la Tierra también lo pueden llamar “Padre”, pues él les ha dado la vida y cubre todas sus necesidades. Pero ellos solo llegarán a ser sus hijos cuando hayan recuperado la perfección y hayan demostrado su lealtad durante la prueba final (Rom. 8:21; Rev. 20:7, 8). El mejor regalo que pueden hacerles los padres a sus hijos es enseñarles a orar y a ver a Jehová como un padre que los quiere y se preocupa por ellos. Así es, no hay nada mejor que ayudarlos a hacerse amigos de Dios. w15 15/6 4:4-6
Viernes 13 de octubre
Líbranos del inicuo (Mat. 6:13).
Para vivir en armonía con la petición “líbranos del inicuo”, debemos esforzarnos por no ser “parte del mundo” de Satanás y no amar “ni al mundo ni las cosas que están en el mundo” (Juan 15:19; 1 Juan 2:15-17). Esta es una lucha de todos los días, pero pronto Jehová responderá nuestra petición y borrará del mapa al Diablo y a su mundo. Mientras tanto, no podemos olvidar que cuando Satanás fue echado del cielo sabía que tenía los días contados. Por eso está furioso e intenta por todos los medios que seamos desleales. Tenemos que seguir pidiendo a Dios que nos libre de él (Rev. 12:12, 17). Si quiere vivir para siempre, no deje de pedirle a Dios que venga su Reino, que su nombre sea santificado y que se haga su voluntad en la Tierra. Pídale que cubra sus necesidades físicas y espirituales. Pero sobre todo, siga las lecciones que nos enseña el padrenuestro y viva en armonía con esa oración (Mat. 6:9-13). w15 15/6 5:12, 17, 18
Sábado 14 de octubre
Habrá gran tribulación (Mat. 24:21).
Aunque no sabemos exactamente lo que ocurrirá durante ese período, lo más seguro es que tengamos que hacer sacrificios. En el siglo primero, los cristianos tuvieron que dejar atrás sus posesiones y sufrir apuros a fin de sobrevivir (Mar. 13:15-18). ¿Estaremos nosotros dispuestos a hacer lo mismo? ¿Haremos lo que sea necesario para demostrar nuestra lealtad a Jehová? Quizás no lo hayamos pensado, pero en ese momento, los únicos que no se distanciarán de su religión, que seguirán sirviendo a su Dios, seremos nosotros. Y tendremos que hacerlo cueste lo que cueste, tal como hizo el profeta Daniel (Dan. 6:10, 11). Ya no será el momento de predicar las “buenas nuevas del Reino”, pues estaremos al borde del fin (Mat. 24:14). De seguro, nuestro mensaje se convertirá en un mensaje de condena. Es muy posible que tengamos que decir a la gente que el fin del mundo de Satanás ha llegado. w15 15/7 2:3, 8, 9
Domingo 15 de octubre
Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo (Juan 17:16).
No debe sorprendernos que el mundo nos odie por nuestra postura neutral, pues Jesús ya nos había advertido. Nuestros enemigos no entienden el valor de la neutralidad cristiana, pero para nosotros es importantísima. Si queremos ser leales a Jehová, no podemos acobardarnos cuando surjan las pruebas (Dan. 3:16-18). El miedo al hombre puede dominar a personas de cualquier edad, pero a los jóvenes puede hacérseles especialmente difícil ir contra la corriente. Padres, si sus hijos tienen que hacer frente a pruebas como el saludo a la bandera o celebraciones patrióticas, ayúdenlos. Aprovechen la Noche de Adoración en Familia para explicarles por qué es tan importante la neutralidad y cómo defender con respeto sus creencias. Eso les dará el valor que necesitan para superar cualquier prueba que se les presente (Rom. 1:16). Si lo ven necesario, vayan y hablen con sus maestros y asegúrense de que entiendan su posición. w15 15/7 3:15, 16
Lunes 16 de octubre
Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito (Juan 3:16).
El rescate es un regalo que Dios nos dio, aunque no lo merecíamos, para que “consiguiéramos la vida” (1 Juan 4:9). El apóstol Pablo explicó por qué esta es otra muestra del amor de Jehová. Dijo: “Cristo [...] murió por impíos al tiempo señalado. Porque apenas muere alguien por un hombre justo; en realidad, por el hombre bueno, quizás, alguien hasta se atreva a morir. Pero Dios recomienda su propio amor a nosotros en que, mientras todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Rom. 5:6-8). El rescate es la mayor prueba del amor de Dios y nos permite tener una buena relación con él. El rescate demuestra que Jehová ama a la humanidad. Si usted tiene la esperanza de vivir en la Tierra y sigue sirviendo fielmente a Dios, puede estar seguro de que le espera un futuro brillante. ¿Puede haber mayor prueba de amor que esa? w15 15/8 1:13, 15
Martes 17 de octubre
No se sientan heridos (Neh. 8:10).
Vivir en el Paraíso bajo el gobierno de Cristo es un privilegio que merece cualquier esfuerzo. Por eso debemos hacer todo lo posible por cumplir con las asignaciones que nos dé la organización de Dios, incluso en época de cambios. Algunos miembros de la familia Betel de Estados Unidos, por ejemplo, han recibido nuevas asignaciones en el campo y siguen disfrutando de muchas bendiciones en los lugares a los que han ido. Hay superintendentes viajantes que también han recibido un cambio de asignación debido a la edad y otros factores, y ahora son precursores especiales. Si aprendemos a estar contentos con lo que tenemos y le pedimos a Dios que nos ayude a dar lo mejor de nosotros, seremos felices y disfrutaremos de muchas cosas buenas a pesar de vivir en estos tiempos tan difíciles (Prov. 10:22). ¿Qué se puede decir del Paraíso? Tal vez tengamos bien claro en nuestra mente dónde nos gustaría vivir, pero ¿y si nos piden que nos mudemos a otro lugar? ¿Había pensado en eso? Vayamos a donde vayamos y hagamos lo que hagamos en el nuevo mundo, podemos estar seguros de que seremos muy felices. w15 15/8 3:8
Miércoles 18 de octubre
Noé resultó exento de falta entre sus contemporáneos (Gén. 6:9).
Noé fue un siervo de Dios que vivió rodeado de gente mala. Evitó juntarse con la gente que no servía a Dios. Al lado de su esposa, sus hijos y sus nueras, se mantuvo ocupado haciendo todo lo que Jehová le había mandado: construyó el arca y fue “predicador de justicia”. Como resultado, sobrevivió al Diluvio junto con su familia (2 Ped. 2:5). Tenemos mucho que agradecerles a todos ellos, pues fueron fieles y escogieron bien sus compañías, y esa es la razón por la que hoy estamos vivos. Los cristianos del siglo primero también son un ejemplo para nosotros. Ellos sobrevivieron a la destrucción de Jerusalén en el año 70 gracias a que se mantuvieron separados de las personas que no amaban a Jehová (Luc. 21:20-22). w15 15/8 4:17, 18
Jueves 19 de octubre
Hay tiempo de reír y tiempo de dar saltos (Ecl. 3:4).
No todo el entretenimiento es bueno o relajante. Tampoco está bien dedicarle demasiado tiempo. ¿Cómo nos ayuda la conciencia a elegir actividades que nos renueven en sentido físico y espiritual? La Biblia dice que debemos rechazar “las obras de la carne”. Algunas de estas son: inmoralidad sexual, actos impuros, conducta desvergonzada, idolatría, ocultismo, odio, peleas, celos, ataques de ira, desacuerdos, divisiones, sectas, envidias, borracheras y fiestas desenfrenadas. El apóstol Pablo dijo que “los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios” (Gál. 5:19-21). Preguntémonos: “¿Evito los deportes que son agresivos o violentos? ¿Rechazo el espíritu competitivo y nacionalista que hay en muchos deportes? ¿Evito ver películas con escenas pornográficas o que presentan la inmoralidad, la borrachera y el ocultismo como algo normal?”. ¿Qué nos dice nuestra conciencia? w15 15/9 2:11, 12
Viernes 20 de octubre
Bien sé yo, oh Jehová, que al hombre terrestre no le pertenece su camino. No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso (Jer. 10:23).
Jehová nos ha enseñado mediante la Biblia que no podemos ser independientes de él, que no tenemos derecho a decidir lo que está bien o mal. Pasar por alto esta realidad siempre tiene malas consecuencias. Por eso es muy importante que aceptemos su autoridad, pues solo así podremos vivir en paz y armonía. ¡Cuánto debe amarnos nuestro Padre para habernos enseñado todas estas cosas! Los padres siempre viven preocupados por el futuro de sus hijos. Quieren que tengan una meta clara en la vida y que sean felices. Es una lástima, pero la mayoría de las personas no saben qué va a ser de su futuro o se pasan la vida luchando por cosas que en realidad no las hacen felices (Sal. 90:10). Pero nosotros sí tenemos un rumbo claro en la vida porque Jehová nos ha prometido un futuro maravilloso. Esta es otra prueba de lo mucho que nos quiere. w15 15/9 4:10, 11
Sábado 21 de octubre
No habrá durante estos años ni rocío ni lluvia, excepto por orden de mi palabra (1 Rey. 17:1).
En la época en la que se formó la nación de Israel, muchas personas tuvieron la oportunidad de escuchar acerca de los milagros que Jehová hizo para ayudar a su pueblo, y algunas hasta pudieron verlos con sus propios ojos. Primero, Jehová liberó a los israelitas de la esclavitud y, con el tiempo, derrotó a muchos reyes de Canaán (Jos. 9:3, 9, 10). Los enemigos de Israel fueron derrotados porque se negaron a reconocer que el Creador estaba ayudando a su pueblo. Siglos después, el rey Acab tuvo oportunidades de sobra para reconocer el poder de Dios. Elías le pidió a Jehová que enviara fuego del cielo para consumir su ofrenda, y Acab fue testigo de ese milagro. Además, Elías le dijo al rey que Jehová pondría fin a la sequía que padecían trayendo un fuerte aguacero, y de nuevo se cumplieron sus palabras (1 Rey. 18:22-45). Aunque Acab vio todas estas cosas, siguió empeñado en no reconocer el gran poder de Dios en acción. Este y otros ejemplos nos enseñan una lección muy importante: tenemos que mantener los ojos abiertos para reconocer la mano de Jehová. w15 15/10 1:4, 5
Domingo 22 de octubre
El justo vivirá a causa de la fe (Gál. 3:11).
No lo dude nunca: obedecer a Dios siempre será para su bien. Es vital que pongamos toda nuestra fe en aquel que puede ayudarnos mejor que nadie. Pablo nos recuerda que Jehová es el único que tiene el poder de “hacer más que sobreabundantemente en exceso” las cosas que le pedimos (Efes. 3:20). Los cristianos nos esforzamos al máximo por hacer lo que agrada a nuestro Dios, pero como sabemos que tenemos limitaciones, confiamos en que él bendecirá nuestros esfuerzos. ¿No está agradecido de tener a Jehová a su lado? ¿Nos responderá a nosotros Jehová si le pedimos más fe? La Biblia dice que sí, pero siempre y cuando “lo que pidamos [sea] conforme a su voluntad” (1 Juan 5:14). A Jehová lo hace sentir muy contento que confiemos en él sin reservas. Él nos dará fe si se la pedimos; nos dará tanta fe que estaremos entre las personas que serán consideradas dignas “del reino de Dios” (2 Tes. 1:3, 5). w15 15/10 2:16-18
Lunes 23 de octubre
Que nunca se nos lleve a la deriva (Heb. 2:1).
Meditar en Jehová y Jesús nos ayudará a ser cristianos maduros (Heb. 5:14; 6:1). Pero si dedicamos poco tiempo a hacerlo, nuestra fe se debilitará y estaremos en peligro de irnos a la deriva y acabar lejos de la verdad (Heb. 3:12). Jesús dijo que si queremos retener la Palabra de Dios, tenemos que escucharla y aceptarla “con un corazón excelente y bueno”. De lo contrario, podríamos ser arrastrados “por las inquietudes y las riquezas y los placeres de esta vida”, y nunca lograríamos alcanzar la madurez ni dar fruto (Luc. 8:14, 15). Reflexionemos todos los días en la Biblia. Si lo hacemos, estaremos mejor preparados para imitar la personalidad de Dios y sus maravillosas cualidades (2 Cor. 3:18). ¿Puede haber mayor privilegio que ese? Imagínese: podremos aprender de Jehová por toda la eternidad y reflejar cada día mejor su gloria (Ecl. 3:11). w15 15/10 4:13, 14
Martes 24 de octubre
La sabiduría te hará bien: si la adquieres, verás sus frutos (Prov. 24:14, La Biblia Latinoamérica, 2001).
Obviamente, ustedes, padres, quieren que sus hijos se mantengan cerca de Dios, y Dios quiere que los guíen y eduquen en sus caminos (Efes. 6:4). Aprovechen la autoridad que les ha dado para instruirlos con regularidad. Pongamos una ilustración: un buen padre quiere que sus hijos vayan a la escuela porque la educación es importante, los prepara para la vida y les enseña a aprender. De igual modo, los padres cristianos desean que sus hijos conozcan los caminos de Jehová, ya que eso puede darles la sabiduría que necesitan para hacerle frente a la vida. Por eso insisten en que no se pierdan las reuniones, las asambleas ni la Noche de Adoración en Familia. Tal como Jesús ayudó a sus discípulos, ustedes deben ayudar a sus hijos a tener éxito en la predicación. ¿Cómo? Para empezar, acostúmbrelos a salir a predicar. Además, hagan crecer en ellos el deseo de hablar de la Biblia con la gente. w15 15/11 2:6
Miércoles 25 de octubre
La cabeza de todo varón es el Cristo; a su vez, la cabeza de la mujer es el varón; a su vez, la cabeza del Cristo es Dios (1 Cor. 11:3).
Jehová ha establecido un orden de autoridad en su creación, y el amor es esencial para seguirlo como es debido. Claro, hay que saber cómo ejercer esa autoridad. Aunque el esposo es cabeza de su esposa, la Biblia le ordena que la trate con honra y respeto (1 Ped. 3:7). ¿Cómo puede hacerlo? Una manera es tomando en cuenta sus necesidades. Otra es cediendo a sus preferencias cuando sea posible. La Biblia también manda a los esposos: “Continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella” (Efes. 5:25). Así es, Jesús llegó al punto de dar la vida por sus discípulos. Cuando el esposo ejerce su autoridad con el mismo amor que Jesús, es muchísimo más fácil para la esposa quererlo, respetarlo y apoyar sus decisiones (Tito 2:3-5). w15 15/11 4:6, 7
Jueves 26 de octubre
Se suscitó una murmuración de parte de los judíos de habla griega contra los judíos de habla hebrea (Hech. 6:1).
El cristianismo continuó expandiéndose, y cada vez había más cristianos de habla griega. Como ese era el idioma común de la gente, los evangelios, escritos por Mateo, Marcos, Lucas y Juan, se distribuyeron ampliamente en griego. Las cartas del apóstol Pablo y otros escritos inspirados también fueron distribuidos en ese idioma. Un detalle interesante es que la mayoría de las citas de las Escrituras Hebreas que aparecen en las Escrituras Griegas están tomadas de la Septuaginta. Estas citas, que fueron traducidas por hombres imperfectos y no siempre seguían palabra por palabra el hebreo original, llegaron a formar parte de la Palabra inspirada de Dios. Esto es prueba de que Jehová no favorece ningún idioma o cultura (Hech. 10:34). w15 15/12 1:8, 9
Viernes 27 de octubre
Oh Jehová, quieras abrir estos labios míos, para que mi propia boca anuncie tu alabanza (Sal. 51:15).
Hablamos todos los días, pero no tenemos por qué hablar todo el día. Como bien dice la Biblia, hay un tiempo para callar (Ecl. 3:7). Por lo general, se considera una falta de respeto interrumpir a alguien que está hablando (Job 6:24). También es de sabios morderse la lengua cuando alguien nos provoca o para no revelar información confidencial (Sal. 4:4; Prov. 20:19). Por otro lado, la Biblia dice que hay un tiempo para hablar (Ecl. 3:7). Si un amigo nos da un regalo, lo agradecemos, y una manera de demostrar ese agradecimiento es dándole buen uso, no dejándolo abandonado. Del mismo modo, mostramos agradecimiento a Jehová cuando usamos bien el regalo que nos ha dado: la capacidad de comunicarnos. Una manera de hacerlo es animando a otros y alabando a Jehová, así como expresando nuestros sentimientos y necesidades. w15 15/12 3:4, 5
Sábado 28 de octubre
Ya no bebas agua, sino usa un poco de vino a causa de tu estómago y de tus frecuentes casos de enfermedad (1 Tim. 5:23).
Hoy día, no hay ningún cristiano que tenga el poder de realizar curaciones milagrosas (1 Cor. 12:9). Lo que sí hay es hermanos bienintencionados a los que les gusta dar consejos “médicos” a los demás aunque no se los hayan pedido. No está mal dar sugerencias básicas sobre el cuidado de la salud. Eso fue lo que hizo Pablo con Timoteo cuando se enteró de que tenía problemas estomacales, que pudieron ser causados por beber agua contaminada. Pero una cosa es hacer eso y otra muy distinta es tratar de convencer a nuestros hermanos de que usen plantas medicinales, remedios o dietas que quizás no funcionan o hasta pudieran hacerles daño. No es raro escuchar a alguien decir algo como: “Mi primo tenía lo mismo que tú y se le quitó después de tomar...”. Nadie niega que esas recomendaciones tengan el propósito de ayudar, pero no debemos olvidar que incluso los tratamientos y medicamentos más comunes podrían hacerle daño a alguien (Prov. 27:12). w15 15/12 4:13
Domingo 29 de octubre
Cristo murió una vez para siempre respecto a pecados, un justo por injustos (1 Ped. 3:18).
Como somos pecadores, desde que nacemos estamos condenados a morir (Rom. 5:12). Pero, en una enorme muestra de amor, Jehová envió a su Hijo a la Tierra para que muriera por nosotros (Heb. 2:9). Ese sacrificio acabará con la muerte y nos permitirá vivir toda una eternidad (Is. 25:7, 8; 1 Cor. 15:22, 26). Así es, todos los que tengan fe en Jesús podrán vivir en paz y felicidad por la eternidad, ya sea en el cielo gobernando con él, o en la Tierra, gobernados por el Reino (Rom. 6:23; Rev. 5:9, 10). ¿Qué otras cosas incluye el regalo que nos ha hecho Dios? El regalo que nos ha hecho Dios incluye también la desaparición de las enfermedades, la transformación de la Tierra en un paraíso y la resurrección de los muertos (Is. 33:24; 35:5, 6; Juan 5:28, 29). No cabe duda: tenemos razones de sobra para querer a Jehová y a Jesús por tan maravilloso regalo (2 Cor. 9:15). w16.01 2:5, 6
Lunes 30 de octubre
Ustedes tienen que nacer otra vez (Juan 3:7).
Antes de recibir el espíritu santo, los cristianos ungidos querían vivir en la Tierra. Deseaban que llegara el día en que Jehová limpiará el planeta y acabará con la maldad. Seguramente se imaginaban recibiendo a sus seres queridos en la resurrección. Ya estaban pensando en cómo sería su casa y saboreando la fruta que producirían en su huerto (Is. 65:21-23). ¿Por qué cambió su forma de ver las cosas? No es que dejara de entusiasmarles la idea de vivir en la Tierra o que se sintieran deprimidos o que estuvieran sufriendo mucho. Tampoco es que de repente les pareciera aburrido vivir para siempre en el Paraíso ni que sintieran curiosidad por saber cómo se vive en el cielo. Más bien, su forma de pensar cambia porque Jehová les da su espíritu santo. Cuando les extiende la invitación para ir al cielo, reciben una nueva esperanza y ven las cosas de manera diferente. w16.01 3:11, 13
Martes 31 de octubre
En colaboración con él, nosotros también les suplicamos que no acepten la bondad inmerecida de Dios y dejen de cumplir su propósito (2 Cor. 6:1).
Jehová es el Dios supremo, el Creador de todas las cosas y el Ser más sabio y poderoso de todo el universo. Job entendió este hecho. Por eso, cuando Dios le habló de las maravillas de la creación, dijo: “He llegado a saber que tú todo lo puedes, y no hay idea que te sea irrealizable” (Job 42:2). Así es, Jehová puede hacer cualquier cosa que se proponga, y sin la ayuda de nadie. Sin embargo, en su amor, invita a sus siervos a trabajar con él. Después de crear a su Hijo, Jehová le pidió que lo ayudara a crear todas las demás cosas que hay en los cielos y en la Tierra (Juan 1:1-3, 18). Jehová le dejó colaborar con él en esa extraordinaria labor y se aseguró de que todo el mundo se enterara. ¡Qué gran honor! (Col. 1:15-17). w16.01 5:1, 2