EPILEPSIA
Enfermedad crónica del sistema nervioso central que se manifiesta, bien por convulsiones o bien por una pérdida parcial o total del conocimiento, y a veces por ambas cosas. Este trastorno está vinculado a una actividad eléctrica anormal del cerebro. Recibe el nombre de grand mal el ataque epiléptico con convulsiones fuertes acompañado de pérdida del conocimiento, mientras que la forma más benigna, cuyos ataques son de muy breve duración, es denominada petit mal, siendo estas las dos principales clases de epilepsia. Al que padece esta enfermedad se le llama epiléptico.
La epilepsia suele tener causas naturales y las Escrituras no dan a entender que sea causada por posesión demoníaca. Más bien, Mateo (4:24) informa que la gente le llevó a Jesús personas enfermas, entre las cuales había “endemoniados y epilépticos”, estableciendo una diferencia entre estas dos clases de personas curadas por Cristo.
El término español “epilepsia” se deriva del griego e·pi·le·psí·a, que significa “ataque”. Sin embargo, la palabra e·pi·le·psí·a no se usa en la Biblia. Para referirse a este trastorno, Mateo (4:24; 17:15) usó diversas formas de la voz griega se·le·ni·á·zo·mai, que literalmente significa “afectado por la luna”.
Es digna de mención la explicación que ofrece The International Standard Bible Encyclopaedia (vol. III, pág. 1.941): “El significado original del término se·le·ni·á·zo·mai, ‘afectado por la luna’, tiene que ver con la creencia popular, muy extendida y de una extraña persistencia, de que ciertas fases de la Luna son dañinas para el ser humano, especialmente en el caso de enfermedades de carácter periódico o remitente. No hay información por medio de la cual se pueda determinar si en los tiempos del N[uevo] T[estamento] esta palabra en particular representaba una creencia viva o había pasado a un uso en el que desaparece la metáfora original, limitándose la palabra a significar el hecho sin referencia a la idea contenida en la etimología. Todavía utilizamos la palabra ‘lunático’ para referirnos a una persona mentalmente enferma, aunque hace mucho que se ha dejado de creer en la influencia de la Luna en tales casos”.